Una vida nocturna segura en las ciudades

Diversificar los espacios y promover nuevas actividades son dos elementos claves para garantizar una vida nocturna segura y saludable en las ciudades. Desde el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (Efus) buscan dar relevancia a aquellas iniciativas innovadoras a la hora de crear espacios nocturnos amigables, para favorecer la generación de buenas prácticas y extender su uso en diversas localidades de Europa. Por este motivo, el próximo 3 de marzo, a las 14.00 horas del horario central europeo (CET), Efus organiza una conferencia web en el que se valorarán los distintos proyectos que se han puesto en marcha en las ciudades europeas para ampliar el alcance de las actividades nocturnas y mejorar la tranquilidad pública, una convocatoria a la que animamos a participar a todos los socios y socias de FEPSU.


La seguridad de la ciudad nocturna

El uso de la ciudad cambia durante la noche: las necesidades y demandas de los ciudadanos y las ciudadanas no son las mismas que durante el día. Es difícil encontrar un equilibrio entre una animada vida nocturna (en la que predomina el ambiente festivo y, en muchos casos, la aglomeración de personas), la percepción y la seguridad real de quienes participan estas actividades nocturnas y la tranquilidad de la población. 

Algunas ciudades se esfuerzan por promover este equilibrio diversificando el tipo de actividades a las que se puede acceder durante la noche. Estas alternativas tienen como objetivo poner al abasto de la población una oferta más diversificada de eventos y entretenimientos que los que se suelen asociar a la noche, como por ejemplo beber y salir de fiesta; al mismo tiempo que se busca reducir las consecuencias negativas de estas, como el abuso de alcohol y otras sustancias o la propensión de situaciones de acoso sexual u otros tipos de agresiones físicas o verbales. 

Ampliar el alcance de las actividades nocturnas mientras se mejora la tranquilidad pública implica la diversificación del uso de los ‘distritos de fiesta’ en las ciudades y la diversificación de las actividades que dichos distritos pueden ofrecer a diferentes grupos de edad en los espacios públicos y privados. En este sentido, es clave la acción coordinada entre administraciones locales y actores privados, para garantizar una buena distribución de los espacios dedicados a la vida nocturna y la diversificación de las actividades que se realizan.

El rol de los actores locales

Comprender cómo las autoridades locales pueden contribuir y, en última instancia, coproducir estas actividades alternativas con las partes interesadas (por ejemplo, propietarios y empleados de establecimientos de ocio nocturno) es una parte clave del éxito de desarrollar una oferta de ocio nocturno con un alcance más amplio. Es por este motivo que Efus ha organizado esta conferencia web, en la que podrán participar aquellos colectivos y actores interesados de diferentes ciudades europeas que busquen compartir sus experiencias. 

El debate que se llevará a cabo en el webinar girará alrededor de las iniciativas y prácticas innovadoras relacionadas con la elaboración de una oferta de ocio nocturno más diversificada y de mayor alcance, con especial énfasis en los procedimientos, herramientas y  recursos. Además, también se abordarán los proyectos e iniciativas concretas para contrarrestar las consecuencias negativas de las actividades de la vida nocturna, como el abuso de sustancias y el aumento del acoso sexual. 

Por otro lado, en la conferencia web se brindarán guías y lineamientos para la cooperación entre distintos actores en la elaboración e implementación de una estrategia de desarrollo de vida nocturna alternativa, así como las herramientas y canales relevantes utilizados para una correcta comunicación e intercambio de información entre los usuarios del ocio nocturno y los diversos colectivos involucrados en la seguridad y prevención de las mismas, como, por ejemplo, funcionarios locales, mediadores, organizaciones locales, propietarios y empleados de establecimientos de vida nocturna, entre otros. 

Crear redes de apoyo 

Uno de los pasos más relevantes a la hora de garantizar un ocio nocturno seguro es la creación de redes estables y bien comunicadas entre los diversos actores que intervienen, pero también entre las distintas ciudades que desarrollan iniciativas para mejorar la tranquilidad de los ciudadanos durante la noche, para compartir iniciativas que han funcionado y adoptar estrategias que han demostrado ser exitosas. 

Por esta razón, la conferencia web organizada por Efus iniciará con un pequeño ejercicio de  networking, adaptado al número de participantes que haya y al formato online. Posteriormente, se presentarán y discutirán las propuestas en torno a los temas mencionados anteriormente. Si quieres participar en este encuentro virtual, deberás inscribirte antes del 3 de marzo en el siguiente enlace. La sesión se realizará íntegramente en inglés. 

Para conocer más iniciativas para mejorar la seguridad de la vida nocturna en las ciudades españolas y europeas, puedes consultar la página web de FEPSU, donde encontrarás algunos de los proyectos en los que participan nuestros socios y socias, así como temas y debates relacionados con la prevención y la seguridad urbana

Premio a la innovación en tiempos de Covid-19

La pandemia del coronavirus ha cambiado la vida diaria de las personas en todo el mundo y ha exigido que las ciudades hagan más con menos recursos que nunca. Sin embargo, incluso frente a una crisis de salud pública, disturbios sociales, déficits presupuestarios masivos y crecientes desastres climáticos, los alcaldes y alcaldesas están innovando y tomando medidas audaces para abordar los desafíos más urgentes de sus ciudades

Es por este motivo que la iniciativa Bloomberg Cities Network, apoyada por la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, quiere premiar a aquellas soluciones urbanas que hayan innovado en la manera de mantener la seguridad pública durante la Covid-19. El Global Mayors Challenge otorgará un millón de dólares a cada una de las 15 ciudades seleccionadas, para que puedan implementar sus ideas innovadoras y, en última instancia, difundir esas ideas a otros rincones del mundo. En FEPSU te compartimos esta convocatoria. 

Las 50 mejores soluciones a la pandemia

El Global Mayors Challenge 2021 está abierto a todas las ciudades con más de 100.000 habitantes. Todas las ciudades elegibles deben confirmar su asistencia a la competencia y enviar una solicitud completa a más tardar el 21 de marzo de 2021, la cual encontrarán en la web de Bloomberg Cities Network

El premio está buscando a las 50 mejores ideas innovadoras urbanas que se hayan imaginado o lanzado a raíz de la pandemia del coronavirus. Estas ideas pueden estar en cualquier etapa de implementación, pero deben tener el potencial de tener un impacto significativo y la capacidad de extenderse a otras ciudades.

La edición de este año del certamen, que es el más grande hasta ahora, brindará a las 50 ciudades campeonas el acceso a expertos de renombre mundial en innovación y datos para ayudarlos a mejorar su idea. Después, quince ganadores del gran premio recibirán un millón de dólares cada uno para comenzar la implementación de sus ideas innovadoras.

Ideas creativas y audaces

Las aplicaciones de las ciudades se evaluarán según cuatro criterios distintos. Por un lado, las ideas innovadoras deben ser audaces, creativas y, lo que es más importante, deben abordar los problemas más urgentes que enfrenta su ciudad en la actualidad. Para tener éxito, estos proyectos o programas deben tener el potencial de mejorar significativamente la vida de los ciudadanos.

Aunque los planes de implementación pueden no estar completamente desarrollados, las ciudades deben demostrar su compromiso y un camino viable para hacer realidad sus ideas. Esto incluye obtener el apoyo de los ciudadanos y las partes interesadas que sean clave para su desarrollo. Las ideas ganadoras deben tener el potencial de extenderse y tener éxito en otras ciudades. Los temas tratados deben ser oportunos, relevantes y deben abordar los problemas que enfrentan otras ciudades.

Soluciones locales a una crisis mundial

El 2020 estuvo marcado por una de las crisis sanitarias y de seguridad urbana más graves que se han visto. Una situación que colocó a muchos alcaldes y alcaldesas en la primera línea de lucha. A medida que ha ido avanzando la pandemia, que se ha ido desplomando la economía y que las exigencias de justicia social han puesto a prueba a las ciudades y a sus residentes, una y otra vez las autoridades locales han tenido que hacer mucho más que permanecer vigilantes.

A pesar que muchas autoridades estatales y nacionales han cometido errores en sus respuestas a la pandemia, muchos alcaldes y alcaldesas han sabido reunir a sus comunidades para presentar rápidamente soluciones creativas a problemas que nunca antes habían imaginado: servicios de entrega para llevar alimentos y medicamentos a personas mayores aisladas; programas de ayuda de emergencia para mantener a flote las empresas y los inquilinos desempleados en sus hogares; reformas de gobernanza para mover los servicios en persona en línea y permitir la participación pública inclusiva a pesar de los bloqueos; y mucho más.

En muchos rincones del mundo, los alcaldes y alcaldesas han respondido con innovación a esta crisis, pues la vida y el sustento de sus ciudadanos y ciudadanas dependía de ello. Es por este motivo que desde Bloomberg Cities Network quieren reconocer este esfuerzo de los gobiernos locales para resolver problemas de nuevas formas, el cual ha permitido la generación de muchas ideas innovadoras en un período de tiempo muy reducido.

El Forum Español para la Seguridad Urbana (FEPSU) está comprometido con la innovación en materia de seguridad urbana y de prevención, así como en potenciar a las autoridades y gobiernos locales a liderar los procesos de cambio necesarios para garantizar un desarrollo urbano sostenible. 
Por este motivo damos apoyo a iniciativas como esta, así como a una serie de proyectos que, junto al Forum Europeo de Seguridad Urbana (Efus), desarrollamos en diversas localidades de España para garantizar un mejor trabajo de los actores locales y regionales en el ámbito de la seguridad. Si quieres conocer más proyectos como este, no dudes en consultar la web de FEPSU.

Justicia restaurativa contra la polarización

La polarización es producto de nuestra interconexión global, pero también nos muestra aquellos puntos donde las desigualdades generan desconexiones dentro de la propia sociedad. Para mitigar los efectos adversos de este fenómeno, la justicia restaurativa surge como una herramienta para poner en valor las cualidades positivas de la humanidad. “La justicia restaurativa es un enfoque inclusivo para abordar el daño o el riesgo de daño mediante la participación de todos los afectados para llegar a un entendimiento y acuerdo común sobre cómo se puede reparar el daño o la infracción, mantener las relaciones y lograr la justicia”, asegura Tim Chapman, experto del proyecto BRIDGE de Efus, en una entrevista publicada originalmente en inglés y de la que en FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones.

El daño de la polarización

Chapman propone aprender de la experiencia de Irlanda del Norte, su país natal, para entender cómo funciona la justicia restaurativa en una sociedad “profundamente polarizada por un conflicto que ha durado siglos”. Dejando de lado las particularidades del conflicto nord-irlandés, en todas partes la polarización entre grupos sociales suele estar vinculada a injusticias. “Cuando la política parlamentaria no aborde estas injusticias, habrá protestas que, si se reprimen o se ignoran, se convertirán en violencia”, afirma el experto del proyecto BRIDGE. En el caso de Irlanda del Norte, muchas personas murieron y muchas familias y comunidades quedaron divididas, con un legado de injusticia que continúa hasta hoy.

Las consecuencias de este conflicto ha provocado, entre otras desgracias, que en una ciudad como Belfast se hayan construido altos muros para dividir a comunidades con ideas antagónicas, por ejemplo. Sin embargo, estos muros, lejos de proteger a los barrios y familias, lo único que han conseguido es alimentar el extremismo y el odio hacia el diferente. Como muy bien apuntó la filósofa Hannah Arendt, “el totalitarismo apela a las muy peligrosas necesidades emocionales de las personas que viven en completo aislamiento y temen unas a otras». El enfoque de justicia restaurativa, en cambio, entiende la polarización como una amenaza a los valores de una sociedad cohesionada, pacífica y democrática. “La separación de personas puede llevar a ver a otros grupos como un riesgo para la seguridad o como una competencia por recursos como trabajos y alojamiento”, subraya Chapman.

Diálogo para una justicia restaurativa

En los procesos de justicia restaurativa el problema no son las personas: el problema es el daño causado por la polarización. Las personas que pertenecen a los grupos sociales polarizados, en cambio, son los recursos con los que se puede trabajar hacia una solución. “En lugar de mantenerlos separados, los procesos restaurativos unen a las personas en un diálogo con el fin de comprender el problema desde todos los lados y encontrar un camino a seguir”, destaca el experto del proyecto BRIDGE. Los sistemas de justicia penal se centran en la detección y el enjuiciamiento de los culpables de un delito de odio, al mismo tiempo que excluye y aparta a las partes afectadas por el crimen. La justicia restaurativa, en cambio, incluye a todos los afectados e implicados en el hecho lesivo, no solo a las víctimas y sus allegados, sino también a los perpetradores y su círculo social.

Este enfoque, como bien explica Chapman, asume que la comunidad circundante a los perpetradores del crimen pueden no solo ser víctimas, sino también parcialmente responsables del daño. Los espectadores que no hacen nada cuando se produce un daño pueden ser la fuente de un daño mayor para la víctima que para el perpetrador. Para Roberto Esposito, la comunidad no está formada por una identidad o territorio común, sino por nuestras obligaciones mutuas. Las identidades polarizadas son «la perversión de la idea de comunidad en su opuesto, en una que levanta muros en lugar de derribarlos», escribe el filósofo italiano.

Que las personas se reúnan para construir una comunidad o para repararla después de un incidente dañino es uno de los principales objetivos de la justicia restaurativa. ¿Qué mecanismos se pueden emplear para este fin? Una de las opciones es hacerlo a través de “círculos restaurativos” o conferencias en las que todos reciben apoyo para relatar sus experiencias y expresar sus sentimientos y puntos de vista y para escucharse y cuestionarse unos a otros de una manera segura y respetuosa. “Un círculo restaurativo es un proceso de comunicación no jerárquico en el que cada participante se sienta en un círculo y habla por turnos sin interrupción”, comenta Chapman.

El caso de BRIDGE

En este sentido, el proyecto BRIDGE de Efus prevé utilizar el teatro y el vídeo para involucrar a los jóvenes marginados de localidades como la Val d’Oise (Francia) con el fin de reducir la polarización entre ellos y la policía. En Lovaina (Bélgica), el alcalde y varias organizaciones municipales, privadas y comunitarias están desarrollando las redes, estrategias y procesos para sostener una Ciudad Restauradora. Esta iniciativa servirá para mantener la cohesión social y dar una respuesta eficaz a cualquier conflicto social que pueda exacerbar la polarización.

En última instancia, lo que se busca a través de la justicia restaurativa es mitigar la polarización al fomentar el respeto por la dignidad humana, fortalecer la solidaridad y la responsabilidad por los demás, deshacer la injusticia y conectar a las personas en el diálogo. “Las autoridades locales, con la participación de las partes interesadas relevantes, pueden utilizar la teoría de la justicia restaurativa y la herramienta de los círculos o conferencias restaurativas para contrarrestar las desigualdades estructurales y mitigar la polarización”, recomienda el experto del proyecto BRIDGE, Tim Chapman.

Si quieres conocer más sobre el proyecto BRIDGE y otras iniciativas organizadas por Efus y en las que FEPSU participa activamente, no te olvides de visitar nuestra página web, donde además encontrarás más contenido y recursos para poder trabajar en una mejor prevención del crimen y hacia una seguridad urbana integral.

¿Es posible medir la polarización a escala local?

La polarización de la sociedad es uno de los fenómenos más complejos que atacan a las democracias pluralistas. Como explica el politólogo austríaco Markus Pausch, “en los últimos años se ha hecho evidente en muchos países una erosión de la cohesión social”, que ha generado “un proceso de agudización de las diferencias entre los grupos de la sociedad que puede resultar en un aumento de las tensiones”. Sin embargo, estos fenómenos suelen ser medidos siempre a escala estatal o regional, pero en muy pocos casos se ha abierto la posibilidad de estudiar sus efectos en el ámbito local. Por este motivo, desde el proyecto BRIDGE de Efus, cuyo objetivo es ayudar a las administraciones a reducir la polarización y el extremismo, se han elaborado una serie de herramientas para medir este tipo de fenómenos en ciudades y barrios. En FEPSU, te compartimos algunas de las aportaciones que ha hecho este programa en este sentido. 

Dos herramientas prácticas

En un encuentro virtual de autoridades locales y regionales europeas, en el que se trató el tema de la prevención de la radicalización y que tuvo lugar el pasado 27 de octubre, Efus presentó los indicadores y herramientas para medir los fenómenos de polarización local desarrollados por el proyecto BRIDGE. Concretamente, se presentaron los proyectos Quick Scan, el cual es utilizado por la ciudad de Rotterdam (Países Bajos), y Zero-Sum Mindset, una herramienta diseñada por la experta del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Patricia Andrews Fearon. 

Efus fue invitado a este encuentro virtual por el proyecto CHAMPIONs, una iniciativa que busca proponer un modelo de acción cooperativa armonizada para detener la polarización y que reúne a ocho organizaciones y universidades de Europa central y oriental con el objetivo de ayudar a los profesionales de primera línea en Alemania, Hungría, Polonia y Rumanía para comprender mejor los fenómenos locales de polarización.

Los participantes subrayaron la importancia de las discusiones e intercambios de prácticas de éxito entre distintas comunidades. También insistieron en la necesidad de proporcionar a los profesionales de primera línea soluciones y herramientas concretas que puedan utilizar en su trabajo diario para prevenir y / o contrarrestar la polarización. Finalmente, también coincidieron en la necesidad de contar con espacios seguros para la discusión.

Detectar la tensión

Una de las propuestas presentadas por Efus fue la metodología Quick Scan se utiliza en Rotterdam para medir las tensiones o la polarización dentro de la población local. Esta herramienta se basa en una recopilación de datos e información proporcionada por los servicios de atención a la juventud de la ciudad, la policía y otros agentes clave, por lo que la información procede tanto de los actores locales como de los responsables políticos

La ciudad realiza cuatro evaluaciones de Quick Scan al año, pero también la utiliza para medir la repercusión de eventos concretos en la cohesión social local, incluyendo aquellos que se producen lejos, como fue el caso de los ataques contra mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, que causó 51 muertes en 2019.

Mentalidad de suma cero

La iniciativa Zero-Sum Mindset, en cambio, funciona como un cuestionario práctico que sirve a los gobiernos locales para evaluar el grado de polarización a nivel local. A través del concepto de “mentalidad de juego de suma cero”, esta herramienta busca detectar formas de pensar en las que se perciben las relaciones intergrupales y sociales como fijas y antagónicas, lo cual excluye la posibilidad de cooperación y diálogo

Los trabajos realizados por la investigadora Andrews Fearon han demostrado que esta visión del mundo dividido entre ganadores y perdedores es un indicador confiable para evaluar la polarización. El cuestionario permite detectar la presencia o ausencia de una mentalidad de juego de suma cero en una localidad o región, lo que posibilita a las autoridades locales o regionales medir también el grado de polarización en su territorio, así como la presencia de factores de riesgo o resiliencia.

El proyecto BRIDGE de Efus tiene por objetivo principal crear conciencia entre los actores locales y fortalecer su capacidad para reducir la vulnerabilidad individual y colectiva a la radicalización y al mismo tiempo mitigar el fenómeno de polarización. Entre sus miembros se encuentran el Ayuntamiento de Terrassa, el Govern de Catalunya y el Real Instituto Elcano, en representación de España; así como otras administraciones y organizaciones europeas como el Consejo departamental de Val d’Oise (Francia) y los consistorios de Düsseldorf (Alemania), Genk (Bélgica), Igoumenitsa (Grecia) y Rotterdam (Países Bajos), entre otras ciudades. 

Para conocer más sobre esta iniciativa, puedes visitar la página web de FEPSU, donde encontrarás información también sobre otros proyectos en los que participan nuestros socios.

Cuarenta días de innovación para construir ciudades más seguras

Desde el 21 de septiembre, la ONU ha estado desarrollando la campaña “40 Days Safer Cities Challenge”. Esta iniciativa promueve diversas acciones ciudadanas en todo el mundo durante 40 días con el objetivo de crear conciencia sobre el poder de las innovaciones creativas para la seguridad en las ciudades y la prevención del delito. La campaña culmina con la celebración del Día Mundial de las Ciudades, que se conmemora el 31 de octubre. El Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus) es uno de los socios de la iniciativa.

Este desafío al que las Naciones Unidas invita a las ciudades durante cuarenta días tiene su origen en la primera Asamblea de ONU-Hábitat, que tuvo lugar en 2019 y donde se aprobaron las directrices para ciudades más seguras. En este acuerdo, los Estados miembros de la ONU y las autoridades locales se comprometían a llevar a cabo un conjunto de acciones y a intercambiar experiencias innovadoras para una mayor protección de los entornos urbanos

Durante 40 días, la ONU junto a socios como Efus, buscarán crear conciencia en todo el mundo sobre el poder de la innovación creativa, incluidas las artes y la cultura, para la prevención de los crímenes y la violencia en el espacio público. La intención es acompañar a las autoridades locales en el avance hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en todas las ciudades del mundo.  

Por una coproducción de la seguridad

Las actividades del “40 Days Safer Cities Challenge” se basan en la idea que la seguridad es mucho más que simplemente la ausencia de violencia o delincuencia, sino que implica el completo disfrute de las libertades fundamentales de todos los individuos en un entorno estable en donde puedan satisfacer sus necesidades básicas. Esta iniciativa parte de la convicción de que esta seguridad solo se puede conseguir si las ciudades trabajan unidas para caminar hacia un desarrollo urbano sostenible a través de enfoques innovadores de co-creación y coproducción

En este sentido, la campaña ha desarrollado actividades en distintas ciudades del mundo, comenzando el 21 de septiembre con la conmemoración del Día Internacional de la Paz y pasando por el Día del Hábitat Urbano (5 de octubre), que tiene lugar en el marco del “Octubre Urbano”, una iniciativa que busca crear conciencia sobre los desafíos y oportunidades que tiene la urbanización en los distintos rincones del mundo. Los eventos del “40 Days Safer Cities Challenge” finalizarán este 31 de octubre, con la celebración del Día Mundial de las Ciudades.

Caminar hacia una urbanización sostenible

Centrar la atención de la comunidad internacional en la “urbanización” como un tema central para el desarrollo es uno de los objetivos del Día Mundial de las Ciudades, una conmemoración organizada por ONU-Hábitat. Esta celebración busca fomentar la cooperación entre países, a través de encuentros y de compartir experiencias de éxito. Este año las actividades de este evento internacional se centrarán en la valoración de las comunidades y las ciudades. La sede de la celebración será en Nakuru, Kenia; pero debido a la pandemia de la Covid-19 la mayoría de los eventos serán accesibles a distancia a través de Internet. El 31 de octubre a partir de las 12.45 horas de África Oriental (GMT+3), se llevarán a cabo cuatro mesas redondas con oradores de todo el mundo. 

La primera conferencia abordará los retos a los que se enfrentan las ciudades africanas para aplicar los ODS en sus entornos urbanos. El segundo debate, en cambio, partirá de los desafíos económicos y sociales a los que se enfrenta la sociedad en la actualidad (agravados por la pandemia del coronavirus) para repensar las estrategias para cooperar en la construcción de comunidades y ciudades más sostenibles. La tercera mesa redonda se centrará en la necesidad de construir mejores comunidades a través del espacio público, visto como un “salvavidas” fundamental para las ciudades y sus residentes. La jornada concluirá con la presentación del Reporte Mundial de Ciudades 2020, titulado “El valor de la urbanización sostenible”. Para más información sobre las actividades del Día Mundial de las Ciudades, podéis consultar la página web de ONU-Hábitat

¿Qué desafíos supone la Covid-19?

El lanzamiento de la campaña “40 Days Safer Cities Challenge” se ha producido en un momento en que la pandemia de la Covid-19 está contribuyendo a agravar las problemáticas sociales, económicas y políticas en todo el mundo. También está aumentando el riesgo de violencia organizada e interpersonal en entornos de ingresos altos, medios y bajos por igual. 

El contexto creado por el coronavirus está provocando además, que mujeres y niños en particular experimenten un mayor riesgo de violencia, especialmente en el hogar y en línea, al igual que los más vulnerables, incluidas las personas desplazadas y las que viven en zonas afectadas por conflictos. La amenaza de violencia criminal también está aumentando, al igual que el espectro del malestar social y político. Estos desafíos se enfrentan de manera más aguda en las ciudades y son algunos de los puntos importantes sobre los que se reflexiona en las actividades que promueve UN-Hábitat durante este Octubre Urbano y de cara a la conmemoración del Día Mundial de las Ciudades

Si quieres conocer más sobre la iniciativa “40 Days Safer Cities Challenge”, no te olvides de visitar la página web de la campaña, donde encontrarás los distintos eventos que se realizan. Para explorar otros proyectos relacionados con la promoción de la seguridad urbana que se desarrollan en distintas ciudades españolas, visita la página web de FEPSU.


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Por una nueva gestión del ocio nocturno

La vuelta a una relativa normalidad tras meses de confinamiento ha comportado algunos cambios en los hábitos de consumo y ocio de la población, sobre todo en lo que respecta a la vida nocturna. En la mayoría de ciudades se ha experimentado un incremento del uso del espacio público, pero también se ha detectado la necesidad de nuevas herramientas para gestionar los conflictos que este uso puede ocasionar. No solo se debe reforzar la sensibilización en el consumo de sustancias, especialmente entre los más jóvenes, sino que también se deben promover nuevas actividades de ocio nocturno que podrían ser más efectivas a la hora de reducir los riesgos de contagio en el contexto actual de pandemia. Para esto, sin embargo, hacen falta más recursos humanos para las administraciones locales, así como unas directrices sanitarias más claras y creatividad e imaginación en la implementación de nuevas estrategias.

Estas han sido algunas de las consideraciones que guiaron el tercer debate del ciclo de encuentros virtuales sobre “La seguridad urbana tras el Covid-19: aprendizajes y desafíos para el mundo local”, que tuvo lugar el 16 de julio y se dedicó a reflexionar sobre los nuevos retos en la gestión de la vida nocturna. Estos webinars han sido organizados por el Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU), en colaboración con el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (Efus). A continuación os compartimos algunas de las conclusiones de esta tercera sesión:

El ocio nocturno se desplaza

Tras el confinamiento, buena parte de las actividades nocturnas se ha trasladado al espacio público, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Los cuerpos y fuerzas de seguridad han detectado una mayor concentración de personas y consumo de alcohol en plazas, parques e incluso en zonas forestales. Esto se debe a la falta de oferta de ocio nocturno tradicional, un hecho que ha provocado que toda la carga del control y la gestión de la vida nocturna quede en manos de las policías locales. Para hacer frente a esta situación será necesario realizar intervenciones educativas para reducir el consumo y la conflictividad, en lugar de simplemente provocar un desplazamiento de esta actividad de un lugar a otro. 

Mensajes claros y trabajo transversal

La elaboración de campañas de comunicación con mensajes claros sobre qué se puede hacer y qué no se puede hacer es una labor que debe hacerse de forma transversal entre administraciones públicas y los entes privados que promocionan el ocio nocturno, así como otros actores que participan de la vida nocturna urbana. Además, hay que potenciar la calle como un espacio con potencial para las relaciones personales, el ocio y la cultura, sobre todo entre los adolescentes, que no han tenidoa su disposición durante el confinamiento otros espacios de esparcimiento en donde no haya una intervención adulta.

Adaptarse a la “nueva normalidad”

El contexto actual obliga a adaptar la regulación del espacio público, ya que la pandemia del Covid-19 ha cambiado las actividades que en él se desarrollan y la sensibilidad de la población hacia los conflictos que estas actividades pueden ocasionar. Además, se deben buscar nuevos mecanismos de prevención (de los conflictos y de los contagios) que vayan más allá de las sanciones, ya que ha quedado demostrado que no pueden ser la única respuesta. Mientras tanto, las administraciones deben ser tolerantes y pacientes con la población, hasta que la nueva regulación no esté clara. 

Otro ocio nocturno es posible

La situación post-confinamiento se presenta también como una oportunidad para cambiar e intentar poner sobre la mesa una nueva oferta de ocio nocturno en las ciudades. Es imprescindible intentar implicar a los jóvenes y adolescentes en la coproducción de actividades de ocio que no impliquen el consumo de alcohol y en las que se puedan mantener las medidas de seguridad sanitaria, que son ahora más necesarias que nunca. Además, las estrategias de gestión de la vida nocturna deberán incorporar a otros grupos sociales, más allá de los jóvenes; ya que la crisis económica que se avecina hará también más presentes en el espacio público grupos vulnerables con consumos problemáticos.

Coordinación entre municipios

Para conseguir gestionar mejor el ocio nocturno es clave el trabajo en red entre distintas administraciones locales, ya que muchas veces estas actividades traspasan las fronteras territoriales de los municipios y hace necesaria una coordinación en la prevención de conflictos. Se debe procurar optar por un trabajo con la población que tenga un enfoque educativo y preventivo, donde la sanción sea el último paso. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta tercera sesión del ciclo de webinars sobre la seguridad urbana tras el Covid-19, que ha contado con las intervenciones iniciales de Ariadna Ros, responsable de prevención del Distrito de Sants-Montjuïc, Ayuntamiento de Barcelona; Albert Artero, jefe de la Unidad nocturna 3 de la Guardia Urbana de Barcelona; y Mireia Espejo, educadora social y técnica de Edpac (Educación para la acción crítica). La sesión ha sido moderada por Martí Navarro Regàs, gestor de proyectos del Efus.

Puedes consultar en el siguiente enlace el relato completo de la jornada. 

Reconstruir la convivencia a partir de lo colectivo

La pandemia ha hecho más visible aún la desigualdad social, especialmente en el caso de las personas sin hogar y la población migrante. La tensión provocada por el miedo al contagio ha incrementado también los estigmas frente a estos colectivos vulnerables. Todo esto en un contexto que ha intensificado la relación entre vecinos y ha agravado los conflictos de convivencia en las comunidades. Ante este panorama, las administraciones locales deben apostar por una prevención que aborde la seguridad desde una perspectiva amplia y que trabaje en red con las entidades sociales, para buscar soluciones colectivas a los problemas que surjan en la “nueva normalidad”.

Estas han sido algunas de las consideraciones que guiaron el segundo debate del ciclo de encuentros virtuales sobre “La seguridad urbana tras el Covid-19: aprendizajes y desafíos para el mundo local”, que tuvo lugar el 9 de julio y se dedicó a valorar los instrumentos de control de la crisis sanitaria. Estos webinars han sido organizados por el Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU), en colaboración con el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS). A continuación os compartimos algunas de las conclusiones de esta segunda sesión: 

Vecinos que vigilan y policías sobrecargadas

Las relaciones entre vecinos se han intensificado durante el confinamiento. Esto ha provocado fenómenos como el de los “policías de balcón”, que han intentado actuar con autoridad sobre personas que no querían en su entorno o que estaban incumpliendo la cuarentena. Pero la falta de autoridad real de estas personas sobre el cumplimiento de las normas de aislamiento no ha hecho más que cargar con más trabajo a los cuerpos y fuerzas de seguridad, a quienes se ha recurrido para todos los problemas de convivencia que se presentaban, incluso para aquellos temas donde no había un trasfondo policial. En general, la actitud de estos “policías de balcón” solo ha conseguido crear problemas mayores a partir de pequeños actos de incivismo. 

La desigualdad social, en evidencia

En general, con la pandemia no se han creado nuevos colectivos vulnerables, sino que ha empeorado la situación de la población que ya se encontraba en riesgo de exclusión o conflicto social. Además, el miedo al contagio ha incrementado la estigmatización de algunos colectivos vulnerables, como los migrantes o las personas sin hogar. Estas últimas se han visto especialmente afectadas por la pandemia, no solo por el riesgo de contagio al que se exponían, sino también por la estigmatización por parte del resto de ciudadanos. Además, la gestión del confinamiento de esta población ha sido una labor compleja para las administraciones.

Trabajar en red para mejorar la detección

Una de las labores más complicadas durante el estado de alarma ha sido detectar los casos de problemas de convivencia relacionados con violencia de género. En este sentido, el trabajo en red entre administraciones, entidades y cuerpos y fuerzas de seguridad ha sido clave. En el caso de la violencia de género, por ejemplo, la mayoría de municipios ha mantenido en funcionamiento sus unidades de atención a la víctima durante toda la cuarentena, así como la coordinación con organizaciones sociales y otros cuerpos y fuerzas de seguridad.

Adaptar la mediación a la distancia

Uno de los servicios que se ha visto especialmente afectado por la cuarentena en todos los municipios ha sido el de mediación comunitaria, ya que han tenido que trasladar sus técnicas y herramientas a la atención telefónica o vía videollamada. Sin embargo, muchas administraciones locales lo han encarado como una oportunidad de agilizar cambios en las formas de trabajar con la ciudadanía. Ha quedado patente, por otro lado, la necesidad de compaginar el trabajo que realizan los y las agentes de las policías locales con el de perfiles profesionales en mediación a la hora de gestionar conflictos relacionados con la convivencia y no recurrir tanto a la denuncia por infracción de normas.

Apostar por la prevención

Muchos programas de ámbito comunitario y social que trabajan desde una perspectiva de prevención se han visto directamente interrumpidos por la cuarentena, a pesar de que esta crisis sanitaria ha dejado al descubierto la importancia de los mismos. La situación actual obliga a explorar nuevas formas de llegar a la ciudadanía, así como a apostar por iniciativas duraderas, ya que la prevención no da resultados a corto plazo. En un contexto en el que el individualismo se abre paso, se debe apostar urgentemente por medidas preventivas de los conflictos de convivencia que favorezcan la búsqueda de soluciones colectivas a problemas colectivos.

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta segunda sesión del ciclo de webinars sobre la seguridad urbana tras el Covid-19, que ha contado con las intervenciones iniciales de Xavier Fernández Rivero, concejal de Seguridad, Vía Pública y Protección Civil del Ayuntamiento de Terrassa; Nourdine Alghouch, representante de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes (Málaga); y Óscar Negredo, Coordinador del Servicio de Mediación Comunitaria del Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat. La sesión ha sido moderada por Anabel Rodríguez Basanta, delegada de FEPSU
Puedes consultar en el siguiente enlace el relato completo de la jornada.

*Fuente de las fotos: Ayuntamiento de Barcelona

Las secuelas psicológicas del confinamiento en los jóvenes

El confinamiento al que se ha visto obligada la población por culpa de la pandemia de la COVID-19 ha podido generar conflictos de convivencia dentro de los hogares y dejar secuelas psicológicas, como ansiedad y estados depresivos, sobre todo en las personas más jóvenes.

Para prevenir algunas de estas situaciones, el Ayuntamiento de Zaragoza ha habilitado un servicio de asesoría psicológica para jóvenes a través del teléfono y del correo electrónico. Este servicio, que habitualmente se hacía de forma presencial, ha detectado en los últimos cuatro meses un aumento en las peticiones de ayuda de jóvenes por motivos de ansiedad y conflictos familiares.

Desde el 15 de marzo, el Centro de Información y Asesoramiento Juvenil (CIPAJ) de Zaragoza ha atendido a 245 personas, la mayoría mujeres (un 83%). A pesar que los jóvenes no se encuentran entre los grupos de riesgo del nuevo coronavirus, la pandemia les ha afectado en la medida en que su vida social y académica se ha detenido de golpe en un momento crucial para su desarrollo.

El principal motivo de consulta ha sido la ansiedad, que representa un 33% de los casos. Según el CIPAJ, la causa mayoritaria de este trastorno ha sido la “situación prolongada de confinamiento y la incertidumbre por la suspensión de oposiciones y de la actividad laboral y lectiva,”.

Los conflictos en las relaciones familiares han sido el segundo motivo de consulta (15%). La psicóloga del Servicio de Juventud de Zaragoza, Laura Zapata, ha señalado que han detectado conductas más irascibles o susceptibles en algunos jóvenes debido a la «ruptura de la dinámica habitual», especialmente en aquellos hogares con más miembros y menos metros cuadrados. “Buscaban su propio espacio dentro de casa y algunos se encerraban en su habitación durante muchas horas o incluso en el baño, si compartían cuarto”, ha comentado la psicóloga.

A esta situación de ruptura de la convivencia en el núcleo familiar hay que sumar los problemas generados por la vulnerabilidad sobrevenida en muchas familias zaragozanas. Según los datos del Ayuntamiento, los servicios sociales municipales han atendido a 10.000 familias durante el estado de alarma, un 42% más que el año pasado, de las que prácticamente la mitad son familias que nunca antes habían solicitado ayuda.

Es por estos motivos que la atención psicosocial de las familias más vulnerables y las estrategias de cooperación entre administraciones locales y entidades sociales, como el Plan de Emergencia Social de Zaragoza, son clave a la hora de prevenir los conflictos que pueda ocasionar las secuelas del confinamiento en la población.


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Serenos: programa de agentes cívicos nocturnos

El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet cuenta desde el 2019 con un equipo de agentes cívicos nocturnos que tienen la tarea de mantener la convivencia en el espacio público durante la noche. A estos agentes se les ha llamado serenos, en recuerdo a esa figura pública de antaño que se encargaba de vigilar las calles de los municipios en horario nocturno. Este servicio cuenta con 18 agentes cívicos que realizan rondas nocturnas por los seis distritos de Santa Coloma, con el objetivo de crear entornos de confianza y mejorar la sensación de seguridad del vecindario. 

Entre las tareas que tienen los serenos se encuentra la inspección del mobiliario urbano, el alumbrado, los vehículos estacionados y el estado general de los edificios y los comercios para detectar desperfectos o alteraciones. También tiene la función de asistir a personas que necesiten ayuda por encontrarse perdidas o desorientadas: por ejemplo, personas mayores a las que les dé miedo bajar solas a tirar la basura o personas con movilidad reducida o discapacidad que necesiten ir a una farmacia de guardia por la noche. También podrán informar sobre los medios públicos de transporte, los equipamientos o servicios locales.


La puesta en marcha de este proyecto parte de la idea que la seguridad no está vinculada únicamente a la policía y la prevención del delito, sino que se trata también de tener entornos amables en los espacios públicos. Este servicio, además, tiene una vertiente social, ya que la creación de plazas de serenos ha permitido contratar personas del municipio que mayores de 45 años y en situación de paro de larga duración. Por otro lado, el cuerpo de agentes cívicos está formado por ocho hombres y ocho mujeres que patrullan en parejas mixtas, promoviendo así también la paridad de género en el servicio.


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Mediación escolar para acabar con el bullying

El Ayuntamiento de Madrid ha empezado a implementar este 2020 el proyecto Acoso Escolar Cero, el cual busca prevenir el bullying en las aulas madrileñas. La medida destacada de esta iniciativa es el programa de mediación escolar, en el cual se busca que el alumnado, el personal docente y las familias trabajen juntos para solucionar los conflictos surgidos en la escuela. 

El proyecto Acoso Escolar Cero contempla también un programa de formación y sensibilización específica en convivencia y resolución de conflictos para el alumnado, que aborda áreas y temáticas como los valores igualitarios, las habilidades de comunicación, la gestión emocional y el rechazo de la violencia con la elaboración de decálogos de buen trato. El tercer eje de esta iniciativa del municipio madrileño es un programa de intervención psicológica especializado en violencia entre menores, que cuenta con una atención directa a las víctimas, agresores y familias y espectadores pasivos en los casos que sea necesario.

Además, esta iniciativa cuenta también con una línea específica de atención dirigida a menores LGBTI que sufren acoso como respuesta a los datos que indican una especial virulencia del bullying hacia jóvenes de este colectivo y, de una forma más grave, a los jóvenes trans. Un estudio de la OCDE sobre el bienestar de los niños y adolescentes pone de manifiesto que el bullying, tanto físico como psicológico, es frecuente y en el caso de España alcanza a un 14 % de los menores.


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