Herramientas y prácticas para abordar la polarización

Abordar la polarización requiere de una estrategia integral. Por este motivo, durante la conferencia internacional de Efus de 2021, uno de los temas centrales de los talleres que se llevaron a cabo fue la discusión alrededor de cuáles son las mejores herramientas y prácticas para fomentar sociedades inclusivas y cohesionadas. A continuación, te compartimos algunos de los puntos clave que señalaron los distintos expertos y expertas que participaron en este encuentro, celebrado a mediados de octubre. 

La importancia de los actores claves

¿Qué es la polarización? Para los expertos que participaron en la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, la polarización se puede definir como una gran o creciente discrepancia de opiniones en una sociedad determinada. Esta discrepancia puede llevar a la interrupción completa del diálogo social, al final de la democracia o incluso a la violencia y el extremismo. En este sentido, la polarización necesita de una expresión pública. 

Es importante señalar que la polarización tiene razones estructurales y generalmente tiene una dimensión ideológica. Por ejemplo, la desigualdad estructural juega un papel importante en el aumento de la polarización. Sus actores clave son los siguientes: las personas o colectivos que la alimentan, a los que se unen los seguidores; luego está el grupo medio, los indecisos; y finalmente, pero no menos importantes, los llamados constructores de puentes, que tratan de buscar el diálogo entre los grupos polarizados. 

Por lo general, nos enfocamos en los jóvenes, pero la generación mayor también juega un papel clave en el proceso de polarización, por ejemplo, como alimentadores del conflicto y el disenso; según el profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Salzburgo (Austria), Markus Pausch

Como ejemplo práctico y concreto, los ponentes del taller organizado por Efus señalaron el caso del asalto al Capitolio de Washington en enero de 2021. En este caso concreto, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, actuó como alimentador del conflicto. A la luz del concepto “divide y vencerás”, Trump utilizó la desigualdad estructural y el descontento para movilizar a la gente y alimentó su discurso con una dimensión ideológica. Creó un clima de división: «ellos contra nosotros» y «nosotros contra ellos», el cual provocó el final del diálogo entre las dos partes.

Prevenir y mitigar la desigualdad

Cabe señalar, que el abordaje polarización requiere de una estrategia integral, basada en la prevención y la mitigación de las desigualdades sociales y económicas, que son factores que contribuyen al crecimiento de la polarización. “La polarización aumenta y se alimenta de las desigualdades estructurales”, ha señalado Pausch. 

En este aspecto, desde Efus se promueve la movilización de actores a nivel local, a través del empoderamiento de voces creíbles en las comunidades, las cuales puedan difundir narrativas alternativas al conflicto. Este trabajo a nivel local no solo debería servir para abordar a aquella parte de la población que ya está polarizada, sino también aquellos que se encuentran en un proceso de polarización, los cuales son claves a la hora de poder prevenir este proceso. 

¿Cómo pueden las ciudades participar activamente en la prevención y mitigación de la polarización? Los mecanismos estructurales de desigualdad y exclusión juegan un papel importante en los procesos de polarización. A nivel estructural, las autoridades locales deben prevenir las desigualdades y brindar igualdad de oportunidades. 

Fomentar la participación ciudadana

Actualmente, observamos que las democracias representativas no son lo suficientemente representativas. Debería mejorarse la participación y la transparencia. Por tanto, a nivel comunicativo, es clave fomentar el diálogo y permitir la participación, por ejemplo a través de la promoción de consejos ciudadanos, consejos de la juventud o foros de diálogo a nivel municipal. La educación de todos los grupos profesionales relevantes es igualmente clave para participar en una estrategia preventiva eficaz.

Brindar igualdad de oportunidades, mejorar la participación ciudadana y la transparencia, así como una comunicación abierta con el objetivo de reforzar el diálogo, son claves para prevenir y disminuir la polarización. En este aspecto, el empoderamiento de los jóvenes es clave, por ejemplo, a través del deporte o la cultura. 

“La confianza es la base del empoderamiento de los jóvenes”, ha afirmado Manuel Comeron, miembro del Departamento de Análisis Estratégico de Seguridad Urbana del Ayuntamiento de Lieja (Bélgica). Sin embargo, un enfoque clave de participación y transparencia debe involucrar a todos los diferentes actores, sin importar su edad. 

Ejemplos de buenas prácticas

Teniendo en cuenta estos planteamientos, los ponentes del taller celebrado durante la conferencia internacional de Efus destacaron algunos ejemplos de proyectos y buenas prácticas llevadas a cabo en distintas ciudades europeas. En Lieja (Bélgica), por ejemplo, desarrollan un proyecto de empoderamiento de los jóvenes a través del deporte y la cultura. Esta iniciativa busca una participación y empoderamiento sostenible a largo plazo, a través del establecimiento y el mantenimiento de la confianza con los jóvenes.

En Salzburgo (Alemania), en cambio, organizan paseos intergeneracionales por la ciudad, con el objetivo de reunir a los diferentes grupos de edad del municipio; una iniciativa que lo que busca es llegar a un colectivo de población en riesgo de radicalización. 

Finalmente, en Malmö (Suecia) se creó un proyecto para cartografiar los lugares problemáticos de la ciudad y poder detectar, a través de una herramienta de inteligencia artificial, las fuentes de discrepancia social en los espacios urbanos. Este ejercicio de mapeo se encuentra actualmente en una fase piloto y durante las pruebas, se mapeó el odio, por ejemplo, contra minorías con diferente orientación sexual.

En FEPSU hemos abordado en otras ocasiones el problema de la polarización en las ciudades europeas. Por ejemplo, hemos comentado las iniciativas que lleva a cabo el proyecto europeo BRIDGE, que busca crear conciencia entre los actores locales y fortalecer su capacidad para reducir la vulnerabilidad individual y colectiva a la radicalización y al mismo tiempo mitigar el fenómeno de polarización. Además, también hemos analizado las posibilidades que brinda la justicia restaurativa como herramienta para mitigar la polarización; así como los debates acerca de si es posible medir la polarización a nivel local. 

Si quieres conocer más sobre estos temas, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook y Twitter.

Estrategia integrada para la vida nocturna local

La gestión de la seguridad en la vida nocturna requiere de un trabajo transversal y participativo por parte de todos los diferentes actores involucrados. Es especialmente importante la implicación del Estado, como organización de soporte a las políticas locales implementadas por las administraciones municipales o regionales. Además, la experiencia de la pandemia de la Covid-19 ha puesto en evidencia la necesidad de compartir las experiencias de éxito de gestión del ocio nocturno y de otros espacios, para poder avanzar hacia una cierta normalidad. Durante la conferencia internacional de Efus, celebrada en Niza a mediados de octubre de 2021, diversos especialistas y representantes de autoridades locales discutieron sobre cuáles son las mejores vías para implementar una estrategia integrada para mantener la seguridad durante la vida nocturna. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones. 

La importancia del apoyo político

El taller dedicado a la vida nocturna que se celebró en la conferencia internacional de Efus ‘Seguridad, Democracia y Ciudades’ tuvo lugar el 20 de octubre. En ella participaron el coordinador de la Plateforme de la Vie Nocturne (Francia), Denis Tallédec; el director de políticas de la vida nocturna de París (Francia), Thierry Charlois; la directora de programas sobre prevención del crimen de Burdeos (Francia), Vanina Hallab; el experto en desarrollo urbano del proyecto ToNIte (Italia), Simone D’Antonio; y la responsable de turismo y cultura del séptimo distrito de Budapest (Hungría), Renáta Gallai. 

Una de las principales conclusiones a las que llegaron los ponentes es que el apoyo político de los cargos municipales de más alto rango en el municipio es clave para implementar una política de vida nocturna integrada y compartida por todos los actores. Este factor es importante para poder liderar un enfoque integral que involucre a las distintas partes y para conseguir resultados a nivel operativo que respondan a las necesidades y expectativas de la ciudadanía.  “Es necesario trabajar de forma transversal en las políticas de ocio nocturno, asociando diferentes actores y agentes para tener espacios públicos más seguros”, señaló D’Antonio. 

Desde el punto de vista operativo, el vínculo entre la política pública y la política de ocio nocturno es muy importante. En este aspecto, se vuelve crucial también el trabajo del director municipal de proyectos sobre vida nocturna a la hora de coordinar todo el proceso. Para los ponentes, además, es más fácil trabajar con los actores locales cuando estos ya están organizados previamente en asociaciones o entidades, las cuales también deben ser representativas de la población local. 

Sin embargo, este modelo de estructuración de distintas instancias y grupos de trabajo depende en gran medida de los recursos, problemas y necesidades de cada ciudad. Los ponentes coinciden en que es importante crear pautas, sin imponer un modelo particular, que puedan ayudar a otras ciudades europeas a diseñar su estrategia de ocio nocturno.

Retos y aspectos relevantes

Por otro lado, la discusión entre los ponentes en torno a las diferentes etapas de implementación de una política de ocio nocturno se centró en los retos y aspectos relevantes a tener en cuenta. Entre los retos, destacaron la falta de recursos, que es una característica permanente para los entes locales y regionales. 

Los ponentes también reconocieron la importancia de contar con un espacio de diálogo y cooperación entre diferentes servicios municipales o actores locales. Con la pandemia, estos desafíos se han vuelto más evidentes que antes, acordaron los ponentes, y se llegó a un consenso de que es necesario colaborar con todos los actores relevantes para que los espacios públicos sean más seguros a mediano y largo plazo, particularmente de noche.

“Para lograr políticas sostenibles de vida nocturna a largo plazo, la colaboración con el sector privado es importante. Demostrará que puede haber acciones innovadoras en materia de ocio nocturno”, aseguró Tallédec. Sin embargo, este proceso hace necesario inspirar confianza a través del diálogo entre los distintos actores implicados. Una de las grandes incógnitas que se planteó respecto a la colaboración público-privada fue: ¿Cómo proponer nuevos modelos y formas de consumo para reducir la incidencia de actividades como los botellones o la gente acampando en lugares públicos, por ejemplo?

Asimismo, los ponentes destacaron que la ordenación del territorio de una ciudad tiene repercusiones en la gestión de la seguridad y la vida nocturna. En este sentido, es importante cuestionar también cómo la «morfología» de la ciudad impacta las políticas públicas. Finalmente, también señalaron otro de los retos: el problema del tiempo, es decir la brecha entre las expectativas de los actores implicados (residentes, dueños de negocios y aquellos que la ciudad puede agregar) y el tiempo que lleva implementar las políticas.

Ejemplos de buenas prácticas

Además de plantear las necesidades básicas y los retos para una implementación de políticas públicas de seguridad para la vida nocturna, los ponentes también presentaron una serie de ejemplos de buenas prácticas. Entre ellos se encuentra el “Comité de Noctámbulos” (Comité des Noctambules) de París. Se trata de un comité asesor que forma parte del Consejo de la Noche de la Ciudad, el cual aporta el punto de vista de los usuarios sobre la oferta de ocio nocturno y contribuye a diseñar y apoyar acciones concretas para mejorar la vida nocturna parisina.

Otro de los proyectos presentados fue el bus nocturno de Nantes, el cual permite a los ciudadanos viajar entre barrios y conocer el patrimonio cultural de la ciudad durante la noche. Por su parte, la ciudad de Burdeos compartió la experiencia del Observatorio de la Vida Nocturna, el cual recoge datos cuantitativos (sobre seguridad, cultura de la movilidad, salud, reducción de daños, mediación, limpieza, etc.), así como trabajo de observación en el terreno durante la noche. Es una herramienta que los funcionarios electos pueden utilizar en su toma de decisiones, que también está disponible para todos los actores interesados.

En último lugar, también se presentaron las “Unidades Covid” de la Nightlife Platform, un proyecto a nivel europeo que busca poner en marcha en distintos municipios este tipo de unidades transversales que sirven para gestionar problemas locales de la vida nocturna vinculados a la Covid-19, las cuales se adaptan a las necesidades de cada ciudad. 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones los retos y ventajas de la coproducción de políticas públicas para garantizar la vida nocturna en las ciudades. A mediados de julio publicamos un artículo en el cual analizamos los consejos elaborados por el grupo de trabajo sobre la vida nocturna de Efus para responder a la pregunta sobre cómo reiniciar la vida nocturna de forma segura. Además, también hemos compartido las especificidades del proyecto ToNIte, como ejemplo de un tipo de investigación multidisciplinar dirigido a estudiar y proponer medidas novedosas para garantizar la seguridad en las ciudades durante las horas nocturnas. Finalmente, también hemos abordado las estrategias que se están llevando a cabo en ciudades como Barcelona para involucrar a la ciudadanía para conseguir un ocio nocturno seguro

Si quieres conocer más sobre estos temas, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales: Facebook y Twitter

La prevención de los delitos de odio por motivos de identidad sexual o de género: claves y retos

El aumento de denuncias por delitos de odio en los últimos años ha llevado a las administraciones a replantearse las políticas y acciones relacionadas con su prevención y abordaje. A pesar del confinamiento por la pandemia, durante el año 2020 se registraron un total de 282 delitos relacionados con la orientación sexual o la identidad de género. Con la recuperación de la normalidad, en el primer trimestre de 2021 estos delitos han aumentado un 43%, según los datos del Ministerio del Interior. Por estos motivos, desde FEPSU impulsamos el pasado 23 de noviembre un webinar destinado a analizar cómo prevenir y abordar este tipo de delitos. Aquí te resumimos algunos de los puntos clave que se discutieron en el debate. 

El papel clave de los municipios

El coloquio estuvo moderado por el regidor de Seguridad Ciudadana y Movilidad del Ayuntamiento de Dénia, Javier Scotto Di Tella Manresa; y contó con la participación de la subdirectora general de Soporte al Sistema de Seguridad en el Ámbito Local del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya, Begoña Curto; la responsable de la Unidad de Apoyo y Protección de la Mujer, Menor y Mayor de la Policía Municipal de Madrid, Marta Fernández Ulloa; el Secretario de Gestión Policial de la Diversidad de UNIJEPOL, David Garfella; y la Fiscal de la Unidad de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado, Patricia Rodríguez Lastras. 

El primer tema que se trató fue el papel clave de los municipios en la batalla contra la discriminación. Scotto Di Tella ha señalado que para detener el crecimiento de los delitos de odio es necesario abordar la cuestión desde una perspectiva municipal, ya que “el municipalismo actúa allí donde hay un problema”. 

En este sentido, es vital la creación en cada municipio de un Protocolo de Seguridad y Atención a las Víctimas, que vaya acompañado de formación a los agentes de policía y de la insistencia en una elaboración perfecta y minuciosa de los atestados policiales. Estos protocolos deben servir para abordar y prevenir cualquier muestra de “diversifobia”, como la ha descrito el regidor, en referencia a la discriminación hacia cualquier tipo de diversidad. 

Scotto Di Tella ha subrayado que la crisis sanitaria provocada por la pandemia ha conllevado una involución en este tipo de abordajes, ya que, sobre todo durante el confinamiento, se ha aumentado la invisibilización del problema de estos delitos a la vez que no se han desarrollado planes municipales al respecto. Por estos motivos, el municipalismo debe servir para priorizar políticas en favor de la diversidad, analizar los resultados de estas actuaciones, movilizar actores y sensibilizar a la ciudadanía. 

Prevenir, detectar y gestionar

Por otro lado, Begoña Curto ha explicado que existen tres pilares para tratar los delitos de odio: prevenir, detectar y gestionar. En primer término, Curto ha explicado que es básico disponer de un interlocutor con la comunidad LGTBIQ+ para identificar los colectivos susceptibles de sufrir delitos de odio y discriminación, así como para demostrar que la policía rechaza estas conductas.

En lo que respecta a la detección, los agentes de policía deben tener en cuenta indicadores que definan y complementen el relato de los delitos de odio, como los comentarios y expresiones del presunto autor de la agresión, su estética para saber si tiene tatuajes contrarios al colectivo, la presencia de banderas o pancartas vejatorias, etc.

Finalmente, una vez ocurre el delito de odio, hay que abrir tres ámbitos de trabajo, según lo establecido en el protocolo para el abordaje de las infracciones de odio y discriminación para las policías locales, como el que funciona en Catalunya. El primero es el trabajo con la víctima, para lo cual los agentes cuentan con 21 pautas para tratarla, como no minimizar los hechos ocurridos. Otro pilar es el de las acciones con el presunto autor del delito de odio. La gestión también debe contar con un reportaje fotográfico que apoye la documentación policial y un informe detallando las lesiones físicas y el estado emocional de la víctima.

Poner a la víctima en el centro

El caso de la Unidad de Gestión de la Diversidad de Madrid ha servido para explorar un caso de éxito de abordaje y prevención local de este tipo de delitos. Marta Fernández Ulloa ha afirmado que la ​​clave de las actuaciones policiales es “poner a la víctima en el centro” y ello pasa, por ejemplo, por dejar por escrito todos los detalles en el atestado policial y reconvertir las comisarías en espacios de confianza y confidencialidad, con el objetivo de incentivar la denuncia y combatir la infradenuncia. 

Las funciones esenciales de la Unidad de la Gestión de la Diversidad son la lucha contra la discriminación e intolerancia y el facilitar que las personas discriminadas puedan ejercer sus derechos. Dentro de las funciones está la cooperación con las entidades de la comunidad LGTBIQ+, las cuales Marta Fernández considera como “vías de entrada” para que los agentes de policía puedan investigar casos de delito de odio. 

Precisamente esta comunicación es la que está dando mejores resultados, ya que sirve para que se denuncien delitos, poder crear un mapa de riesgos y estrategias (como desplegar patrullas de alta visibilidad) y compartir el trabajo policial con estas organizaciones.

¿Cómo convertir a la policía en aliada?

El éxito de muchas de estas medidas y estrategias depende, en buena medida, de un cambio de cultura dentro de las propias policías locales. David Garfella ha señalado que la organización interna de la policía debe cambiar para fomentar la formación en Derechos Humanos, con agentes más sensibilizados y predispuestos, así como mejorando protocolos y tomando denuncias con mayor fidelidad. 

Según Grafella, esto solo se puede lograr mediante la transversalidad y el acercamiento a los colectivos LGTBIQ+, para conocer qué necesitan. En este aspecto es destacable el papel del “agente enlace”, que actúa como una cara visible de la policía que mantiene una comunicación constante con los colectivos. Grafella ha solicitado, por otro lado, que se refuercen los instrumentos legales para combatir la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, así como la creación de una Ley integral de igualdad de trato y contra la discriminación.

La prevención en línea

Por su parte, Patricia Rodríguez Lastras ha resaltado que un factor clave en la prevención de este tipo de delitos es la erradicación de los discursos de odio en Internet. En este sentido, el Estado español fue uno de los primeros en crear una red de especialistas en delitos de odio por Internet, persiguiendo aquellos que exceden por completo los límites de la libertad de expresión para humillar a colectivos como el LGTBIQ+ y fomentar la violencia contra las personas diversas. 

Rodríguez Lastras ha afirmado que, para proteger a las víctimas, es fundamental eliminar los contenidos rápidamente para evitar la revictimización y el aumento de popularidad de estas publicaciones vejatorias. En este aspecto, el punto de contacto creado en España permite contactar directamente y de forma ágil con compañías dedicadas a las redes sociales como Facebook, Twitter y Google sin recurrir a una comisión rogatoria hacia otros países como Estados Unidos, sede de la mayoría de estas compañías. 

Si quieres conocer más sobre las claves y los retos en la prevención y el abordaje de los delitos de odio por motivo de orientación sexual o identidad de género, no dudes en consultar el relato completo del webinar organizado por FEPSU. Te compartimos también algunos de los recursos que los y las ponentes compartieron durante la jornada, como el Protocolo para abordar las infracciones de odio y discriminación para las policías locales y el Protocolo de seguridad contra las violencias sexuales entornos de ocio, ambos de la Generalitat de Catalunya; así como la explicación sobre el trabajo de la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid