Prevenir el contagio en las actividades culturales

Después de varios meses de confinamiento, las ciudades y los municipios españoles vuelven a recobrar poco a poco la normalidad en sus espacios públicos. Esto incluye también la realización de diversas actividades culturales, que en el contexto actual deberán tener en cuenta una serie de medidas de prevención necesarias para evitar el contagio de COVID19. El Ayuntamiento de Barcelona ha unificado estos criterios de prevención en una única guía de recursos, que contempla la posibilidad de realizar eventos tanto en espacios cerrados como en el espacio público.

La cultura ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia, ya que muchas de sus actividades implican una agrupación masiva de personas o, en su defecto, una aglomeración de público sin distancia de seguridad entre ellos y sin elementos de separación o protección. La percepción general sobre este tipo de eventos es que no se podrán volver a celebrar hasta que no se llegue a una situación de relativa normalidad o que se realizarán solo de forma muy reducida.

Sin embargo, el consistorio barcelonés se ha propuesto “analizar las problemáticas específicas de cada tipo de evento cultural, para extraer una serie de criterios que permitan llevarlos a cabo de manera adaptada a las medidas básicas de protección y prevención, incluso antes de que haya una situación de normalidad y siempre mediante un contraste y autorización previa por parte de Protección Civil y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB)”.

Es por este motivo que han elaborado esta guía, validada por la autoridad sanitaria, en la que se analizan diversos tipos de actividades culturales, agrupadas en cuatro clases: Actividades en museos, archivos de tipo patrimonial y centros de arte; actividades en bibliotecas, centros cívicos y fábricas de creación; actividades de artes escénicas; y actividades culturales en la vía pública.

Podéis encontrar más información en el siguiente enlace: www.barcelona.cat/barcelonacultura/ca/guia-recursos


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Las secuelas psicológicas del confinamiento en los jóvenes

El confinamiento al que se ha visto obligada la población por culpa de la pandemia de la COVID-19 ha podido generar conflictos de convivencia dentro de los hogares y dejar secuelas psicológicas, como ansiedad y estados depresivos, sobre todo en las personas más jóvenes.

Para prevenir algunas de estas situaciones, el Ayuntamiento de Zaragoza ha habilitado un servicio de asesoría psicológica para jóvenes a través del teléfono y del correo electrónico. Este servicio, que habitualmente se hacía de forma presencial, ha detectado en los últimos cuatro meses un aumento en las peticiones de ayuda de jóvenes por motivos de ansiedad y conflictos familiares.

Desde el 15 de marzo, el Centro de Información y Asesoramiento Juvenil (CIPAJ) de Zaragoza ha atendido a 245 personas, la mayoría mujeres (un 83%). A pesar que los jóvenes no se encuentran entre los grupos de riesgo del nuevo coronavirus, la pandemia les ha afectado en la medida en que su vida social y académica se ha detenido de golpe en un momento crucial para su desarrollo.

El principal motivo de consulta ha sido la ansiedad, que representa un 33% de los casos. Según el CIPAJ, la causa mayoritaria de este trastorno ha sido la “situación prolongada de confinamiento y la incertidumbre por la suspensión de oposiciones y de la actividad laboral y lectiva,”.

Los conflictos en las relaciones familiares han sido el segundo motivo de consulta (15%). La psicóloga del Servicio de Juventud de Zaragoza, Laura Zapata, ha señalado que han detectado conductas más irascibles o susceptibles en algunos jóvenes debido a la «ruptura de la dinámica habitual», especialmente en aquellos hogares con más miembros y menos metros cuadrados. “Buscaban su propio espacio dentro de casa y algunos se encerraban en su habitación durante muchas horas o incluso en el baño, si compartían cuarto”, ha comentado la psicóloga.

A esta situación de ruptura de la convivencia en el núcleo familiar hay que sumar los problemas generados por la vulnerabilidad sobrevenida en muchas familias zaragozanas. Según los datos del Ayuntamiento, los servicios sociales municipales han atendido a 10.000 familias durante el estado de alarma, un 42% más que el año pasado, de las que prácticamente la mitad son familias que nunca antes habían solicitado ayuda.

Es por estos motivos que la atención psicosocial de las familias más vulnerables y las estrategias de cooperación entre administraciones locales y entidades sociales, como el Plan de Emergencia Social de Zaragoza, son clave a la hora de prevenir los conflictos que pueda ocasionar las secuelas del confinamiento en la población.


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Poner el foco en el observador

Poner el foco en el observador para frenar la violencia machista, esta es la premisa de la campaña de comunicación que el Ayuntamiento de Barcelona presentó a finales del 2019 y que tituló “El presente es feminista”. La iniciativa busca visibilizar las violencias machistas y pone el foco en los observadores para prevenirlas. 

El núcleo de la campaña son tres vídeos breves que muestran situaciones ficticias en las que un hombre ejerce una violencia machista y un observador, también masculino, le planta cara. La directora Barbara Farré, ganadora de un Premi Gaudí por La última virgen, ha sido la encargada de realizar los spots. 

“Es ahora cuando toca desmontar las complicidades que legitiman la violencia, desafiar las actitudes machistas, no callar ante la injusticia y atreverse a decir lo que se piensa”, explica el Ayuntamiento en la página web de la campaña. A través de esta propuesta, el consistorio barcelonés deja claro que es en el presente en el que se pueden generar cambios. Y que son los hombres quienes pueden incidir en sus amigos, padres o hermanos para dejar atrás las actitudes y los comentarios machistas. 

La campaña, además, cuenta con varios carteles en los que se ven mensajes que visibilizan violencias machistas que se dan de forma cotidiana en los grupos de hombres. Estos carteles se exhiben en espacios públicos de la ciudad y apelan directamente a la población masculina para que no se conviertan en cómplices de esta violencia.


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