Apuesta integral para un ocio nocturno seguro

Después de varios meses de trabajo y reuniones, la Mesa Ciudadana de Barcelona para una noche cívica y segura ya ha elaborado un plan de acción para trabajar en favor de un abordaje integral del fenómeno del ocio y las actividades nocturnas en la ciudad. El plan, que consta de un total de 74 medidas en diez ámbitos distintos de intervención, ha sido elaborado gracias al trabajo colectivo de los distintos agentes sociales involucrados en la materia —entidades y asociaciones vecinales, gremios y federaciones de comerciantes, restauración y ocio nocturno; entre otros—, los cuales han ido realizando sus propuestas a lo largo de cuatro talleres, once sesiones de grupos de trabajo y siete reuniones de coordinación. En FEPSU te compartimos los resultados de este proceso de coproducción de políticas públicas, enfocado en la prevención, y donde ha participado tanto la ciudadanía como la administración pública y el sector privado.

Atajar el consumo de sustancias

Uno de los principales aspectos que se ha tenido en cuenta en el plan de acción elaborado por la Mesa Ciudadana ha sido la necesidad de impulsar cambios en la normativa y revisar los criterios de aplicación del régimen sancionador sobre venta y consumo de bebidas alcohólicas. En este aspecto, los distintos agentes participantes han instado a la Generalitat de Catalunya que modifique la Ley 20/1985, con el objetivo de reducir el horario de venta de alcohol a partir de las 22.00 h y hasta las 8.00 h, así como para prohibir explícitamente su venta a menores de edad a través de la intermediación de personas adultas. Además, se ha propuesto también recalificar las infracciones, para aumentar el importe de las sanciones en función de las circunstancias en los casos de gran afectación de la convivencia y el orden público, así como potenciar medidas alternativas a la sanción, como el trabajo comunitario.

Sin embargo, más allá del ámbito sancionador, en el plan de acción se prevé también impulsar medidas de prevención. Por ejemplo, en materia de acciones y campañas comunicativas, el organismo ciudadano propone elaborar consejos de seguridad y convivencia dirigidos específicamente al turismo, así como la creación de mensajes para la ciudadanía general al respecto de las normas de convivencia y el uso del espacio público. Por otro lado, se ha propuesto también la elaboración de un censo de establecimientos que pueden vender alcohol en horario nocturno, para facilitar el control de esta actividad; así como la puesta en marcha de acciones de sensibilización sobre los riesgos del consumo de alcohol y otras drogas

No obstante, para conseguir este objetivo se buscará promover también un ocio nocturno saludable y descentralizado. En este aspecto, no solo se ha propuesto la elaboración de una app o plataforma digital que dé a conocer toda la oferta cultural de la ciudad (púbica y privada); sino que también se buscará la puesta en marcha de un estudio sobre la viabilidad de ampliar la oferta de ocio vinculada a los equipamientos públicos, donde se llevarán a cabo también programas educativos y de sensibilización de todos los agentes implicados en la relación a las conductas de riesgo por consumo de alcohol y otras drogas. Finalmente, también se buscará fomentar el ocio nocturno de barrio, sobre todo en aquellos que tengan poca oferta, a través de medidas normativas para desconcentrar la actividad en el horario de noche, como la diversificación de licencias, por ejemplo. 

Hacia una gobernanza coordinada

Otro de los ámbitos de actuación más importantes para el éxito de este plan de acción para un ocio nocturno cívico y seguro es la coordinación entre los agentes implicados en la prevención y el mantenimiento de la seguridad, tanto en los espacios públicos como en los establecimientos privados. Para este fin, uno de los compromisos de la Mesa Ciudadana es la creación de un órgano de gobernanza de la convivencia durante la noche, con representación del máximo nivel gerencial y político. Este órgano se encargará de supervisar la aplicación y el seguimiento del plan de actuación, así como de analizar un modelo de gobernanza integral para la noche en la ciudad. Este organismo, además, se incorporará a la red europea de ciudades Plateforme de la Vie Nocturne, con el objetivo de trabajar en red sobre los retos del ocio nocturno y compartir conocimientos y experiencias. 

Este trabajo de coordinación permitirá, a su vez, el éxito de otro tipo de medidas. Por ejemplo, el refuerzo de los dispositivos policiales de carácter preventivo en los entornos de ocio nocturno, donde se contará con la coordinación de la Guàrdia Urbana de Barcelona y los Mossos d’Esquadra; los cuales contarán con agentes de paisano para mejorar la prevención y mecanismos de videovigilancia. Por otro lado, se establecerán protocolos de coordinación con los establecimientos de ocio nocturno y su personal de seguridad y control; así como se crearán grupos de trabajo y espacios de diálogo y colaboración permanente en cada distrito de la ciudad, con la participación de vecinos, jóvenes, profesionales y representantes tanto del ocio nocturno como del ayuntamiento. 

Mediación y prevención de las violencias

Por último, pero no menos importante, el plan de acción de la Mesa Ciudadana propone la incorporación equipos de mediación especializados en materia de botellones, los cuales estarán activos de manera continuada durante las noches del fin de semana, así como la ampliación de la cobertura territorial de los servicios de mediación nocturna en entornos de ocio. Además, también se desarrollará un mapa de lavabos nocturnos de la ciudad, así como se estudiará la viabilidad de ampliarlos y crear una app que permita su ubicación; medidas destinadas a favorecer el cuido y la limpieza del espacio público, así como a la mejora de la convivencia

Por otro lado, se crearán más Puntos Lilas y se consolidarán los ya existentes en las zonas con mayor concentración de ocio nocturno y en las fiestas mayores; así como se desarrollarán y consolidarán itinerarios seguros para reforzar la seguridad en los trayectos desde las paradas de transporte público hacia las zonas de ocio. El objetivo final es trabajar para crear una relación de confianza y de conocimiento entre los jóvenes y los cuerpos policiales, enfocándose en la prevención y en el servicio a la ciudadanía.  

En FEPSU siempre nos hemos interesado por la seguridad y la prevención del delito en los espacios de ocio nocturno, ya que consideramos que es uno de los principales retos a los que se enfrentan las ciudades europeas en la actualidad. Por ello, nos hicimos eco desde el primer momento de la creación de la Mesa Ciudadana de Barcelona para una noche cívica y segura, ya que consideramos que el diálogo entre los distintos agentes sociales involucrados es la única fórmula para garantizar la seguridad en esos entornos. Además, también hemos propuesto nuevas formas de gestión del ocio nocturno, por ejemplo a través de nuestros webinars, en los que los socios de nuestra red han podido hacer sus aportaciones y conocer las experiencias de otros municipios y localidades.

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¿Cómo prevenir la discriminación desde la escuela?

El ámbito educativo es de vital importancia para promover la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, el antisemitismo, el antigitanismo, el racismo antiafro y otras formas conexas de intolerancia. Por este motivo, el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE) ha sistematizado una serie de recomendaciones para su prevención, así como para la difusión de los valores de una sociedad igualitaria, respetuosa con los derechos humanos y plenamente democrática. En FEPSU te resumimos los consejos más importantes que realiza esta institución. 

Enseñanza para favorecer la comprensión

En 2020, el 20% de las potenciales víctimas había percibido discriminación racial o étnica en España, según un estudio realizado por el CEDRE. Una percepción que ha ido en aumento en los últimos años. Por este motivo, no solo se hace necesario un análisis profundo de los condicionantes que fomentan este tipo de conductas, sino que también se realza la importancia de promover la convivencia en contextos de diversidad desde edades tempranas; donde la escuela, evidentemente, es el entorno más propicio para ello. 

Además de su carácter normalizador de la diversidad, a través de la difusión de conocimiento sobre la misma, la enseñanza es un instrumento central en la comprensión de la naturaleza estructural de la discriminación racial y étnica en su doble vertiente, social e institucional. Profundizar a través de la educación en las raíces sociohistóricas del racismo, así como en el desarrollo de competencias para la prevención de cualquier tipo de discriminación, es determinante para la elaboración de estrategias cada vez más adecuadas para enfrentar el fenómeno en todas sus vertientes.

En este sentido, es necesario lograr una mayor presencia de profesorado de diferentes orígenes en los distintos niveles educativos y fomentar las consultas a la sociedad civil directamente afectada por el racismo, la discriminación étnica y otras formas conexas de intolerancia a la hora de diseñar las políticas educativas, con el objetivo de evitar carencias en el ámbito de la promoción de la igualdad de trato. 

Combatir el bullying racista

Uno de los fenómenos que ha crecido en los últimos años es el acoso escolar con motivación étnica o racial. En este aspecto, la escasa presencia, en los ámbitos de decisión educativa y en el profesorado, de personas que pertenezcan a los grupos poblacionales que mayormente son víctimas de la discriminación racial y étnica es uno de los motivos que podría explicar el aumento de estos hechos, así como la ausencia de una normativa específica que establezca protocolos unificados contra el acoso escolar. 

Entre las prácticas positivas que se podrían llevar a cabo en este aspecto se encuentra el monitoreo de la diversidad del profesorado y del conjunto de integrantes de la comunidad educativa, una estrategia que ya se lleva a cabo en otros países. Por otro lado, también es muy útil la participación en el diseño de los contenidos del currículo educativo de comunidades con orígenes diversos, así como el fomento en la universidad de las más recientes perspectivas de los estudios sobre diversidad social y cultural, los estudios globales e internacionales y los estudios sobre el racismo hacia las personas

africanas y afrodescendientes y de origen asiático, el antigitanismo, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, como la islamofobia o el antisemitismo en las aulas. 

Específicamente para el caso de España, se hace necesario promover el conocimiento de referentes de orígenes diversos, de la historia y del presente que permitan al alumnado conectar con su propio pasado y visibilizarlo. 

Abordar la segregación y multiplicar el conocimiento 

No hay duda de que uno de los retos centrales para abordar la discriminación racial y étnica en el ámbito educativo es la lucha contra la segregación escolar, una práctica que consiste en agrupar a alumnado con similares características, como puede ser el origen étnico, en determinados centros, aulas o líneas educativas. Diversos organismos europeos e internacionales encargados de velar por la protección de los derechos humanos han prestado atención a este fenómeno de la segregación escolar que constituye una discriminación y que impide la integración real de determinados grupos étnicos en el sector educativo. En este aspecto, una de las principales recomendaciones es la necesidad de tomar medidas para eliminar la segregación escolar en el marco de un Plan de Inclusión Educativa.

Para abordar este y todos los retos que supone la discriminación racial y étnica en la escuela se hace necesario, antes que nada, realizar un adecuado análisis de la situación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia, el antisemitismo, el antigitanismo, el racismo antiafro y otras formas conexas de intolerancia existentes en el sistema educativo a través de estudios e investigaciones, teniendo en cuenta la discriminación múltiple e interseccional, y especialmente la de género. 

Específicamente, se vuelve muy necesaria la realización de investigaciones sociales sobre la diversidad en la enseñanza para conocer la composición, por grupos sociales de diverso origen, dentro de la comunidad educativa, incluyendo el profesorado, para implementar, si fueran necesarias, acciones positivas. Además, es clave diseñar y adoptar estrategias de resolución de incidentes basados en la discriminación racial o étnica, que incluyan el conocimiento de los recursos de apoyo disponibles y, en el caso de que sean necesarias, la adopción de medidas sancionadoras.

En FEPSU trabajamos para favorecer la lucha contra el racismo y todas las formas de discriminación, a todos los niveles. En otras ocasiones hemos resaltado la importancia de prevenir el racismo desde el ámbito local y comunitario, como una de las claves para hacer frente a todos estos fenómenos discriminatorios. Además, también hemos compartido iniciativas innovadoras que buscan la creación de comunidades a nivel local para prevenir la discriminación racial y étnica

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Conciliadoras comunitarias para la convivencia

¿De qué forma se puede involucrar a la ciudadanía en la mediación de conflictos entre los propios vecinos y vecinas? En L’Hospitalet de Llobregat han apostado por la conformación de la Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios, un proyecto piloto a nivel español que busca formar en la gestión de conflictos y articular a toda una serie de agentes sociales locales para que puedan desarrollar tareas de prevención y mediación en los entornos donde tienen incidencia. En FEPSU te explicamos cómo funciona esta iniciativa. 

Formación y acción ciudadana

La Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios fue uno de los proyectos presentados el pasado 2 de marzo en la asamblea general de FEPSU, que se celebró en Dénia y sirvió para que las ciudades que forman parte de la red pusieran en común las distintas iniciativas que llevan a cabo en sus municipios. El director de Servicios de Seguridad, Convivencia y Civismo de L’Hospitalet de Llobregat, Miquel Justo Medrano, fue el encargado de compartir este proyecto piloto de mediación que se ha puesto en marcha en el municipio catalán y que de momento ya cuenta con una decena de voluntarios. 

Entre las personas que participan de la Red de Conciliadoras se encuentran perfiles diversos, aunque siempre relacionados con las entidades sociales que actúan en el ámbito local; como, por ejemplo, la directora de la asociación de teatro social Plaudite Teatre, Eugènia Delgado; la mediadora del proyecto ‘Entre veïnes’, Fatima Memdouh; un representante del Fòrum de Diàleg Interreligiós, Josep Maria Pujol; y la responsable de voluntarios de la Cruz Roja en el municipio, Laura Bisbal; entre otras personas. 

Todas ellas se formaron durante un año en el programa de ‘Gestión de conflictos públicos y mediación comunitaria’ de la Universidad de Girona, donde recibieron las herramientas necesarias para el desarrollo de sus tareas de conciliación comunitaria. Una vez finalizado el proceso de formación, las personas que participaron y obtuvieron su título presentaron también sus proyectos concretos de mediación comunitaria y se comprometieron a aportar sus conocimientos y habilidades de forma voluntaria para mejorar la convivencia en la ciudad.

Prevención y gestión de conflictos

Uno de los principales objetivos de esta iniciativa es que cada uno de los participantes de la red pueda llevar a cabo acciones concretas de prevención y gestión de conflictos en las entidades sociales donde trabajan y sus espacios de incidencia, así como colaborando con las actuaciones que se lleven a cabo desde el ayuntamiento en el ámbito de la convivencia y el civismo

De hecho, la previsión es que el proyecto pueda realizar ciclos de formación de forma anual para que se puedan ir incorporando más personas a la Red de Conciliadoras. De momento, no obstante, la iniciativa es una prueba piloto que debe servir para evaluar la modalidad de colaboración más efectiva entre los agentes sociales que han recibido la formación y los servicios municipales que trabajan en el ámbito de la convivencia y la mediación de conflictos

El Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, a través del departamento de Convivencia, desarrolla desde hace más de 15 años distintas actuaciones relacionadas con la gestión y la resolución de los conflictos entre vecinos y vecinas, a través de acciones de prevención y procesos de mediación en espacios como las comunidades de vecinos, el espacio público, los centros educativos y los comercios, entre otros lugares. 

Una iniciativa premiada

La iniciativa de la Red de Conciliadoras recibió el Premio Innovación de la Sociedad Catalana de Conflictología el pasado 21 de enero, fecha en que se conmemora el Día Europeo de la Mediación. En concreto, se reconoció el hecho de que se trata de un proyecto pionero en toda España en la formación de ciudadanos en tareas de conciliación comunitaria como forma de potenciar la mediación como herramienta para superar conflictos de convivencia. 

Una de las metas de la red es ir creciendo para que el proyecto pueda colaborar desde todos los barrios de la ciudad, desarrollando acciones preventivas y de intervención impulsadas por el departamento de Convivencia del consistorio. La Red de Conciliadoras, además busca incrementar el impacto comunitario de las actuaciones municipales en esta materia y, al mismo tiempo, responsabilizar a los actores vecinales en la gestión de la convivencia para que puedan incidir en su entorno, aportando una visión próxima, compartiendo estrategias y detectando conflictos

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Turismo y ciudades seguras

La seguridad se ha vuelto en los últimos años en un factor de especial preocupación para los turistas que visitan las ciudades europeas, en particular debido a las amenazas de ataques terroristas. El mantenimiento de la seguridad urbana, en este sentido, se vuelve un factor clave para mantener una actividad económica como el turismo, que es la fuente fundamental de ingresos para muchos países y ciudades de Europa. A continuación te compartimos algunas de las recomendaciones planteadas por Efus para favorecer el turismo en entornos urbanos seguros. 

Transmitir la seguridad 

El 22 de octubre de 2021 se celebró en Niza (Francia), en el marco de la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, un taller alrededor del reto de promover un turismo urbano seguro y sostenible. El debate estuvo moderado por el teniente de alcalde a cargo de los derechos de las víctimas de la ciudad de Niza (Francia), Martine Ouaknine, y contó con la presencia de diversos ponentes expertos, entre los que se encontraban: Kyriaki Bourdakou, teniente de alcalde en la ciudad del Pireo (Grecia); Joao Lázaro, presidente de la asociación portuguesa de apoyo a las víctimas – APAV (Portugal); Ignacio Ibáñez, coordinador del programa de objetivos vulnerables de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT); y Fernando Gaona, subjefe y consejero de seguridad de la Policía Municipal de Xàbia (España)

Todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que mantener la seguridad y, sobre todo, saber transmitir esta sensación de seguridad a los potenciales turistas es un gran reto para las ciudades europeas. Como ejemplo, los participantes en el debate señalaron que los atentados terroristas en Francia han provocado una caída de alrededor del 25% de los ingresos por turismo. “Si no hay seguridad, ¿por qué visitaría una ciudad?”, preguntó a los asistentes Ignacio Ibáñez. 

En este sentido, para los participantes en el taller los puntos clave para estrechar el vínculo entre seguridad y turismo son: la sostenibilidad, la responsabilidad, el apoyo mútuo y los derechos humanos. “Debemos vincular el turismo sostenible y responsable para garantizar la seguridad de turistas y ciudadanos”, subrayó Kyriaki Bourdakou.

De esta manera, un turismo sostenible es aquel que implica garantizar que todas las víctimas sean atendidas de manera adecuada. Con esto en mente, es vital que tengamos políticas sólidas y estructuras establecidas que puedan ayudar a apoyarlas y orientarlas (estructuras de apoyo a las víctimas, policía comunitaria, estrategias integradas, cooperación entre los niveles de gobierno local, regional, nacional, europeo e internacional).

Mejorar la comunicación

Otra de las dificultades más mencionadas entre los panelistas fue el problema que se produce por la separación de los servicios de seguridad y el turismo. Para llevar a cabo políticas efectivas y realistas de mantenimiento de la seguridad, ambos servicios deberían trabajar juntos para crear políticas de seguridad turística que sean capaces de responder a las demandas de los turistas, siempre considerando la sostenibilidad de estas estrategias a largo plazo.

Por lo tanto, repensar y reformular las políticas de seguridad turística es esencial y debe implementarse a través de soluciones innovadoras. Entre los ejemplos de buenas prácticas mencionados por los ponentes se encontraba el caso del Ayuntamiento de Xàbia y su Policía Turística Comunitaria, desde la cual se han puesto en marcha varios canales de comunicación con los turistas que visitan la localidad cada año. La apuesta por una mayor proximidad con las personas que visitan temporalmente la localidad se ha convertido en una de las prioridades para las autoridades locales del municipio. 

Otro ejemplo de buenas prácticas es el caso de Casa de Apoyo a las Víctimas de la ciudad de Niza (Francia), una institución municipal creada en 2015 con el objetivo de centralizar en una única oficina la atención a cualquier persona que haya sido víctima de un delito, independientemente de si se trata de una residente o turista. El equipo multidisciplinar que trabaja en el espacio (formado por juristas y psicólogos, entre otros profesionales) proporciona información rápida y práctica sobre los derechos de la víctima y qué trámites administrativos debe realizar para disfrutar de sus derechos.

Ambos ejemplos de buenas prácticas expresados por los ponentes tienen en común que lo que buscan es fortalecer la comunicación con los turistas, brindándoles información adecuada, práctica y útil.

Autonomía para pasar a la acción

Finalmente, los ponentes coincidieron en la necesidad de que las ciudades puedan elaborar su propia política de seguridad y turismo, lo que les exige contar con los recursos suficientes y el apoyo político de su gobierno nacional. En este sentido, la autonomía de las administraciones locales para ser proactivas debe combinarse con los recursos pertinentes para que las autoridades locales y regionales puedan adaptarse a nuevos contextos, crisis y riesgos de una manera ágil y flexible.

Otro punto que mencionaron los participantes en el debate fue la importancia de esforzarse por asegurar el respeto a los derechos humanos fundamentales, que generalmente consideramos como un hecho en nuestras sociedades. Los responsables políticos locales deben asegurarse de que se les respete cuando busquen proteger a los turistas. “La seguridad urbana seguirá estando en el centro de los desafíos de nuestra sociedad”, concluyó Martine Ouaknine. 

En otras ocasiones en FEPSU hemos abordado la importancia de mantener la seguridad urbana como un requisito para el desarrollo económico y social de las ciudades. Por ejemplo, hemos tratado cómo se pueden diseñar ciudades seguras e inclusivas para favorecer la cohesión social y prevenir la exclusión de una parte de la población. También hemos abordado las estrategias de seguridad para la vida nocturna local, como uno de los espacios clave donde es necesaria la prevención de la violencia y el delito. 

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Comunidades locales contra el racismo

En sociedades diversas culturalmente como las europeas, las policías locales y de proximidad se vuelven actores muy relevantes para poder detectar, prevenir y actuar ante cualquier tipo de discurso de odio, como el racismo o la xenofobia. Por este motivo, el proyecto CLARA ha reunido a los ayuntamientos de Madrid, Elche, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Málaga y Pamplona para desarrollar distintas herramientas y recursos que ayuden a favorecer la cohesión social y la convivencia en estas ciudades españolas. En FEPSU te explicamos los objetivos, metodologías y conclusiones de esta iniciativa. 

Aprendizaje comunitario

El proyecto CLARA (Comunidades Locales de Aprendizaje contra el Racismo, la Xenofobia y los discursos de odio) tiene como meta la mejora de las capacidades de las autoridades locales y de las policías de proximidad para la prevención, identificación, mediación y lucha contra los incidentes racistas, xenófobos y, en especial, los discursos y delitos de odio que amenazan la convivencia pacífica en las ciudades. 

Tras dos años de trabajo, el pasado 4 de febrero se celebró en Madrid la conferencia final del proyecto, en la que participaron las más de 136 mujeres y hombres policías y las 65 personas representantes de entidades locales y organizaciones de la sociedad civil que participaron a lo largo de todo el proyecto. 

La iniciativa ha contado con la cofinanciación de la Unión Europea, dentro del Programa de Derechos, Igualdad y Ciudadanía (2014-2020), y ha sido gestionado por un consorcio coordinado por el Ayuntamiento de Madrid, con la participación de los consistorios de Elche, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Málaga y Pamplona, además del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a través del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), la cooperativa social Dinamia, la Bradford Hate Crime Alliance y la Universidad de Salamanca.

¿Cómo ha funcionado?

El proyecto CLARA se ha basado en una metodología de formación innovadora, que ha partido en una primera instancia de la formación de siete Comunidades Locales de Aprendizaje (CLAP) en cada uno de los municipios participantes. Estas comunidades de aprendizaje han estado integradas por representantes de las policías locales y organizaciones civiles de las distintas ciudades, a través del asesoramiento de la Universidad de Salamanca

El objetivo de conformar estos grupos de trabajo era el diseño de estrategias compartidas, dirigidas a conseguir la interacción cara a cara y la generación de confianza mutua entre los distintos actores policiales y sociales involucrados en las CLAP; pero sobre todo con la meta de reforzar las sinergias entre actores institucionales y agentes sociales clave (donde se incluye también a las comunidades afectadas por el discurso de odio), como un paso previo para poder combatir el racismo, la xenofobia y los delitos de odio a nivel local. 

Una vez diseñadas estas estrategias, las CLAP han pasado a la fase de prueba piloto y de puesta en práctica de las mismas, a través de un modelo de seguimiento y apoyo a las víctimas de delitos y discursos de odio dentro de las comunidades locales, con la intención de mejorar la acción policial comunitaria desde el punto de vista de la prevención y de la mediación.

Finalmente, el proyecto CLARA también buscaba promover el intercambio de experiencias a nivel europeo. En concreto, las y los policías y agentes sociales participantes del proyecto han realizado una visita de estudios a Bradford (Inglaterra) para conocer la experiencia de la Bradford Hate Crime Alliance, así como para colaborar con la Coalición de Ciudades contra el Racismo (ECCAR) y otras redes europeas, con el objetivo de intercambiar metodologías de actuación y resultados, así como realizar una propuesta de transferibilidad del modelo a otros contextos europeos.

Las estrategias resultantes 

El resultado de toda esta metodología de trabajo ha sido la generación de diversos productos que incluyen protocolos de actuación policial, creación de unidades especializadas para la lucha contra los delitos de odio y el establecimiento de marcos estables de cooperación y comunicación entre las policías comunitarias, otras entidades locales y las organizaciones de la sociedad civil.

Inicialmente, el proyecto CLARA se marcaba como meta la elaboración de un proyecto común de transformación a aplicarse en todas las localidades participantes. Sin embargo, las propias comunidades locales optaron, debido a las necesidades identificadas, en trabajar más de un proyecto; ya que la complejidad de las transformaciones esperadas y el escaso nivel de desarrollo de este tipo de estrategias en municipios concretos requería de varias acciones conjuntas que atendieran todos los ejes de prevención, intervención, coordinación y asistencia

En concreto, estos han sido los resultados que ha tenido el proyecto en cada una de las localidades participantes: 

  • La CLAP de Elche ha desarrollado una Unidad Específica de Relaciones con la Comunidad, que se apoya en una mesa técnica de trabajo. 
  • La CLAP de Fuenlabrada ha diseñado una Alianza por la Tolerancia y Contra el Odio y la Discriminación cuyo objetivo es aflorar los incidentes y delitos de odio gracias a la colaboración con las asociaciones. 
  • La CLAP de Getafe ha desarrollado una unidad de Gestión de la Diversidad que trabaja coordinada con una Mesa Mixta, también creada de acuerdo con la Guía para reconocer y actuar ante los delitos de odio, elaborada por la comunidad. 
  • La CLAP de Leganés ha diseñado dos productos: la Comunidad Local por la Convivencia y la Diversidad y el Manual de Procedimiento de Actuación ante Casos de Racismo, Xenofobia y Delitos de Odio. Este último, incluye un flujograma de actuaciones policiales ante delitos e infracciones
  • La CLAP de Madrid ha creado un guía “Racismo, Xenofobia y Otras Formas de Intolerancia: Manual de Actuación Policial” y ha diseñado la figura del agente enlace con la comunidad, dependiendo de la Oficina de Atención al ciudadano.
  • La CLAP de Málaga ha proyectado la creación de un Subgrupo de odio y diversidad y ha desarrollado una formación de choque en detección, prevención y tratamiento de incidentes y delitos de odio y discriminación, ya impartida a aproximadamente 350 policías. El desarrollo de un manual policial sobre delitos de odio permanece, en el momento de redactar este informe, inconcluso.
  • La CLAP de Pamplona ha diseñado un acuerdo de colaboración entre asociaciones y Policía Municipal de Pamplona cuyo objetivo principal es incrementar el conocimiento y la denuncia de los delitos e incidentes de odio a través de la creación de una red de denuncia y el formulario de denuncia desarrollado también como producto.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la importancia de trabajar en la prevención de los delitos de odio en el ámbito local. En este sentido, a finales de noviembre de 2021 organizamos un webinar destinado a analizar cómo prevenir y abordar los delitos de odio por motivos de identidad sexual o de género. Puedes encontrar las principales conclusiones del debate en este artículo. Además, también nos hicimos eco de las recomendaciones de la Fiscalía General del Estado para prevenir los discursos de odio en las redes sociales, las cuales son el primer eslabón para su prevención. 

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Diseñar ciudades seguras e inclusivas

Los espacios públicos están en el corazón de cualquier ciudad: pueden ser al mismo tiempo un vehículo para la cohesión social, como pueden también acentuar la marginación y la exclusión de una parte de la población. ¿Cómo pueden las ciudades diseñar y gestionar espacios públicos más seguros e inclusivos? Esta es la pregunta a la que intentaron responder una serie de expertos durante uno de los talleres que se celebraron en la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones. 

Integrar la seguridad en el diseño

El taller dedicado al diseño y la planificación urbana de ciudades más seguras e inclusivas, que se celebró el 21 de octubre en el marco de la conferencia internacional de Efus, estuvo moderado por el fundador del instituto de investigación DSP-Groep (Países Bajos), Paul van Soomeren, y la mesa de debate estuvo presidida por el concejal en materia de Obras Públicas, Centro Histórico y Legalidad de la ciudad de Módena (Italia), Andrea Bosi

En el debate participaron los siguientes expertos y expertas en planificación urbana y seguridad: Laetitia Wolff, consultora de estrategia de design impact y profesora de The Sustainable Design School (SDS) en Niza (Francia); Ana Verónica Neves, socióloga y experta en prevención del delito para la Policía Municipal de Lisboa (Portugal); y Umberto Nicolini, director de la organización italiana Laboratorio Qualità Urbana E Sicurezza (LabQUS) y presidente de la iniciativa EU Cost Action TU1203.

Una de las principales conclusiones surgidas a partir del debate es que se deben incorporar características de seguridad en la planificación, el diseño y la gestión urbana. Para ello, el diseño de espacios públicos seguros necesita un enfoque colectivo y una reflexión a largo plazo sobre los aspectos arquitectónicos, pero también sobre los sociales. La arquitectura y el diseño influyen en el comportamiento cotidiano de los ciudadanos, sus relaciones interpersonales y en la percepción general de inseguridad.

En este sentido, los participantes en el debate resaltan el diseño y la planificación de la embajada de Estados Unidos en Londres como un buen ejemplo de integración entre aspectos arquitectónicos, sociales y de seguridad. La embajada fue diseñada como una fortaleza medieval visualmente agradable y muy bien integrada en el paisaje abierto y público. Es un ejemplo perfecto de seguridad sólida combinada con características de seguridad ocultas. Un muro bajo, por ejemplo, proporciona asientos y funciona como un dispositivo anti-choque, mientras que un seto, típico de los parques ingleses, oculta los bolardos.

Participación de los diseñadores

Los diseñadores de espacios públicos deben participar en las etapas iniciales de la planificación urbana para incluir aspectos relacionados con la seguridad si se quiere tener éxito. Para ello, una de las claves es mejorar la formación específica de planificadores, diseñadores y arquitectos en materia de seguridad, ya que muchas veces no tienen en cuenta estas cuestiones a la hora de planificar las ciudades. 

En los últimos años, la prevención del delito a través del diseño ambiental se ha extendido en las ciudades europeas como una forma de hacer más seguras las zonas de alto riesgo. Sin embargo, en el diseño de espacios públicos seguros también se deben considerar otros factores limitantes, como el turismo, en un espíritu de co-creación. Este proceso sigue siendo inusual y no es la corriente principal. Una opción para extender su uso es atribuir otras funciones a los equipos de seguridad y mezclar los diferentes usos del diseño urbano.

Enfoques integrales 

No obstante, el diseño del espacio público es una herramienta que no es suficiente por sí sola. En el proceso de diseño de un entorno seguro e inclusivo, se deben tener en cuenta todas las demandas y necesidades del conjunto de la ciudadanía. En este sentido, se vuelve necesario adoptar un enfoque integral y colectivo de los espacios públicos, pues la planificación urbana por sí sola no fomenta la cohesión social.

Para ello, es fundamental involucrar a la ciudadanía y las comunidades en los proyectos de planificación urbana desde sus primeras etapas de concepción. Es a partir de esto que es posible generar un sentimiento de pertenencia y propiedad en la ciudadanía, que pueda provocar una sensación de protección mutua frente a las vulnerabilidades y promover la cohesión social. La inclusión de la ciudadanía también abre nuevos caminos para definir los problemas y fundamentar el proyecto en un diagnóstico claro.

Como ejemplo de éxito en la humanización del diseño urbano a través de la participación de la ciudadanía, los participantes en el debate resaltan la remodelación de la comisaría de la policía local en el Precinto 71 de Brownsville en Nueva York (Estados Unidos). En su origen, el edificio fue diseñado para disuadir la entrada a los ciudadanos. Sin embargo, los resultados fueron pobres y consiguieron que se estableciera un mal ambiente. Para cambiarlo, se puso en marcha una labor de humanización y apropiación ciudadana: se instalaron cajeros automáticos, se limpiaron cristales y se llevaron a cabo otras reformas, con el fin de promover una mejor relación entre la policía y la ciudadanía.

En este sentido, el principal objetivo de la planificación urbana debe ser que los espacios públicos sigan siendo públicos, sobre la base de un enfoque humano y basado en la colaboración entre iguales. El diseño y la planificación urbana es importante, pues reduce los comportamientos no deseados en los espacios públicos y puede centrarse en numerosas amenazas, como el terrorismo, así como aplicarse a muchos contextos diversos, desde escuelas, hospitales, espacios públicos, barrios residenciales y más. 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la importancia de diseñar y planificar ciudades teniendo en cuenta todos los aspectos relacionados con la seguridad. Por ejemplo, hemos explicado en qué consiste la prevención del delito a través del diseño ambiental, una perspectiva de abordaje de la seguridad que ha ido ganando terreno a nivel institucional en los últimos años. También hemos compartido las conclusiones del proyecto PACTESUR respecto a cómo diseñar infraestructuras de seguridad para proteger espacios públicos, especialmente aquellos de interés turístico, sin que esto dañe el paisaje urbano. 

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Herramientas y prácticas para abordar la polarización

Abordar la polarización requiere de una estrategia integral. Por este motivo, durante la conferencia internacional de Efus de 2021, uno de los temas centrales de los talleres que se llevaron a cabo fue la discusión alrededor de cuáles son las mejores herramientas y prácticas para fomentar sociedades inclusivas y cohesionadas. A continuación, te compartimos algunos de los puntos clave que señalaron los distintos expertos y expertas que participaron en este encuentro, celebrado a mediados de octubre. 

La importancia de los actores claves

¿Qué es la polarización? Para los expertos que participaron en la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, la polarización se puede definir como una gran o creciente discrepancia de opiniones en una sociedad determinada. Esta discrepancia puede llevar a la interrupción completa del diálogo social, al final de la democracia o incluso a la violencia y el extremismo. En este sentido, la polarización necesita de una expresión pública. 

Es importante señalar que la polarización tiene razones estructurales y generalmente tiene una dimensión ideológica. Por ejemplo, la desigualdad estructural juega un papel importante en el aumento de la polarización. Sus actores clave son los siguientes: las personas o colectivos que la alimentan, a los que se unen los seguidores; luego está el grupo medio, los indecisos; y finalmente, pero no menos importantes, los llamados constructores de puentes, que tratan de buscar el diálogo entre los grupos polarizados. 

Por lo general, nos enfocamos en los jóvenes, pero la generación mayor también juega un papel clave en el proceso de polarización, por ejemplo, como alimentadores del conflicto y el disenso; según el profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Salzburgo (Austria), Markus Pausch

Como ejemplo práctico y concreto, los ponentes del taller organizado por Efus señalaron el caso del asalto al Capitolio de Washington en enero de 2021. En este caso concreto, el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, actuó como alimentador del conflicto. A la luz del concepto “divide y vencerás”, Trump utilizó la desigualdad estructural y el descontento para movilizar a la gente y alimentó su discurso con una dimensión ideológica. Creó un clima de división: «ellos contra nosotros» y «nosotros contra ellos», el cual provocó el final del diálogo entre las dos partes.

Prevenir y mitigar la desigualdad

Cabe señalar, que el abordaje polarización requiere de una estrategia integral, basada en la prevención y la mitigación de las desigualdades sociales y económicas, que son factores que contribuyen al crecimiento de la polarización. “La polarización aumenta y se alimenta de las desigualdades estructurales”, ha señalado Pausch. 

En este aspecto, desde Efus se promueve la movilización de actores a nivel local, a través del empoderamiento de voces creíbles en las comunidades, las cuales puedan difundir narrativas alternativas al conflicto. Este trabajo a nivel local no solo debería servir para abordar a aquella parte de la población que ya está polarizada, sino también aquellos que se encuentran en un proceso de polarización, los cuales son claves a la hora de poder prevenir este proceso. 

¿Cómo pueden las ciudades participar activamente en la prevención y mitigación de la polarización? Los mecanismos estructurales de desigualdad y exclusión juegan un papel importante en los procesos de polarización. A nivel estructural, las autoridades locales deben prevenir las desigualdades y brindar igualdad de oportunidades. 

Fomentar la participación ciudadana

Actualmente, observamos que las democracias representativas no son lo suficientemente representativas. Debería mejorarse la participación y la transparencia. Por tanto, a nivel comunicativo, es clave fomentar el diálogo y permitir la participación, por ejemplo a través de la promoción de consejos ciudadanos, consejos de la juventud o foros de diálogo a nivel municipal. La educación de todos los grupos profesionales relevantes es igualmente clave para participar en una estrategia preventiva eficaz.

Brindar igualdad de oportunidades, mejorar la participación ciudadana y la transparencia, así como una comunicación abierta con el objetivo de reforzar el diálogo, son claves para prevenir y disminuir la polarización. En este aspecto, el empoderamiento de los jóvenes es clave, por ejemplo, a través del deporte o la cultura. 

“La confianza es la base del empoderamiento de los jóvenes”, ha afirmado Manuel Comeron, miembro del Departamento de Análisis Estratégico de Seguridad Urbana del Ayuntamiento de Lieja (Bélgica). Sin embargo, un enfoque clave de participación y transparencia debe involucrar a todos los diferentes actores, sin importar su edad. 

Ejemplos de buenas prácticas

Teniendo en cuenta estos planteamientos, los ponentes del taller celebrado durante la conferencia internacional de Efus destacaron algunos ejemplos de proyectos y buenas prácticas llevadas a cabo en distintas ciudades europeas. En Lieja (Bélgica), por ejemplo, desarrollan un proyecto de empoderamiento de los jóvenes a través del deporte y la cultura. Esta iniciativa busca una participación y empoderamiento sostenible a largo plazo, a través del establecimiento y el mantenimiento de la confianza con los jóvenes.

En Salzburgo (Alemania), en cambio, organizan paseos intergeneracionales por la ciudad, con el objetivo de reunir a los diferentes grupos de edad del municipio; una iniciativa que lo que busca es llegar a un colectivo de población en riesgo de radicalización. 

Finalmente, en Malmö (Suecia) se creó un proyecto para cartografiar los lugares problemáticos de la ciudad y poder detectar, a través de una herramienta de inteligencia artificial, las fuentes de discrepancia social en los espacios urbanos. Este ejercicio de mapeo se encuentra actualmente en una fase piloto y durante las pruebas, se mapeó el odio, por ejemplo, contra minorías con diferente orientación sexual.

En FEPSU hemos abordado en otras ocasiones el problema de la polarización en las ciudades europeas. Por ejemplo, hemos comentado las iniciativas que lleva a cabo el proyecto europeo BRIDGE, que busca crear conciencia entre los actores locales y fortalecer su capacidad para reducir la vulnerabilidad individual y colectiva a la radicalización y al mismo tiempo mitigar el fenómeno de polarización. Además, también hemos analizado las posibilidades que brinda la justicia restaurativa como herramienta para mitigar la polarización; así como los debates acerca de si es posible medir la polarización a nivel local. 

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Involucrar a la ciudadanía para conseguir un ocio nocturno seguro

El ocio nocturno es una de las actividades de gestión más compleja por lo que respecta a la seguridad urbana, ya que en él intervienen distintos actores con intereses dispares y, en ocasiones, confrontados. La pandemia de la Covid-19 ha complejizado aún más esta relación entre seguridad y vida nocturna, ya que ha supuesto el cierre temporal o la limitación de horas de actividad de la mayoría de establecimientos de ocio, así como el traslado de la mayor parte de esta actividad a espacios públicos al aire libre. Por ello, para la prevención de conflictos y la garantía de la convivencia durante la vida nocturna se hace necesario el diálogo entre los distintos actores implicados: empresas privadas, policías locales, entidades vecinales y administraciones, entre otros. En Barcelona, el ayuntamiento ha querido hacer una apuesta firme por un mejor abordaje de esta problemática y ha anunciado la creación de una ‘Mesa ciudadana por una noche cívica y segura’, en la que se sentarán representantes de distintos sectores de la sociedad para compartir sus propuestas. En FEPSU te lo explicamos. 

Un diálogo múltiple para mejores soluciones

La ‘Mesa ciudadana por una noche cívica y segura’ de Barcelona se constituirá en noviembre de 2021 y estará compuesta por servicios públicos del Ayuntamiento de Barcelona, de la Generalitat de Catalunya y por entidades sociales y económicas de la ciudad, como asociaciones vecinales y gremios de hostelería, ocio nocturno y restauración, así como representantes de los grupos políticos municipales. El objetivo de la mesa será recoger las reflexiones sobre el ocio nocturno de todos los sectores implicados para generar propuestas que se puedan aplicar entre la primavera y el verano del año 2022.

Otra de las metas de este espacio de debate es hacer un abordaje integral del fenómeno del ocio y las actividades nocturnas en Barcelona desde los diversos sectores de la ciudad que están relacionados. Será un espacio donde generar propuestas de actuaciones a medio y largo plazo para una noche cívica y segura en la ciudad.

Como explican desde el Ayuntamiento de Barcelona, la mesa tiene una finalidad eminentemente propositiva y se pedirá a todos los integrantes que aporten propuestas, ya sean de carácter general o relacionadas directamente con sus ámbitos de actuación. El análisis de las actividades de ocio nocturno y las propuestas que se realicen en este debate ciudadano servirán de referente para el diseño de planes de actuación. Como por ejemplo, para el Plan de Actuación para una Noche Cívica y Segura que, coordinado por el Área de Prevención y Seguridad del consistorio, se elaborará y se presentará ante los miembros de la mesa.

Un plan de actuación para el ocio nocturno

El Plan de Actuación para una Noche Cívica y Segura que ha de surgir de las discusiones llevadas a cabo en la mesa diseñará y ejecutará propuestas para abordar las diferentes dimensiones del fenómeno de las concentraciones en el espacio público: dimensiones policiales, de gestión y de mantenimiento del espacio público, así como de gestión de conflictos, limpieza, comunicación y sensibilización, inspecciones, procesos de mediación, medidas alternativas a la sanción, sanciones y apoyo a actividades de ocio alternativo.

La creación de la mesa y el diseño del Plan de Actuación son dos nuevas acciones que llevará a cabo el Ayuntamiento de Barcelona para hacer frente al fenómeno de las concentraciones en el espacio público como actividad de ocio nocturno y que se suman a las diferentes actuaciones a corto y medio plazo que se han realizado por parte del consistorio para contener el fenómeno. 

Por un lado, se han reforzado los dispositivos de mantenimiento del espacio público y los dispositivos de la Guardia Urbana de Barcelona. En este sentido, el Plan de Verano del cuerpo de policía barcelonés ya preveía estas situaciones y por ello se diseñó un dispositivo de verano revisable semana a semana para poder adaptarse a los nuevos requerimientos. Desde principios de la época estival se ha puesto en marcha un dispositivo específico, compartido y coordinado con el cuerpo de Mossos d’Esquadra, para actuar en el espacio público priorizando el descanso vecinal y el cumplimiento de las medidas sanitarias para hacer frente a la pandemia. Gracias a este dispositivo, se ha desalojado un total de 271.000 personas de más de 2.000 espacios de la ciudad, donde se han encontrado concentraciones de entre 50 y 3.000 personas.

Además, se han incorporado 400 nuevos agentes de Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra que se han destinado prioritariamente a preservar los entorno vecinales. La mitad del dispositivo nocturno de la policía local de la ciudad se dedica a la prevención y la gestión de las incidencias que puedan ocasionar estas concentraciones y mantienen una interlocución con las vecinas y vecinos de las zonas más afectadas por el fenómeno desde el primer día y de forma periódica, pues su implicación es de máxima importancia para encontrar las soluciones más adecuadas. 

La seguridad en la vida nocturna, un reto

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones los distintos retos que supone para la seguridad urbana la gestión del ocio nocturno, así como las mejores estrategias de prevención de conflictos de convivencia ocasionada en las ciudades por este tipo de actividades. El Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus), por ejemplo, se ha interesado ampliamente por resaltar aquellos proyectos innovadores que trabajan por buscar una vida nocturna segura en las ciudades, sobre todo aquellas iniciativas locales que consiguen diversificar los espacios y promover nuevas actividades de ocio, que son dos elementos claves para garantizar una buena convivencia entre la ciudadanía y el ocio nocturno.

En este espacio también hemos compartido las principales conclusiones del proyecto ToNite, un estudio multidisciplinar de la vida nocturna y una investigación etnográfica y social sobre la percepción local de la seguridad urbana durante la noche desarrollado en la ciudad de Torino (Italia), la cual ha compartido diversas herramientas y métodos para mejorar el empoderamiento y el diálogo con la comunidad para una mejor gestión del ocio nocturno; prácticas que pueden ser fácilmente replicadas en distintas ciudades. 

Finalmente, en FEPSU también hemos analizado cómo la vida nocturna se ha visto particularmente afectada por las restricciones relacionadas con la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Ahora que la pandemia parece estar más controlada en la mayoría de países de la Unión Europea, los municipios europeos buscan reiniciar la vida nocturna, sin que esto implique un problema a la hora de garantizar la seguridad de estos espacios. En esta pieza te contamos algunas de las propuestas del grupo de trabajo sobre vida nocturna y seguridad de Efus, que intentan responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo reiniciar la vida nocturna de forma segura?

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¿Cuál es la clave para garantizar espacios públicos seguros que beneficien a todos?

El mantenimiento de espacios públicos seguros y abiertos es un factor clave en el bienestar de las comunidades, ya que producen resultados positivos en la salud de la ciudadanía, el medio ambiente y la economía. Sin embargo, las bondades de los espacios públicos no se distribuyen de forma uniforme: diversas investigaciones demuestran que dentro de las ciudades, las personas racializadas y de bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir en barrios mal mantenidos y que carecen de espacios de esparcimiento. En este sentido, una investigación de Brookings Institution, una organización estadounidense que trabaja en el análisis de políticas públicas a nivel local, nacional y global, se ha propuesto examinar los impactos holísticos de las inversiones en espacio público más allá de los datos, para ver cómo se distribuyen sus beneficios en la población. En FEPSU te compartimos algunas de sus principales conclusiones.

Inversiones con beneficios desiguales

Incluso en barrios donde hay equipamientos de calidad, sus beneficios pueden estar distribuidos de manera desigual. Esto se debe a que muchos de los indicadores económicos tradicionalmente relacionados con las inversiones en espacios públicos (como el generar valores más altos de terrenos y propiedades) pueden no afectar de manera directa a ciudadanos de bajos ingresos o pequeñas empresas, particularmente aquellos que alquilan sus hogares o arrendan sus locales de negocio. Estos supuestos beneficios podrían, incluso, llegar a impulsar el desplazamiento de una población más empobrecida, que no puede hacer frente al aumento de los precios del alquiler en los barrios renovados. 

Es por este motivo que, según las investigadoras Hanna Love y Cailean Kok, es necesario mirar más allá de los indicadores tradicionales de valor económico para poder examinar los impactos reales de las inversiones en espacios públicos y cómo esto puede ayudar a la convivencia o incluso prevenir o reducir la delincuencia. Para hacer un análisis más profundo habría que preguntarse: ¿Quién se beneficia del valor que producen los espacios públicos? ¿Cómo se asignan dichos beneficios a los residentes de distintos orígenes, ingresos y estatus social en una comunidad? ¿Producen los espacios públicos beneficios adicionales que las medidas tradicionales de evaluación no están capturando? ¿Cómo se puede aprovechar el poder de las inversiones en espacios públicos para beneficiar a más personas en más lugares? 

Para intentar responder a estas preguntas, las autoras de la investigación han decidido ir más allá de los datos numéricos y han realizado un extenso trabajo de campo en tres ciudades estadounidenses que han experimentado conflictos sociales a lo largo de los años y con tasas de pobreza más altas que la media del país: Flint (Michigan), Albuquerque (Nuevo México) y Buffalo (Nueva York). En estas localidades se han realizado entrevistas para examinar la percepción de la ciudadanía, los pequeños negocios y otros actores interesados. A continuación compartimos algunas de las conclusiones de las autores en relación con cómo los espacios públicos pueden reducir o exacerbar las brechas sociales o promover la cohesión social.

Un diseño intencionado

Los primeros meses de la pandemia de la Covid-19, en que millones de personas redujeron sus vidas a sus hogares y los límites de su barrio, demostraron que la capacidad de vivir en un lugar donde se puedan satisfacer las necesidades diarias de forma segura es un privilegio de unos pocos. La desigualdad en el acceso a supermercados, espacios verdes y calles seguras jugó un papel muy importante en las consecuencias dispares que la pandemia ha tenido en la población de distintas clases sociales. 

Sin embargo, a pesar de que existe evidencia sobre la efectividad de la inversión en espacios públicos para reducir las brechas sociales, también hay un considerable número de investigaciones que apuntan a que las inversiones en espacios públicos pueden también aumentar las tensiones sociales y la desigualdad al no beneficiar a los residentes y negocios tradicionalmente excluidos o al priorizar la inversión en ciertos barrios, al mismo tiempo que se excluye a otros.

Como bien apuntan las investigadoras Hanna Love y Cailean Kok, los planificadores urbanos y las autoridades locales deben ser “intencionales en el diseño”, ya que si los espacios públicos están diseñados para un “público” o un “usuario medio”, es probable que acaben siendo excluyentes y que no logren su objetivo de generar cohesión social. Además, en este diseño intencionado se deben tener en cuenta todas las características relacionadas con la seguridad, como la presencia de la policía o los mecanismos de vigilancia.  

En los casos estudiados en la investigación del Brookings Institution se pudo ver, por ejemplo, que para garantizar la seguridad en los espacios públicos hay que conseguir inversiones que, aunque centradas en un barrio en concreto, consigan extender sus beneficios también a los barrios periféricos y así evitar que haya disputas entre los residentes de uno y de otro vecindario. En este sentido, también es relevante no diseñar espacios públicos para un conjunto generalizado de la población, sino hacerlo para llegar a quienes tienen más probabilidades de ser excluidos. 

De esta manera, queda claro que no hay una relación directa entre inversión en espacios públicos y una mayor cohesión social. Por el contrario, ciertas renovaciones del espacio público, diseñadas para beneficiar a los residentes de toda la ciudad en lugar de apuntar a aquellos que puedan estar más excluidos, pueden exacerbar las desigualdades sociales y de esta manera repercutir en la percepción de seguridad de los mismos espacios públicos. Por este motivo es clave que las autoridades locales garanticen que las inversiones en espacios públicos beneficien a todas las personas y que estén emparejadas también con un sólido apoyo a la infraestructura comunitaria crítica en los vecindarios más cercanos. 

Si quieres leer la investigación completa elaborada por la Brookings Institution, puedes visitar la página web del centro. En FEPSU hemos abordado la importancia del mantenimiento del espacio público y de la planificación urbana para la prevención del delito y la garantía de una seguridad urbana. A continuación te dejamos una serie de artículos en donde analizamos estos aspectos: 

¿Cómo reiniciar la vida nocturna de forma segura?

La vida nocturna se ha visto particularmente afectada por las restricciones relacionadas con la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, que ha tenido consecuencias nefastas para la vida económica, social y cultural de las ciudades. Ahora que la pandemia parece estar algo más controlada en la mayoría de países de la Unión Europea, los municipios europeos buscan reiniciar la vida nocturna. Pero, ¿cómo se puede conseguir esto al mismo tiempo que se mantienen normas claras para garantizar la seguridad? Esta es una de las preguntas a las que ha intentado responder el grupo de trabajo sobre vida nocturna y seguridad de Efus. En FEPSU te compartimos algunas de las principales conclusiones a las que llegaron el pasado 23 de junio en la conferencia virtual del grupo de trabajo. 

Unidades de apoyo Covid-19

Denis Tallédec, director general del colectivo Culture Bar-Bars, socio de Efus desde hace mucho tiempo, y coordinador de la Plateforme de la Vie Nocturne, presentó su libro blanco sobre el “derecho a la fiesta” (Livre Blanc du Droit à la Fête) que resultó de la asamblea general homónima organizada en noviembre de 2020 con el apoyo de Efus. 

El libro incluye una serie de recomendaciones para el relanzamiento de la vida nocturna, en particular la creación de “Unidades territoriales de apoyo Covid”, encargadas de establecer el diálogo entre los diferentes actores de la vida nocturna, incluidas las autoridades locales y regionales, y la toma de decisiones consensuada. 

Cuatro ciudades francesas ya han creado unidades de este tipo: Burdeos, Nantes, París y La Rochelle. Aunque es demasiado pronto para sacar una conclusión sobre su impacto a largo plazo, ya se puede notar que estas unidades han dado como resultado una mejor coordinación entre las diferentes acciones emprendidas y un mejor intercambio de información entre los actores relevantes.

Flexibilidad y adaptación

Por otro lado, los representantes de la ciudad de Lausana (Suiza), Mathias Schaer (jefe de seguridad) y Lucien Delley (jefe del departamento de mediación), explicaron cómo las medidas destinadas a frenar la vida nocturna pueden utilizarse también para reiniciarla. Por ejemplo, se pueden aprovechar las iniciativas de mediación e información, así como la mejor coordinación entre la policía y otros actores para volver a una vida nocturna segura. 

Schaer y Delley presentaron ante el grupo de trabajo de vida nocturna y seguridad de Efus el caso de uno de los parques públicos de la ciudad, donde comenzaron a reunirse personas para organizar fiestas en el espacio público. La ciudad decidió dejarlo así en lugar de empujar a los jóvenes hacia otros vecindarios, pero les apoyaron a garantizar la seguridad, por ejemplo, instalando cabinas de información emergentes y contenedores de basura adicionales. 

El municipio fue flexible y reactivo, y la experiencia resultó positiva porque sí respondió a las necesidades de los ciudadanos, garantizando su seguridad y la de los vecinos.

Aprendizajes para el futuro

A partir de estas experiencias locales, el grupo de trabajo de Efus sobre vida nocturna y seguridad ha extraído distintas conclusiones. La primera es que es importante contar con órganos de diálogo y de toma de decisiones transversales que agrupen a los diferentes actores de la vida nocturna: autoridades públicas, profesionales de la hostelería y representantes de la ciudadanía.

El segundo aprendizaje es que el personal municipal debe estar atento, ser capaz de adaptarse, ser flexible y comunicarse de manera clara y transparente con todos los actores relevantes. En particular, es importante garantizar la coexistencia pacífica entre las personas que festejan en el espacio público y los residentes locales.

Distintos abordajes para la vida nocturna

En FEPSU hemos abordado en ocasiones anteriores los distintos retos que supone la vida nocturna para la prevención y la seguridad urbana. A mediados de junio, compartimos las conclusiones del proyecto SHINE respecto a la prevención del acoso sexual en los espacios de ocio nocturno

También hemos destacado el trabajo de investigación etnográfica y social sobre la percepción local de la seguridad urbana durante la noche que realiza el proyecto ToNite en la ciudad de Torino (Italia), así como sus posibilidades de replicación en otras ciudades europeas. 

Si quieres conocer otras iniciativas que se han llevado a cabo en las ciudades que forman parte de la red de Efus, puedes consultar este artículo que hemos publicado en la web de FEPSU, en el que desgranamos las distintas estrategias que se están llevando a cabo en Europa para garantizar la seguridad en los espacios de ocio nocturno y en el espacio público en general durante la noche. 

Para conocer más a fondo las conclusiones del grupo de trabajo de Efus sobre vida nocturna y seguridad, puedes visitar la página web del foro europeo.