Drones para proteger las ciudades: beneficios y desafíos

En los últimos años, el uso de drones por parte de las administraciones públicas y cuerpos de policía ha aumentado significativamente en las ciudades europeas. Estos sistemas pueden realizar funciones efectivas de seguimiento y vigilancia en espacios públicos. Sin embargo, aún se necesita avanzar en la investigación para identificar la mejor manera de obtener resultados óptimos, ya que el uso de esta tecnología genera preocupaciones sobre el derecho a la privacidad y la protección de datos. Como parte del proyecto PACTESUR, Efus ha preguntado a las ciudades de Turín y Edimburgo cuáles han sido los principales beneficios y desafíos de emplear drones para proteger las ciudades. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones. 

Beneficios para las zonas urbanas

No hay duda de que los drones (o sistemas de aeronaves no tripuladas) son herramientas muy versátiles a la hora de proteger el espacio público. Se pueden utilizar para prevenir posibles ataques físicos a infraestructuras críticas de las zonas urbanas (energía, agua, sistemas de vida), aeropuertos, eventos al aire libre y conciertos. Por este motivo, algunas ciudades europeas han establecido Unidades de Drones dentro de su policía municipal para desarrollar, implementar y mejorar su uso en los espacios públicos.

Ese es el caso de la Policía Local de Turín, quienes principalmente han incorporado estas herramientas debido a la oportunidad de utilizar sensores diurnos y nocturnos en tiempo real, los cuales son capaces de detectar la presencia de personas en ciertas áreas urbanas donde podrían estar en riesgo; por ejemplo, en los parques durante la noche o para monitorear las rutas de entrada y salida de eventos multitudinarios, como ha asegurado el Comisario Jefe del Departamento de Investigaciones Tecnológicas (RIT), Gianfranco Todesco. 

En Edimburgo, en cambio, han separado los usos que hacen de los drones en materia de seguridad en dos unidades distintas, por un lado la Unidad de Sistemas de Aeronaves Piloto a Distancia de la Policía (RPAS) y por el otro la Unidad de Seguridad y Protección de la Aviación (ASSU). La primera, utiliza las aeronaves no tripuladas como una forma rápida y eficaz de monitorear áreas grandes o a veces inaccesibles que, de otro modo, requerirían mucho tiempo y recursos a un equipo de búsqueda sobre el terreno, como ha señalado el Jefe de la ASSU, el Inspector Graeme Rankin. La ASSU, en cambio, emplea una variedad de técnicas para proteger a la ciudadanía de posibles amenazas aéreas o para combatir el uso ilegal de drones y asistir a aquellos usuarios que cuenten con permiso de vuelo. 

Principales desafíos

El uso de drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad sigue siendo fenómeno aún novedoso en las ciudades europeas y presenta todavía algunos desafíos. Para el Inspector Rankin, uno de los principales inconvenientes es que mantenerse al día con la evolución de la tecnología es difícil y supone una inversión importante para las policías, sobre todo las locales. Además, la estricta regulación de la aviación en Europa crea unas condiciones de operación muy desafiantes para las fuerzas y cuerpos de seguridad, aunque eso, más que un reto, puede ayudar a mantener niveles altos de estándares de seguridad.

Para el Comisario Todesco, en cambio, el principal desafío en el uso de drones en materia de seguridad y prevención es la falta de “vías aéreas urbanas” para garantizar el desarrollo de servicios tanto para las autoridades públicas como para las empresas privadas. Las “vías aéreas urbanas” son carriles aéreos o corredores de vuelo dedicados para operaciones con drones que garantizan la máxima seguridad con una mínima interrupción para los ciudadanos, aunque están aún poco implementados en la mayoría de ciudades europeas.

Consecuencias para la privacidad

Otro de los grandes desafíos a los que se enfrentan las administraciones públicas a la hora de favorecer el uso de drones en materia de seguridad y prevención es el mantenimiento de la privacidad y la protección de datos. Según el Comisario Todesco, el uso de drones no difiere del que se hace a través de la videovigilancia pública y, por lo tanto, podría aplicarse la misma legislación. Sin embargo, sí es cierto que deben tenerse en cuenta criterios éticos para un buen uso de algoritmos de inteligencia artificial a bordo de drones equipados con cámaras. 

En el caso de Escocia, por ejemplo, todas las operaciones realizadas con drones por la policía se llevan a cabo de acuerdo con una Evaluación de impacto de protección de datos, el Reglamento general de protección de datos y una Evaluación de impacto de igualdad y derechos humanos. El Inspector Rankin ha subrayado que la participación de la comunidad es fundamental, ya que genera confianza, tranquilidad y seguridad, por lo que toda actividad con drones policiales debe ser transparente y su despliegue debe tener un propósito policial legítimo, seguro, legal, proporcionado y necesario. 

Retos para la normativa 

La normativa europea sobre drones debe ser el principal marco regulador que permita no solo un buen uso de los dispositivos y de los datos recopilados por parte de las administraciones públicas, sino que también posibilite una mayor confianza pública en el uso de esta tecnología para prevenir las amenazas a la seguridad en las ciudades

Para el Comisario Todesco, el principal reto es adaptar constantemente la normativa europea a la rápida evolución de la tecnología que utilizan los drones. Sin embargo, como ha destacado el Inspector Rankin, los cambios en la legislación europea que entraron en vigor este 2021 presentan algunas oportunidades interesantes para que los operadores de aeronaves no tripuladas y los pilotos vuelen en circunstancias que antes no eran posibles. 

El reto ahora para las ciudades europeas es invertir rápidamente en tecnología que garantice que el espacio aéreo inferior esté libre de conflictos y que el público en general y aviador se mantenga a salvo de aquellos que pueden usar aeronaves no tripuladas de manera imprudente o con un propósito criminal deliberado, como bien ha apuntado el Inspector Rankin. 

Si quieres conocer más respecto a los desafíos y beneficios del uso de drones en materia de seguridad urbana y prevención, puedes consultar este artículo en el que se exponen las conclusiones de la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, organizado por FEPSU.

Los drones en la seguridad: retos y necesidades

Los usos que se puede dar y que se están dando ya a los drones en materia de seguridad urbana son muy variados. Desde la protección del medio ambiente o el apoyo en el control de incendios, hasta la gestión de aforos en eventos multitudinarios o el monitoreo del cumplimiento de las medidas sanitarias en una pandemia. Pero al mismo tiempo que avanza el empleo de esta tecnología por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, también se acelera su utilización por parte de particulares y actores privados. Esto, en ciertas ocasiones, puede suponer peligros para la seguridad de las ciudades, lo que obliga a trabajar para obtener mecanismos de protección y normativas que sean más efectivas a la hora de garantizar el uso responsable y cívico de estos dispositivos. 

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que se celebró el 18 de noviembre. Estos webinars son una iniciativa del Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU). A continuación os compartimos algunas de las consideraciones y puntos de análisis que guiaron este primer debate:

Una herramienta versátil

Algunas policías locales de España, como la de Madrid, han adoptado ya a los drones como una herramienta versátil en la gestión de la seguridad. Cada vez son más los ámbitos en los que estos dispositivos pueden apoyar la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ejemplo, en el contexto actual, con las restricciones de movilidad y reunión por la pandemia del coronavirus, el uso de estas aeronaves se ha intensificado en el control del cumplimiento de las medidas sanitarias y de los aforos en los espacios públicos. 

El Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía Local de Madrid, Francisco Javier Espinosa Gómez, ha señalado que la intención es que se puedan desarrollar nuevos software para ampliar el alcance de estos dispositivos en un futuro cercano; por ejemplo permitiendo la lectura de matrículas de vehículos, la recogida de muestras de vertidos, el cálculo de la asistencia a eventos y manifestaciones, o el no exento de polémica software de reconocimiento facial. Sin embargo, algunos de estos nuevos usos requerirán de una ampliación de las normativas referentes a la aplicación de estas tecnologías en la seguridad urbana, para no interferir con los derechos a la privacidad y a la protección de datos.

Ampliar la regulación del uso

Actualmente la única normativa existente para el uso de los drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad es la legislación estatal, recogida en el Real Decreto 1036/2017, según ha explicado la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III, María José Castellanos Ruiz. El nuevo Reglamento Europeo 2019/947, que regula el uso de los drones en la Unión Europea, entrará en vigor en enero, pero no será de aplicación a servicios militares ni de seguridad pública, únicamente para el uso privado.

La principal aportación de esta nueva normativa europea es la categorización de los drones en tres estratos, dependiendo de su tamaño y de las exigencias que regulan su uso. De esta manera, se separa aquellos drones menores de 25 kg, que no necesitarán de ningún tipo de permiso para su utilización, de aquellos con un mayor peso, que requerirán certificaciones y autorizaciones por parte de las autoridades de seguridad aérea competentes, dependiendo del tipo de uso que se les de. 

Aún así, queda pendiente el desarrollo de normativas europeas específicas para la aplicación de estas aeronaves en la gestión de la seguridad urbana o en lo que respecta a la regulación de la captación, almacenamiento y disposición de las imágenes y datos que recopilan estos dispositivos.

Crear redes de protección

El nuevo reglamento europeo busca poner más control sobre el uso privado de los drones, para evitar los riesgos que puede suponer para la seguridad el uso de esta tecnología en las manos equivocadas. Sin embargo, estas normativas deben ir acompañadas por sistemas eficientes para detectar posibles amenazas y prevenir su uso para fines criminales. Hoy en día, existen diversos sistemas de detección de los drones, que utilizan tecnologías, como la radiofrecuencia, el radar o la detección combinada con cámaras térmicas. 

El Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de los Mossos d’Esquadra, Xavier Moya García, ha destacado, además, que en Catalunya se utilizan diversas medidas de inhibición de estos dispositivos, desde la interferencia de la comunicación entre la aeronave y el mando a distancia a través de radiofrecuencias (jamming), hasta una tecnología aún incipiente que permite tomar control del dispositivo y redirigirlo (hacking). 

Moya García ha subrayado que el alto coste de estos sistemas y su rápida obsolescencia hace que sea más eficiente constituir redes territoriales de protección, en las que se usen el mismo sistema, para conseguir una mejor protección ante posibles amenazas que la que se conseguiría si cada municipio instala su propio sistema. Esto exige un alto nivel de colaboración entre administraciones y entre las diversas fuerzas y cuerpos de seguridad, para conseguir generar recursos y políticas preventivas que consigan resultados óptimos. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta primera sesión del ciclo de webinars sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que ha contado con las intervenciones iniciales de Francisco Javier Espinosa Gómez, Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía local de Madrid; María José Castellanos Ruiz, Profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III; Xavier Moya García, Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de la Policía de la Generalitat de Catalunya-Mossos d’Esquadra. La conversación ha sido moderada por Francesc Guillén Lasierra, jurista, criminólogo y estudioso de las políticas públicas de seguridad. 

Encontrarás el relato completo de la jornada en el siguiente enlace.

En este enlace compartimos la presentación de Mª José Castellanos Ruíz

Además, te recordamos que el próximo 2 de diciembre a las 12.30 h tendrá lugar el segundo de estos encuentros virtuales participativos, en el que abordaremos las aplicaciones de la inteligencia artificial en el ámbito de la seguridad ciudadana. Consulta el programa completo en la página web de FEPSU.