La protección civil es un instrumento de la seguridad pública que persigue la protección de las personas, bienes y medio ambiente ante catástrofes o situaciones de grave riesgo colectivo y emergencias.
El trabajo realizado por las administraciones públicas en materia de protección civil y gestión de las emergencias ha cobrado mucho protagonismo en los últimos tiempos. En buena medida, los efectos de la pandemia por SARS-CoV-2 y la crisis sanitaria derivada han sido el motivo principal de la intensificación del trabajo realizado por los/las profesionales del sector, pero no el único.
Existe un consenso generalizado en la comunidad científica a la hora de reclamar una acción urgente para salvaguardar el medio ambiente. A raíz de esta situación, el pasado 2020 el Gobierno declaró la emergencia climática y ambiental comprometiéndose al desarrollo de 30 líneas de acción para hacerle frente. El calentamiento del sistema climático es inequívoco y la actividad humana, especialmente desde mediados del SXX, aparece como su causa principal provocando, entre otros muchos efectos, el incremento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, una realidad fuertemente asociada a los servicios de emergencia ciudadana.
Horizonte 2035: la planificación preventiva
El incremento de episodios catastróficos en los últimos años ha constatado la necesidad de planificar modelos de respuesta eficaces en el campo de la protección civil y las emergencias derivadas del cambio climático.
En este sentido, el pasado mes de octubre fue presentado el Plan Nacional de Reducción del Riesgo de Desastres Horizonte 2035. El documento, que cuenta con el acuerdo de representantes de todas las comunidades autónomas y de las administraciones locales, persigue ofrecer una respuesta eficaz a las crecientes emergencias derivadas del cambio climático, garantizando la seguridad integral de las personas y estableciendo el Sistema Nacional de Protección Civil como pilar esencial del Estado y como instrumento de cohesión social.
Horizonte 2035 supone una apuesta para el fortalecimiento de los órganos que configuran el Sistema Nacional de Protección Civil en todos los niveles territoriales estableciendo como eje central el impulso de la cultura preventiva. De este modo, se potencian las actuaciones previas a las emergencias, ya sea identificando y evaluando nuevos riesgos, como incrementando labores de vigilancia que permitan su inmediata detección, minimizando de esta manera el impacto sobre el territorio.
El nuevo plan, bajo la dirección de un Comité con representantes de todos los niveles territoriales, debe garantizar que las distintas administraciones disponen de la capacidad para responder a las emergencias en sus respectivos ámbitos competenciales ofreciendo una “dirección única de las emergencias de Protección Civil”.
PLASEQTA 2020: la gestión desde el territorio
Catalunya mantiene un importante tejido industrial buena parte del cual pertenece al sector químico, muy localizado en comarcas de la provincia de Tarragona. Las medidas de seguridad en materia de prevención del sector son muy exigentes, no obstante, el riesgo cero no existe, y cuando estas industrias se encuentran ubicadas cerca de núcleos de población, conviene diseñar un modelo de respuesta rápida y eficaz que minimice los daños que puedan generarse sobre la población.
EL Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Tarragona (PLASEQTA 2020) fue aprobado en el mes de marzo de 2020 por el Govern de la Generalitat i supone el retorno de la gestión de las emergencias químicas al territorio.
Trece años después de que el antiguo PLASEQTA se integrara en el PLASEQCAT, el plan de emergencias para el sector químico en Catalunya, el nuevo plan prevé la respuesta a una emergencia química originada en cualquier establecimiento industrial que manipule sustancias peligrosas en las siguientes comarcas: Alt Camp, Baix Camp, Conca de Barberà, Priorat y Tarragonès. De este modo, el documento supone la recuperación actualizada de un plan específico con entidad propia y autonomía plena para la división territorial de Tarragona, una zona de influencia formada por un total de 29 municipios con una población aproximada de 370.000 personas.
El PLASEQTA 2020 establece una clasificación de los sucesos en incidentes i accidentes graves. Estos últimos, a su vez, se clasifican en tres categorías dependiendo de sus posibles efectos sobre bienes materiales, personales o medioambientales.
Otra de las modificaciones respecto a la versión anterior a 2007 es la simplificación de los escenarios en lo relativo a la activación de las señales de emergencia. El anterior plan dependía en exceso de las informaciones facilitadas por la empresa afectada, por el contrario, el nuevo documento prevé la activación de la fase de emergencia ante cualquier evidencia contrastada de afectaciones, provengan estas de la empresa afectada, de los ayuntamientos o de los ciudadanos a través del teléfono de emergencias 112.
El confinamiento como medida de autoprotección
La explosión en enero de 2020 en las instalaciones de IQOXE (Industrias Químicas del Óxido de Etileno), empresa ubicada en el polígono industrial de La Canonja, en Tarragona, evidenció la necesidad de implementar instrumentos de participación de la ciudadanía con el objetivo de poner en práctica las acciones y las medidas de autoprotección que deben adoptarse en caso de accidente.
El pasado día 2 de noviembre se realizó el primer simulacro de confinamiento por riesgo químico en la zona de Tarragona. La hipótesis del accidente consistió en simular un escape de cloro en una empresa del polígono sur con un radio de afectación de tres kilómetros.
El ejercicio, promovido por la Direcció General de Protecció Civil del Departament d’Interior, sirvió para concienciar a la población en el confinamiento como medida de autoprotección. En este tipo de accidentes, la evacuación de la población se considera una práctica demasiado peligrosa por los efectos nocivos que una sobreexposición puede tener sobre las personas.
De este modo, en caso de accidente en una industria química, estas son las medidas de autoprotección recomendadas desde Protección civil:
- Refúgiate en el edificio más cercano
- Cierra bien puertas y ventanas
- Cierra los aparatos de aire acondicionado
- No vayas a buscar a los niños a la escuela
- Sigue la información a través de los canales oficiales de comunicación (radio, televisión, twitter…)
- No salgas hasta que lo comuniquen las autoridades o hasta que sientas la señal de fin de la alerta
Otras de las medidas previstas en el plan es la instalación de sensores que permitan alertar de la presencia de cloro en el ambiente en caso de accidente químico.
Información a la población
Los principales instrumentos de alerta a la población previstos en el plan son dos: activación de sirenas de riesgo químico y avisos de emergencia al teléfono móvil (Cell Broadcasting) a la población de la zona. En este sentido, el simulacro también permitió practicar el sistema de avisos y las medidas de control de accesos.
Las sirenas activadas durante el simulacro fueron un total de 20, situadas en los municipios de Tarragona, La Canonja, Vilaseca y Salou.
El sonido de alerta se activó a las 18:30 de la tarde. Durante 3 minutos en intervalos de 1 minuto separados por 5 segundos de silencio, la población de la zona escuchó las alarmas que avisan de riesgo químico e indican la orden de confinamiento general. Finalmente, se activó la alarma de fin de alerta que indica el fin de la orden de confinamiento, una señal continua de 30 segundos de duración.
El sistema Cell Broadcasting consiste en el envío inmediato de notificaciones emergentes a los móviles inteligentes que se encuentren en la zona donde se ha producido la emergencia. Por defecto, las versiones más actualizadas de Android y iOS tienen activada la recepción de este tipo de avisos, no obstante, desde Protección Civil, a través de la página web del Departament d’Interior, se publicó la información necesaria para configurar el teléfono y activar los avisos de emergencia dependiendo del fabricante.
Desde el FEPSU entendemos que la seguridad va más allá del simple mantenimiento del orden público. Nuestras sociedades coexisten en un mundo globalizado en el que los nuevos riesgos y amenazas poco entienden de fronteras y soberanías políticas. Garantizar un nivel óptimo de seguridad pasa por realizar diagnósticos integrales que incorporen medidas de protección de personas, bienes y medio ambiente.