La COVID-19 y los desafíos de la seguridad urbana

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto nuevos desafíos en materia de seguridad urbana para la gran mayoría de las ciudades europeas. “El gran reto será mantener los espacios públicos e inclusivos en un contexto como el actual”, ha asegurado la directora ejecutiva de EFUS, Elizabeth Johnston, durante una entrevista para la red sueca Säkraplatser (Lugares seguros), que se dedica mayoritariamente a la investigación sobre seguridad y prevención. Johnston ha conversado junto a la coordinadora de esta red, Vania Ceccato, y en FEPSU hemos recuperado y traducido algunos de los aspectos más interesantes de la entrevista, que se puede consultar íntegramente en inglés en la web de Säkraplatser.  

La directora ejecutiva de EFUS ha señalado, al principio de la conversación, que la crisis generada por el nuevo coronavirus ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar el trabajo asociado entre las autoridades locales y nacionales de los Estados europeos. “Esta crisis ha demostrado que las ciudades tienen un papel clave”, ha afirmado Johnston. 

Al mismo tiempo, también ha quedado patente que el trabajo colectivo entre el sector público, el sector privado y las iniciativas ciudadanas será más necesario que nunca en la prevención y la respuesta a las amenazas a la seguridad en los entornos urbanos. En este sentido, Johnston ha destacado las iniciativas ciudadanas que se han llevado a cabo en España en respuesta a los riesgos de violencia machista, por ejemplo, a través de la creación de redes vecinales y mecanismos autoorganizados de apoyo a las víctimas. 

“Esta crisis ha ayudado a reforzar la noción de prevención. La prevención del crimen es ahora más importante que nunca y los mecanismos y las asociaciones que ya existían son ahora mucho más relevantes y se deben reforzar”, ha asegurado Johnston. El trabajo en red ha sido, debido a la impredecibilidad de esta crisis sanitaria, una herramienta muy útil a la hora de responder rápidamente a las crecientes necesidades de la población vulnerable que se ha visto especialmente afectada por la crisis, según la directora ejecutiva de EFUS. 

Por otro lado, el contexto actual también revaloriza la noción de seguridad para la ciudadanía. “No hablamos de la seguridad de forma restringida, como algo que solo atañe a la policía o a los sistemas de justicia. La seguridad es un concepto muy amplio, especialmente en los entornos urbanos”, ha manifestado Johnston. En los últimos años, las ciudades europeas han adaptado la creciente necesidad de utilización del espacio público por parte de la ciudadanía a la también creciente necesidad de protegerse de peligros, como el terrorismo y ahora deberán hacerlo también ante nuevas amenazas a la salud. 

Por este motivo, Johnston ha subrayado que hay que crear “estructuras sólidas” de prevención que sean fácilmente adaptables y reconfigurables, para mantener “ciudades abiertas”, al mismo tiempo que se protegen los entornos urbanos de posibles nuevas emergencias sanitarias. “La prevención ha sido mucho más necesaria de lo que hubiéramos podido imaginar”, ha señalado la directora ejecutiva de EFUS, Elizabeth Johnston.


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La diversidad familiar como espacio de seguridad

El Ayuntamiento de Zaragoza impulsa desde el año 2018 el proyecto de diversidad familiar Somos Amor, una iniciativa que busca ofrecer recursos para construir una sociedad más equitativa, plural y justa, poniendo el acento en los vínculos afectivos y en el concepto de familia como un espacio de seguridad y cuidados. Su ideación y creación partió de un proceso colaborativo con asociaciones y colectivos que trabajan alrededor de las necesidades de las familias diversas, como Madres solas por elección, Somos Familia SOFA, Amasol, Somos lgtb+ Aragón, Visión Trans, Chrysallys Aragón y Towanda.

El proyecto consta de dos herramientas centrales: un documental elaborado por la fotoperiodista María Torres-Solanot, en el que se muestran las experiencias de vida de familias diversas (monoparentales, monomarentales, homoparentales de madres lesbianas o padres gais, familias ensambladas, reconstituidas o integradas por personas transgénero); y una guía didáctica con la que se busca promover valores como el derecho a la diferencia y la diversidad, así como la igualdad de derechos de todas las personas y modelos familiares a nivel social, legal y jurídico.

El objetivo de esta iniciativa es influir positivamente en el bienestar social, disminuyendo las discriminaciones y sus efectos negativos. Para conseguir la transformación social necesaria es importante incluir esta diversidad en nuestras representaciones mentales de la realidad, y eso se consigue trabajando en ello desde la niñez. Por este motivo, Somos Amor aborda la diversidad como fuente de salud personal y comunitaria y pretende ser una herramienta que mejore el cumplimiento de los Derechos Humanos allá donde se utilice.


Para conocer más sobre este proyecto, visita la página web del Ayuntamiento de Zaragoza.


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