Formación interna: Actuación policial ante las víctimas y agresores de violencia de género

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La violencia de género es una de las principales lacras en la sociedad actual. Este tipo de violencia, ejercida del hombre a la mujer en el ámbito de la pareja y/o expareja (y sus múltiples formas análogas), tiene su origen en las estructuras machistas de la sociedad, lo que la convierte, por desgracia, en una violencia extendida. Concretamente, la Organización Mundial de la Salud define esta tipología de violencia como «un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres», y es la formación sobre violencia de género una de las claves para combatirla.

La violencia de género: una cuestión policial

Según datos del Ministerio de Igualdad, en el año 2022 hubo 87.508 denuncias por violencia de género y, por otro lado, 20.725 mujeres se encuentran bajo seguimiento del sistema VioGen hasta diciembre de 2022 acorde con datos del Ministerio del Interior. En el ámbito autonómico, concretamente en Catalunya, 11.952 mujeres víctimas de violencia de género fueron atendidas por cuerpos policiales hasta el tercer trimestre de 2022.

En este contexto, la atención policial a las partes implicadas resulta clave para poder prestar la ayuda necesaria a la víctima y hacer una buena entrevista para conocer los hechos relativos al caso tratado. Por ello, es necesario que los cuerpos policiales dispongan de una base solida sobre el fenómeno de la violencia de género en su conjunto mediante formación sobre violencia de género.

Formación a policías locales

En el FEPSU atendemos a las necesidades formativas de nuestros socios, y por ello, organizamos los pasados días 13, 15, 20 y 22 de marzo una formación sobre la atención policial a la víctima y agresor de violencia de género. En ella, se exploraron las causas de este fenómeno, así como las técnicas adecuadas para llevar a cabo entrevistas con víctimas intimidadas para mejorar la respuesta policial ante este tipo de casos.

El objetivo de esta formación fue que los miembros de las policías locales que asistieron pudieran incorporar a su experiencia en la atención de casos de violencia de género un enfoque más técnico des de la psicología jurídica y forense.

Programa

A continuación, se detalla el programa de la formación:

CURSO 1: Atención a víctimas

  1. Las víctimas de violencia de género como testigos vulnerables e intimidados.
  2. Planificación y preparación de la entrevista.
    a. Importancia de la planificación de la entrevista.
    b. Información sobre los testigos.
    c. Información sobre la agresión alegada.
  3. Proceso general de la entrevista.
  4. Roles y funciones de las personas presentes en la entrevista
  5. Fase previa a la entrevista.
  6. Conducción de la entrevista.
    a. Introducción
    b. Establecimiento rapport.
    c. Narración libre.
    d. Cuestionamiento.
    e. Tipos de preguntas.
    f. Cierre.

CURSO 2: Intervención con agresores

  1. La dinámica violenta de la violencia de género.
    a. Contexto relacional. La fase de idilio y la instalación de los patrones necesarios para la violencia.
    b. El ciclo y la escalada de la violencia.
  2. Mitos y realidades sobre los agresores de violencia de género.
    a. ¿Existe un perfil de agresor?
    b. Psicopatología y problemática toxicológica.
  3. El funcionamiento psicológico del agresor.
    a. Factores cognitivos, emocionales y conductuales.
    b. La motivación.
  4. Estrategias de actuación policial con agresores.

Nuevo abordaje de las violencias machistas

Un 77% de las mujeres y un 63% de las personas transgénero o no binarias se sienten inseguras cuando salen solas de noche. De hecho, la mayoría de las agresiones sexuales y violaciones se producen durante la noche o la madrugada, especialmente en los espacios de ocio nocturno. Es por este motivo que la Generalitat de Catalunya ha apostado por la creación de un nuevo Plan de Prevención de las Violencias Sexuales en los Entornos de Ocio, el cual será desplegado por los Mossos d’Esquadra y que se ha elaborado gracias al trabajo colaborativo del Departamento de Interior y el Departamento de Igualdad y Feminismos. En el FEPSU te explicamos las principales medidas que contempla este plan, cuyo objetivo es avanzar hacia un nuevo abordaje de las violencias machistas

Priorizar la prevención en el ocio nocturno

El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha explicado que la principal motivación que les ha llevado a impulsar junto al Departamento de Igualdad y Feminismo este nuevo modelo de abordaje de las violencias machistas es la de mejorar las medidas de prevención en los entornos de ocio nocturno. En este sentido, desde los Mossos d’Esquadra se priorizará y reforzará el patrullaje para evitar que se produzcan situaciones de victimización y, al mismo tiempo, se buscará mejorar la percepción de seguridad de la ciudadanía. Además, se potenciarán también las oficinas móviles de atención ciudadana, para aproximarse a los espacios de intervención. 

Concretamente en el ámbito del ocio nocturno, los Mossos d’Esquadra desplegarán un conjunto de actuaciones encaminadas a impulsar la prevención para evitar la acción delincuencial y se reforzará el trabajo transversal e indispensable de los diferentes actores que pueden contribuir a frenar cualquier tipo de violencia sexual y a proteger a las personas que puedan llegar a ser vulnerables.

Una de estas actuaciones es la puesta en marcha de la campaña ‘Sin consentimiento es violencia’, que busca concienciar y promover la prevención de las violencias sexuales que se dan en los entornos de ocio nocturno. La campaña realiza un paralelismo entre el derecho de admisión y el consentimiento sexual, remarcando que cada persona establece su propio derecho de admisión siempre bajo una condición innegociable: la prestación del consentimiento sexual se debe hacer desde la libertad.

Otra de las acciones que se pondrán en marcha será el establecimiento de itinerarios seguros desde las zonas de ocio hacia el transporte público, con el doble objetivo de proteger a las personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad e identificar personas potencialmente autoras de acciones ilícitas contra la libertad sexual. Así, se crearán más rutas seguras como las que ya se han puesto en marcha en distintos municipios, a través del estudio de los espacios y calles del entramado de ocio nocturno, con el objetivo de incorporar modificaciones y cambios urbanísticos que aumenten la seguridad de las personas y en especial de las mujeres.

Mejorar la atención y evitar la victimización

El consejero de Interior ha destacado que se mejorará también el atestado policial en los casos de violencias sexuales, con el objetivo de mejorar la operatividad policial y para homogeneizar la instrucción y la investigación policial en todo el territorio; así como la atención de las víctimas. “Una correcta atención de la víctima garantiza la reducción de la victimización, facilita la restitución de la víctima y mejora la eficacia policial”, ha asegurado Elena.

En esta misma línea, los Mossos d’Esquadra también extenderán a todo el resto del territorio el modelo de la Unidad Central de Agresiones Sexuales, para de esta manera crear personas de referencia y especializadas en la materia alrededor de Catalunya, así como para mejorar en el ámbito de la investigación policial. En lo que respecta a la prevención comunitaria, Elena ha informado que se potenciarán las relaciones con otros operadores para extender esta estrategia a otros sectores que son esenciales como radares para identificar posibles situaciones de violencia de género o como generadores de espacios seguros. Además, se reforzará la coordinación entre los cuerpos policiales y los servicios del Departamento de Igualdad y Feminismo para la atención y la recuperación en casos de violencias sexuales. Finalmente, se constituirá un gabinete de coordinación para hacer el seguimiento y la evaluación del plan de prevención.

 Actuación desde los municipios

Más allá del abordaje de carácter policial, la consejera de Igualdad y Feminismo, Tània Verge Mestre, ha señalado que entre las actuaciones que se activarán este verano como parte del establecimiento de este nuevo modelo de abordaje de las violencias machistas se encuentra el refuerzo del servicio de intervención en crisis delante de las violencias sexuales, el cual ofrece atención psicológica a las mujeres que hayan sufrido una agresión sexual reciente y que, después de la primera atención sanitaria, requieren de este acompañamiento, que se desplaza hasta donde sea necesario. 

En este sentido, también se reforzarán los puntos lila que los municipios ofrecen en los espacios de ocio y se ofrecerán diversas formaciones a los ayuntamientos y consejos comarcales para permitirles revisar el funcionamiento de sus puntos lilas y así garantizar una atención adecuada y coordinada, para crear nuevos, si hace falta. Verge ha subrayado además que se actualizarán todos los protocolos municipales en los espacios de ocio, a través de la aprobación de un protocolo marco de abordaje de las violencias machistas, que se presentará a mediados de julio y estandarizará la actuación para todos los poderes públicos. 

En el FEPSU siempre hemos estado comprometidos con la prevención de las violencias machistas, como un aspecto indispensable para avanzar hacia una mayor igualdad de género en las ciudades. Por ejemplo, nos hemos hecho eco del inmenso reto que supone el abordaje de las violencias de género en la adolescencia para poder garantizar relaciones igualitarias entre hombres y mujeres desde edades tempranas. Así, también hemos destacado las iniciativas de distintos municipios a la hora de innovar en la atención de las violencias machistas, como es el caso del proyecto Artemis en Dénia.

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Adolescencia y violencia de género, un reto mayúsculo

¿Cuáles son las condiciones de riesgo que hacen que las adolescentes estén más expuestas a la violencia de género? ¿Cómo experimentan los y las menores de edad las situaciones de acoso y victimización sexual? ¿Y, sobre todo, cómo podemos hacer para prevenirlas eficazmente? Estas son algunas de las preguntas que se han intentado responder en el estudio ‘Menores y violencia de género’, promovido por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y realizado desde la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid. En FEPSU te resumimos algunas de sus principales conclusiones. 

El uso de las redes, un factor de riesgo

Para realizar el estudio se realizaron entrevistas a una muestra representativa de 10.465 adolescentes, de 14 a 18 años, escolarizados en centros educativos no universitarios. Además, también se encuestaron 3.045 profesores y profesoras, así como 268 equipos directivos de 291 centros educativos de diversas partes de España. Uno de los primeros aspectos que se analizaron fueron las situaciones familiares y personales de cada adolescente, que podían reflejar factores de riesgo para sufrir o llevar a cabo acciones constitutivas de violencia de género

En este aspecto, uno de los factores de riesgo que se tomaron en cuenta fue el uso de internet y más concretamente de las redes sociales que realizan los adolescentes. Por ejemplo, se recogió que sólo el 0,8% de las chicas y el 2,1% de los chicos dicen no usar nada las redes sociales mientras que el 71,9% y el 52,8% respectivamente afirman usarlas dos o más horas al día. Esto es especialmente relevante, ya que tres de cada cuatro de los menores de edad encuestados aseguró haber brindado información personal (como nombres y apellidos) a desconocidos a través de internet, así como tres de cada cinco adolescentes ha aceptado a personas desconocidas como amigos en alguna red social. 

Este uso despreocupado de las redes, donde en buena parte de los casos los adolescentes no son ni tan solo conscientes de los peligros que supone, se convierte en un factor de especial riesgo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el 31,5% de las adolescentes han quedado con personas que han conocido a través de internet, el 29,5% han colgado fotos que sus padres no autorizarían y el 23% ha hablado de sexo con gente que han conocido a través de alguna red social. En este sentido, las conductas que chicas y chicos adolescentes llevan a cabo a través de internet o del móvil ponen de manifiesto la necesidad de incrementar las medidas de prevención, para evitar situaciones de ciberacoso, sexting o grooming.

Victimización fuera de la pareja

Las situaciones de acoso sexual en línea y fuera de la relación de pareja son vividas por un porcentaje elevado de chicas adolescentes. Más del 40% señala que han vivido situaciones relacionadas con mostrar o pedir fotografías sexuales y el 22,7% ha recibido peticiones de cibersexo en línea. Sin embargo, solo el 16,6% de los chicos adolescentes admite haber pedido fotografías sexuales en línea. Como sucede con otras formas de violencia de género, el porcentaje de chicos que reconoce haber realizado conductas relacionadas con el acoso sexual online hacia una chica fuera de la relación de pareja es claramente inferior al del número de chicas que reconoce haberlas recibido. 

El estudio refleja también que las situaciones de acoso sexual fuera de la pareja pueden llegar a escalar a experiencias de victimización sexual. Por ejemplo, el 13,6% de las chicas reconoce haberse sentido presionadas sexualmente y el 6,2% afirma que la situación se produjo finalmente. En lo que respecta a la persona que ejercía la violencia de género, la mayoría de las adolescentes han señalado que se trataba del chico con el que salen, salían, querían salir o que quería salir con ellas (el 54,3% de los casos). Sin embargo, una de cada cinco chicas aseguró que quien ejercía la violencia era un hombre bastante mayor que ellas y en el 68% ellas tenían entre 13 y 15 años cuando fueron victimizadas. 

Estos resultados reflejan la necesidad de llevar a cabo esfuerzos de prevención en edades mucho más tempranas, incluso a partir de los seis años de edad, ya que en el estudio se constataron casos de niñas de esas edades que habían sido victimizadas. Debe enseñarse a las chicas a detectar desde muy jóvenes lo que es una situación de abuso, a quién y cómo pueden pedir ayuda. Estos programas deben, por otra parte, incrementar la sensibilidad y disponibilidad de las personas encargadas de la protección de los/as menores para proporcionar dicha ayuda. 

Hacia una prevención transversal

Los resultados del estudio ponen de manifiesto la necesidad de incrementar los esfuerzos para prevenir la violencia de género a múltiples niveles, incluyendo educación afectivosexual para la igualdad y prestando una especial atención a la utilización de las tecnologías de la información para ejercerla. En este sentido, es especialmente clave el trabajo escolar contra la violencia de género, ya que este reduce el riesgo de sufrir como víctimas dicho problema en el conjunto de chicas adolescentes, apoyando así su valor como prevención primaria, universal.

A pesar de que más de la mitad del alumnado (52,9%) afirma haber trabajado en la escuela la educación sexual, la mayor parte de ellos asegura que los temas tratados estaban relacionados sobre todo con la prevención del contagio de enfermedades (94,8%) y los embarazos no deseados (89,9%). En cambio, el 74,6% de los casos se trató el tema de cómo evitar situaciones de riesgo de abuso sexual y solo en cerca del 70% de los casos se abordó la forma en que el machismo puede influir la sexualidad, lo que se debe hacer para que se respete su derecho a la libertad sexual y la visibilidad de otros tipos de diversidad afectivo-sexual

Desde el punto de vista del profesorado los principales obstáculos para la eficacia de la educación en la igualdad y la erradicación de la violencia de género desde la escuela son: la falta de tiempo para dar todo el temario y tratar estos temas no incluidos en el programa de su asignatura (64,4%); la falta de implicación de las familias en este tema (60,9%); el sexismo existente en la educación familiar (57%) y la tendencia a tratarlos de forma puntual sin incorporarlos de forma sistemática al currículum (49,6%). 

Además, prácticamente la mitad de los docentes entrevistados aseguraron que no contaban con formación adecuada para tratar temas que hasta ahora han sido tabú. En este aspecto, cabe resaltar que son muy minoritarios los porcentajes de quienes reconocen tener formación sobre coeducación, igualdad y prevención del sexismo (18%) o prevención de la violencia de género (12.3%), lo cual refleja la necesidad de incrementar dicha formación para dar cumplimiento a lo propuesto por el Pacto de Estado contra la violencia de género

En FEPSU estamos comprometidos en la lucha contra todo tipo de violencia de género y por ello hemos visibilizado estrategias innovadoras para prevenir esta problemática que afecta de forma estructural a las mujeres, como es el caso del proyecto Artemis, desarrollado por el Ayuntamiento de Dénia. Además, también nos hemos hecho eco de las recomendaciones de la ONU para la prevención de la violencia de género en las ciudades, las cuales hemos recogido en este artículo

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