La Asociación contra la radicalización violenta en las ciudades (PRACTICIES, por sus siglas en inglés) es una red europea de municipios que busca luchar contra un fenómeno particularmente delicado: todas las formas de extremismo y radicalización.
La red se creó sobre la base de que este esfuerzo requiere de la participación de todos los ciudadanos y profesionales en Europa, incluidos los involucrados en el campo del conocimiento. En ella participan más de veinticinco socios de EFUS de varios países europeos (Italia, Austria, España, Bélgica, Grecia, Portugal), así como de Túnez. Además, todos los participantes de esta red son expertos en humanidades, ciencias políticas, y ciencias y tecnología de la información. El Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, miembro de FEPSU, es el municipio español que forma parte activamente de esta red.
La meta de PRACTICIES es comprender mejor los factores de riesgo y los mecanismos de radicalización violenta, y caracterizarlos desde sus orígenes hasta el acto, para diseñar herramientas de prevención concretas contra el discurso de odio y los procesos de reclutamiento. La red trabaja, particularmente, para comprender mejor los procesos de comunicación que promueven o limitan la difusión del discurso de odio entre los jóvenes, ya sea en espacios públicos, comunitarios, familiares o virtuales (redes sociales, etc.).
La red trabaja en estrecha colaboración con representantes de la sociedad civil involucrados en la prevención, como asociaciones de madres de niños que murieron en Siria (en particular en Bélgica), ciudades o redes de ciudades (Niza, Toulouse), pero también policías o estructuras antiterroristas (España, Túnez y Grecia). El objetivo de esto es identificar buenas prácticas de intervención o prevención que aborden la radicalización violenta a nivel europeo, nacional y local. Y en última instancia, desarrollar acciones efectivas y herramientas innovadoras para combatir la radicalización.
Objetivos
El proyecto PRACTICIES tiene como objetivo comprender la radicalización para anticipar mejor su desarrollo e intervenir lo antes posible en este proceso negativo. Nuestra investigación y evaluación de la práctica de los profesionales permitirá reducir el riesgo de radicalización violenta y mejorar la seguridad urbana en las ciudades asociadas. En este sentido, la red quiere contribuir a abordar uno de los mayores desafíos que enfrentan las ciudades europeas, que es empoderar e involucrar a los residentes, particularmente a los más vulnerables, y así convertirse en ciudades más inclusivas y diversas.
Más específicamente, el proyecto apunta a lograr los siguientes objetivos:
- Documentar el riesgo y los factores de protección
- Comprender los procesos de comunicación que promueven o limitan la difusión del discurso radical
- Identificar buenas prácticas de intervención y prevención en torno a la radicalización que conduce a la violencia
- Evaluar programas en torno a la radicalización que conduce a la violencia
- Evaluar y desarrollar programas para fortalecer la cohesión social
- Crear espacios de discusión e intercambio entre actores académicos y sociales para entender el fenómeno de la radicalización que conduce a la violencia
- Fortalecer los intercambios teóricos, metodológicos y prácticos entre investigadores, redes de partes interesadas y ciudades
- Participar en la toma de decisiones políticas para mejorar la seguridad de las ciudades
Actividades
La prevención y la lucha contra la radicalización tienen una dimensión urbana evidente. El proyecto moviliza redes de ciudades europeas y expertos de los campos de las humanidades y las ciencias políticas y de la información con el objetivo de comprender mejor las «raíces humanas de la radicalización», caracterizando estos procesos y sus orígenes y construyendo herramientas y prácticas de prevención concretas.
Evalúa los factores de riesgo y protección, así como los discursos y los modos de propagación de ideas / acciones radicales entre los jóvenes en las ciudades europeas. Además, inspecciona también las prácticas, programas y políticas actuales contra la radicalización, para disminuir las tensiones comunitarias y aumentar la cohesión social, así como identificar buenas prácticas de intervención y evaluar la posibilidad de usarlas en ciudades de toda Europa.
Estas actividades se han realizado durante un período de 3 años (de mayo de 2017 a abril de 2020) en el marco de 9 sesiones de trabajo realizadas en las distintas ciudades miembro.
Accede a la publicación del proyecto.