Los avances en la digitalización de la información están cambiando los métodos policiales para “pronosticar” la probabilidad de que se cometan delitos. La inteligencia artificial y el big data han facilitado enormemente el acceso a grandes cantidades de datos. Sin embargo, aunque la vigilancia predictiva tiene mucho potencial, algunos agentes de policía cuestionan su eficacia para la prevención del delito.
El debate sobre la efectividad y los impactos de este enfoque policial relativamente novedoso en los países de la UE fue el tema central de la conferencia web organizada por Efus el pasado 25 de junio, en el marco de su grupo de trabajo sobre Seguridad e Innovación. En aquel encuentro virtual participaron distintos expertos en el campo de las nuevas tecnologías de seguridad urbana, quienes intercambiaron las experiencias que se llevan a cabo sobre vigilancia policial predictiva en distintos lugares de Europa.
Por ejemplo, en los Países Bajos implementan desde el 2017 un Sistema de Anticipación del Crimen, que identifica puntos críticos dentro de un territorio. Los datos provienen de múltiples bases de datos, como la base de datos central holandesa de delitos, e incluyen información sobre delitos anteriores y delincuentes conocidos. En la Baja Sajonia (Alemania) también han optado por un enfoque policial predictivo en respuesta al aumento de los robos domésticos. Esta región alemana ha desarrollado internamente un software llamado “PreMAP”, que utiliza un enfoque denominado de “casi repetición”, para identificar factores predictivos como el tipo de bienes robados y el modus operandi de los robos.
El acceso a estos datos permite a la policía acelerar el proceso de recopilación y análisis de datos y desarrollar métodos policiales predictivos. El uso de datos y métodos estadísticos permite «pronosticar» la probabilidad de delitos en dos áreas centrales: los lugares potenciales del delito y las personas que podrían verse involucradas en actividades delictivas, ya sea como víctimas o como perpetradores.
Debates éticos, legales y sociales
El Dr. Oskar Gstrein de la Universidad de Groningen (Países Bajos), que colabora con el proyecto Cutting Crime Impact (CCI), analizó durante la conferencia los aspectos éticos, legales y sociales de la vigilancia policial predictiva y destacó los problemas relacionados con la selección de datos y el sesgo de las máquinas, la transparencia y la responsabilidad y la estigmatización de determinadas comunidades y barrios. Para mitigar la estigmatización y aumentar la responsabilidad social se hace necesario, según apuntó el Dr. Gstrein, involucrar en los procesos de selección de datos a estos grupos sociales.
Por otro lado, Günter Okon y Kira Langanki del Instituto Alemán de Pronóstico Basado en Patrones (IfmPt), que desarrolla el software PreCOPS, destacaron que los oficiales de policía necesitan capacitación constante para comprender cómo funciona la tecnología y evaluar y responder adecuadamente a los hallazgos a partir de los datos. Esto se debe a que los oficiales a veces dudan de la eficiencia del enfoque y no necesariamente tienen los recursos o el tiempo para desarrollar respuestas innovadoras a los pronósticos.
Además, es importante comprender las expectativas de un servicio de policía para desarrollar un software que cumpla con dichas expectativas. El Dr. Gstein se hizo eco de esto y destacó que la policía también debe comprender cómo funciona un sistema en términos de protección de datos. Los oradores coincidieron en que el enfoque de vigilancia predictiva debe implementarse para complementar las técnicas ya existentes, pero en ningún caso debe ser una metodología que venga a sustituirlas.
En conclusión, la tecnología puede presentar una oportunidad para enfrentar el sesgo en los datos policiales históricos y cuestionar cómo se recopilaron y seleccionaron. Si se usa correctamente y en cooperación con la sociedad civil, puede aumentar la responsabilidad policial. Sin embargo, para ello hay que comprender la tecnología detrás de la vigilancia policial predictiva y discutir su efectividad, ya que esto permite ir más allá de las narrativas fáciles, ya sean extremadamente optimistas o pesimistas, y entablar conversaciones fructíferas sobre preocupaciones éticas, legales y sociales.