Xàbia, una ciudad que mira a Europa

Los riesgos para la seguridad no es solo cosa de las grandes ciudades. Factores que pueden conducir a la inseguridad y a la conflictividad también estan igualmente presentes en ciudades medianas y pequeñas, hecho que para reviste de relevancia para el FEPSU . Es el caso, pues, de la ciudad de Xàbia, un municipio de 28.731 habitantes cuya gestión de la seguridad se caracteriza precisamente por tener un ánimo colaborativo y de innovación, a través, por ejemplo, del proyecto PACTESUR y PACTESUR 2 o de la app XabiAlerta.

Una ciudad turística

Xàbia se encuentra en la comarca alicantina de la Marina Alta, una zona frecuentemente visitada por turistas nacionales y extranjeros en la época estival, pudiendo llegar a cerca de 200.000 habitantes durante este período. Dicho esto, puede parecer evidente que la alta afluencia de turistas y personas que disponen de segundas residencias puede provocar conflictividad – por ejemplo, respecto al uso de los espacios públicos o en zonas de ocio – incluso problemas de seguridad pública, dado que espacios altamente concurridos concentran más riesgos para la ciudadanía. Por ello es importante poder contar con las experiencias y conocimientos de otras ciudades turísticas o que tienen un gran número de habitantes, y que por ende puedan presentar riesgos similares para la seguridad de la población y la convivencia en el espacio público.

El proyecto PACTESUR

Xàbia es desde el año 2019 partner del consorcio de ciudades del proyecto PACTESUR (Protect Allied Cities against TErrorism in Securing Urban aReas) gracias a su pertenencia al Efus. El objetivo principal del proyecto es la protección de los espacios públicos mediante la promoción de buenas practicas basadas en la formación y el intercambio de conocimiento, así como promover la participación ciudadana y publico-privada en asuntos tan sensibles como la seguridad de nuestras ciudades.

Este mes de noviembre ha tenido comienzo el proyecto PACTESUR 2 con un objetivo claramente continuista en proteger los espacios públicos en ciudades europeas. La segunda parte de este proyecto europea tiene un terminio de dos años, en los que el aprendizaje compartido será el protagonista principal.

Descubre más sobre PACTESUR en el siguiente video:

La participación de Xàbia en este proyecto europeo pemitirá a esta ciudad de la Costa Blanca recibir formación de primer nivel al lado de policías municipales como la de Madrid, también dentro del consorcio de PACTESUR. Todas las ciudades, grandes o pequeñas, tienen algo que aportar o aprender, y colaborar es esencial para promover ciudades seguras.

Xàbia conectada con la ciudadanía

La tecnología es una gran aliada de la ciudad de Xàbia en la lucha contra la inseguridad y las situaciones de conflictividad. Así, la Policía Local de Xàbia pone a disposición de la ciudadanía la app XabiAlterta, que permite enviar altertas a la policía local, las cuales son localizables en un mapa y los agentes de la polcía local pueden acudir para dar respuesta a la demanda.

José Antonio Monfort, intendente jefe de la Policía Local de Xàbia afirma que «es una app a la que cualquier ciudadano se puede adherir y nosotros validamos las personas que se conectan y las falsas alarmas», por lo que es un sistema altamente fiable y capaz de responder a las demandas de la ciudadanía.

La innovación y la colaboración con otros organismos locales y regionales es clave para el desarrollo de políticas de seguridad y convivencia efectiva, y en Xàbia lo tienen claro. Puedes consultar más artículos como este en nuestra web.

Los efectos extremos del cambio climático: la gestión del riesgo

El cambio climático es un fenómeno global que está afectando a todas las regiones del mundo. Entre sus consecuencias más visibles se encuentran los desastres naturales, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la desertificación o la disminución de los recursos hídricos, entre otras.

Los fenómenos climáticos extremos tienen un impacto significativo en la seguridad pública provocando situaciones de emergencia. Esta realidad supone un gran desafío en la gestión de los recursos públicos y privados y obliga a todas las administraciones y organizaciones supranacionales a elaborar programas de actuación con los que hacer frente al incremento de los riesgos que amenazan a nuestras sociedades.

Tal vez no podamos evitar determinados episodios asociados a la crisis climática, pero podemos trabajar para minimizar su impacto gestionando de antemano el riesgo. En este artículo explicamos de qué manera se trabaja en el abordaje del riesgo sistémico.

Los efectos de la crisis climática y sus números

El último informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) muestra que los eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas intensas han aumentado en frecuencia e intensidad en muchos lugares del mundo en las últimas décadas. La organización, creada en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), tiene como objetivo proporcionar a los gobiernos de todos los niveles información científica que puedan utilizar para desarrollar políticas climáticas. Entre sus órganos, cuenta con el Grupo de Trabajo sobre Soporte de Datos para las Evaluaciones de Cambio Climático (TG-Data) encargado de brindar información sobre la conservación, trazabilidad, estabilidad, disponibilidad y transparencia de datos en escenarios relacionados con los informes del IPCC. 

Así pues, entre algunas de las certezas científicas manifestadas está la de que la temperatura media global de la superficie terrestre ha sufrido un aumento superior a 1.5ºC por encima de los niveles preindustriales, periodo de tiempo tomado como referencia en los estudios sobre cambio climático y que situamos a mediados del siglo XIX. Desde entonces, debido a la quema de combustibles fósiles, principalmente, la concentración de CO2 en la atmosfera ha aumentado alrededor del 50%. Esta realidad ha provocado que los últimos años, desde 2015, hayan sido los más cálidos de todos los registros disponibles hasta el momento. El aumento de la temperatura provoca el derretimiento de los glaciares y el hielo polar y la expansión térmica de los océanos que, a su vez, ha hecho que el nivel del mar incremente en 3.3.mm por año en los últimos 25, según datos de la Agencia Espacial Europea (ESA).

En paralelo, cada vez son más y más intensos los episodios de sequía. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), alrededor del 41% de la población mundial vive en zonas donde la escasez de agua es un problema recurrente que impacta significativamente en la producción agrícola y en la seguridad alimentaria de muchas regiones del mundo. El Objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 6 trata de “garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos” pero lo cierto es que la situación actual, y la prevista para los próximos años, provoca desplazamientos y conflictos entre poblaciones derivados de la ausencia de recursos hídricos.

La alteración de los patrones de lluvia y los episodios severos de sequía provocan que los incendios forestales sean cada vez más intensos e incontrolables por el estado de una vegetación altamente estresada. En España, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico, el año 2022 fue dramático en lo que a número de hectáreas quemadas se refiere. Los 7 primeros meses del año las comunidades autónomas habían reportado un total de 162.447 hectáreas calcinadas situando a España como el primer país de la Unión Europea en el siniestro ranquin de la desforestación.

GAR 2022. Reducir el riesgo.

El Global Assessment Report on Risk Reduction (GAR) es el informe que cada dos años publica la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR). Este instrumento tiene como objetivo analizar el estado actual de la reducción del riesgo en el mundo y elaborar recomendaciones para mejorar su gestión a nivel global.

Centrado en temas como la adaptación al cambio climático, la gestión de riesgos en las ciudades, su gobernanza y el diseño e inversión en programas que permitan reducirlos, el informe es el resultado de una colaboración internacional entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales, académicos/as y expertos/as en reducción de riesgos. Su contenido se basa en la investigación y el análisis de los datos recopilados por estas organizaciones en países de todo el mundo.

En su edición de 2022, el GAR estudia cómo los sistemas de gobernanza pueden evolucionar para mejorar el abordaje de los riesgos sistémicos del futuro en un mundo superpoblado e interconectado como el actual en el que el impacto de los desastres se extiende globalmente, realidad evidenciada por la crisis sanitaria asociada a la COVID-19.

Entre el contenido de la sexta edición del GAR encontramos algunas predicciones de futuro. De confirmarse la tendencia señalada por el informe para los próximos años y hasta 2030, el mundo debe prepararse para un aumento del 40% de desastres climatológicos por año y del 30% de los episodios de sequía. Debe prepararse para ver cómo se triplican los eventos de temperatura extrema anuales. A su vez, entre las conclusiones del estudio destaca la evidencia de que el impacto de estos desastres provoca efectos en cascada en otros aspectos de la desigualdad estructural o social. Se dispone de evidencia empírica que muestra como la violencia contra las mujeres y las niñas aumenta después de los desastres.

La actividad desarrollada alrededor del GAR sigue una máxima clara: para minimizar la incertidumbre y reducir el riesgo, en primer lugar, hay que comprenderlo. En este sentido, los trabajos presentados persiguen materializar el desarrollo sostenible y evitar el impacto de futuros desastres transformando los sistemas y nuestras sociedades desde el presente. En resumen: trabajar la resiliencia reduciendo la vulnerabilidad, la exposición y la desigualdad, es una forma de reducir el coste ambiental, económico y humano que determinados desastres generan en nuestro entorno.

Para ello, el GAR2022 realiza un llamado a la acción a través de una serie de recomendaciones. En primer lugar, se debe medir aquello que valoramos. En este sentido, es recomendable que los sistemas financieros y de inversión y seguros actualicen el cálculo de los activos financieros en riesgo a largo plazo. Junto a esto, la planificación fiscal de los estados debe adaptarse a los nuevos riesgos incluyendo nuevos componentes de incertidumbre en sus presupuestos nacionales.

En segundo lugar, se recomienda el diseño de sistemas que permitan conocer de qué manera las personas toman decisiones sobre el riesgo. Es necesario reformular cómo se comercializan los productos de seguros y mejorar la comunicación sobre por qué estos son necesarios. A su vez, los estudios sobre análisis de riesgos deben percibirse como herramientas necesarias para aportar conocimiento en escenarios de incertidumbre, pero en ningún caso deben tomarse como elementos de predicción 100% fiables. El análisis de los datos por si solo es insuficiente si no se combina con un conocimiento local y con la opinión de expertos.

Finalmente, es necesario avanzar en una gestión del riesgo que huya de análisis excesivamente sectoriales. Para ello, es imprescindible adoptar nuevas “terminologías del riesgo” que sean funcionales más allá de los peligros individuales y que permitan operar en diferentes disciplinas gracias a mecanismos de “colaboración lateral”.

Desde el FEPSU trabajamos sobre la idea de que invertir en la comprensión del riesgo es la base para un desarrollo sostenible. El pasado 2022, el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS) emitió un comunicado manifestando su posicionamiento entorno a los efectos que el cambio climático tiene sobre el diseño de las políticas de seguridad urbana. En este sentido, los socios se comprometen a adoptar las siguientes medidas:

  • Establecer un grupo de trabajo formado por expertos conectado con las redes de trabajo existentes para comprender mejor el impacto del cambio climático y sus efectos sobre la seguridad urbana.
  • Trabajar con las autoridades locales y regionales en Europa para el diseño de medidas prácticas que mejoren la evaluación, prevención e impactos potenciales del cambio climático en la seguridad urbana.
  • Reforzar la cooperación entre todos los servicios de la ciudad y la sociedad civil en la elaboración de planes integrales de adaptación al cambio climático urbano y estrategias de resiliencia.

Uno para todos. 32 años del 112

El pasado día 11 de febrero se celebró el día europeo del 112, el teléfono común de emergencias de los estados miembros de la Unión Europea. La efeméride, acordada por el Parlamento Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea en 2009, pretende crear consciencia sobre las bondades de disponer de un teléfono único para todos los estados al que acceder desde cualquier red de telefonía fija y móvil y de forma gratuita, a la vez que se consolida el instrumento como símbolo de la Unión Europea. Este año se celebra su 32º aniversario y se confirma que su popularidad continúa aumentando año tras año.

El 112 en números

En un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, la directiva europea 1972/2018 del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se establece el Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas establece que la Comisión debe presentar antes del 21 de diciembre de 2020, y a partir de entonces cada dos años, un informe sobre la eficacia de la implantación del número único europeo de emergencias 112. El primer informe de este tipo se publicó el 21 de diciembre de 2020 y recientemente han sido presentados los datos para 2021.

El informe revela que durante el año 2021 las llamadas al teléfono de emergencias 112 aumentaron en un 3% en comparación con 2019, llegando a los 153 millones sobre un total de 270 millones de llamadas de emergencias. Cabe recordar que todavía existen países que compaginan teléfonos nacionales de emergencia con el teléfono único 112. De este modo, las llamadas al 112 representaron el 56% del total de llamadas de emergencias durante 2021.

Las llamadas desde teléfonos móviles superaron ampliamente las realizadas desde teléfonos fijos. Durante 2021, el 78% de las emergencias fueron comunicadas desde dispositivos de telefonía móvil. Cabe destacar que los porcentajes varían significativamente en función de los países. En el caso de Luxemburgo el porcentaje se localiza en un 46%, en Alemania representa el 63% mientras que en Chipre y la República Checa se sitúan en 96% i 99% respectivamente.

En relación al tiempo de media para contactar con los servicios de emergencia, 25 estados reportaron menos de 10 segundos de tiempo medio de respuesta. De los 3 segundos de Países Bajos a los 15.4 de Suecia. En el caso español la media se sitúa en 6.5 segundos.

En muchas ocasiones los estados reportan información relacionada con las llamadas abandonadas, aquellas que se pierden antes de que se pueda establecer contacto con una persona que atienda la emergencia. Este abandono puede deberse a diferentes motivos: congestión de llamadas, fallos técnicos o desconexión de llamadas que se realizaron de forma involuntaria. En este caso, países como la República Checa reportan un elevado 36% de llamadas abandonadas que contrasta con un insignificante 0.3% de Eslovenia. En el caso español, el porcentaje de llamadas abandonadas asciende hasta el 8.7%

Es importante destacar que, en España, los centros de atención de llamadas del 112 son gestionados por las comunidades autónomas existiendo 19 servicios distintos.

España es uno de los países donde se mantienen teléfonos alternativos para ciertos tipos de urgencia. No obstante, el 112 se presenta como una opción más ventajosa. En primer lugar, porque atiende todo tipo de urgencias, ya sean sanitarias, accidentes, incendios, robos, emergencias químicas… En segundo lugar, su funcionamiento está garantizado en todo el territorio nacional mediante un sistema de llamadas gratuitas, ya sea desde teléfonos móviles o fijos. Finalmente, el 112 permite realizar llamadas desde teléfonos móviles incluso estando bloqueados, sin tarjetas SIM activa o fuera de cobertura.

La gestión de las emergencias y las nuevas tecnologías

Una de las grandes ventajas que la penetración de la telefonía móvil inteligente está provocando en la gestión de las emergencias es la posibilidad de disponer de la ubicación de las personas que realizan este tipo de llamadas. La implementación de Advanced Mobile Location (AML) financiada en 10 estados de la Unión Europea, junto con el uso de los datos del sistema de navegación por satélite Galileo de la UE, prevé poder llegar a salvar más de 10.000 vidas en un plazo de 10 años gracias a la rápida intervención que podrá realizarse por tener a las personas localizadas. Esta nueva tecnología permite localizar a la persona en un radio aproximado de entre 15 y 20 metros. La tecnología tradicional existente hasta ahora solo permitía precisar entre 2 y 5 kilómetros en áreas urbanas y entre 40 y 50 kilómetros en zonas montañosas. La mejora en la precisión es determinante en lo que se refiere a gestión de la emergencia.

En este sentido, la Comisión adoptó un Reglamento, vigente desde el pasado 22 de marzo de 2022, que obliga a los fabricantes de telefonía móvil inteligente a garantizar que los datos de Galileo y WI-FI, como mínimo, estarán disponibles en las comunicaciones de emergencia. En el informe presentado por la Comisión se pone de manifiesto que, en la gran mayoría de países estudiados, dieciocho junto con Islandia y Noruega, la falta de información sobre la localización de la persona se produce en menos de un 3% de los casos. Solamente en países como Estonia (4%), Portugal (5%), España (12.3%), Italia (9.4%) o Croacia (13.8%) se supera ese porcentaje.

También en el ámbito de la comunicación de las emergencias, el pasado 21 de febrero entró en funcionamiento el sistema ES-Alert que permite enviar mensajes de alerta generalizada de forma inmediata a los teléfonos móviles que se encuentren localizados en un área afectada por alguna emergencia. La gestión de este sistema de alarmas se llevará a cabo también desde los Centros de Emergencias de las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla.

La integración de este sistema permitirá dar una respuesta mucho más rápida y eficaz en situaciones de riesgos elevados sobre la población de un territorio determinado. El proceso, denominado “112 inverso”, estará disponible en cualquier punto del territorio español que disponga de cobertura 2G, 3G, 4G o 5G. La puesta en marcha de esta plataforma forma parte de las medidas del Plan para la Conectividad y las Infraestructuras Digitales, incluido a su vez en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Nuevos retos para la protección civil y la gestión de las emergencias

La protección civil es un instrumento de la seguridad pública que persigue la protección de las personas, bienes y medio ambiente ante catástrofes o situaciones de grave riesgo colectivo y emergencias.

El trabajo realizado por las administraciones públicas en materia de protección civil y gestión de las emergencias ha cobrado mucho protagonismo en los últimos tiempos. En buena medida, los efectos de la pandemia por SARS-CoV-2 y la crisis sanitaria derivada han sido el motivo principal de la intensificación del trabajo realizado por los/las profesionales del sector, pero no el único. 

Existe un consenso generalizado en la comunidad científica a la hora de reclamar una acción urgente para salvaguardar el medio ambiente. A raíz de esta situación, el pasado 2020 el Gobierno declaró la emergencia climática y ambiental comprometiéndose al desarrollo de 30 líneas de acción para hacerle frente. El calentamiento del sistema climático es inequívoco y la actividad humana, especialmente desde mediados del SXX, aparece como su causa principal provocando, entre otros muchos efectos, el incremento de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, una realidad fuertemente asociada a los servicios de emergencia ciudadana.

Horizonte 2035: la planificación preventiva

El incremento de episodios catastróficos en los últimos años ha constatado la necesidad de planificar modelos de respuesta eficaces en el campo de la protección civil y las emergencias derivadas del cambio climático. 

En este sentido, el pasado mes de octubre fue presentado el Plan Nacional de Reducción del Riesgo de Desastres Horizonte 2035. El documento, que cuenta con el acuerdo de representantes de todas las comunidades autónomas y de las administraciones locales, persigue ofrecer una respuesta eficaz a las crecientes emergencias derivadas del cambio climático, garantizando la seguridad integral de las personas y estableciendo el Sistema Nacional de Protección Civil como pilar esencial del Estado y como instrumento de cohesión social.

Horizonte 2035 supone una apuesta para el fortalecimiento de los órganos que configuran el Sistema Nacional de Protección Civil en todos los niveles territoriales estableciendo como eje central el impulso de la cultura preventiva. De este modo, se potencian las actuaciones previas a las emergencias, ya sea identificando y evaluando nuevos riesgos, como incrementando labores de vigilancia que permitan su inmediata detección, minimizando de esta manera el impacto sobre el territorio.

El nuevo plan, bajo la dirección de un Comité con representantes de todos los niveles territoriales, debe garantizar que las distintas administraciones disponen de la capacidad para responder a las emergencias en sus respectivos ámbitos competenciales ofreciendo una “dirección única de las emergencias de Protección Civil”.

PLASEQTA 2020: la gestión desde el territorio

Catalunya mantiene un importante tejido industrial buena parte del cual pertenece al sector químico, muy localizado en comarcas de la provincia de Tarragona. Las medidas de seguridad en materia de prevención del sector son muy exigentes, no obstante, el riesgo cero no existe, y cuando estas industrias se encuentran ubicadas cerca de núcleos de población, conviene diseñar un modelo de respuesta rápida y eficaz que minimice los daños que puedan generarse sobre la población.

EL Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Tarragona (PLASEQTA 2020) fue aprobado en el mes de marzo de 2020 por el Govern de la Generalitat i supone el retorno de la gestión de las emergencias químicas al territorio.

Trece años después de que el antiguo PLASEQTA se integrara en el PLASEQCAT, el plan de emergencias para el sector químico en Catalunya, el nuevo plan prevé la respuesta a una emergencia química originada en cualquier establecimiento industrial que manipule sustancias peligrosas en las siguientes comarcas: Alt Camp, Baix Camp, Conca de Barberà, Priorat y Tarragonès. De este modo, el documento supone la recuperación actualizada de un plan específico con entidad propia y autonomía plena para la división territorial de Tarragona, una zona de influencia formada por un total de 29 municipios con una población aproximada de 370.000 personas.

El PLASEQTA 2020 establece una clasificación de los sucesos en incidentes i accidentes graves. Estos últimos, a su vez, se clasifican en tres categorías dependiendo de sus posibles efectos sobre bienes materiales, personales o medioambientales.

Otra de las modificaciones respecto a la versión anterior a 2007 es la simplificación de los escenarios en lo relativo a la activación de las señales de emergencia. El anterior plan dependía en exceso de las informaciones facilitadas por la empresa afectada, por el contrario, el nuevo documento prevé la activación de la fase de emergencia ante cualquier evidencia contrastada de afectaciones, provengan estas de la empresa afectada, de los ayuntamientos o de los ciudadanos a través del teléfono de emergencias 112.

El confinamiento como medida de autoprotección

La explosión en enero de 2020 en las instalaciones de IQOXE (Industrias Químicas del Óxido de Etileno), empresa ubicada en el polígono industrial de La Canonja, en Tarragona, evidenció la necesidad de implementar instrumentos de participación de la ciudadanía con el objetivo de poner en práctica las acciones y las medidas de autoprotección que deben adoptarse en caso de accidente.

El pasado día 2 de noviembre se realizó el primer simulacro de confinamiento por riesgo químico en la zona de Tarragona. La hipótesis del accidente consistió en simular un escape de cloro en una empresa del polígono sur con un radio de afectación de tres kilómetros. 

El ejercicio, promovido por la Direcció General de Protecció Civil del Departament d’Interior, sirvió para concienciar a la población en el confinamiento como medida de autoprotección. En este tipo de accidentes, la evacuación de la población se considera una práctica demasiado peligrosa por los efectos nocivos que una sobreexposición puede tener sobre las personas. 

De este modo, en caso de accidente en una industria química, estas son las medidas de autoprotección recomendadas desde Protección civil:

  • Refúgiate en el edificio más cercano
  • Cierra bien puertas y ventanas
  • Cierra los aparatos de aire acondicionado
  • No vayas a buscar a los niños a la escuela
  • Sigue la información a través de los canales oficiales de comunicación (radio, televisión, twitter…)
  • No salgas hasta que lo comuniquen las autoridades o hasta que sientas la señal de fin de la alerta

Otras de las medidas previstas en el plan es la instalación de sensores que permitan alertar de la presencia de cloro en el ambiente en caso de accidente químico.

Información a la población

Los principales instrumentos de alerta a la población previstos en el plan son dos: activación de sirenas de riesgo químico y avisos de emergencia al teléfono móvil (Cell Broadcasting) a la población de la zona. En este sentido, el simulacro también permitió practicar el sistema de avisos y las medidas de control de accesos.

Las sirenas activadas durante el simulacro fueron un total de 20, situadas en los municipios de Tarragona, La Canonja, Vilaseca y Salou.

El sonido de alerta se activó a las 18:30 de la tarde. Durante 3 minutos en intervalos de 1 minuto separados por 5 segundos de silencio, la población de la zona escuchó las alarmas que avisan de riesgo químico e indican la orden de confinamiento general. Finalmente, se activó la alarma de fin de alerta que indica el fin de la orden de confinamiento, una señal continua de 30 segundos de duración.

El sistema Cell Broadcasting consiste en el envío inmediato de notificaciones emergentes a los móviles inteligentes que se encuentren en la zona donde se ha producido la emergencia. Por defecto, las versiones más actualizadas de Android y iOS tienen activada la recepción de este tipo de avisos, no obstante, desde Protección Civil, a través de la página web del Departament d’Interior, se publicó la información necesaria para configurar el teléfono y activar los avisos de emergencia dependiendo del fabricante.

Desde el FEPSU entendemos que la seguridad va más allá del simple mantenimiento del orden público. Nuestras sociedades coexisten en un mundo globalizado en el que los nuevos riesgos y amenazas poco entienden de fronteras y soberanías políticas. Garantizar un nivel óptimo de seguridad pasa por realizar diagnósticos integrales que incorporen medidas de protección de personas, bienes y medio ambiente.

Hacia un turismo seguro y sostenible

En un contexto caracterizado por los efectos de la pandemia en la reducción de la movilidad de las personas y las consecuencias derivadas para el sector turístico, los retos en materia de seguridad turística han tenido que actualizarse para seguir incidiendo en la competitividad de los destinos turísticos. Una cuestión crucial para el sector en España que, en 2019, ocupaba el segundo lugar entre los destinos más visitados del mundo con 82 millones de turistas. Por este motivo, en FEPSU impulsamos el pasado 27 de abril un webinar junto a diversos expertos en la materia para analizar cuáles son los retos a los que se enfrentan las ciudades para tener un turismo seguro y sostenible en la era post-Covid. Aquí te resumimos algunas de las principales conclusiones del debate. 

Un debate interdisciplinar 

El webinar Retos para un turismo seguro y sostenible post pandemia, organizado por FEPSU y con la colaboración del Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS), contó con la participación de los siguientes ponentes: Peter Tarlow, consultor y conferenciante internacional, presidente de Tourism & More; Meritxell Pineda, consultora especializada en resiliencia y ciberseguridad; y Fernando Gaona, policía local de Xàbia y coordinador de proyectos europeos. El debate ha sido moderado por Ferran Anguera, profesor de Seguridad Turística en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). 

Como punto de partida para la conversación, las personas participantes en el debate plantearon que la seguridad turística es un concepto amplio que incluye, además de la protección de los visitantes, los miembros de las comunidades receptoras y los prestadores de servicios ante la violencia o delitos, otros aspectos como la seguridad de servicios turísticos, la seguridad económica, la seguridad informativa o la seguridad en eventos deportivos o culturales.

Por este motivo, en el webinar se planteó un debate interdisciplinar en el cual se analizaron estos aspectos: la perspectiva local en la seguridad turística y sus riesgos, las herramientas de las administraciones locales para mejorar la resiliencia y la experiencia en la gestión local de la seguridad turística. 

Enfoque holístico de la seguridad

Tal y como afirmó el profesor de Seguridad Turística de la UAB, Ferran Anguera, la pandemia de la Covid-19 ha demostrado que la seguridad juega un rol muy relevante en el turismo. Las personas cada vez más sensibilizadas y concienciadas con las diferentes seguridades que conviven con la actividad turística y, en este contexto, se hace necesario hablar abiertamente de seguridad en materia de turismo; con el objetivo de  visibilizar las necesidades existentes y contar, así, con las inversiones y recursos necesarios.

Todos los destinos turísticos tienen sus limitaciones, sus problemas e inseguridades. Por ello se hace indispensable planificar la seguridad turística de forma holística y, ante esta necesidad, los destinos tienen que contar con planes de prevención, protocolos de actuación, planes de contingencia, planes de comunicación y planes de resiliencia. Anguera, por ejemplo, aboga por la creación de la figura del técnico de seguridad turística integral que dirija, identifique, priorice, ejecute y valide los planes de seguridad turística. 

Otra de las propuestas que hace el especialista de la UAB es la creación de un sello que certifique la seguridad integral de los destinos turísticos, que dé a conocer públicamente aquella parte de los planes de seguridad local dirigida a la protección del turismo.

De la gestión del riesgo a la resiliencia 

En estos momentos, tanto en los municipios como en el sector turístico, la seguridad se compone de tres dimensiones: El safety, que hace referencia a la seguridad de los equipos, las personas, las instalaciones, etc. El security, la seguridad relacionada directamente con los códigos penales, los delitos, la seguridad ciudadana, la seguridad privada, etc. Y la ciberseguridad, en crecimiento en los últimos años.

La consultora especializada en resiliencia y ciberseguridad, Meritxell Pineda, ha señalado que hablar de “seguridad” y “riesgo” ha implicado relacionar estos aspectos con el miedo, por lo que se ha de apostar por un cambio de discurso, centrado en las soluciones, que integre el riesgo en las estrategias, entendiéndolo como un aspecto más del trabajo, en línea con el concepto de resiliencia.

En este sentido, la gestión del riesgo y de la seguridad desde el municipio o desde las empresas turísticas se enfrenta en tres niveles o capas: 

  1. Primer nivel: la gestión del riesgo individual o de casos concretos (por ejemplo, la gestión del riesgo de incendio de un hotel).
  2. Segundo nivel: la gestión integrada del riesgo en sistemas complejos que ha creado la necesidad de contar con estándares, procesos y certificaciones concretos.
  3. Tercer nivel: la resiliencia, es decir la capacidad de los municipios y las organizaciones a volver a una situación inicial después de sufrir una catástrofe o desastre de cualquier tipo. 

¿Cuál es el futuro de la seguridad turística? 

Si anteriormente los turistas escogían su destino según su atractivo y sus capacidades económicas, en la actualidad los turistas tienen que pensar en muchos otros aspectos. La pandemia ha evidenciado la existencia de un miedo a enfrentarse a circunstancias no predecibles en el destino. El potencial turista busca una seguridad real que el policia local de Xàbia, Fernando Gaona, defiende que debe entenderse como un servicio social, como cualquier otro servicio o infraestructura que ofrezca el destino. 

Además, los patrones de conducta del turista han cambiado después de la pandemia y los servicios y las infraestructuras de los destinos tienen que adaptarse a esas conductas. Entre otros problemas, Gaona argumenta que pueden surgir congregaciones masivas alrededor de un punto concreto popularizado en las redes sociales o, por lo contrario, pueden surgir acciones que creen una imagen contraproducente para la imagen turística, y en ambos casos los destinos deben estar preparados para prever y afrontar esas situaciones en materia de seguridad.

En este sentido, el turismo sostenible tiene que ser un balance entre la experiencia turística del visitante, el bienestar de los residentes, la percepción de la seguridad y la protección del medio ambiente y la rentabilidad del sector. En este sentido, Gaona reclama una mayor inversión de parte de los ingresos por turismo en seguridad y conocimiento del turismo.

Si quieres conocer más sobre las claves y los retos en la gestión de un turismo seguro y sostenible en la época post-pandemia, no dudes en consultar el relato completo del webinar organizado por FEPSU

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Retos para un turismo seguro y sostenible post pandemia


El Fórum Español para la Prevención y la Seguridad Urbana (FEPSU) organiza el webinar “Retos para un turismo seguro y sostenible post pandemia”. Este encuentro se celebrará el miércoles 27 de abril, de 18h a 19h30 (ESP).  

La sesión está dirigida principalmente a técnicos y responsables municipales y de otras administraciones, y a entidades implicadas en la gestión de la seguridad urbana. 

El encuentro se organizará en formato de seminario online, con ponencias breves de introducción a las temáticas propuestas, que darán paso a una mesa de debate. La sesión se realizará a través de la plataforma Zoom y se redactará un informe de conclusiones. Inscripción previa y aforo limitado.

Programa

Miércoles 27 de abril, de 18h a 19h30 (ESP).  

Acceda al formulario de inscripción

“Retos para un turismo seguro y sostenible post pandemia”

Europa es el primer destino turístico del mundo. En 2019 España recibía 82 millones de turistas, ocupando el segundo lugar entre los destinos más visitados del mundo. La Seguridad Turística es una de las principales variables valoradas por la demanda, e incide en la competitividad del destino turístico. En 2020 el impacto de la pandemia generó una abrupta caída de esta actividad, actualizando los retos en materia de seguridad turística. 

La Organización Mundial del Turismo (OMT) define la seguridad turística como “La protección de la vida, de la salud, de la integridad física, psicológica y económica de los visitantes, prestadores de servicios y miembros de las comunidades receptoras”. Además, la seguridad turística es un concepto amplio que incluye además de la protección ante la violencia o delitos, otros aspectos como la seguridad de servicios turísticos, la seguridad económica, la seguridad informativa o la seguridad en eventos deportivos o culturales. 

La preocupación de Europa por la recuperación del turismo como actividad económica fundamental ha llevado al Consejo de la Unión Europea a elaborar las “Conclusiones sobre el turismo en Europa en la próxima década: sostenible, resiliente, digital, mundial y social”. El documento aprobado en su  sesión n.º 3797 celebrada el 27 de mayo de 2021,  tiene en cuenta diferentes acuerdos para la recuperación económica, el Pacto para una Europa Verde y los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas para el año 2030, entre otros. 

Las conclusiones destacan la importancia de que se establezcan una cooperación y un intercambio de mejores prácticas regulares entre los Estados miembros en lo que se refiere a políticas sostenibles y responsables de turismo, lo que resulta especialmente importante para reforzar la resiliencia y garantizar que se actúe con agilidad en el contexto de la gestión futura de las crisis. Asimismo, insta a los Estados miembros a que desarrollen políticas y estrategias turísticas que sean sostenibles, responsables y resilientes.

FEPSU se propone contribuir a un debate profundo e interdisciplinar que ayude a mejorar el conocimiento de los diferentes niveles de abordaje, así como posibles puntos de interacción y coordinación entre diferentes niveles de la administración y entidades de la sociedad civil para construir estas necesarias respuestas.   

Participantes:

  • Ferran Anguera -introducción y moderación- Profesor de seguridad turística Universidad Autónoma de Barcelona.

Ponencia: seguridad turística 360º con perspectiva local. Nuevos riesgos: ambientales, criminológicos, sostenibilidad y resiliencia 

  • Peter Tarlow, consultor y conferenciante internacional, presidente de Tourism & More

Ponencia: El impacto de la guerra en Ucrania sobre la seguridad turística

  • Meritxell Pineda, consultora especializada en resiliencia y ciberseguridad. 

Ponencia: Herramientas de las administraciones locales para mejorar la resiliencia

  • Fernando Gaona, policía local de Xàbia, coordinador de proyectos europeos. 

Ponencia: La experiencia en la gestión local de la seguridad turística. 

Espacios públicos resilientes

Los espacios públicos de las ciudades pueden ser objeto de distintas amenazas, como el terrorismo o incluso el cambio climático. Estas problemáticas impactan en el diseño, la renovación y el mantenimiento de la seguridad en las zonas urbanas. Por ello, la aparición de nuevos retos exige que las ciudades y regiones intensifiquen sus esfuerzos y diseñen estrategias que las equipen mejor para responder ante ellos. Entonces, ¿de qué manera se pueden construir espacios públicos más resilientes? En FEPSU te compartimos algunas de las recomendaciones elaboradas por Efus para conseguirlo. 

Enfoques holísticos

En el marco de la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, se llevó a cabo el 22 de octubre en Niza (Francia) un taller dirigido a explorar estrategias de prevención para proteger mejor los espacios públicos y promover la resiliencia urbana. La mesa redonda estuvo presidida por el jefe de la unidad de asociaciones y proyectos del departamento de prevención y seguridad de Bruselas (Bélgica), Hans Crab; y moderada por el profesor de criminología de la Universidad de Leeds (Reino Unido), Adam Crawford

En el debate participaron distintos expertos y expertas en la materia, entre los que se encontraban: la especialista de la unidad de seguridad y preparación de Helsinki (Finlandia), Miila Lukkarinen; el oficial de políticas de la unidad de lucha contra el terrorismo de la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior (DG HOME – Comisión Europea), Marc Leoutre; y el coordinador de proyectos europeos del Instituto Holandés de Tecnología, Seguridad y Protección (DITSS), Peter van de Crommert

Los y las ponentes han subrayado que para hacer frente a la naturaleza evolutiva de las amenazas para las ciudades se debe desarrollar una cultura compartida de los temas de seguridad en los espacios públicos, basada en mecanismos de formación y coproducción. En otras palabras, los profesionales locales de seguridad y prevención deben desarrollar y adoptar un enfoque más holístico y que tome en cuenta a las múltiples partes interesadas.

Para conseguirlo, la Unión Europea ha desarrollado varias iniciativas, directrices y herramientas para apoyar el intercambio de conocimientos para comprender mejor y anticipar las amenazas en los espacios públicos. Estas iniciativas se basan en un enfoque holístico y horizontal, que conecta la UE y las estrategias nacionales y locales pertinentes, así como las asociaciones público-privadas. 

Entre estas directrices y herramientas se encuentra el plan de acción de la UE de 2017 para mejorar la protección de los espacios públicos, el documento de trabajo del personal de la Comisión Europea sobre buenas prácticas para apoyar la protección de los espacios públicos 2019, la estrategia de la Unión de la Seguridad de la UE 2020-25 y la agenda antiterrorista de la UE. 

Actuar desde lo local

Otro de los puntos centrales para los ponentes es que las ciudades deben priorizar los mecanismos locales que les permitan anticipar amenazas a la seguridad en espacios públicos vulnerables. Las soluciones de seguridad por diseño pueden ayudar a los esfuerzos para equilibrar la necesidad de fomentar la resiliencia urbana mientras se promueve la naturaleza inclusiva y abierta de los espacios públicos. Estas soluciones eventualmente contribuirán a la calidad de vida, el atractivo y la convivencia de los espacios públicos urbanos.

En este sentido, los y las participantes destacaron el hecho de que las ciudades y regiones deben tener en cuenta la diversidad de la población para adaptarse mejor a la constante evolución de los espacios públicos. Los mecanismos de participación ciudadana y transparencia son cruciales para proteger mejor los espacios públicos y promover la resiliencia urbana.

Además, cobra especial importancia también el desarrollo de evaluaciones de riesgo y, en particular, las evaluaciones de vulnerabilidad, las cuales deben verse como un mosaico que combina datos cuantitativos y cualitativos no solo de las autoridades locales sino también de la ciudadanía, la academia y los operadores públicos y privados. Esto debería incluir encuestas de seguridad integrales para involucrar a los ciudadanos, así como las percepciones subjetivas y objetivas de la seguridad. 

Como ejemplos ilustrativos de este enfoque, los y las ponentes mencionaron los proyectos europeos Secu4All y PRoTECT, en los que Efus participa como socio. Estas iniciativas promueven un enfoque colaborativo de múltiples agencias, que incluye por primera vez, no solo a la policía o las fuerzas del orden, sino también a muchos tipos de funcionarios públicos (diseñadores de ciudades, planificadores urbanos, etc.), partes interesadas de la comunidad, dueños de comercios y ciudadanía.

El rol de la tecnología

En el desarrollo de nuevas tecnologías para proteger los espacios públicos, concretamente en lo que respecta a la detección de amenazas y el análisis de grandes conjuntos de datos, existe un claro consenso sobre la necesidad de equilibrar la presencia humana, la tecnología y el respeto de las libertades fundamentales. 

Al abordar la tecnología de inteligencia artificial de una manera bien definida, específica, proporcionada y basada en el riesgo, las autoridades locales pueden ver estas innovaciones como herramientas complementarias para apoyar la protección de los espacios públicos

La tecnología inteligente y las cámaras inteligentes han demostrado ser muy efectivas durante la pandemia de Covid-19, tanto como el uso de sensores y el monitoreo de personas en el espacio público. Sin embargo, existe la necesidad de aumentar la transparencia de los datos para abordar la creciente preocupación de los ciudadanos, en particular sobre cuestiones relacionadas con el almacenamiento de datos y las normas de privacidad. 

Finalmente, los participantes coincidieron en que la innovación social es fundamental a la hora de abordar estrategias de prevención para proteger mejor los espacios públicos. En este sentido, los ponentes coincidieron en que las ciudades y regiones deben centrarse en un uso democrático de las nuevas tecnologías, en el que las innovaciones tecnológicas se consideren tan solo como una herramienta complementaria para apoyar la protección de los espacios públicos. Las autoridades locales deben abordar las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial de manera proporcionada y basada en el riesgo. Para ello, se necesita espacio para la innovación social y una mayor transparencia de los datos.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones las diversas estrategias que se llevan a cabo para garantizar la seguridad de los espacios públicos. Por ejemplo, nos hemos preguntado: ¿Cuál es la clave para garantizar espacios públicos seguros que beneficien a todos? Además, también hemos reflexionado alrededor de las recomendaciones elaboradas por el proyecto PROTECT para repensar la protección del espacio público. Finalmente, también hemos compartido los lineamientos de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT) para desarrollar una alianza global contra el terrorismo

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Cambio climático y seguridad: fomentar la resiliencia

¿Cuál es la relación entre el cambio climático y la seguridad? Esta fue una de las preguntas que guió el debate en uno de los talleres celebrados en la conferencia internacional de Efus de 2021. En este encuentro se subrayó que las ciudades tienen que desarrollar la resiliencia climática, que consiste en participación cívica, intervenciones espaciales, renacionalización urbana, planificación de la adaptación al cambio climático, capacitación relevante y recopilación de datos. En FEPSU te compartimos algunos de los puntos clave de este debate. 

Un vínculo aún por determinar

El taller dedicado a la importancia para la seguridad urbana de abordar el cambio climático se celebró el 21 de octubre, en el marco de la conferencia internacional de Efus. En él participaron la jefa de la Oficina de Derechos Humanos de Viena (Austria), Shams Asadi; la directora ejecutiva del Foro alemán y europeo para la seguridad urbana (DEFUS), Anna Rau; la directora de programas para Efus, Julia Rettig; el director ejecutivo de la Red Municipal Canadiense de Prevención del Delito (Canadá), Felix Munger; el director de la oficina de Resiliencia de Milán (Italia), Piero Pelizzaro; el jefe de la representación de Budapest (Hungría) ante la UE, Benedek Jávor; y el ingeniero de protección civil del  Ayuntamiento de Setúbal (Portugal), Nuno de Sousa

Los ponentes iniciaron el taller haciendo énfasis en lo oportuno que es, ya que las ciudades europeas se transformarán en casi todos los ámbitos de la vida urbana debido al cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor, sequías o incendios forestales afectan la seguridad y la protección y golpean más a las personas marginadas.

Sin embargo, numerosos responsables políticos locales aún no están convencidos del nexo entre el cambio climático y la seguridad urbana. Felix Munger ha señalado que le gustaría ver cómo varios profesionales trabajan juntos para investigar y mapear explícitamente este vínculo, ya que requiere conocimiento y comprensión interdisciplinarios. Nuno de Sousa también ha destacado la urgencia del asunto, ya que el cambio climático tendrá efectos disruptivos en nuestras democracias.

Buscar una resiliencia en las ciudades 

Piero Pelizzaro enfatizó, por su parte, que las ciudades se calientan de manera desproporcionada en comparación con el promedio nacional y mencionó diversos riesgos urbanos del cambio climático, como apagones, migración, violencia, desigualdades exacerbadas y un mayor número de eventos climáticos extremos. Por otro lado, también ha remarcado que algunas intervenciones de diseño urbano destinadas a mejorar la seguridad de los espacios públicos tienen efectos ambientales no deseados.

Los ponentes coincidieron en que las administraciones locales deben construir comunidades resilientes y comprender que la resiliencia es una capacidad y no una solución en sí misma. Dado que el cambio climático afecta a todos los ámbitos de la vida, una estrecha cooperación intersectorial es clave para una ciudad resiliente. 

En este sentido, la justicia social debe ser la base de la resiliencia climática urbana. Para lograr una ciudad resiliente con habitantes resilientes es clave la participación cívica, las intervenciones espaciales conscientes, la renacionalización urbana, la planificación de la adaptación al cambio climático, la capacitación relevante y la recopilación de datos son primordiales.

De momento, más preguntas que respuestas

Benedek Jávor señaló que un uso transparente y coherente de los fondos de la UE está en el núcleo de las respuestas urbanas exitosas al cambio climático. Actualmente se carece de coordinación entre las diversas partes interesadas, ya que los gobiernos locales y regionales y las organizaciones no gubernamentales abordan los riesgos de seguridad urbana del cambio climático de una manera bastante fragmentada, si es que lo hacen.

En el taller quedó en claro que hay más preguntas que respuestas con respecto al nexo de seguridad urbana del cambio climático. Pero todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que es importante encontrar respuestas y entrelazar mejor la adaptación y mitigación del cambio climático urbano con la seguridad urbana y la planificación de la protección. Sin duda, uno de los principales retos en el futuro cercano es convencer a aquellos políticos y aquellas autoridades locales que aún no se han comprometido con el nexo entre el cambio climático y la seguridad urbana. 

Las ciudades cambian y con ello deben adaptarse también las estrategias y medidas para garantizar la seguridad urbana y prevenir el delito. En FEPSU hemos tratado en diversas ocasiones los retos futuros y presentes para las ciudades. Por ejemplo, nos hemos preguntado: ¿Cómo se pueden diseñar infraestructuras de seguridad para proteger espacios públicos, especialmente aquellos de interés turístico, sin que esto dañe el paisaje urbano? Además, también hemos analizado las claves para garantizar que toda la ciudadanía se beneficie por igual de los espacios públicos seguros

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Reducir la percepción de inseguridad a través del diseño

¿Cómo se pueden diseñar infraestructuras de seguridad para proteger espacios públicos, especialmente aquellos de interés turístico, sin que esto dañe el paisaje urbano? Esta fue una de las preguntas que intentaron responder los miembros del proyecto PACTESUR en un taller en línea organizado por Efus, que se celebró el pasado 10 y 12 de marzo. El objetivo de este encuentro era discutir y elaborar, junto al Comité Asesor de Expertos y el Grupo de Ciudades Asociadas a la red, una serie de recomendaciones para mejorar la planificación e implementación de medidas de seguridad física que reduzcan la percepción de inseguridad de la población. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones. 

Diseñar la seguridad

Los espacios públicos son áreas vitales para la vida urbana, ya que en ellos se lleva a cabo la socialización y el encuentro de las personas, pero también son lugares donde ocurren manifestaciones políticas o representaciones artísticas y culturales de todo tipo. Sin embargo, también pueden estar sujetos a una serie de amenazas, como el terrorismo, la presencia de grandes multitudes o los movimientos abruptos generados por el pánico, así como a riesgos climáticos, como incendios o inundaciones. 

Garantizar que los espacios públicos sean seguros y a la vez inclusivos y abiertos es un desafío complejo para las ciudades. Por esto mismo, es importante abordar la seguridad de estas áreas urbanas desde el principio, desde el momento de la planificación y el diseño, un abordaje conocido como “seguridad a través del diseño”, en el cual no solo intervienen la arquitectura y el mobiliario urbano, sino también el análisis de los flujos y las infraestructuras críticas y los métodos y las tecnologías de detección de posibles amenazas. 

Los espacios públicos constituyen un ámbito específico de la seguridad urbana: requieren una política de seguridad que se base en la cooperación entre las diferentes organizaciones e instituciones interesadas (autoridades locales, policía, servicios de emergencia, arquitectos y urbanistas, representantes de los usuarios, etc.). Solamente a través de una auténtica cooperación en la producción de seguridad se podrá garantizar que los espacios públicos sigan siendo seguros, abiertos y accesibles para todos.

Soluciones locales

Desde esta perspectiva, las autoridades locales son las mejor posicionadas para aplicar un modelo de seguridad a través del diseño, ya que son quienes comprenden mejor las preocupaciones de los ciudadanos en relación a la seguridad y la accesibilidad de los espacios públicos, así como son quienes pueden implementar las medidas adecuadas para reducir la percepción de inseguridad generada por los riesgos y las amenazas. 

En Lieja (Bélgica), por ejemplo, se está instalando una barrera móvil para vehículos para proteger la Place Saint Lambert y Le Carré. En Turín (Italia), en cambio, se instalará un sistema de alta tecnología de control de multitudes en la Piazza Vittorio Veneto, con el objetivo de evitar movimientos abruptos provocados ​​por el pánico, como el que ocurrió en junio de 2017 durante la proyección al aire libre de la final de la Liga de Campeones. Finalmente, en Niza (Francia), se ha desarrollado un dispositivo antiintrusión reforzado para proteger la Promenade des Anglais, en particular para evitar ataques terroristas como el del 14 de julio de 2016 con un camión.  

En estos proyectos se presta especial atención a su integración en el paisaje urbano, el patrimonio natural y cultural, la estética, el diseño y la movilidad urbana para evitar la “bunkerización” de las ciudades. Estos dispositivos de seguridad también reflejan los diferentes enfoques de estas tres ciudades a la hora de asegurar los espacios públicos urbanos. También deben verse como herramientas adicionales que contribuyen a la seguridad en los espacios públicos, pero de ninguna manera son una solución per se

Evaluación y recomendaciones

Después de haber implementado estos proyectos piloto, las ciudades miembro del proyecto PACTESUR se reunieron con el Comité Asesor de Expertos y el Grupo de Ciudades Asociadas de Efus para evaluar las estrategias llevadas a cabo. Para ello, se tuvo en cuenta no solo los aspectos relacionados con la seguridad, sino también su integración en el paisaje urbano, su resiliencia y sostenibilidad, así como su aceptación entre la población. Esta fue una evaluación preliminar de los proyectos, realizada a través de un cuestionario, la cual se completará con la visita in situ de los dispositivos instalados en las tres ciudades.

A partir de estas primeras evaluaciones, se redactó una serie de recomendaciones dirigidas a las autoridades locales para mejorar la planificación, implementación y gestión de dispositivos de seguridad para proteger los espacios públicos en Europa. En ellas se destacó la importancia de adoptar un enfoque de seguridad global e integrado, donde la implementación de un equipo se concibe como una pieza complementaria que forma parte de una seguridad más amplia para proteger los espacios públicos.

Además, para promover un enfoque preventivo y desarrollar soluciones a medida, las autoridades locales deben realizar evaluaciones periódicas de riesgo y vulnerabilidad. Este enfoque no solo permitirá a las autoridades locales obtener una mejor comprensión de las vulnerabilidades, sino también no caer en agendas cortoplacistas y de urgencia. El carácter en constante evolución de las amenazas y riesgos inherentes a los espacios públicos requiere de evaluaciones periódicas.

Favorecer la participación

Finalmente, en el taller se mencionó también la importancia de favorecer la inclusión de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones, especialmente para aquellas actuaciones que tengan un impacto en el atractivo y la apertura de los espacios públicos locales. 

Esto debe hacerse de acuerdo con criterios de representatividad y bajo la guía de las autoridades locales. Además, se debe fomentar la apropiación de estos espacios por parte de la ciudadanía y la sociedad civil, por ejemplo a través de soluciones creativas o que agreguen valor artístico a las instalaciones de seguridad con el objetivo de integrarlos mejor en el paisaje urbano. 

Todo esto exige un mayor esfuerzo también en las acciones de comunicación y sensibilización de la población antes, durante y después de la implementación de infraestructuras de seguridad física, ya que es la manera más eficiente de ayudar a aumentar la aceptación pública y disminuir la percepción de inseguridad entre los ciudadanos.

Si quieres conocer a fondo las conclusiones de este taller organizado por Efus junto a las ciudades participantes del proyecto PACTESUR, puedes visitar la página web de la red europea. Para informarte sobre otros temas y proyectos relacionados con la seguridad urbana y la prevención, no dudes en visitar la página web de FEPSU

Drones para proteger las ciudades: beneficios y desafíos

En los últimos años, el uso de drones por parte de las administraciones públicas y cuerpos de policía ha aumentado significativamente en las ciudades europeas. Estos sistemas pueden realizar funciones efectivas de seguimiento y vigilancia en espacios públicos. Sin embargo, aún se necesita avanzar en la investigación para identificar la mejor manera de obtener resultados óptimos, ya que el uso de esta tecnología genera preocupaciones sobre el derecho a la privacidad y la protección de datos. Como parte del proyecto PACTESUR, Efus ha preguntado a las ciudades de Turín y Edimburgo cuáles han sido los principales beneficios y desafíos de emplear drones para proteger las ciudades. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones. 

Beneficios para las zonas urbanas

No hay duda de que los drones (o sistemas de aeronaves no tripuladas) son herramientas muy versátiles a la hora de proteger el espacio público. Se pueden utilizar para prevenir posibles ataques físicos a infraestructuras críticas de las zonas urbanas (energía, agua, sistemas de vida), aeropuertos, eventos al aire libre y conciertos. Por este motivo, algunas ciudades europeas han establecido Unidades de Drones dentro de su policía municipal para desarrollar, implementar y mejorar su uso en los espacios públicos.

Ese es el caso de la Policía Local de Turín, quienes principalmente han incorporado estas herramientas debido a la oportunidad de utilizar sensores diurnos y nocturnos en tiempo real, los cuales son capaces de detectar la presencia de personas en ciertas áreas urbanas donde podrían estar en riesgo; por ejemplo, en los parques durante la noche o para monitorear las rutas de entrada y salida de eventos multitudinarios, como ha asegurado el Comisario Jefe del Departamento de Investigaciones Tecnológicas (RIT), Gianfranco Todesco. 

En Edimburgo, en cambio, han separado los usos que hacen de los drones en materia de seguridad en dos unidades distintas, por un lado la Unidad de Sistemas de Aeronaves Piloto a Distancia de la Policía (RPAS) y por el otro la Unidad de Seguridad y Protección de la Aviación (ASSU). La primera, utiliza las aeronaves no tripuladas como una forma rápida y eficaz de monitorear áreas grandes o a veces inaccesibles que, de otro modo, requerirían mucho tiempo y recursos a un equipo de búsqueda sobre el terreno, como ha señalado el Jefe de la ASSU, el Inspector Graeme Rankin. La ASSU, en cambio, emplea una variedad de técnicas para proteger a la ciudadanía de posibles amenazas aéreas o para combatir el uso ilegal de drones y asistir a aquellos usuarios que cuenten con permiso de vuelo. 

Principales desafíos

El uso de drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad sigue siendo fenómeno aún novedoso en las ciudades europeas y presenta todavía algunos desafíos. Para el Inspector Rankin, uno de los principales inconvenientes es que mantenerse al día con la evolución de la tecnología es difícil y supone una inversión importante para las policías, sobre todo las locales. Además, la estricta regulación de la aviación en Europa crea unas condiciones de operación muy desafiantes para las fuerzas y cuerpos de seguridad, aunque eso, más que un reto, puede ayudar a mantener niveles altos de estándares de seguridad.

Para el Comisario Todesco, en cambio, el principal desafío en el uso de drones en materia de seguridad y prevención es la falta de “vías aéreas urbanas” para garantizar el desarrollo de servicios tanto para las autoridades públicas como para las empresas privadas. Las “vías aéreas urbanas” son carriles aéreos o corredores de vuelo dedicados para operaciones con drones que garantizan la máxima seguridad con una mínima interrupción para los ciudadanos, aunque están aún poco implementados en la mayoría de ciudades europeas.

Consecuencias para la privacidad

Otro de los grandes desafíos a los que se enfrentan las administraciones públicas a la hora de favorecer el uso de drones en materia de seguridad y prevención es el mantenimiento de la privacidad y la protección de datos. Según el Comisario Todesco, el uso de drones no difiere del que se hace a través de la videovigilancia pública y, por lo tanto, podría aplicarse la misma legislación. Sin embargo, sí es cierto que deben tenerse en cuenta criterios éticos para un buen uso de algoritmos de inteligencia artificial a bordo de drones equipados con cámaras. 

En el caso de Escocia, por ejemplo, todas las operaciones realizadas con drones por la policía se llevan a cabo de acuerdo con una Evaluación de impacto de protección de datos, el Reglamento general de protección de datos y una Evaluación de impacto de igualdad y derechos humanos. El Inspector Rankin ha subrayado que la participación de la comunidad es fundamental, ya que genera confianza, tranquilidad y seguridad, por lo que toda actividad con drones policiales debe ser transparente y su despliegue debe tener un propósito policial legítimo, seguro, legal, proporcionado y necesario. 

Retos para la normativa 

La normativa europea sobre drones debe ser el principal marco regulador que permita no solo un buen uso de los dispositivos y de los datos recopilados por parte de las administraciones públicas, sino que también posibilite una mayor confianza pública en el uso de esta tecnología para prevenir las amenazas a la seguridad en las ciudades

Para el Comisario Todesco, el principal reto es adaptar constantemente la normativa europea a la rápida evolución de la tecnología que utilizan los drones. Sin embargo, como ha destacado el Inspector Rankin, los cambios en la legislación europea que entraron en vigor este 2021 presentan algunas oportunidades interesantes para que los operadores de aeronaves no tripuladas y los pilotos vuelen en circunstancias que antes no eran posibles. 

El reto ahora para las ciudades europeas es invertir rápidamente en tecnología que garantice que el espacio aéreo inferior esté libre de conflictos y que el público en general y aviador se mantenga a salvo de aquellos que pueden usar aeronaves no tripuladas de manera imprudente o con un propósito criminal deliberado, como bien ha apuntado el Inspector Rankin. 

Si quieres conocer más respecto a los desafíos y beneficios del uso de drones en materia de seguridad urbana y prevención, puedes consultar este artículo en el que se exponen las conclusiones de la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, organizado por FEPSU.