Ciudades y justicia restaurativa

Los ‘procesos restaurativos’ permiten prevenir actos de violencia y resolver conflictos de manera amistosa. Los recursos de mediación interpersonal (familiar, vecinal, dentro de las estructuras educativas) son conocidos y desarrollados en la mayoría de los territorios. La justicia restaurativa permite trabajar a nivel social y dentro de la propia comunidad. Además, nos permite enfrentar los conflictos de una manera que va más allá del nivel interpersonal. ¿Cuál es la importancia del papel de las ciudades en el desarrollo de la justicia restaurativa? En FEPSU te compartimos algunas de las reflexiones elaboradas por Efus sobre el tema.

Apostar por la restauración

El día 21 de octubre de 2021, diversos expertos y expertas en justicia restaurativa, así como representantes de instituciones municipales, se reunieron durante la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, para evaluar las necesidades de las ciudades europeas de apostar por los procesos restaurativos para abordar la prevención de la violencia y del conflicto social

El debate estuvo moderado por la vicepresidenta de la Metrópoli de Toulouse, Julie Escudier. En él participaron también la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales (IRS), Cristina Vasilescu; el presidente del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, Tim Chapman; el profesor emérito de criminología de la Universidad de Lovaina (Bélgica), Ivo Aertsen; y el encargado de programas y cualificación de la junta ejectuva del forumZFD de Alemania, Alexander Mauz

La primera idea que se abordó en el debate fue la importancia de apoyar la implementación de medidas locales e integrarlas en la gobernanza de la seguridad local, junto con socios públicos y privados (sistema de justicia, policía, asociaciones, ONG, servicios municipales, representantes electos, empleadores, escuelas, etc.). 

Para que estas medidas sean más efectivas y legítimas, los participantes en el taller coincidieron en la necesidad de involucrar a la ciudadanía, tanto a los directamente involucrados en un conflicto como a la comunidad en general. “Las desigualdades sociales y económicas alimentan el resentimiento. Es fundamental que las políticas locales fortalezcan la inclusión social y la igualdad”, señaló Julie Escuder. 

Comunidad y cuidados

Las intervenciones restaurativas a nivel comunitario intentan involucrar también a la comunidad en general, además de las partes directas de un conflicto, y hacerla más responsable del cuidado de la comunidad. Además, la participación de la ciudadanía en tales prácticas debe considerarse como un valor en sí mismo en las sociedades democráticas (ya que puede fortalecer la “ciudadanía”). “Las comunidades deben garantizar la paz, antes de centrarse en los tribunales”, aseguró Tim Chapman. 

El primer objetivo de la justicia restaurativa es no virar hacia la represión (que no siempre es concebible), sino generar conexiones, actividades comunitarias y un diálogo respetuoso entre los actores involucrados en un conflicto.

El proceso de comprensión y tratamiento de los conflictos puede ser largo. Es fundamental que las autoridades locales sean conscientes de que pueden desempeñar un papel integral en estas dificultades. En consecuencia, su participación en el proceso debe ser fuerte y deben ser un modelo de transparencia y comunicación.

Involucrar a la ciudadanía

Para involucrar a los ciudadanos, ciertos miembros de la comunidad local (por ejemplo, personalidades reconocidas como dignas de confianza por la propia comunidad) podrían ser identificados y convertirse en “portavoces” de la justicia restaurativa. La construcción de la justicia restaurativa debe pasar por la autoridad de grupos en situación de igualdad para ganar legitimidad y aceptación.

Las tensiones sociales (por ejemplo, causadas por cambios sociales) y los conflictos deben tratarse de manera proactiva, por ejemplo, a través del asesoramiento local sobre conflictos. Este enfoque implica ayudar a las personas que toman decisiones y que diseñan las políticas locales para que avancen en el desarrollo de una gestión de conflictos constructiva e inclusiva a través de la combinación de herramientas como el asesoramiento sistémico, así como instrumentos de gestión de conflictos y transformación de conflictos.

Buenas prácticas

En Irlanda del Norte, por ejemplo, los ex delincuentes han implementado proyectos de justicia restaurativa a través de informar y educar a su comunidad, así como mediante el trabajo en estrecha colaboración con la policía y la población. Para empezar, eran muy impopulares, ya que las fuerzas del orden siempre fueron vistas como «el enemigo». No obstante, cabe señalar que, para que la acción sea creíble, es imprescindible que sea llevada a cabo por las personas que estuvieron en el centro de los conflictos. 

Otro ejemplo de buenas prácticas es la acción orientada a la justicia restaurativa que se llevó a cabo en Ámsterdam entre 2002 y 2003, tras la muerte de un popular director de cine que fue asesinado a golpes. El programa permitió una recaudación de fondos y la implementación de acciones, pero, lamentablemente, no se ha sostenido en el tiempo.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la necesidad de las ciudades europeas de apostar por la justicia restaurativa para la prevención del delito y la garantía de la seguridad urbana. Por ejemplo, compartimos una entrevista realizada por Efus al presidente del Foro Europeo de Justicia Restaurativa, Tim Chapman; en el cual abordaba la importancia que ha tenido la justicia restaurativa para resolver y tratar la polarización social en Irlanda del Norte. Además, también hemos explicado cuáles son las herramientas y prácticas clave para poder abordar la polarización en las ciudades, como el fomento de la participación de la ciudadanía y las medidas estructurales para hacer frente a la desigualdad.

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Rejuvenecer las políticas públicas de seguridad

¿Cómo pueden las autoridades locales fomentar la participación de los jóvenes en el diseño de las políticas públicas de seguridad urbana? Esta fue la pregunta que intentaron responder una serie de expertos y expertas en la materia durante la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, que se celebró el 2021 en Niza. El debate partió de la premisa de que comprender la percepción de los jóvenes acerca de la seguridad en sus barrios y ciudades es esencial para cualquier enfoque holístico de prevención del delito. Te compartimos los puntos claves de este debate. 

La confianza, factor clave

En el marco de la conferencia internacional de Efus, tuvo lugar el 21 de octubre un taller dirigido a explorar la importancia de incluir a la población joven en la coproducción de políticas públicas relacionadas con seguridad urbana y prevención del delito. El evento fue moderado por el cofundador de la ONG alemana Ufuq.de, Götz Nordbruch.

También participaron los siguientes ponentes: la teniente de alcalde de Montreuil (Francia) para la tranquilidad pública, la limpieza, la prevención y la vida nocturna, Loline Bertin; la presidenta de la organización canadiense Passerelle-I.D.E, Léonie Tchatat; el representante de la asociación parisina Espoir 18, Charles Nagy; el responsable de prevención de la ciudad de Lovaina (Bélgica), Jan Willems; y el encargado del punto de contacto del proyecto CERV en el Centro de Educación Política de Luxemburgo, Philippe Ternes

Una de las principales conclusiones de los ponentes fue que las iniciativas que fomentan, de forma gradual, el crecimiento de la confianza a largo plazo entre los jóvenes y los funcionarios de seguridad son fundamentales para conseguir la participación de los jóvenes en las políticas públicas de seguridad urbana

Sin embargo, Ternes argumentó que la participación de los jóvenes no debería surgir de iniciativas centradas únicamente en la seguridad. Los derechos, la participación democrática continua y la mejora del espacio público deben estar en el centro de las iniciativas que involucren a la juventud, según los ponentes. 

Además, las iniciativas de seguridad deben asegurarse de tener en cuenta las diversas experiencias de los diferentes grupos de jóvenes y no solamente generar confianza en un grupo que se encuentre aislado de los demás. Hay que acabar con la idea que polariza las formas de participación juvenil en solo dos tipos: o no reconocidas o criminalizadas. 

En este sentido, Nordbruch hizo énfasis en que los jóvenes son agentes clave en la seguridad urbana y las sociedades democráticas en general. Aún así, hoy en día este colectivo se enfrenta todavía a barreras de acceso a la educación y al mercado laboral, así como también tienden a ser excluidos de la elaboración de políticas y de los datos oficiales sobre delincuencia.

Desigualdad y marginación

La segunda de las ideas clave que emergieron del debate fue que es fundamental tener en cuenta las desigualdades y la marginación que afectan a los diferentes grupos de jóvenes a la hora de fomentar su participación. Al mismo tiempo, también es importante invertir en el desarrollo del pensamiento crítico de los jóvenes.

Tchatat subrayó que la juventud no debe entenderse como un grupo homogéneo y señaló que el racismo en el ámbito de la seguridad es alarmante. Willems, por su parte, reiteró la importancia de la inclusión y puso como ejemplo el proyecto LOUD (Local Young Leaders for Inclusion), que reunió a jóvenes estudiantes de origen migrante y no migrante.

Continuando en esta misma línea, los ponentes ahondaron en la idea de que la delincuencia nace de la impotencia y destacaron que el hecho de involucrar a los jóvenes en iniciativas de seguridad urbana podría entenderse como un esfuerzo por compartir el poder y acabar con las sospechas mutuas entre grupos. 

Esto implica, por ejemplo, cambiar la relación entre la policía y las agencias de seguridad con los jóvenes, ya que a menudo la experimentan de forma discriminatoria. Por lo tanto, las instituciones públicas deben ser receptivas a las críticas y fomentar la confianza a través de estructuras institucionales que permitan la retroalimentación.

En este sentido, Nagy compartió la experiencia de Espoir 18 en París. La organización realiza encuentros individuales de jóvenes con personal policial en entornos de confianza, que no son ni comisarías ni dependencias policiales. Además, desde la asociación también les brindan herramientas para desarrollar pensamiento crítico. 

Nagy subrayó que la oportunidad de expresarse y diseccionar temas complejos y a veces polémicos es clave para disminuir su sentimiento de impotencia. En el marco del proyecto de la entidad Radicalizar la prevención y de sus múltiples acciones para ayudar a prevenir la radicalización, Espoir 18 organiza talleres de teatro-debate donde los jóvenes crean un espacio para tratar temas relacionados con la cohesión social y la seguridad.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la necesidad de incluir a los jóvenes en el diseño y la implementación de políticas públicas eficaces en la prevención del delito y el mantenimiento de la seguridad urbana. Por ejemplo, nos hemos hecho eco de proyectos como el Why Violence?, el cual es desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona para incluir a adolescentes en la búsqueda de respuestas innovadoras a las microviolencias. También hemos compartido algunos de los resultados del proyecto LOUD en las ciudades participantes, como L’Hospitalet de Llobregat, donde los jóvenes participantes realizaron distintas campañas para sensibilizar sobre el racismo. 

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Fortalecer la confianza con la ciudadanía

La confianza de la ciudadanía hacia las instituciones se encuentra en declive desde hace algunos años. A pesar de que cada país tiene sus particularidades, esta situación es común en todo el mundo y condiciona la producción de políticas públicas relacionadas con la prevención del delito y la seguridad urbana. Sin embargo, este hecho no afecta a todos los organismos al mismo nivel. Las administraciones públicas de ámbito nacional o supranacional no son percibidas de la misma manera que aquellas regionales o municipales. ¿Cómo podemos, entonces, restaurar y fortalecer la confianza entre la ciudadanía y las instituciones? Para responder a esta pregunta, te compartimos algunas de las estrategias sugeridas por Efus

Potenciar las autoridades locales

En el marco de la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, se celebró el 21 de octubre de 2021 un taller dedicado a analizar las mejores estrategias para restablecer la confianza entre instituciones y ciudadanía. En él participaron el director general adjunto de la administración municipal de Lieja (Bélgica), Serge Mantovani; el alcalde de Saint-Yon (Francia), Alexandre Touzet; la directora de Narrativas y Estrategia Cultural de la red de municipios por la paz +Peace, Mónica Curca; y el teniente de alcalde de Burdeos (Francia), Amine Smihi. 

Al inicio del taller, los ponentes destacaron que, en términos generales, los funcionarios y cargos electos a nivel local inspiran más confianza, ya que son los más cercanos a la población y representan las políticas de mayor proximidad. Un alcalde o alcaldesa tiene el poder de actuar sobre ciertos aspectos cotidianos de la vida de los ciudadanos, está para escuchar y debe mostrar empatía. Sin embargo, también es un cargo que exige grandes esfuerzos y responsabilidades: “Ser un funcionario electo es como aprender a esquiar en una avalancha. Después de más de un año en el cargo, ya puedo esquiar, pero sigo en la avalancha”, destacó Smihi. 

Entonces, si los cargos políticos a nivel local acostumbran a ser figuras de confianza para la población, ¿en qué momento empieza a generarse la brecha entre la ciudadanía y las instituciones? En este aspecto, los ponentes resaltaron que la confianza depende, en gran parte, de la credibilidad de los representantes electos. Esta credibilidad, sin embargo, puede verse cuestionada por factores como la desinformación y los escándalos en los que periódicamente se ven envueltos los representantes políticos. Por estos motivos, la ética y el respeto hacia las promesas son atributos que se deben potenciar entre los funcionarios públicos a todos los niveles, para conseguir retener la confianza de la ciudadanía. 

El problema del tiempo

Uno de los grandes obstáculos para el mantenimiento de la confianza entre ciudadanía e instituciones es la dificultad de conciliar la temporalidad de la acción pública y las exigencias del día a día de la población. Los funcionarios electos, en cuanto figuras de autoridad, tienen la obligación de mostrar resultados a sus votantes, pero constantemente las políticas públicas requieren de negociaciones y trámites que pueden retardar su puesta en marcha y entrar en conflicto con las expectativas de la población. 

“La temporalidad de la acción pública está totalmente desfasada respecto a la temporalidad de la necesidad de la ciudadanía de resolver sus necesidades”, apuntó el teniente de alcalde de Burdeos. Además, los problemas de la sociedad cambian constantemente a todos los niveles. Estos factores hacen que sea aún más difícil comunicar el progreso conseguido por la actividad de las instituciones

El papel de las redes sociales

Una buena comunicación entre administraciones públicas y ciudadanía es clave para generar lazos de confianza. En este sentido, las redes sociales no solo tienen un papel innegable en la aceleración de las demandas ciudadanas, sino también en facilitar la comunicación entre funcionarios y vecinos. 

Sin embargo, a pesar que son herramientas muy útiles para mostrar las actividades realizadas por las instituciones, éstas no pueden reemplazar los intercambios físicos con la ciudadanía, ya sea en forma de paseos guiados en las zonas o barrios intervenidos, reuniones públicas o visitas informales (en bibliotecas, estaciones de tren, cafés, etc.). Cada canal de comunicación debe dirigirse a un sector específico de la población.

Involucrar a la ciudadanía

Los ponentes también destacaron la necesidad de coproducir políticas públicas de seguridad junto a la ciudadanía. “Involucrar a la población en las políticas públicas debe permitir a las personas que se encuentran en los márgenes situarse en el centro de los asuntos públicos”, destacó Mantovani. Es por este motivo que los funcionarios electos deben poner de su parte para incluir a toda la ciudadanía en las políticas públicas. 

Como bien afirmó Curca, “existen muchas formas de democracia”, pero “todas tienen los mismos valores”, por lo que no importa cuál sea el tipo que se adopte (más directa, delegada, asamblearia, representativa, etc.), “siempre y cuando se base en la opinión de las personas”. En este sentido, es crucial involucrar a la ciudadanía en el complejo proceso a través del cual se toman decisiones, manteniéndola informada y tomando en cuenta sus puntos de vista para producir políticas que sean ampliamente aceptadas. 

En conclusión, la seguridad puede verse como un servicio público coproducido y evaluado como cualquier otro servicio público. “Hay que diseñar políticas para las personas que se encuentran en los márgenes de la sociedad. Si se diseñan para estas personas, el conjunto de la sociedad se ve beneficiada”, subrayó la directora de Narrativas y Estrategia Cultural de la red de municipios por la paz +Peace. 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la necesidad de establecer vínculos directos entre la ciudadanía y las autoridades locales y regionales en la coproducción de políticas públicas sobre seguridad urbana y prevención del delito. Por ejemplo, hemos intentado responder a la pregunta: ​​¿Cómo colaborar de forma significativa en la coproducción de políticas públicas? Para ello, hemos analizado cuáles son las mejores vías para favorecer la colaboración entre la academia y las instituciones encargadas de producir y ejecutar las políticas públicas. Además, desde la red también hemos organizado encuentros destinados a analizar esta temática, como lo fue el evento La coproducción de políticas de seguridad y prevención: ¿Cómo implicar a la comunidad?, celebrado en 2018 en el marco del II Foro mundial sobre las violencias urbanas y educación para la convivencia y la paz

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Cambio climático y seguridad: fomentar la resiliencia

¿Cuál es la relación entre el cambio climático y la seguridad? Esta fue una de las preguntas que guió el debate en uno de los talleres celebrados en la conferencia internacional de Efus de 2021. En este encuentro se subrayó que las ciudades tienen que desarrollar la resiliencia climática, que consiste en participación cívica, intervenciones espaciales, renacionalización urbana, planificación de la adaptación al cambio climático, capacitación relevante y recopilación de datos. En FEPSU te compartimos algunos de los puntos clave de este debate. 

Un vínculo aún por determinar

El taller dedicado a la importancia para la seguridad urbana de abordar el cambio climático se celebró el 21 de octubre, en el marco de la conferencia internacional de Efus. En él participaron la jefa de la Oficina de Derechos Humanos de Viena (Austria), Shams Asadi; la directora ejecutiva del Foro alemán y europeo para la seguridad urbana (DEFUS), Anna Rau; la directora de programas para Efus, Julia Rettig; el director ejecutivo de la Red Municipal Canadiense de Prevención del Delito (Canadá), Felix Munger; el director de la oficina de Resiliencia de Milán (Italia), Piero Pelizzaro; el jefe de la representación de Budapest (Hungría) ante la UE, Benedek Jávor; y el ingeniero de protección civil del  Ayuntamiento de Setúbal (Portugal), Nuno de Sousa

Los ponentes iniciaron el taller haciendo énfasis en lo oportuno que es, ya que las ciudades europeas se transformarán en casi todos los ámbitos de la vida urbana debido al cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor, sequías o incendios forestales afectan la seguridad y la protección y golpean más a las personas marginadas.

Sin embargo, numerosos responsables políticos locales aún no están convencidos del nexo entre el cambio climático y la seguridad urbana. Felix Munger ha señalado que le gustaría ver cómo varios profesionales trabajan juntos para investigar y mapear explícitamente este vínculo, ya que requiere conocimiento y comprensión interdisciplinarios. Nuno de Sousa también ha destacado la urgencia del asunto, ya que el cambio climático tendrá efectos disruptivos en nuestras democracias.

Buscar una resiliencia en las ciudades 

Piero Pelizzaro enfatizó, por su parte, que las ciudades se calientan de manera desproporcionada en comparación con el promedio nacional y mencionó diversos riesgos urbanos del cambio climático, como apagones, migración, violencia, desigualdades exacerbadas y un mayor número de eventos climáticos extremos. Por otro lado, también ha remarcado que algunas intervenciones de diseño urbano destinadas a mejorar la seguridad de los espacios públicos tienen efectos ambientales no deseados.

Los ponentes coincidieron en que las administraciones locales deben construir comunidades resilientes y comprender que la resiliencia es una capacidad y no una solución en sí misma. Dado que el cambio climático afecta a todos los ámbitos de la vida, una estrecha cooperación intersectorial es clave para una ciudad resiliente. 

En este sentido, la justicia social debe ser la base de la resiliencia climática urbana. Para lograr una ciudad resiliente con habitantes resilientes es clave la participación cívica, las intervenciones espaciales conscientes, la renacionalización urbana, la planificación de la adaptación al cambio climático, la capacitación relevante y la recopilación de datos son primordiales.

De momento, más preguntas que respuestas

Benedek Jávor señaló que un uso transparente y coherente de los fondos de la UE está en el núcleo de las respuestas urbanas exitosas al cambio climático. Actualmente se carece de coordinación entre las diversas partes interesadas, ya que los gobiernos locales y regionales y las organizaciones no gubernamentales abordan los riesgos de seguridad urbana del cambio climático de una manera bastante fragmentada, si es que lo hacen.

En el taller quedó en claro que hay más preguntas que respuestas con respecto al nexo de seguridad urbana del cambio climático. Pero todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que es importante encontrar respuestas y entrelazar mejor la adaptación y mitigación del cambio climático urbano con la seguridad urbana y la planificación de la protección. Sin duda, uno de los principales retos en el futuro cercano es convencer a aquellos políticos y aquellas autoridades locales que aún no se han comprometido con el nexo entre el cambio climático y la seguridad urbana. 

Las ciudades cambian y con ello deben adaptarse también las estrategias y medidas para garantizar la seguridad urbana y prevenir el delito. En FEPSU hemos tratado en diversas ocasiones los retos futuros y presentes para las ciudades. Por ejemplo, nos hemos preguntado: ¿Cómo se pueden diseñar infraestructuras de seguridad para proteger espacios públicos, especialmente aquellos de interés turístico, sin que esto dañe el paisaje urbano? Además, también hemos analizado las claves para garantizar que toda la ciudadanía se beneficie por igual de los espacios públicos seguros

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