Formación interna: Aspectos jurídicos de la práctica policial

En la praxis profesional, la policía deben hacer frente a situaciones en las que un conocimiento sólido del ordenamiento jurídico resulta esencial. En ese sentido, deben conocer cuales son sus derechos y, de la misma manera, cómo actuar respetando los derechos de los ciudadanos. Desde el FEPSU, impulsamos formaciones dirigidas a nuestros socios – en este caso, una formación a policías locales – para dar respuesta a sus necesidades formativas.

Detalles de la formación

Con el objetivo de reforzar los conocimientos jurídicos de la policía local, el FEPSU ha impulsado la formación “Aspectos jurídicos de la práctica policial” los días 22 y 24 de mayo de 2023. En último término, esta formación a policías locales también enfatiza en las claves que se deben tener en cuenta cuando deben declarar en sede judicial por actuaciones concretas.

Esta formación está organizada conjuntamente con la ciudad de Terrassa y también contará con otras policías locales miembros del FEPSU. La formación se llevará a cabo en un formato presencial, lo que facilitará llevar a cabo una sesión más práctica y dinámica.

La formación se llevará a cabo por Josep Lluís Florensa, abogado penalista con más de 20 años de experiencia en la defensa de agentes de policía en juicios. Además, Florensa ha ejercido de Responsable de Asuntos Penales del Departament d’Interior de la Generalitat de Cataluña y es actualmente abogado de los servicios jurídicos de la Federació de Professionals de la Seguretat Pública (FEPOL).

Junto con la formación «Actuación policial ante víctimas y agresores de violencia de género», esta formación es la segunda que desde el FEPSU realizamos a policías locales. El objetivo global de estas formaciones es la de mejorar la operativa policial y contribuir a que los agentes puedan prestar el mejor servicio posible a la ciudadanía.

Programa

A continuación, puedes consultar el programa de la formación:

22 de mayo de 2023, 9:15 – 13:15

1.INTRODUCCIÓN

1.1. Seguridad jurídica.

1.2. Proporcionalidad: congruencia, oportunidad, adecuación, necesidad, proporcionalidad en sentido estricto.

1.3. Trabajo policial: eficacia – valoración.

1.4. Medidas policiales que afectan a derechos fundamentales.

2. ¿QUÉ SE PUEDE HACER EN LA CALLE? (PARTE 1)

2.1. Todo lo que no está prohibido hacer.

2.2. Actuaciones que afectan a la integridad física.

2.3. Actuaciones que afectan a la libertad.

2.4. Actuaciones que afectan a la intimidad y la propia imagen.

2.5. Actuaciones que afectan a la integridad moral.

24 de mayo de 2023, 9:15 – 13:15

2.¿QUÉ SE PUEDE HACER EN LA CALLE? (PARTE 2)

2.6. Actuaciones que afectan al entorno visual y a la protección de datos.

2.7. Actuaciones que afectan a la inviolabilidad del domicilio.

3. ¿CÓMO SE PLASMA LO QUE HE HECHO?

3.1. Confección del atestado/otros documentos policiales: necesidad.

3.2. Núcleo/circunstancias/identificación.

3.3. Uso de la fuerza: punto de vista que se ha de adoptar.

4. ¿CÓMO EXPLICO LO QUE HE HECHO? Pautas breves sobre la declaración policial en sede judicial.

8M: seguridad y prevención en femenino

Cada 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración que tuvo su origen en 1910 en Copenhague, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Más tarde, en 1977 las Naciones Unidas adoptaron y reconocieron esta fecha, para invitar a todos los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil a reconocer la igualdad de género y la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad. Desde FEPSU nos reafirmamos en nuestro compromiso de seguir trabajando por la prevención y la lucha contra la violencia machista. Por este motivo, compartimos algunas estrategias para garantizar la seguridad de todas las mujeres en las ciudades. 

Educar desde la infancia

La igualdad de género forma parte central y transversal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por este motivo, organismos internacionales como ONU Mujeres intentan proporcionar distintas estrategias y enfoques para la prevención de la violencia de género, como una medida esencial para avanzar hacia una completa igualdad entre hombres y mujeres. 

Como señalan en el portal web de ONU Mujeres, “la violencia contra las mujeres y niñas tiene sus raíces en la discriminación basada en el género, en unas normas sociales que aceptan la violencia y en estereotipos de género que la perpetúan”. Comúnmente, las políticas para abordar este tipo de discriminaciones contra mujeres y niñas se han centrado en responder y apoyar a las supervivientes de violencia machista. No obstante, la prevención es una herramienta mucho más efectiva a la hora de conseguir su erradicación. 

En este sentido, en ONU Mujeres apuestan por un enfoque preventivo basado en la educación como pilar fundamental para romper los estereotipos de género y empoderar a las niñas desde edades tempranas. Para ello, el organismo resalta que debe existir un compromiso político para diseñar normativas que fomenten la igualdad e inviertan en dotar de recursos a las organizaciones de mujeres, que son las que trabajan en el terreno para prevenir toda expresión de discriminación y violencia

“Como parte de su estrategia de prevención, ONU Mujeres se centra en la educación de la primera infancia, en unas relaciones respetuosas y en trabajar con hombres y niños, especialmente a través y dentro de los medios de comunicación, las industrias del deporte y el mundo laboral”, destacan en el portal web del organismo. 

Ciudades unidas contra la violencia

Desde organizaciones como Efus y FEPSU apostamos claramente por prevenir la violencia contra las mujeres en el entorno local, como una estrategia clave para avanzar hacia una mayor igualdad de género. La violencia generalizada hacia las mujeres, que les afecta tanto en el ámbito público, como en el profesional y el privado, debe ser abordada de forma prioritaria por las políticas de seguridad locales. De la misma manera, se debe incluir la perspectiva de género como un enfoque transversal en todas las estrategias de seguridad urbana y prevención que se desarrollen. 

En su manifiesto de Seguridad, Democracia y Ciudades, Efus recomienda a las autoridades locales y regionales que se “involucren en las estrategias contra la violencia de género” y que su “papel en el campo de la prevención y el apoyo a las víctimas sea reconocido y fuertemente apoyado por los gobiernos nacionales y europeos. e instituciones internacionales”. Los miembros de Efus y de FEPSU se comprometen, en este sentido, a “intensificar sus esfuerzos como coordinadores y facilitadores de redes de prevención que incluyen múltiples actores” y a “aumentar la diversidad de perfiles, particularmente de género, en los equipos involucrados en la prevención de la violencia contra las mujeres”.

Cooperar para la prevención

Por este motivo, las ciudades socias de Efus y FEPSU cooperan en distintos proyectos europeos que buscan abordar la prevención de la violencia de género. Por ejemplo, la iniciativa SHINE  (Acoso Sexual en los Puntos de Entretenimiento Nocturno: Mitigación y Prevención, por sus siglas en inglés), busca crear una cultura común entre los actores del ocio nocturno y brindarles las herramientas adecuadas para prevenir el acoso sexual en los locales de ocio nocturno.

Fruto de este proyecto, se elaboró un informe donde se recogía la necesidad de ampliar las definiciones de acoso sexual contra las mujeres como una manera de mejorar su prevención. En este sentido, las autoras del informe subrayan la importancia de tomar en cuenta, por ejemplo, las definiciones culturales, sociales y sociológicas de lo que se considera acoso sexual, así como el uso que hacen del término las propias víctimas, respetando los límites y agravantes que ellas mismas marcan a la hora de narrar su experiencia. 

Por otro lado, desde ciudades socias de FEPSU, como Barcelona, se han realizado estudios sobre las desigualdades de género en el uso de los espacios públicos y sus consecuencias sobre la seguridad urbana. El 2021 el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) y la Dirección de Prevención del Área de Seguridad y Prevención municipal del Ayuntamiento de Barcelona colaboraron para realizar el informe “Análisis de las conductas de riesgo en la movilidad en Barcelona desde una perspectiva de género”, en el que se estudió el riesgo vial real y percibido en los distintos medios de transportes utilizados de forma mayoritaria en el municipio, así como las conductas asociadas principalmente a este riesgo, tanto por hombres como por mujeres. 

A partir de ese estudio se pudo concluir que existen pautas de movilidad diferenciadas según el género, tanto en el tipo como en el volumen de los desplazamientos. Esto lleva a que las mujeres perciban una mayor sensación de inseguridad a la hora de moverse por la ciudad, un hecho que obliga a las autoridades locales a tomar en cuenta esta perspectiva de género a la hora de diseñar campañas de seguridad en el transporte público, por ejemplo. 

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¿Cómo fortalecer la salud física y mental de la policía?

Aunque la creación de iniciativas integrales para la seguridad y el bienestar de los policías tiene beneficios claros, muchos departamentos no saben por dónde empezar ni cómo ampliar su programación de bienestar. Este ámbito necesita orientación sobre cómo proporcionar un apoyo eficaz a los y las agentes y miembros del personal no policial que hayan experimentado algún trauma, para promover su salud física y mental a largo plazo, para dotar a los agentes de habilidades de supervivencia emocional y superar el estigma y otras barreras culturales y psicológicas que necesiten ser tratadas. El Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya ha publicado en su blog Notes de Seguretat una serie de lineamientos básicos. En FEPSU te los compartimos. 

La experiencia de Estados Unidos

Para ayudar a satisfacer las necesidades de bienestar de los y las agentes de la policía, en 2017 el Foro de Investigación de la Policía (PERF) fue seleccionado por la Oficina de Servicios de Policía Orientados en la Comunidad (Oficina COPS) del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) para implementar y gestionar el proyecto de asistencia técnica de seguridad y bienestar de los policías

Como parte de este proyecto, PERF proporcionó soporte y experiencia práctica a tres agencias policiales mientras desarrollaban o ampliaban sus programas de seguridad y bienestar de los agentes. El resultado fue un informe que se basa principalmente en la experiencia del PERF con estas agencias de policía.

El objetivo de esta publicación es proporcionar a los departamentos policiales de todo el país una hoja de ruta para crear sus propios programas de bienestar. La información contenida en este manual del profesional incluye estrategias para crear y mejorar programas de bienestar, fomentar la participación en estas iniciativas y normalizar el uso rutinario de los servicios de salud mental.

Otro de los objetivos del informe es proporcionar orientación a las agencias de policía sobre cómo construir y fortalecer su programación de bienestar para sus empleados. Cada capítulo de esta publicación presenta conclusiones y recomendaciones sobre un tema que surgió como área común durante las evaluaciones. Las recomendaciones del informe reflejan los retos comunes a los que se enfrentan los ámbitos del proyecto y otras agencias policiales de todo Estados Unidos.

Hacia un bienestar integral de los agentes

Por ejemplo, en el capítulo 1 del informe se analizan los elementos básicos que debe tener un programa de bienestar integral, incluidos la forma de identificar las necesidades de salud física y mental de los policías, así como los lineamientos básicos para crear un comité de bienestar. El capítulo 2 se centra en el desarrollo de programación para distintos tipos de bienestar, incluidos el físico, el mental y el emocional, así como el financiero y el espiritual. Las principales recomendaciones son, entre otras:

  • Evaluar varios métodos para incentivar la participación en programas de acondicionamiento físico y determinar cuáles son los que tienen mayor éxito con la plantilla.
  • Proporcionar formación sobre bienestar mental a todos sus nuevos miembros.
  • Eliminar el estigma asociado a la atención a la salud mental y promover el uso del soporte.
  • Identificar y ayudar a los policías que puedan estar en crisis.
  • Crear un programa de mentoría en el que los oficiales veteranos sean asignados a nuevos empleados para ayudarles y sirvan como recurso durante su formación académica, su formación sobre el terreno y en todo el territorio.
  • Capacitar a los supervisores sobre cómo identificar los primeros indicadores de estrés agudo o problemas de salud mental.
  • Incorporar el bienestar y resistencia a las pruebas promocionales para aumentar el conocimiento de los supervisores.
  • Capacitar sobre la identificación y resolución de conductas de afrontamiento ineficaces, como el abuso de alcohol.
  • Evaluar los riesgos de suicidio entre los agentes, promover formas saludables de control del estrés y proporcionar estrategias de salud para prevenir enfermedades.
  • Proporcionar información sobre el bienestar financiero (por ejemplo, presupuestos, beneficios de la jubilación y ahorro financiero).

El seguimiento de todas estas recomendaciones es clave si se quiere asegurar un cuerpo policial sano, tanto física como mentalmente, el cual pueda desarrollar su labor de prevención y mantenimiento de la seguridad con todas las garantías y con la mayor eficiencia. 

En FEPSU siempre nos hemos interesado por brindar herramientas a las fuerzas y cuerpos de seguridad que puedan ser beneficiosas para el desarrollo de una labor más humana y conectada con sus comunidades. Por ejemplo, hace algunas semanas compartimos un artículo del centro de estudios británico The Police Foundation donde se nos planteaba la siguiente pregunta: ¿Por qué la policía necesita reconectarse con lo local? Además, también hemos abordado las distintas herramientas tecnológicas que ayudan a los y las agentes de policía a hacer una mejor labor, como puede ser la tecnología de sensores portátiles o las aplicaciones móviles de seguridad. Todas estas herramientas, junto a una apuesta decidida por un trabajo de prevención comunitaria, podrán llevar a las distintas agencias y fuerzas del orden a realizar una labor verdaderamente eficaz para prevenir el delito y garantizar la seguridad urbana

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El Parlamento Europeo, en contra de la vigilancia policial preventiva

El Parlamento Europeo ha decidido poner freno al uso de la inteligencia artificial (IA) para la vigilancia policial predictiva. En una resolución aprobada a inicios de octubre con 377 votos a favor, 248 en contra y 62 abstenciones; los eurodiputados y eurodiputadas han llamado a prohibir las actuaciones policiales predictivas basadas en datos obtenidos a partir de tecnologías como, por ejemplo, los dispositivos de reconocimiento facial. En FEPSU hacemos un repaso de los puntos más importantes de esta resolución que cambiará la forma en que estas herramientas se utilizan por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad

Peligro de discriminación

Combatir la discriminación y garantizar el derecho a la privacidad. Estas han sido las principales razones por las que el Parlamento Europeo ha decidido oponerse al uso de herramientas de inteligencia artificial para actuaciones de vigilancia predictiva. Los eurodiputados y las eurodiputadas han exigido fuertes salvaguardas para aquellas ocasiones en que se utilicen herramientas de IA en la aplicación de la ley.

En la resolución, los parlamentarios han señalado el riesgo de sesgo algorítmico en las aplicaciones de IA y han enfatizado que se necesita supervisión humana y fuertes poderes legales para prevenir la discriminación por parte de estas herramientas, especialmente en su uso por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad o en las fronteras. “Los operadores humanos siempre deben tomar las decisiones finales y los sujetos monitoreados por sistemas impulsados ​​por inteligencia artificial deben tener acceso a la reparación”, aseguran los eurodiputados y las eurodiputadas.

Según el texto de la resolución, los sistemas de identificación basados ​​en inteligencia artificial cometen errores a la hora de identificar a grupos étnicos minoritarios, personas LGBTIQ+, ancianos y mujeres en tasas más altas, lo que es particularmente preocupante en el contexto de la aplicación de la ley y la actuación judicial. “Para garantizar que se respeten los derechos fundamentales al utilizar estas tecnologías, los algoritmos deben ser transparentes, rastreables y suficientemente documentados”, subrayan los eurodiputados y las eurodiputadas, en relación a los criterios éticos para un buen uso de la IA. Además, siempre que sea posible, las autoridades públicas deberían utilizar software de código abierto para ser más transparentes.

Prohibición del reconocimiento facial

En este sentido, para respetar la privacidad y la dignidad humana, los parlamentarios y las parlamentarias han solicitado una prohibición permanente del reconocimiento facial de personas en los espacios públicos, ya que, en su opinión, la ciudadanía solo debe ser monitoreada cuando existan sospechas de un delito. El Parlamento Europeo ha pedido, además, que se prohíba el uso de bases de datos privadas de reconocimiento facial (como el sistema Clearview AI, que ya está en uso) y la vigilancia policial predictiva basada en datos de comportamiento.

Los eurodiputados y las eurodiputadas también han abogado por prohibir los sistemas de puntuación social, que intentan calificar la confiabilidad de los ciudadanos en función de su comportamiento o personalidad. Además, los y las representantes del Parlamento Europeo han mostrado su preocupación por el uso de datos biométricos para identificar a las personas de forma remota. Por ejemplo, las puertas de control fronterizo que utilizan el reconocimiento automatizado y el proyecto iBorderCtrl (un «sistema inteligente de detección de mentiras» para la entrada de viajeros a la Unión Europea) deberían descontinuarse, según la resolución. Los parlamentarios y las parlamentarias han instado a la Comisión Europea a abrir procedimientos de infracción contra los Estados miembros si es necesario. 

“Los derechos fundamentales son incondicionales. Por primera vez en la historia, pedimos una moratoria en el despliegue de sistemas de reconocimiento facial con fines de aplicación de la ley, ya que la tecnología ha demostrado ser ineficaz y, a menudo, conduce a resultados discriminatorios. Nos oponemos claramente a la vigilancia policial predictiva basada en el uso de IA, así como a cualquier procesamiento de datos biométricos que conduzca a una vigilancia masiva. Esta es una gran victoria para todos los ciudadanos europeos”, ha manifestado el europarlamentario búlgaro, Petar Vitanov. 

Una tecnología en debate: antecedentes

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones los debates que despierta el uso de la inteligencia artificial en las actuaciones policiales, especialmente aquellas dirigidas hacia la predicción de comportamientos delictivos. Una de las preguntas que ha suscitado este tema ha sido: ¿Qué tan efectiva es la vigilancia policial predictiva? La digitalización de las bases de datos ha abierto puertas para cambios en los métodos policiales para pronosticar la posibilidad de que se cometan delitos. Sin embargo, al mismo tiempo se ha cuestionado su eficacia para la prevención del delito, algo que los eurodiputados y las eurodiputadas seguramente han tenido en cuenta a la hora de emitir su dictamen. 

En este espacio habíamos advertido ya que la UE estaba buscando dar pasos firmes hacia la regulación de la inteligencia artificial en materia de seguridad, como demuestra esta resolución del Parlamento Europeo. A inicios de junio hicimos un repaso de los sistemas de inteligencia artificial que estarán prohibidos en Europa, si finalmente sale adelante la propuesta de normativa europea que busca poner fin al uso del reconocimiento facial para la vigilancia y los algoritmos que manipulen el comportamiento humano.

Sin embargo, esta propuesta de legislación elaborada por la UE ha despertado reacciones diversas entre los expertos en tecnología, seguridad y derecho, ya que, aunque es un marco normativo novedoso, sigue teniendo lagunas en su texto que invitan a pensar en los siguientes pasos que se deben tomar. En este artículo analizamos los distintos puntos de vista encontrados que ha suscitado el debate sobre la regulación de la IA. 

Para estar al tanto de las últimas novedades en lo que respecta al uso de la inteligencia artificial y otras tecnologías en materia de prevención del delito y seguridad urbana, no dudes en seguir nuestras redes sociales (Twitter y Facebook), donde encontrarás artículos, eventos y recursos diversos para mantenerte informado.

¿Por qué la policía necesita reconectarse con lo local?

Las definiciones respecto a qué significa que la población esté y se sienta segura ha ido cambiando a lo largo de los años. Sin duda, la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 y las restricciones sociales sin precedentes que se impusieron para limitar su extensión han tenido un efecto acelerador en este cambio de paradigma. Dentro de este contexto, las fuerzas y cuerpos de seguridad se enfrentan al reto de recuperar la percepción de seguridad en aquellos lugares que dejaron de ser percibidos como seguros, para que la ciudadanía pueda volver a disfrutar de sus libertades sin miedo y en armonía con los demás. En este sentido, el centro de estudios británico The Police Foundation ha publicado un artículo en el que aboga por recuperar el trabajo de los policías locales en el terreno y así reconectar con la ciudadanía, para mejorar la percepción de seguridad de la población. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones.

Cambios de paradigma

En el artículo Police in place. Why the police need to reconnect locally, el director de investigación de The Police Foundation, Andy Higgins, hace un repaso sobre cómo a lo largo de los últimos años emerge en distintas partes del mundo una sensación de deterioro local, que lleva a la población a percibir como inseguros lugares que antes eran vistos como espacios públicos seguros.

Al mismo tiempo, la Covid-19 no solo redujo durante un tiempo el rango de lugares en los que desarrollábamos nuestras actividades, sino que también nuestras rutinas diarias de pronto se vieron cubiertas por un peligro invisible y por un mayor escrutinio, aprehensión e indignación hacia las acciones de aquellos con quienes compartimos nuestros espacios. Por este motivo, para Higgins, se vuelve necesario repensar lo que significa estar y sentirse seguros en el espacio público y entre nuestros vecinos y vecinas, mientras emergemos hacia un mundo diferente después de haber experimentado una pandemia global.

Dentro de este contexto, se hace necesaria una acción policial preventiva y cercana a la población, que actúe desde los barrios para atajar aquellas problemáticas sociales que se dan a nivel local.

No perder de vista lo local

Higgins explica que la tarea de las agencias encargadas de mantener la seguridad se ha complejizado en esta era moderna, en la que las personas viven interconectadas y se relacionan entre ellas en distintos dominios, físicos y virtuales, los cuales contienen riesgos para la seguridad. Además, debido a esta complejidad, muchas veces los problemas locales de los vecindarios parecen triviales y se les acaba dedicando menos recursos y espacios de reflexión.

«Nuestra búsqueda por respuestas a los problemas sociales que sean más sofisticadas, basadas en la evidencia y eficientes también nos ha empujado hacia lo universal y nos ha alejado de lo situado. Hemos estado, quizá, muy ocupados buscando lo que funciona, sin tener en cuenta que muy pocas cosas funcionan igual en todos lados, y que las intervenciones basadas en los lugares, específicas y orientadas a problemas concretos suelen tener resultados más efectivos», señala el investigador de The Police Foundation.

Por este motivo, en la actualidad se vuelve más necesario que nunca prestar atención a las particularidades de cada lugar y las relaciones que estas generan, para poder entender mejor lo que hace que los lugares sean más o menos seguros y que la gente que vive en ellos se sientan más o menos seguros.

No solo hace falta recuperar modelos de policía comunitaria de décadas pasadas o replicar estrategias de resolución de conflictos predeterminadas, sino que hoy más que nunca se hace necesario reconectar con el compromiso de desarrollar un entendimiento sofisticado de las necesidades de la comunidad junto a la necesidad de la policía de estar realmente presente en los lugares, hablar con las personas que viven y pasan tiempo ahí, así como entender los problemas en sus contextos locales.

Una policía situada

La gestión de las restricciones sociales aplicadas durante la pandemia de la Covid-19 nos ha dejado muchas enseñanzas respecto a lo que debe ser la acción policial de proximidad. Durante los meses más duros de la crisis sanitaria, la policía se vio ante un nuevo reto: ¿cómo conseguir la complicidad de la población para implementar las medidas de control social más restrictivas para la vida de las personas desde la Segunda Guerra Mundial?

La naturaleza de estas normas, que no podían ser impuestas, empujaron a los policías, sobre todo locales, a buscar el consenso y activar la complicidad de la población a través de la persuasión. Sin embargo, esto no fue igual de sencillo en todos los lugares, ya que cada contexto presenta sus propias particularidades respecto a la relación entre agentes policiales y población.

Como destaca Higgins, «la gente sigue reglas y coopera con los agentes, no porque teman las consecuencias de una desobediencia, sino porque creen que es lo correcto que hay que hacer». Por lo tanto, la única forma de conseguir legitimidad y autoridad a partir de la cual provocar la complicidad y la cooperación de la ciudadanía es que los agentes locales de policía sean percibidos como justos, bienintencionados, dignos de confianza y respetuosos, así como personas capaces de escuchar y permitir que los demás se expresen.

«Solo una policía arraigada en el terreno, conectada con las comunidades y familiarizada con las historias que viven y explican, puede generar un entendimiento mutuo y conseguir la confianza en las comunidades», subraya el director de investigación de The Police Foundation. Por estas razones es vital que la policía sea capaz de tener a la población de su lado cuando suceda lo inesperado o cuando la situación social se ponga tensa. Esto significa recolocar a los agentes policiales ahí donde puedan escuchar, hacer contacto cercano, volverse familiares y llegar a conocer y a sentir y comprender algo de lo que significa estar y vivir en ese lugar y en ese momento concreto.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la importancia de que la policía local trabaje con distintos actores relevantes para la comunidad, desde el municipio y los agentes sociales, hasta las autoridades estatales o regionales. Por ejemplo, hemos destacado los beneficios y las limitaciones de las aplicaciones de alerta de delitos para mejorar la prevención y la seguridad. También nos hemos preguntado qué tan efectiva es la vigilancia policial predictiva o cómo funciona la tecnología de sensores portátiles y su potencial para la seguridad en el trabajo de las policías locales. Síguenos en Twitter y Facebook para estar al tanto de los próximos artículos, eventos y novedades.

La tecnología de sensores portátiles y su potencial para la seguridad

En los últimos años se ha popularizado el uso de dispositivos de tecnología de sensores portátiles, los cuales permiten a las personas y organizaciones rastrear y monitorear las métricas de salud personal en tiempo real. Estos dispositivos aún no están lo suficientemente desarrollados para su uso en las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero son una tecnología que avanza rápidamente y ofrece el potencial de equipar a los efectivos y agencias policiales con datos para mejorar la seguridad, la salud y el bienestar de los y las agentes. La RAND Corporation ha publicado un informe sobre los usos potenciales de estos dispositivos portátiles en el ámbito de la seguridad, el cual es el resultado de un grupo de trabajo realizado junto al National Institute of Justice de los Estados Unidos y el Police Executive Research Forum. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones. 

Retos y oportunidades

El grupo de trabajo que dio origen a este informe se desarrolló en base a talleres en los que participaron profesionales del ámbito de la seguridad, investigadores y desarrolladores tecnológicos para discutir el estado actual de los dispositivos de tecnología de sensores portátiles, conocidos como WST por sus siglas en inglés (Wearable Sensor Technology). 

Los participantes de los talleres, además, debatieron alrededor de cómo podrían ser aplicadas por las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley este tipo de dispositivos, como las pulseras, las bandas de pecho y tejidos inteligentes, con los que pueden obtenerse biomarcadores relacionados con la salud de los policías, para informar en la toma de decisiones operativas. 

Además, en el proceso de la investigación se discutieron también los posibles problemas con la aceptación de las WST entre los agentes, las nuevas políticas que serán necesarias para la introducción de estas tecnologías en los entornos de aplicación de la ley, y qué datos se recopilan, cómo se recopilan estos datos y cómo se interpretan y utilizan. 

Para elaborar sus conclusiones, el grupo de trabajo partió de cuatro preguntas de investigación: ¿Cuál es el estado actual y en un futuro próximo de la tecnología de sensores portátiles?, ¿qué puntos de intersección existen entre estas tecnologías y los intereses de los cuerpos policiales, tanto para los agentes como para las agencias?, ¿cuáles son los retos específicos que estas tecnologías representan para la privacidad de los datos, sus titulares y la ciudadanía? y ¿cuáles son las cuestiones destacadas asociadas con las tecnologías de sensores ponibles y cómo se dirigen de manera específica?

Incipiente, pero prometedora

La primera conclusión a la que llegó el informe de RAND Corporation es que las tecnologías de sensores portátiles disponibles hoy en día en el mercado no están lo suficientemente desarrollados para fines de aplicación de la ley en general. Los dispositivos comerciales, aunque económicos y portátiles, carecen de la exactitud y precisión necesarias para informar y apoyar la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad. Los WST utilizados en entornos médicos, aunque tienen una excelente exactitud y precisión con datos de alta calidad, tienen un costo prohibitivo para una amplia distribución y no son portátiles.

Por estos motivos, el enfoque a corto plazo debe ser el de prepararse para un momento en que la tecnología sea más aplicable a las funciones que desempeñan las fuerzas y cuerpos de seguridad. La clave es obtener la aceptación de los agentes policiales ahora, no para la tecnología actual, sino para los dispositivos desarrollados en el futuro y para los posibles efectos posteriores en el campo a medida que se implementan las WST para apoyar la seguridad y el bienestar de los agentes, la retención de la fuerza laboral, la responsabilidad y otros asuntos.

Actualmente, el panorama que define la intersección entre estas tecnologías y la aplicación de la ley es el de la incertidumbre. La aplicabilidad de las WST al ejercicio de las labores policiales será proporcional a qué tan bien la tecnología puede informar de manera confiable las decisiones sobre las actividades diarias de los agentes. Los dispositivos deben integrarse a la perfección con la tecnología que ya es utilizada por las agencias policiales, las medidas deben ser válidas y confiables, la interpretación de los datos debe ser clara y las políticas deben estar vigentes para administrar y monitorear los datos

En este sentido, las fuerzas del orden deben ser un actor clave en el proceso de desarrollo de las WST. Es posible que las especificaciones necesarias para el uso de estos dispositivos en el ámbito de la seguridad no coincidan con el estándar de la industria comercial, por lo que las agencias policiales deben entablar un diálogo con los fabricantes de las WST para caminar hacia una tecnología más aplicable a este ámbito. 

Recomendaciones para un buen uso 

Finalmente, en el informe se señalan una serie de recomendaciones para favorecer el buen uso de esta tecnología de sensores portátiles por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por un lado, los agentes deben recibir formación sobre los múltiples usos y propósitos de WST y se deben realizar pruebas piloto y recopilar comentarios sobre las experiencias de los y las policías en su uso en las actividades diarias. Los resultados de estas pruebas deberán identificarse en las etapas tempranas del proceso de implementación, para poder corregir los posibles errores o incomodidades. 

Además, se deberán desarrollar e implementar políticas y procesos sobre cuándo y por qué se pueden compartir los datos, los cuales, además, se deberán cifrar en cada capa y con un cifrado de extremo a extremo para garantizar su protección. Esto estará ligado al desarrollo también de un enfoque secuenciado o por fases para llevar la tecnología validada al campo para evaluaciones escalonadas, así como al monitoreo del estado de la investigación, para administrar las expectativas del público y de las agencias de aplicación de la ley.

Finalmente, deberán establecerse también líneas de base individuales para tener en cuenta las diferencias entre individuos, definir un conjunto de mejores prácticas para los dispositivos portátiles de los consumidores y desarrollar orientación y educación sobre cómo interpretar datos y métricas para los usuarios de WST


Si quieres leer el informe completo, puedes acceder a él a través de la página web de RAND Corporation. Si quieres encontrar más información referente al uso de la tecnología en el ámbito de la seguridad y la prevención, puedes visitar el blog de FEPSU, donde además encontrarás distintos proyectos que promueven el uso de estas tecnologías entre las fuerzas y cuerpos de seguridad, en el ámbito local y regional.

Los drones en la seguridad: retos y necesidades

Los usos que se puede dar y que se están dando ya a los drones en materia de seguridad urbana son muy variados. Desde la protección del medio ambiente o el apoyo en el control de incendios, hasta la gestión de aforos en eventos multitudinarios o el monitoreo del cumplimiento de las medidas sanitarias en una pandemia. Pero al mismo tiempo que avanza el empleo de esta tecnología por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, también se acelera su utilización por parte de particulares y actores privados. Esto, en ciertas ocasiones, puede suponer peligros para la seguridad de las ciudades, lo que obliga a trabajar para obtener mecanismos de protección y normativas que sean más efectivas a la hora de garantizar el uso responsable y cívico de estos dispositivos. 

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que se celebró el 18 de noviembre. Estos webinars son una iniciativa del Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU). A continuación os compartimos algunas de las consideraciones y puntos de análisis que guiaron este primer debate:

Una herramienta versátil

Algunas policías locales de España, como la de Madrid, han adoptado ya a los drones como una herramienta versátil en la gestión de la seguridad. Cada vez son más los ámbitos en los que estos dispositivos pueden apoyar la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ejemplo, en el contexto actual, con las restricciones de movilidad y reunión por la pandemia del coronavirus, el uso de estas aeronaves se ha intensificado en el control del cumplimiento de las medidas sanitarias y de los aforos en los espacios públicos. 

El Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía Local de Madrid, Francisco Javier Espinosa Gómez, ha señalado que la intención es que se puedan desarrollar nuevos software para ampliar el alcance de estos dispositivos en un futuro cercano; por ejemplo permitiendo la lectura de matrículas de vehículos, la recogida de muestras de vertidos, el cálculo de la asistencia a eventos y manifestaciones, o el no exento de polémica software de reconocimiento facial. Sin embargo, algunos de estos nuevos usos requerirán de una ampliación de las normativas referentes a la aplicación de estas tecnologías en la seguridad urbana, para no interferir con los derechos a la privacidad y a la protección de datos.

Ampliar la regulación del uso

Actualmente la única normativa existente para el uso de los drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad es la legislación estatal, recogida en el Real Decreto 1036/2017, según ha explicado la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III, María José Castellanos Ruiz. El nuevo Reglamento Europeo 2019/947, que regula el uso de los drones en la Unión Europea, entrará en vigor en enero, pero no será de aplicación a servicios militares ni de seguridad pública, únicamente para el uso privado.

La principal aportación de esta nueva normativa europea es la categorización de los drones en tres estratos, dependiendo de su tamaño y de las exigencias que regulan su uso. De esta manera, se separa aquellos drones menores de 25 kg, que no necesitarán de ningún tipo de permiso para su utilización, de aquellos con un mayor peso, que requerirán certificaciones y autorizaciones por parte de las autoridades de seguridad aérea competentes, dependiendo del tipo de uso que se les de. 

Aún así, queda pendiente el desarrollo de normativas europeas específicas para la aplicación de estas aeronaves en la gestión de la seguridad urbana o en lo que respecta a la regulación de la captación, almacenamiento y disposición de las imágenes y datos que recopilan estos dispositivos.

Crear redes de protección

El nuevo reglamento europeo busca poner más control sobre el uso privado de los drones, para evitar los riesgos que puede suponer para la seguridad el uso de esta tecnología en las manos equivocadas. Sin embargo, estas normativas deben ir acompañadas por sistemas eficientes para detectar posibles amenazas y prevenir su uso para fines criminales. Hoy en día, existen diversos sistemas de detección de los drones, que utilizan tecnologías, como la radiofrecuencia, el radar o la detección combinada con cámaras térmicas. 

El Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de los Mossos d’Esquadra, Xavier Moya García, ha destacado, además, que en Catalunya se utilizan diversas medidas de inhibición de estos dispositivos, desde la interferencia de la comunicación entre la aeronave y el mando a distancia a través de radiofrecuencias (jamming), hasta una tecnología aún incipiente que permite tomar control del dispositivo y redirigirlo (hacking). 

Moya García ha subrayado que el alto coste de estos sistemas y su rápida obsolescencia hace que sea más eficiente constituir redes territoriales de protección, en las que se usen el mismo sistema, para conseguir una mejor protección ante posibles amenazas que la que se conseguiría si cada municipio instala su propio sistema. Esto exige un alto nivel de colaboración entre administraciones y entre las diversas fuerzas y cuerpos de seguridad, para conseguir generar recursos y políticas preventivas que consigan resultados óptimos. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta primera sesión del ciclo de webinars sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que ha contado con las intervenciones iniciales de Francisco Javier Espinosa Gómez, Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía local de Madrid; María José Castellanos Ruiz, Profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III; Xavier Moya García, Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de la Policía de la Generalitat de Catalunya-Mossos d’Esquadra. La conversación ha sido moderada por Francesc Guillén Lasierra, jurista, criminólogo y estudioso de las políticas públicas de seguridad. 

Encontrarás el relato completo de la jornada en el siguiente enlace.

En este enlace compartimos la presentación de Mª José Castellanos Ruíz

Además, te recordamos que el próximo 2 de diciembre a las 12.30 h tendrá lugar el segundo de estos encuentros virtuales participativos, en el que abordaremos las aplicaciones de la inteligencia artificial en el ámbito de la seguridad ciudadana. Consulta el programa completo en la página web de FEPSU.

Hacia una prevención inteligente

La digitalización está cada vez más presente en todos los aspectos de nuestra vida y la pandemia del coronavirus ha venido a acelerar este proceso. Esta revolución digital supone también nuevos desafíos para la seguridad urbana, lo que obliga también a cambiar y adaptar las respuestas preventivas a estos retos. Este fue el tema central de la 25ª edición del Congreso Alemán de Prevención (DPT), organizado por la ciudad de Kassel y que se realizó en línea los días 28 y 29 de septiembre. El Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus)y el foro alemán DEFUS participaron, como cada año, en esta conferencia, que es la más grande del mundo sobre prevención del delito. En FEPSU te compartimos algunas de las conclusiones a las que se llegaron en este encuentro. 

Nuevos desafíos, nuevas soluciones

Este año, el Congreso Alemán de Prevención se centró en el impacto de la revolución digital en la seguridad urbana y la prevención del delito. El panel inaugural invitó a los asistentes a reflexionar sobre los avances que se han dado en lo que se denomina Prevención Inteligente, que es la aplicación de estrategias digitales y nuevas tecnologías en el diseño de planes de prevención del crimen. El panel de discusión participaron Johannes Baldauf (Facebook), Markus Beckedahl (Netzpolitik, plataforma en línea para el derecho digital a la libertad), Matthias Heeder (cineasta en Rhizomfilm) y Gesa Stückmann (Jurista).

Los participantes de la mesa redonda discutieron también sobre las formas en que las tecnologías digitales presentan oportunidades, pero también riesgos de seguridad. Para responder a estos riesgos hacen falta, evidentemente, formas nuevas e “inteligentes” de iniciativas de prevención. Aún así, la comprensión de los actores que trabajan para favorecer la seguridad de las ciudades aún está evolucionando en el objetivo de llegar hacia esta una prevención inteligente. 

Vigilancia predictiva: riesgos y ventajas

Efus participó también en en seminario web centrado en la vigilancia policial predictiva y los derechos humanos, dirigido por la matemática Dra. Ingrid Bausch-Gall, de Amnistía Internacional. El debate en este evento partió de la diferenciación entre los dos tipos de modelos de vigilancia policial predictiva que existen en la actualidad. 

Un primer modelo se basa en datos geoespaciales y tiene como objetivo predecir ubicaciones probables de delitos, sobre todo robos domiciliarios. El segundo, utiliza datos vinculados a atributos personales y tiene como objetivo identificar a las personas en riesgo de ser víctimas o autores de actividades delictivas. Si bien ambos enfoques conllevan el riesgo de una estigmatización injustificada de ciertos grupos de población, este último se considera más preocupante y supone ser más precavidos con su aplicación. 

Como cualquier tecnología que se desarrolle para apoyar la toma decisiones, la vigilancia policial predictiva es tan buena como los datos de los que se alimenta durante su proceso de aprendizaje y en ningún caso debe sustituir la puesta en práctica de políticas de seguridad basadas en datos empíricos y buenas prácticas. En su webinar, la Dra. Ingrid Bausch Gall destacó que, antes de aplicarlos en un modelo de vigilancia policial, es necesario abordar una serie de preguntas sobre estos datos: ¿De dónde vienen? ¿Con qué propósito fueron recolectados? ¿A quién pertenecen? Las respuestas a estas preguntas determinarán si el modelo que se aplica favorecerá a un mejor desarrollo de la seguridad en la comunidad o si, en cambio, supondrá una estigmatización de los colectivos más desfavorecidos. 

La tecnología no sustituye los recursos humanos

Otro problema surge a partir del uso de los datos: ¿Qué hacer con la información proporcionada por el algoritmo de vigilancia predictiva? La mayoría de las veces, los cuerpos y fuerzas de seguridad envían más patrullas a los vecindarios identificados como en riesgo, basándose en análisis simplistas de los datos. Lo primero que hay que tener claro es que la tecnología no puede reemplazar a los recursos humanos y plantearse la pregunta sobre si este tipo de vigilancia policial predictiva podría tener consecuencias no deseadas en otras áreas o si estira innecesariamente los recursos de las fuerzas del orden. 

Dentro del debate que se llevó a cabo en congreso DPT, los panelistas también consideraron la cuestión de si una mayor presencia policial es una respuesta adecuada. En su forma actual, la vigilancia policial predictiva se ocupa sobre todo de la interceptación de la actividad delictiva, pero menos de la prevención social, aunque puede servir para prevenir la delincuencia a largo plazo y debería encaminarse hacia este modelo de prevención comunitaria.

En su intervención, la Dra. Ingrid Bausch Gall enumeró una serie de recomendaciones para mitigar los riesgos que la actuación policial predictiva representa para los derechos fundamentales, como el derecho a la privacidad, la protección de datos y la no discriminación. 

Con respecto al desarrollo de algoritmos policiales predictivos, para salvaguardarse de los peligros que pudiera implicar su puesta en marcha se debe garantizar la verificabilidad de estos algoritmos a través de evaluadores independientes, así como equipos de desarrollo diversos y transdisciplinarios que incluyan a miembros de la sociedad civil.

El despliegue de la tecnología, además, debe ser fácil de usar y no solo accesible a los expertos. En este sentido, los cuerpos y fuerzas de seguridad deben describir claramente los propósitos del uso de estas tecnologías y considerar los resultados desde una perspectiva crítica e imparcial.

Hacia una mejor vigilancia predictiva

Para avanzar hacia una mejor integración de las nuevas tecnologías y el uso de los datos en la prevención del crimen, desde Efus se propone explorar los beneficios y desafíos del uso de la vigilancia policial predictiva, ya que varios cuerpos y fuerzas de seguridad en Europa están trabajando o comenzando a desarrollar este tipo de modelos. 

Efus se centra en esta área de enfoque a través de proyectos como Cutting Crime Impact (CCI). Durante los últimos dos años los socios de CCI han estado examinando varios modelos de vigilancia policial predictiva actualmente en uso en Europa y elaborando guías de aplicación y uso de las diversas tecnologías disponibles para una mejor prevención del crimen y la delincuencia. 

En FEPSU estaremos abordando estos y otros temas relacionados con el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana en un ciclo de conferencias web que tendrán lugar los días miércoles 18 de noviembre y 2 de diciembre de 2020, de 12h30 a 14h. En nuestro blog también encontrarás una serie de artículos sobre cómo la tecnología está transformando el ejercicio de la policía y las maneras de trabajar en la prevención.

¿Por qué apostar por la prevención comunitaria?

Las movilizaciones antirracistas que han sacudido Estados Unidos en los últimos meses han abierto un debate importante en el país sobre la prevención de la violencia: ¿Están dispuestas las ciudades a reducir el gasto policial para invertir más en programas comunitarios? El director ejecutivo de Cities United, Anthony Smith, y la directora ejecutiva del Prevention Institute, Rachel Davis, explican, en un artículo publicado en The Trace, cómo la pandemia del coronavirus está suponiendo recortes presupuestarios para proyectos que han demostrado ser efectivos en la prevención de la violencia armada. En FEPSU traducimos y compartimos algunos de los puntos más importantes de su propuesta.

Muchas ciudades en Estados Unidos experimentaron un pico de violencia con armas de fuego desde el inicio de la pandemia. La crisis provocada por la Covid-19 ha dejado a millones de personas desempleadas y luchando por mantener sus viviendas y poner comida en la mesa, creando un nivel de estrés sin precedentes. Esta situación tensó aún más la relación entre la ciudadanía y la policía, especialmente en el caso de la comunidad afroamericana tras las muertes de Breonna Taylor, Tony McDade y George Floyd. 

Una de las demandas del movimiento Black Lives Matter, que salió a las calles tras los recientes casos de violencia policial hacia personas negras, ha sido la del desvío de fondos de las fuerzas del orden hacia recursos comunitarios que apoyen a crear comunidades seguras y equitativas en primer lugar. Sin embargo, está pasando lo contrario: muchos gobiernos locales han anunciado recortes presupuestarios en programas con un historial comprobado de reducción de la violencia diaria, que amenaza sobre todo la seguridad y el bienestar de las comunidades afroamericanas. ¿Por qué es vital que las ciudades mantengan proyectos de prevención con un enfoque de salud pública?

Éxito contrastado de los programas de prevención

Tanto Smith como Davis señalan en su artículo que en Estados Unidos ha habido muchos casos de éxito de los proyectos comunitarios para prevenir la violencia. En enero, Milwaukee informó que ha tenido descensos constantes en las tasas de homicidio desde 2015, y en 2019 tuvo menos de 100 homicidios por segundo año consecutivo. Filadelfia registró una reducción del 55% en los asesinatos involucrados en grupos o miembros de pandillas entre 2011 y 2015. En 2019, West Palm Beach, Florida, registró una disminución de los homicidios del 29%.

Y aunque muchas de estas ciudades han vuelto a experimentar incrementos en la violencia tras la llegada de la pandemia del coronavirus, ahora es más necesario que nunca redoblar los esfuerzos en estos programas que han demostrado ser efectivos a largo plazo en la reducción de la inseguridad. Smith y Davis apuntan que el éxito de estos proyectos depende de dos factores clave: el desarrollo de planes integrales en cooperación con residentes, organizaciones sin fines de lucro y diversos agentes de la ciudad; y el empleo de un enfoque de salud pública para prevenir la violencia armada.

¿Qué es un enfoque de salud pública?

Una particularidad de los programas comunitarios de prevención que han tenido éxito en Estados Unidos es que han estado basados en un enfoque de salud pública. ¿Qué significa esto? Para empezar, se trata de planes integrales que reconocen el racismo y otras formas de discriminación como causas estructurales de muchos de los problemas de convivencia que tenemos en la actualidad en nuestras ciudades. Además, este tipo de enfoque se basa principalmente en los datos para observar el perfil específico de la violencia en una comunidad y permitir así que los actores que trabajan para la prevención se centren en las acciones que tendrán un mayor beneficio a un menor coste. 

Los planes de prevención con un enfoque de salud pública se forman a partir de las condiciones específicas de cada comunidad y están diseñados para ser colaborativos, ya que el proceso de desarrollo del proyecto reúne a los miembros de la comunidad con personas que representan a los sectores médicos, educativos, a las fuerzas del orden público, los servicios sociales y otros actores locales importantes que están representados en un plano de igualdad. Por último, es un enfoque que promueve que sean los propios afectados por la violencia quienes propongan soluciones y proporciona también un espacio para que los residentes de la comunidad puedan procesar su trauma. 

La prevención cuesta menos

Los programas de prevención comunitaria, además de tener un éxito contrastado en la reducción de la violencia a largo plazo, suponen también un menor gasto en recursos para las ciudades que los implementan. Sobre todo si se compara con el coste que supone responder a la violencia cuando esta ya se ha desarrollado en el espacio público: transporte de efectivos, atención de trauma y otros costos médicos, investigaciones policiales y costos de fiscales y defensores públicos, entre otros.  

Por este motivo, la coalición Liberate MKE, liderada por la African-American Roundtable en Milwaukee, defendió antes de la pandemia que debían incrementarse los fondos de los programas de prevención. Esta organización consiguió que se dirigieran con éxito 900 millones de dólares del presupuesto del Departamento de Policía para el empleo juvenil, viviendas asequibles de calidad y diversos esfuerzos de prevención de la violencia. Según Smith y Davis debería apostarse por medidas como esta no solo en el resto de ciudades de Estados Unidos, sino en el mundo entero, si lo que se quiere es que las ciudades brinden seguridad a las comunidades más desfavorecidas.

Anthony Smith es el director de Cities United, una red nacional de 130 alcaldes, comprometida con la creación de comunidades seguras, saludables y esperanzadoras. Rachel Davis es directora ejecutiva del Prevention Institute, una organización sin fines de lucro que trabaja en programas de prevención. Si quieres leer más artículos en los que se proponen estrategias de seguridad urbana, no te olvides de visitar el blog de FEPSU.


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