Rejuvenecer las políticas públicas de seguridad

¿Cómo pueden las autoridades locales fomentar la participación de los jóvenes en el diseño de las políticas públicas de seguridad urbana? Esta fue la pregunta que intentaron responder una serie de expertos y expertas en la materia durante la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, que se celebró el 2021 en Niza. El debate partió de la premisa de que comprender la percepción de los jóvenes acerca de la seguridad en sus barrios y ciudades es esencial para cualquier enfoque holístico de prevención del delito. Te compartimos los puntos claves de este debate. 

La confianza, factor clave

En el marco de la conferencia internacional de Efus, tuvo lugar el 21 de octubre un taller dirigido a explorar la importancia de incluir a la población joven en la coproducción de políticas públicas relacionadas con seguridad urbana y prevención del delito. El evento fue moderado por el cofundador de la ONG alemana Ufuq.de, Götz Nordbruch.

También participaron los siguientes ponentes: la teniente de alcalde de Montreuil (Francia) para la tranquilidad pública, la limpieza, la prevención y la vida nocturna, Loline Bertin; la presidenta de la organización canadiense Passerelle-I.D.E, Léonie Tchatat; el representante de la asociación parisina Espoir 18, Charles Nagy; el responsable de prevención de la ciudad de Lovaina (Bélgica), Jan Willems; y el encargado del punto de contacto del proyecto CERV en el Centro de Educación Política de Luxemburgo, Philippe Ternes

Una de las principales conclusiones de los ponentes fue que las iniciativas que fomentan, de forma gradual, el crecimiento de la confianza a largo plazo entre los jóvenes y los funcionarios de seguridad son fundamentales para conseguir la participación de los jóvenes en las políticas públicas de seguridad urbana

Sin embargo, Ternes argumentó que la participación de los jóvenes no debería surgir de iniciativas centradas únicamente en la seguridad. Los derechos, la participación democrática continua y la mejora del espacio público deben estar en el centro de las iniciativas que involucren a la juventud, según los ponentes. 

Además, las iniciativas de seguridad deben asegurarse de tener en cuenta las diversas experiencias de los diferentes grupos de jóvenes y no solamente generar confianza en un grupo que se encuentre aislado de los demás. Hay que acabar con la idea que polariza las formas de participación juvenil en solo dos tipos: o no reconocidas o criminalizadas. 

En este sentido, Nordbruch hizo énfasis en que los jóvenes son agentes clave en la seguridad urbana y las sociedades democráticas en general. Aún así, hoy en día este colectivo se enfrenta todavía a barreras de acceso a la educación y al mercado laboral, así como también tienden a ser excluidos de la elaboración de políticas y de los datos oficiales sobre delincuencia.

Desigualdad y marginación

La segunda de las ideas clave que emergieron del debate fue que es fundamental tener en cuenta las desigualdades y la marginación que afectan a los diferentes grupos de jóvenes a la hora de fomentar su participación. Al mismo tiempo, también es importante invertir en el desarrollo del pensamiento crítico de los jóvenes.

Tchatat subrayó que la juventud no debe entenderse como un grupo homogéneo y señaló que el racismo en el ámbito de la seguridad es alarmante. Willems, por su parte, reiteró la importancia de la inclusión y puso como ejemplo el proyecto LOUD (Local Young Leaders for Inclusion), que reunió a jóvenes estudiantes de origen migrante y no migrante.

Continuando en esta misma línea, los ponentes ahondaron en la idea de que la delincuencia nace de la impotencia y destacaron que el hecho de involucrar a los jóvenes en iniciativas de seguridad urbana podría entenderse como un esfuerzo por compartir el poder y acabar con las sospechas mutuas entre grupos. 

Esto implica, por ejemplo, cambiar la relación entre la policía y las agencias de seguridad con los jóvenes, ya que a menudo la experimentan de forma discriminatoria. Por lo tanto, las instituciones públicas deben ser receptivas a las críticas y fomentar la confianza a través de estructuras institucionales que permitan la retroalimentación.

En este sentido, Nagy compartió la experiencia de Espoir 18 en París. La organización realiza encuentros individuales de jóvenes con personal policial en entornos de confianza, que no son ni comisarías ni dependencias policiales. Además, desde la asociación también les brindan herramientas para desarrollar pensamiento crítico. 

Nagy subrayó que la oportunidad de expresarse y diseccionar temas complejos y a veces polémicos es clave para disminuir su sentimiento de impotencia. En el marco del proyecto de la entidad Radicalizar la prevención y de sus múltiples acciones para ayudar a prevenir la radicalización, Espoir 18 organiza talleres de teatro-debate donde los jóvenes crean un espacio para tratar temas relacionados con la cohesión social y la seguridad.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la necesidad de incluir a los jóvenes en el diseño y la implementación de políticas públicas eficaces en la prevención del delito y el mantenimiento de la seguridad urbana. Por ejemplo, nos hemos hecho eco de proyectos como el Why Violence?, el cual es desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona para incluir a adolescentes en la búsqueda de respuestas innovadoras a las microviolencias. También hemos compartido algunos de los resultados del proyecto LOUD en las ciudades participantes, como L’Hospitalet de Llobregat, donde los jóvenes participantes realizaron distintas campañas para sensibilizar sobre el racismo. 

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Estrategia integrada para la vida nocturna local

La gestión de la seguridad en la vida nocturna requiere de un trabajo transversal y participativo por parte de todos los diferentes actores involucrados. Es especialmente importante la implicación del Estado, como organización de soporte a las políticas locales implementadas por las administraciones municipales o regionales. Además, la experiencia de la pandemia de la Covid-19 ha puesto en evidencia la necesidad de compartir las experiencias de éxito de gestión del ocio nocturno y de otros espacios, para poder avanzar hacia una cierta normalidad. Durante la conferencia internacional de Efus, celebrada en Niza a mediados de octubre de 2021, diversos especialistas y representantes de autoridades locales discutieron sobre cuáles son las mejores vías para implementar una estrategia integrada para mantener la seguridad durante la vida nocturna. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones. 

La importancia del apoyo político

El taller dedicado a la vida nocturna que se celebró en la conferencia internacional de Efus ‘Seguridad, Democracia y Ciudades’ tuvo lugar el 20 de octubre. En ella participaron el coordinador de la Plateforme de la Vie Nocturne (Francia), Denis Tallédec; el director de políticas de la vida nocturna de París (Francia), Thierry Charlois; la directora de programas sobre prevención del crimen de Burdeos (Francia), Vanina Hallab; el experto en desarrollo urbano del proyecto ToNIte (Italia), Simone D’Antonio; y la responsable de turismo y cultura del séptimo distrito de Budapest (Hungría), Renáta Gallai. 

Una de las principales conclusiones a las que llegaron los ponentes es que el apoyo político de los cargos municipales de más alto rango en el municipio es clave para implementar una política de vida nocturna integrada y compartida por todos los actores. Este factor es importante para poder liderar un enfoque integral que involucre a las distintas partes y para conseguir resultados a nivel operativo que respondan a las necesidades y expectativas de la ciudadanía.  “Es necesario trabajar de forma transversal en las políticas de ocio nocturno, asociando diferentes actores y agentes para tener espacios públicos más seguros”, señaló D’Antonio. 

Desde el punto de vista operativo, el vínculo entre la política pública y la política de ocio nocturno es muy importante. En este aspecto, se vuelve crucial también el trabajo del director municipal de proyectos sobre vida nocturna a la hora de coordinar todo el proceso. Para los ponentes, además, es más fácil trabajar con los actores locales cuando estos ya están organizados previamente en asociaciones o entidades, las cuales también deben ser representativas de la población local. 

Sin embargo, este modelo de estructuración de distintas instancias y grupos de trabajo depende en gran medida de los recursos, problemas y necesidades de cada ciudad. Los ponentes coinciden en que es importante crear pautas, sin imponer un modelo particular, que puedan ayudar a otras ciudades europeas a diseñar su estrategia de ocio nocturno.

Retos y aspectos relevantes

Por otro lado, la discusión entre los ponentes en torno a las diferentes etapas de implementación de una política de ocio nocturno se centró en los retos y aspectos relevantes a tener en cuenta. Entre los retos, destacaron la falta de recursos, que es una característica permanente para los entes locales y regionales. 

Los ponentes también reconocieron la importancia de contar con un espacio de diálogo y cooperación entre diferentes servicios municipales o actores locales. Con la pandemia, estos desafíos se han vuelto más evidentes que antes, acordaron los ponentes, y se llegó a un consenso de que es necesario colaborar con todos los actores relevantes para que los espacios públicos sean más seguros a mediano y largo plazo, particularmente de noche.

“Para lograr políticas sostenibles de vida nocturna a largo plazo, la colaboración con el sector privado es importante. Demostrará que puede haber acciones innovadoras en materia de ocio nocturno”, aseguró Tallédec. Sin embargo, este proceso hace necesario inspirar confianza a través del diálogo entre los distintos actores implicados. Una de las grandes incógnitas que se planteó respecto a la colaboración público-privada fue: ¿Cómo proponer nuevos modelos y formas de consumo para reducir la incidencia de actividades como los botellones o la gente acampando en lugares públicos, por ejemplo?

Asimismo, los ponentes destacaron que la ordenación del territorio de una ciudad tiene repercusiones en la gestión de la seguridad y la vida nocturna. En este sentido, es importante cuestionar también cómo la «morfología» de la ciudad impacta las políticas públicas. Finalmente, también señalaron otro de los retos: el problema del tiempo, es decir la brecha entre las expectativas de los actores implicados (residentes, dueños de negocios y aquellos que la ciudad puede agregar) y el tiempo que lleva implementar las políticas.

Ejemplos de buenas prácticas

Además de plantear las necesidades básicas y los retos para una implementación de políticas públicas de seguridad para la vida nocturna, los ponentes también presentaron una serie de ejemplos de buenas prácticas. Entre ellos se encuentra el “Comité de Noctámbulos” (Comité des Noctambules) de París. Se trata de un comité asesor que forma parte del Consejo de la Noche de la Ciudad, el cual aporta el punto de vista de los usuarios sobre la oferta de ocio nocturno y contribuye a diseñar y apoyar acciones concretas para mejorar la vida nocturna parisina.

Otro de los proyectos presentados fue el bus nocturno de Nantes, el cual permite a los ciudadanos viajar entre barrios y conocer el patrimonio cultural de la ciudad durante la noche. Por su parte, la ciudad de Burdeos compartió la experiencia del Observatorio de la Vida Nocturna, el cual recoge datos cuantitativos (sobre seguridad, cultura de la movilidad, salud, reducción de daños, mediación, limpieza, etc.), así como trabajo de observación en el terreno durante la noche. Es una herramienta que los funcionarios electos pueden utilizar en su toma de decisiones, que también está disponible para todos los actores interesados.

En último lugar, también se presentaron las “Unidades Covid” de la Nightlife Platform, un proyecto a nivel europeo que busca poner en marcha en distintos municipios este tipo de unidades transversales que sirven para gestionar problemas locales de la vida nocturna vinculados a la Covid-19, las cuales se adaptan a las necesidades de cada ciudad. 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones los retos y ventajas de la coproducción de políticas públicas para garantizar la vida nocturna en las ciudades. A mediados de julio publicamos un artículo en el cual analizamos los consejos elaborados por el grupo de trabajo sobre la vida nocturna de Efus para responder a la pregunta sobre cómo reiniciar la vida nocturna de forma segura. Además, también hemos compartido las especificidades del proyecto ToNIte, como ejemplo de un tipo de investigación multidisciplinar dirigido a estudiar y proponer medidas novedosas para garantizar la seguridad en las ciudades durante las horas nocturnas. Finalmente, también hemos abordado las estrategias que se están llevando a cabo en ciudades como Barcelona para involucrar a la ciudadanía para conseguir un ocio nocturno seguro

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La conferencia internacional de Efus: aprendizajes y reflexiones

Los pasados 20, 21 y 22 de octubre, Niza (Francia) se convirtió en el epicentro del debate y el pensamiento alrededor de la prevención del delito y la seguridad urbana. Efus celebró su conferencia internacional, Seguridad, Democracia y Ciudades, la cual contó con representantes de instituciones locales, regionales, estatales y europeas, así como de organizaciones internacionales. Los distintos socios de FEPSU estuvieron también entre los participantes, colaborando activamente en los talleres, conferencias y mesas redondas que se organizaron. Te resumimos nuestra participación en este evento, que es el más grande de Europa sobre la materia. 

Claves para prevenir la discriminación

Uno de los talleres que se llevaron a cabo en la jornada inaugural, el miércoles 20 de octubre, intentaba responder a la siguiente pregunta: ¿Cuál es el papel de las ciudades y regiones en la prevención de la violencia discriminatoria? El panel contó con la participación de Sonia Andolz, directora general de Administración de Seguridad del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya, una de las instituciones que forma parte de FEPSU. En la actividad participaron también expertos y representantes de distintos municipios y entidades expertas en la materia.  

El objetivo del taller era analizar el papel de los organismos locales y regionales para evaluar e identificar situaciones en las que los derechos fundamentales de las personas estén en juego, así como las mejores estrategias para proteger y apoyar a los ciudadanos que se enfrentan a situaciones de discriminación​​. El punto de partida para el debate era el hecho que los actores locales que son protagonistas en la seguridad urbana pueden realmente marcar la diferencia al contrarrestar la violencia discriminatoria en su territorio a través de la prevención y la participación ciudadana de proximidad.

Para Andolz existen tres cuestiones clave a tener en cuenta para que los actores locales y regionales puedan reconocer y evitar la discriminación: primero, la sociedad tiene que estar organizada, ya que solo las sociedades organizadas tienen la capacidad de implementar estrategias; en segundo lugar, el gobierno y la administración, además de tener el propósito de prevenir la discriminación, tiene que tener la capacidad de poder evitar estas situaciones; y, finalmente, deben existir los instrumentos legales que permitan llevar a cabo estas estrategias. Si no se cumplen estos 3 niveles de exigencia, es difícil desarrollar políticas u otras acciones para prevenir la violencia discriminatoria.

En este sentido, las administraciones públicas tienen que estar preparadas para dar atención a cualquier persona. Andolz señaló que a veces las propias administraciones públicas son parte del problema, pues no brindan todas las herramientas para que las personas o las organizaciones sociales puedan denunciar las violencias discriminatorias sufridas por una tercera persona. Esto es clave según la directora general de Administración de Seguridad de la Generalitat, ya que a veces los ciudadanos que han sido víctimas no se sienten seguros a la hora de interponer una denuncia y por eso se debería permitir que las entidades sociales acompañen a las víctimas en este proceso. 

“La acción en favor de las víctimas de violencia discriminatoria no puede ser bloqueada por formalismos procedimentales”, señaló Andolz, quien también destacó que para afrontar la discriminación se necesitan tres instrumentos: la cohesión social y solidaridad de las personas, la puesta en marcha de medidas preventivas y protectoras adecuadas por parte de la administración y, finalmente, la reacción adecuada del aparato legislativo y judicial delante de las denuncias, específicamente a través de las infracciones. La directora general de Administración de Seguridad de la Generalitat destacó también la importancia de tener un marco legal para luchar contra la discriminación y explicó que desde el Departamento de Interior catalán se impulsan protocolos antidiscriminación en distintos ámbitos, como el transporte público o el deporte. 

Coordinación para mejores políticas

En la segunda jornada de la conferencia, celebrada el jueves 21 de octubre, se llevó a cabo el taller titulado Continuidad de la seguridad y diversificación de las partes interesadas en la seguridad, que contó con la presencia de Javier Scotto di Tella Manresa, concejal de Seguridad, Igualdad, Diversidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Dénia, el cual es uno de los municipios socios de FEPSU. En el taller participaron también otros representantes locales y expertos en la materia. 

La actividad se centró en las necesidades de coordinación de los distintos actores públicos y privados que están involucrados en las políticas de seguridad local y prevención del delito. El debate giró entorno a la idea central de que las autoridades locales y regionales tienen que llevar a cabo actividades que contribuyan a la seguridad pública y la paz, como complemento a las competencias exclusivas de las autoridades nacionales (policía nacional y sistema judicial, por ejemplo). 

Además, más allá de las instituciones públicas que operan en el campo de la seguridad, también se tuvieron en cuenta a los otros actores que contribuyen a las políticas de seguridad, como el tercer sector, la ciudadanía, el sector comercial y las empresas de seguridad privada. Todos estos actores tienen diferentes culturas profesionales, modus operandi y propósitos, lo que plantea interrogantes acerca de la formación y la necesidad de aclarar sus respectivos roles y prerrogativas, armonizar legislaciones, cooperar y tomar en cuenta las acciones lideradas por la ciudadanía y la sociedad civil.

En el caso concreto de las políticas públicas dirigidas a prevenir la violencia de género, el concejal Scotto di Tella explicó que en Dénia se distribuyó una revista “femenina” que camufla en su interior números de teléfono, datos de interés, consejos y testimonios de otras mujeres que pueden ayudar a víctimas, como estrategia para concienciar y brindar herramientas para combatir situaciones de violencia de género. 

Mediación y turismo: dos retos urbanos

La participación de buena parte de los socios y socias de FEPSU se concentró en la última jornada de la conferencia, el viernes 22 de octubre. En el taller Ciudades y mediación participó Àngels Vila Muntal, directora de los servicios de Prevención del Ayuntamiento de Barcelona, junto con otros representantes locales y expertos en la materia. La actividad se centró en el papel de los equipos municipales de mediación para desactivar conflictos entre la ciudadanía y facilitar la vida cotidiana en la ciudad. Sobre este aspecto, Vila Muntal señaló que en Barcelona se ha evolucionado para responder a los retos de convivencia surgidos durante el confinamiento provocado por la Covid-19 y se ha puesto en marcha un servicio de mediaciones telemáticas para hacer frente a los retos que la pandemia ha supuesto para las ciudades a la hora de gestionar los conflictos entre vecinos y vecinas. 

El taller El desafío de promover un turismo urbano seguro y sostenible, en cambio, contó con la participación de Fernando Gaona, subsecretario y asesor de Seguridad de la Policía Local de Xàbia, quien junto a otros representantes locales y expertos en la materia debatieron alrededor de los retos que supone mantener la seguridad en entornos con alta presencia y demanda turística. Sobre estos aspectos, Ganoa subrayó que es muy importante que las administraciones locales traten a los turistas o visitantes ocasionales como si fuesen un “residente temporal”. 

Por otro lado, el subsecretario de la Policía Local de Xàbia también apunto que se deben reinventar los servicios policiales para alcanzar nuevos estándares de calidad. Además, se debe crear y mantener un lazo de unión con el ciudadano temporal más allá de su tiempo de estancia, por ejemplo a través de mecanismos de evaluación de los servicios municipales, y se deben comprender las necesidades de los nuevos conceptos de turismo desde una perspectiva europea, para poder llevar a cabo una correcta adecuación de los servicios municipales de seguridad

Finalmente, el Panel de Alcaldes fue una de las últimas actividades que se llevaron a cabo en la conferencia de Efus. En este evento participó Oriol Amorós, secretario general del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya, junto a alcaldes y alcaldesas de diversas ciudades europeas. En su intervención, Amorós destacó que en Catalunya se está abriendo un debate social para decidir el modelo de seguridad que regirá en el territorio. “Nuestros cuerpos de seguridad y emergencias deben representar a la sociedad. Necesitamos incorporar más mujeres en la policía y bomberos”, señaló. 

El secretario general de Interior, además, apunto a la importancia de explicar a la ciudadanía que las sociedades son y seguirán siendo diversas. “¿El problema es la inmigración o que no sabemos gestionar este cambio? ¿Alguien está explicando a la población que la inmigracion va a existir sí o sí?”, cuestionó Amorós. 

Estas han sido algunas de las intervenciones más importantes de los socios y socias de FEPSU que participaron en la conferencia internacional Seguridad, Democracia y Ciudades, organizada por Efus. Si quieres conocer más sobre cómo fueron las distintas jornadas de este evento mundial dedicado a la prevención del delito y la seguridad urbana, no dudes en consultar nuestro perfil de Twitter, donde encontrarás el seguimiento en directo que hemos hecho de las distintas actividades que se llevaron a cabo en Niza.

¿Cómo colaborar de forma significativa en la coproducción de políticas públicas?

La colaboración entre la academia y las autoridades locales y regionales es vital para la elaboración de políticas públicas eficaces a la hora de garantizar la seguridad urbana y la prevención del delito. Es por este motivo que un grupo de expertas del proyecto BRIDGE han escrito conjuntamente un artículo para el portal de Efus en el que analizan los principales beneficios y desafíos de la coproducción de políticas públicas y, además, proponen una serie de principios generales para una cooperación efectiva. En FEPSU te compartimos algunas de las principales conclusiones de este grupo de expertas.  

Academia y política en cooperación

Los investigadores y los responsables políticos a nivel local y regional se necesitan mutuamente. De nada sirve que las personas que provienen del ámbito académico creen conocimiento si ese conocimiento no crea también valor público y efectos prácticos. Tampoco basta con que las personas que se encargan de elaborar e implementar las políticas públicas tomen decisiones críticas que tengan consecuencias potencialmente generalizadas, si no se aprovechan las mejores herramientas y métodos científicos disponibles. 

Por lo tanto, para prevenir y mitigar eficazmente los desafíos relacionados con la seguridad urbana, los investigadores y las autoridades locales y regionales deben participar en colaboraciones conjuntas que puedan mejorar mutuamente su capacidad para realizar un trabajo eficaz y significativo. 

Al colaborar con los investigadores, los responsables políticos pueden contrastar sus hipótesis de trabajo con datos y ensanchar la base de sus decisiones gracias a la evidencia científica. Al colaborar con los responsables de formular e implementar las políticas públicas, los académicos pueden aplicar su experiencia a cuestiones urgentes con potencial de impacto inmediato. 

Trasladar las preguntas de investigación a contextos del llamado “mundo real” no solo es más gratificante para los investigadores, también es importante para la calidad de la ciencia. Asegurarse de que la propia teoría sea viable tanto dentro como fuera de un laboratorio mejora la solidez de los hallazgos. Esta interacción coordinada también permite identificar, nombrar e incluir voces subrepresentadas en tales contextos locales y regionales.

Desafíos de la coproducción de políticas

Sin embargo, estos invaluables beneficios conllevan también desafíos. Las exigencias prácticas y las normas de los diferentes entornos y disciplinas científicas a menudo requieren de un esfuerzo adicional para fomentar la comprensión compartida, por ejemplo a través de la necesidad de aclarar ciertos usos del lenguaje o los términos que pueden parecer familiares pero que tienen diferentes significados en contextos diversos. 

En un sentido más amplio, se hace necesario el desarrollo de un entendimiento mutuo, sobre todo en lo que se refiere a las diferentes culturas profesionales y sus dinámicas de trabajo. Es decir, valorar la atención que se le debe brindar a las distintas autoridades institucionales, a las políticas públicas y a los requisitos laborales de cada sector, para asegurar la eficacia del trabajo en la coproducción de políticas públicas

Para los académicos, por ejemplo, la capacidad de publicar los resultados de su trabajo en una revista de renombre no es solo una parte importante del intercambio de conocimientos adquiridos con tanto esfuerzo, sino que también es esencial para el sustento profesional del investigador académico. Este imperativo puede significar que los investigadores no puedan emprender el diseño de un estudio que no supere los filtros del proceso de edición de estas revistas científicas, basada en el sistema de revisión por pares o peer review

Por ejemplo, asegurarse de que el estudio pueda lograr suficiente “poder estadístico” (lo que a menudo significa una muestra de datos lo suficientemente grande) para permitir una inferencia responsable es una parte fundamental de un buen diseño de investigación. La revisión ética también es esencial para los investigadores y las revisiones legales, sobre todo en lo que se refiere a la protección de datos, pueden ser esenciales tanto para los investigadores como para los responsables políticos. 

Si bien estos criterios añaden garantías de calidad para todos los socios en la coproducción de políticas públicas, también pueden requerir un cierto nivel de inversión. En otras palabras, si los estándares de buenas prácticas para todos los actores involucrados no se pueden lograr con los recursos disponibles, el proyecto puede no ser sostenible. Además, estos requisitos de publicación y criterios éticos también crean demandas específicas de transparencia por parte de los editores, revisores y lectores de las investigaciones. La transparencia permite la rendición de cuentas, por lo que informar ciertos detalles del estudio puede ser esencial para la interpretación de los hallazgos y para agregar credibilidad a la investigación. 

A pesar de que los responsables políticos también pueden beneficiarse de la exposición recibida por su trabajo, tal compromiso con la transparencia, en términos de presentación de resultados en publicaciones académicas, a menudo no se incluye en su capacitación o en los requisitos de su trabajo. Por lo tanto, puede parecer desalentador y, en algunos casos, arriesgado en términos de la posibilidad de malas interpretaciones o críticas. Para los cargos electos y funcionarios públicos, la preocupación por las interpretaciones no es mera vanidad. La forma en que los colegas y el público en general perciben un proyecto y sus resultados puede tener consecuencias que pueden ayudar o perjudicar los esfuerzos más amplios, y todos deben ser sensibles a estas realidades.

Consejos para una buena colaboración

Aunque cada experiencia de colaboración entre investigadores y responsables políticos viene acompañada de sus propios desafíos únicos y requiere diferentes enfoques para encontrar las mejores soluciones, aquí resumimos tres principios generales que pueden ayudar a que tales esfuerzos sean más exitosos:

  1. Hacer explícito lo implícito: No hay que dar por sentado que se comprende lo que significa algo o cómo funciona. Se debe priorizar el logro de una comprensión compartida del propósito, el proceso y las expectativas, así como acordar qué componentes del proyecto son esenciales y cuáles están abiertos a cambios. Es recomendable identificar y ser lo más realista posible acerca de las limitaciones de tiempo, por lo que hay que planificar hacia atrás a partir de los plazos, permitiendo suficiente tiempo para el diálogo y la toma de decisiones. Finalmente, se deben reconocer los posibles obstáculos para comenzar a resolverlos cuanto antes.
  2. Considerar la colaboración como una posible asociación a largo plazo: Será esencial sentar las bases para un entendimiento compartido y generar confianza entre todos los actores. Esto puede implicar hacer malabarismos con la formación de equipos, el intercambio de conocimientos y la gestión de expectativas junto con la participación en la dirección de un proyecto en evolución, pero la inversión sostenida en la construcción de relaciones estables puede respaldar colaboraciones futuras mutuamente beneficiosas
  3. Perseverar: A veces, algunos desafíos pueden parecer insuperables y los procesos administrativos consumen demasiado tiempo. Sin embargo, los callejones sin salida a menudo preceden a los pivotes creativos y al movimiento colectivo hacia adelante cuando existe una confianza establecida. Después de todo, los beneficios mutuos de las colaboraciones multisectoriales y multidisciplinarias superan con creces los costos y, ante los complejos desafíos actuales, esta cooperación es indispensable. 

Este artículo fue elaborado en el marco del proyecto BRIDGE, que enfatiza la importancia de la cooperación multisectorial y de las múltiples partes interesadas en las políticas públicas. En su redacción han colaborado las siguientes expertas, que han contribuido a la implementación del proyecto: Patricia Andrews Fearon y Eolene Boyd-MacMillan, expertas en psicología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido); Valerie DeMarinis y María Nordendahl, investigadoras en salud mental pública de la Universidad de Umeå (Suecia); y Verena Knerich, socióloga de la Universidad Estatal de Colorado (Estados Unidos). 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la importancia de la colaboración entre la investigación científica y la producción de políticas públicas para una mejor prevencióndel delito y la estabilidad de la seguridad urbana. Por ejemplo, hemos compartido las recomendaciones de la investigación elaborada por el proyecto SHINE sobre la prevención de acoso sexual, las conclusiones del proyecto Cutting Crime Impact y la Generalitat de Catalunya sobre la importancia de la percepción en la prevención de la inseguridad o los resultados del estudio multidisciplinar de la vida nocturna llevado a cabo por la iniciativa ToNite en Turín (Italia), entre otras. Si quieres estar al tanto de más investigaciones como estas, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook y Twitter.