¡Todo a punto para la conferencia internacional de Efus!

Quedan menos de dos semanas para el arranque de la conferencia Seguridad, Democracia y Ciudades de Efus y ya tenemos confirmado el programa completo del encuentro. Este evento internacional se celebrará del 20 al 22 de octubre en Niza (Francia), en un contexto marcado por la crisis de la Covid-19, en que las ciudades y regiones europeas han tenido que asumir un papel de liderazgo en la gestión de las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, al mismo tiempo que se han enfrentado a nuevos desafíos de seguridad urbana, como el auge de las tecnologías de vigilancia, la necesidad de reducir la polarización que puede conducir al extremismo violento y los impactos del cambio climático. En FEPSU te resumimos la programación y las últimas novedades de la conferencia. 

Ponentes de primer nivel

El evento está dirigido a todos los actores sociales relacionados con la seguridad urbana: funcionarios electos, autoridades locales y regionales, administraciones públicas, magistrados, agencias de aplicación de la ley, trabajadores sociales, investigadores, representantes del sector privado y actores de la sociedad civil, así como representantes de instituciones europeas y organizaciones internacionales. El objetivo de a conferencia es que sea una ocasión para intercambiar prácticas y conocimientos teóricos sobre el terreno.

En este sentido, destacan la presencia de distintas personalidades que representan la diversidad política y geográfica de Europa y que participarán como ponentes en la conferencia. Entre ellos se encuentran el alcalde de Rotterdam (Países Bajos) y vicepresidente de Efus, Ahmed Aboutaleb; el alcalde de Prato (Italia) y presidente del Foro Italiano para la Seguridad Urbana (FISU), Matteo Biffoni; el alcalde de Lieja (Bélgica) y presidente de Efus, Willy Demeyer; el alcalde de Niza (Francia) y vicepresidente de Efus, Christian Estrosi; la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson; y la  vicepresidenta de la Comisión Europea, Margaritis Schinas. 

Multiplicidad de temas y formatos 

La conferencia se centrará en los principales desafíos a los que se enfrentan las ciudades y regiones europeas para mantener, fortalecer o mejorar la seguridad urbana respetando las libertades fundamentales. Los participantes intercambiarán sobre el enfoque holístico de la seguridad urbana como un bien común y un pilar clave de la democracia, un enfoque promovido durante mucho tiempo por Efus. La importancia de la cohesión social, el papel de los entes locales y regionales en la protección del estado de derecho y la reducción de la polarización que conduce al extremismo violento son algunos de los temas clave que se debatirán este año.

Los temas en los que Efus ha estado trabajando durante las últimas tres décadas se abordarán a través de sesiones plenarias, talleres, clases magistrales y sesiones de enfoque sobre la violencia discriminatoria, el crimen organizado y la vida nocturna, por nombrar algunos. Además, por primera vez este año, los participantes debatirán sobre el impacto del cambio climático en la seguridad urbana en un momento en que varias ciudades europeas se han visto directamente afectadas durante el verano por inundaciones e incendios forestales.

Por otro lado, los asistentes a la conferencia tendrán también la oportunidad de visitar in situ en Niza varios proyectos destinados a prevenir la delincuencia y proteger a las personas y los espacios públicos, para poder así compararlos con otras iniciativas europeas. Este intercambio transnacional de experiencias prácticas es un principio fundamental de Efus.

Coproducción de políticas de seguridad

Una de las grandes metas de esta conferencia internacional será la reafirmación de las recomendaciones políticas de Efus para la coproducción de políticas de seguridad urbana basadas en el equilibrio entre prevención, sanción y cohesión social, las cuales servirán para enriquecer el Manifiesto Seguridad, Democracia y Ciudades – Coproduciendo Políticas de Seguridad Urbana publicado en 2017.

El evento, además, concluirá con un panel de alcaldes y alcaldesas de ciudades europeas e internacionales, donde se presentarán estas recomendaciones políticas a los órganos de gobierno nacionales y europeos. También habrá un panel de alcaldes franceses organizado por el Foro Francés para la Seguridad Urbana (FFSU), que reafirmará las recomendaciones políticas de la entidad, expresadas en su “Libro blanco sobre la seguridad de los territorios locales: prevención, sanción, cohesión social”.

Finalmente, los foros de seguridad urbana de Italia (FISU) y Francia (FFSU) presentarán sus respectivos Premios a la Prevención del Delito, que distinguen cada año a iniciativas y planes locales para mejorar las políticas de seguridad urbana.

Un programa muy variado

La conferencia internacional de Efus arrancará el miércoles 20 de octubre y tendrá una duración de dos días y medio. Se espera que asistan unos 800 participantes de Europa y otras regiones del mundo, para que compartan sus conocimientos, experiencias y prácticas. La sesión de inauguración del evento tendrá lugar a las 14 horas del miércoles y en ella intervendrán el presidente de Efus, Willy Demeyer; el alcalde de Niza, Christian Estrosi; la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margaritis Schinas; y la presencia aún por confirmar de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. 

La primera sesión plenaria, que también será el 20 de octubre, se titula “Polarización y extremismo violento: ¿cómo promover la cohesión social en tiempos de crisis?” y estará a cargo del alcalde de Rotterdam (Países Bajos) y vicepresidente de Efus, Ahmed Aboutaleb. La segunda de estas sesiones, en cambio, estará dirigida por el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, y se titula “Democracia en peligro: los entes locales y regionales, piedra angular de la protección del Estado de Derecho”.

Finalmente, la sesión de clausura se celebrará el viernes 22 de octubre a las 14.30 horas y en ella intervendrán la vicepresidente a cargo de la cartera de Seguridad del gobierno de la Región de Provenza-Alpes-Costa Azul (Francia), Véronique Borré; el presidente de Efus, Willy Demeyer; la presidenta del Comité de Gobernanza del Consejo de Europa, Jelena Drenjanin; el alcalde de Niza (Francia), Christian Estrosi; y la presencia aún por confirmar del vicepresidente primero del Comité de las Regiones de la Unión Europea, Vasco Cordeiro.

Si quieres conocer más en profundidad el programa completo de la conferencia internacional de Efus, donde se incluyen los talleres y salidas de campo, puedes visitar la página web del evento; donde además encontrarás información al detalle de todos los ponentes que participan, así como una descripción detallada del funcionamiento de las jornadas. Desde FEPSU invitamos cordialmente a todos nuestros socios y socias a participar de este evento, al cual puedes inscribirte a través de este enlace.

¿Por qué la policía necesita reconectarse con lo local?

Las definiciones respecto a qué significa que la población esté y se sienta segura ha ido cambiando a lo largo de los años. Sin duda, la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 y las restricciones sociales sin precedentes que se impusieron para limitar su extensión han tenido un efecto acelerador en este cambio de paradigma. Dentro de este contexto, las fuerzas y cuerpos de seguridad se enfrentan al reto de recuperar la percepción de seguridad en aquellos lugares que dejaron de ser percibidos como seguros, para que la ciudadanía pueda volver a disfrutar de sus libertades sin miedo y en armonía con los demás. En este sentido, el centro de estudios británico The Police Foundation ha publicado un artículo en el que aboga por recuperar el trabajo de los policías locales en el terreno y así reconectar con la ciudadanía, para mejorar la percepción de seguridad de la población. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones.

Cambios de paradigma

En el artículo Police in place. Why the police need to reconnect locally, el director de investigación de The Police Foundation, Andy Higgins, hace un repaso sobre cómo a lo largo de los últimos años emerge en distintas partes del mundo una sensación de deterioro local, que lleva a la población a percibir como inseguros lugares que antes eran vistos como espacios públicos seguros.

Al mismo tiempo, la Covid-19 no solo redujo durante un tiempo el rango de lugares en los que desarrollábamos nuestras actividades, sino que también nuestras rutinas diarias de pronto se vieron cubiertas por un peligro invisible y por un mayor escrutinio, aprehensión e indignación hacia las acciones de aquellos con quienes compartimos nuestros espacios. Por este motivo, para Higgins, se vuelve necesario repensar lo que significa estar y sentirse seguros en el espacio público y entre nuestros vecinos y vecinas, mientras emergemos hacia un mundo diferente después de haber experimentado una pandemia global.

Dentro de este contexto, se hace necesaria una acción policial preventiva y cercana a la población, que actúe desde los barrios para atajar aquellas problemáticas sociales que se dan a nivel local.

No perder de vista lo local

Higgins explica que la tarea de las agencias encargadas de mantener la seguridad se ha complejizado en esta era moderna, en la que las personas viven interconectadas y se relacionan entre ellas en distintos dominios, físicos y virtuales, los cuales contienen riesgos para la seguridad. Además, debido a esta complejidad, muchas veces los problemas locales de los vecindarios parecen triviales y se les acaba dedicando menos recursos y espacios de reflexión.

«Nuestra búsqueda por respuestas a los problemas sociales que sean más sofisticadas, basadas en la evidencia y eficientes también nos ha empujado hacia lo universal y nos ha alejado de lo situado. Hemos estado, quizá, muy ocupados buscando lo que funciona, sin tener en cuenta que muy pocas cosas funcionan igual en todos lados, y que las intervenciones basadas en los lugares, específicas y orientadas a problemas concretos suelen tener resultados más efectivos», señala el investigador de The Police Foundation.

Por este motivo, en la actualidad se vuelve más necesario que nunca prestar atención a las particularidades de cada lugar y las relaciones que estas generan, para poder entender mejor lo que hace que los lugares sean más o menos seguros y que la gente que vive en ellos se sientan más o menos seguros.

No solo hace falta recuperar modelos de policía comunitaria de décadas pasadas o replicar estrategias de resolución de conflictos predeterminadas, sino que hoy más que nunca se hace necesario reconectar con el compromiso de desarrollar un entendimiento sofisticado de las necesidades de la comunidad junto a la necesidad de la policía de estar realmente presente en los lugares, hablar con las personas que viven y pasan tiempo ahí, así como entender los problemas en sus contextos locales.

Una policía situada

La gestión de las restricciones sociales aplicadas durante la pandemia de la Covid-19 nos ha dejado muchas enseñanzas respecto a lo que debe ser la acción policial de proximidad. Durante los meses más duros de la crisis sanitaria, la policía se vio ante un nuevo reto: ¿cómo conseguir la complicidad de la población para implementar las medidas de control social más restrictivas para la vida de las personas desde la Segunda Guerra Mundial?

La naturaleza de estas normas, que no podían ser impuestas, empujaron a los policías, sobre todo locales, a buscar el consenso y activar la complicidad de la población a través de la persuasión. Sin embargo, esto no fue igual de sencillo en todos los lugares, ya que cada contexto presenta sus propias particularidades respecto a la relación entre agentes policiales y población.

Como destaca Higgins, «la gente sigue reglas y coopera con los agentes, no porque teman las consecuencias de una desobediencia, sino porque creen que es lo correcto que hay que hacer». Por lo tanto, la única forma de conseguir legitimidad y autoridad a partir de la cual provocar la complicidad y la cooperación de la ciudadanía es que los agentes locales de policía sean percibidos como justos, bienintencionados, dignos de confianza y respetuosos, así como personas capaces de escuchar y permitir que los demás se expresen.

«Solo una policía arraigada en el terreno, conectada con las comunidades y familiarizada con las historias que viven y explican, puede generar un entendimiento mutuo y conseguir la confianza en las comunidades», subraya el director de investigación de The Police Foundation. Por estas razones es vital que la policía sea capaz de tener a la población de su lado cuando suceda lo inesperado o cuando la situación social se ponga tensa. Esto significa recolocar a los agentes policiales ahí donde puedan escuchar, hacer contacto cercano, volverse familiares y llegar a conocer y a sentir y comprender algo de lo que significa estar y vivir en ese lugar y en ese momento concreto.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones la importancia de que la policía local trabaje con distintos actores relevantes para la comunidad, desde el municipio y los agentes sociales, hasta las autoridades estatales o regionales. Por ejemplo, hemos destacado los beneficios y las limitaciones de las aplicaciones de alerta de delitos para mejorar la prevención y la seguridad. También nos hemos preguntado qué tan efectiva es la vigilancia policial predictiva o cómo funciona la tecnología de sensores portátiles y su potencial para la seguridad en el trabajo de las policías locales. Síguenos en Twitter y Facebook para estar al tanto de los próximos artículos, eventos y novedades.

Tecnología y privacidad en tiempos de Covid

La tecnología ha jugado un papel importante en la respuesta a la pandemia de la Covid-19 en todo el mundo. Sobre todo ha predominado el uso de aplicaciones de rastreos de contactos, que brindan beneficios indiscutibles como la precisión, la velocidad y la capacidad de gestionar grandes cantidades de información. Sin embargo, también plantean dudas respecto al respeto de la privacidad y el uso de los datos por parte de estas herramientas y de quienes las manejan. Alrededor de estas cuestiones se debatió el pasado 11 de febrero en el simposio en línea “Los datos y el orden público: de las prácticas descriptivas a las prescriptivas”, organizado por la Universidad de Groningen (Países Bajos) y en el que Efus participó. En FEPSU te compartimos algunas de las principales conclusiones a las que se llegaron en este evento.

Avances tecnológicos en pandemia

Durante el evento, Efus fue la organización encargada de moderar el panel sobre las oportunidades y riesgos del uso de datos por parte de las instituciones públicas, una sesión titulada “Gestión de crisis y protección de datos durante Covid-19”. En ella se profundizó alrededor de muchos de los puntos tratados en las conferencias web organizadas el año pasado por la red sobre la gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus

En mayo de 2020, los países europeos apenas habían empezado a desarrollar y probar aplicaciones de rastreo de contactos, y algunos estaban usando drones para monitorear las regulaciones de distancia física. En esos meses, Efus organizó una conferencia web sobre el uso de tecnología para gestionar la pandemia, donde ya se ahondó respecto al impacto que estas podían tener en la privacidad de las personas. 

A finales de 2020, FEPSU también realizó una serie de conferencias web con actores locales y regionales españoles en materia de seguridad urbana, para discutir los retos y beneficios del uso de drones, así como los criterios éticos para un buen uso de la inteligencia artificial por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Sin embargo, desde entonces se ha podido constatar una evolución de la tecnología, sobre todo en lo que respecta a la garantía de la protección de datos y las formas en que la percepción pública respecto a ellas ha cambiado. 

La tecnología y su contexto 

En el simposio se analizaron distintos casos del uso de la tecnología para la gestión de la pandemia. La Dra. Angela Daly del Centro Strathclyde de Derecho y Políticas de Internet en Glasgow (Reino Unido) explicó que la aplicación escocesa de rastreo de contactos recibió una aceptación relativamente alta por parte de la población, lo cual ha sido clave para su efectividad. Daly destacó que lograr una alta aceptación entre la ciudadanía solo es posible si existe confianza en el gobierno y sus capacidades de gestión de datos.

Por otro lado, Anis Fuad del Centro para la Sociedad Digital de la Universidad Gadjah Mada en Yogyakarta (Indonesia) comentó que Indonesia había sido testigo de un aumento de la telemedicina debido al nuevo coronavirus. Fuag aseguró que muchas empresas de telemedicina están ampliando sus servicios, lo que plantea la pregunta de cómo continuarán estas iniciativas una vez superada la crisis de la Covid-19 y, específicamente, qué pasará con los datos que se recopilen a través de dichas aplicaciones.

Principios de protección de datos

El Consejo de Europa ha elaborado un informe sobre soluciones digitales para luchar contra la Covid-19, en el cual se describe cómo las medidas de emergencia afectaron los derechos a la privacidad y la protección de datos. El documento fue presentado por la Jefa de la Unidad de Protección de Datos del Consejo de Europa, Sophie Kwasny, quien es la responsable del establecimiento de estándares y políticas sobre protección de datos y privacidad. 

Kwasny destacó que los principios de protección de datos que se aplican en un estado de emergencia son: el escrutinio efectivo (parlamentario y judicial), la previsibilidad de la legislación de emergencia y la cooperación leal entre las instituciones estatales. El principio del escrutinio efectivo, por ejemplo, nos obliga a plantearnos las siguientes interrogantes: ¿Han sido efectivas las tecnologías utilizadas hasta ahora (aplicaciones de rastreo de contactos, monitoreo de drones, brazaletes electrónicos, por nombrar solo algunas)? En otras palabras, ¿vale la pena correr el riesgo de filtraciones de datos por la promesa de la tecnología?

Uso responsable de los datos

¿Cómo podemos empezar a pensar en un uso responsable de los datos ante una crisis como la actual pandemia? El decano del Campus de la Facultad de Fryslan de la Universidad de Groningen, Andrej Zwitter, reiteró que existen medios para garantizar el uso seguro de los datos durante situaciones de crisis.

Más allá de las salvaguardas enumeradas por Sophie Kwasny, el decano Zwitter también señaló que la comunidad humanitaria ha desarrollado principios como el procesamiento justo de datos y los derechos a la retención y eliminación de datos. No obstante, quedan por abordar una serie de lagunas, como los derechos de los interesados ​​y la necesidad de elaborar un concepto que incluya la privacidad del grupo, en lugar de abordar únicamente los derechos de privacidad individuales.

Si te interesa conocer más sobre los debates actuales entorno al uso de la tecnología en el ámbito de la seguridad y la prevención, no dudes en visitar la página web de FEPSU, donde además encontrarás también diversos recursos sobre la materia e información sobre los proyectos en los que participan los miembros de la red.

Premio a la innovación en tiempos de Covid-19

La pandemia del coronavirus ha cambiado la vida diaria de las personas en todo el mundo y ha exigido que las ciudades hagan más con menos recursos que nunca. Sin embargo, incluso frente a una crisis de salud pública, disturbios sociales, déficits presupuestarios masivos y crecientes desastres climáticos, los alcaldes y alcaldesas están innovando y tomando medidas audaces para abordar los desafíos más urgentes de sus ciudades

Es por este motivo que la iniciativa Bloomberg Cities Network, apoyada por la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, quiere premiar a aquellas soluciones urbanas que hayan innovado en la manera de mantener la seguridad pública durante la Covid-19. El Global Mayors Challenge otorgará un millón de dólares a cada una de las 15 ciudades seleccionadas, para que puedan implementar sus ideas innovadoras y, en última instancia, difundir esas ideas a otros rincones del mundo. En FEPSU te compartimos esta convocatoria. 

Las 50 mejores soluciones a la pandemia

El Global Mayors Challenge 2021 está abierto a todas las ciudades con más de 100.000 habitantes. Todas las ciudades elegibles deben confirmar su asistencia a la competencia y enviar una solicitud completa a más tardar el 21 de marzo de 2021, la cual encontrarán en la web de Bloomberg Cities Network

El premio está buscando a las 50 mejores ideas innovadoras urbanas que se hayan imaginado o lanzado a raíz de la pandemia del coronavirus. Estas ideas pueden estar en cualquier etapa de implementación, pero deben tener el potencial de tener un impacto significativo y la capacidad de extenderse a otras ciudades.

La edición de este año del certamen, que es el más grande hasta ahora, brindará a las 50 ciudades campeonas el acceso a expertos de renombre mundial en innovación y datos para ayudarlos a mejorar su idea. Después, quince ganadores del gran premio recibirán un millón de dólares cada uno para comenzar la implementación de sus ideas innovadoras.

Ideas creativas y audaces

Las aplicaciones de las ciudades se evaluarán según cuatro criterios distintos. Por un lado, las ideas innovadoras deben ser audaces, creativas y, lo que es más importante, deben abordar los problemas más urgentes que enfrenta su ciudad en la actualidad. Para tener éxito, estos proyectos o programas deben tener el potencial de mejorar significativamente la vida de los ciudadanos.

Aunque los planes de implementación pueden no estar completamente desarrollados, las ciudades deben demostrar su compromiso y un camino viable para hacer realidad sus ideas. Esto incluye obtener el apoyo de los ciudadanos y las partes interesadas que sean clave para su desarrollo. Las ideas ganadoras deben tener el potencial de extenderse y tener éxito en otras ciudades. Los temas tratados deben ser oportunos, relevantes y deben abordar los problemas que enfrentan otras ciudades.

Soluciones locales a una crisis mundial

El 2020 estuvo marcado por una de las crisis sanitarias y de seguridad urbana más graves que se han visto. Una situación que colocó a muchos alcaldes y alcaldesas en la primera línea de lucha. A medida que ha ido avanzando la pandemia, que se ha ido desplomando la economía y que las exigencias de justicia social han puesto a prueba a las ciudades y a sus residentes, una y otra vez las autoridades locales han tenido que hacer mucho más que permanecer vigilantes.

A pesar que muchas autoridades estatales y nacionales han cometido errores en sus respuestas a la pandemia, muchos alcaldes y alcaldesas han sabido reunir a sus comunidades para presentar rápidamente soluciones creativas a problemas que nunca antes habían imaginado: servicios de entrega para llevar alimentos y medicamentos a personas mayores aisladas; programas de ayuda de emergencia para mantener a flote las empresas y los inquilinos desempleados en sus hogares; reformas de gobernanza para mover los servicios en persona en línea y permitir la participación pública inclusiva a pesar de los bloqueos; y mucho más.

En muchos rincones del mundo, los alcaldes y alcaldesas han respondido con innovación a esta crisis, pues la vida y el sustento de sus ciudadanos y ciudadanas dependía de ello. Es por este motivo que desde Bloomberg Cities Network quieren reconocer este esfuerzo de los gobiernos locales para resolver problemas de nuevas formas, el cual ha permitido la generación de muchas ideas innovadoras en un período de tiempo muy reducido.

El Forum Español para la Seguridad Urbana (FEPSU) está comprometido con la innovación en materia de seguridad urbana y de prevención, así como en potenciar a las autoridades y gobiernos locales a liderar los procesos de cambio necesarios para garantizar un desarrollo urbano sostenible. 
Por este motivo damos apoyo a iniciativas como esta, así como a una serie de proyectos que, junto al Forum Europeo de Seguridad Urbana (Efus), desarrollamos en diversas localidades de España para garantizar un mejor trabajo de los actores locales y regionales en el ámbito de la seguridad. Si quieres conocer más proyectos como este, no dudes en consultar la web de FEPSU.

¿Por qué apostar por la prevención comunitaria?

Las movilizaciones antirracistas que han sacudido Estados Unidos en los últimos meses han abierto un debate importante en el país sobre la prevención de la violencia: ¿Están dispuestas las ciudades a reducir el gasto policial para invertir más en programas comunitarios? El director ejecutivo de Cities United, Anthony Smith, y la directora ejecutiva del Prevention Institute, Rachel Davis, explican, en un artículo publicado en The Trace, cómo la pandemia del coronavirus está suponiendo recortes presupuestarios para proyectos que han demostrado ser efectivos en la prevención de la violencia armada. En FEPSU traducimos y compartimos algunos de los puntos más importantes de su propuesta.

Muchas ciudades en Estados Unidos experimentaron un pico de violencia con armas de fuego desde el inicio de la pandemia. La crisis provocada por la Covid-19 ha dejado a millones de personas desempleadas y luchando por mantener sus viviendas y poner comida en la mesa, creando un nivel de estrés sin precedentes. Esta situación tensó aún más la relación entre la ciudadanía y la policía, especialmente en el caso de la comunidad afroamericana tras las muertes de Breonna Taylor, Tony McDade y George Floyd. 

Una de las demandas del movimiento Black Lives Matter, que salió a las calles tras los recientes casos de violencia policial hacia personas negras, ha sido la del desvío de fondos de las fuerzas del orden hacia recursos comunitarios que apoyen a crear comunidades seguras y equitativas en primer lugar. Sin embargo, está pasando lo contrario: muchos gobiernos locales han anunciado recortes presupuestarios en programas con un historial comprobado de reducción de la violencia diaria, que amenaza sobre todo la seguridad y el bienestar de las comunidades afroamericanas. ¿Por qué es vital que las ciudades mantengan proyectos de prevención con un enfoque de salud pública?

Éxito contrastado de los programas de prevención

Tanto Smith como Davis señalan en su artículo que en Estados Unidos ha habido muchos casos de éxito de los proyectos comunitarios para prevenir la violencia. En enero, Milwaukee informó que ha tenido descensos constantes en las tasas de homicidio desde 2015, y en 2019 tuvo menos de 100 homicidios por segundo año consecutivo. Filadelfia registró una reducción del 55% en los asesinatos involucrados en grupos o miembros de pandillas entre 2011 y 2015. En 2019, West Palm Beach, Florida, registró una disminución de los homicidios del 29%.

Y aunque muchas de estas ciudades han vuelto a experimentar incrementos en la violencia tras la llegada de la pandemia del coronavirus, ahora es más necesario que nunca redoblar los esfuerzos en estos programas que han demostrado ser efectivos a largo plazo en la reducción de la inseguridad. Smith y Davis apuntan que el éxito de estos proyectos depende de dos factores clave: el desarrollo de planes integrales en cooperación con residentes, organizaciones sin fines de lucro y diversos agentes de la ciudad; y el empleo de un enfoque de salud pública para prevenir la violencia armada.

¿Qué es un enfoque de salud pública?

Una particularidad de los programas comunitarios de prevención que han tenido éxito en Estados Unidos es que han estado basados en un enfoque de salud pública. ¿Qué significa esto? Para empezar, se trata de planes integrales que reconocen el racismo y otras formas de discriminación como causas estructurales de muchos de los problemas de convivencia que tenemos en la actualidad en nuestras ciudades. Además, este tipo de enfoque se basa principalmente en los datos para observar el perfil específico de la violencia en una comunidad y permitir así que los actores que trabajan para la prevención se centren en las acciones que tendrán un mayor beneficio a un menor coste. 

Los planes de prevención con un enfoque de salud pública se forman a partir de las condiciones específicas de cada comunidad y están diseñados para ser colaborativos, ya que el proceso de desarrollo del proyecto reúne a los miembros de la comunidad con personas que representan a los sectores médicos, educativos, a las fuerzas del orden público, los servicios sociales y otros actores locales importantes que están representados en un plano de igualdad. Por último, es un enfoque que promueve que sean los propios afectados por la violencia quienes propongan soluciones y proporciona también un espacio para que los residentes de la comunidad puedan procesar su trauma. 

La prevención cuesta menos

Los programas de prevención comunitaria, además de tener un éxito contrastado en la reducción de la violencia a largo plazo, suponen también un menor gasto en recursos para las ciudades que los implementan. Sobre todo si se compara con el coste que supone responder a la violencia cuando esta ya se ha desarrollado en el espacio público: transporte de efectivos, atención de trauma y otros costos médicos, investigaciones policiales y costos de fiscales y defensores públicos, entre otros.  

Por este motivo, la coalición Liberate MKE, liderada por la African-American Roundtable en Milwaukee, defendió antes de la pandemia que debían incrementarse los fondos de los programas de prevención. Esta organización consiguió que se dirigieran con éxito 900 millones de dólares del presupuesto del Departamento de Policía para el empleo juvenil, viviendas asequibles de calidad y diversos esfuerzos de prevención de la violencia. Según Smith y Davis debería apostarse por medidas como esta no solo en el resto de ciudades de Estados Unidos, sino en el mundo entero, si lo que se quiere es que las ciudades brinden seguridad a las comunidades más desfavorecidas.

Anthony Smith es el director de Cities United, una red nacional de 130 alcaldes, comprometida con la creación de comunidades seguras, saludables y esperanzadoras. Rachel Davis es directora ejecutiva del Prevention Institute, una organización sin fines de lucro que trabaja en programas de prevención. Si quieres leer más artículos en los que se proponen estrategias de seguridad urbana, no te olvides de visitar el blog de FEPSU.


Compartir

Prevenir el contagio en las actividades culturales

Después de varios meses de confinamiento, las ciudades y los municipios españoles vuelven a recobrar poco a poco la normalidad en sus espacios públicos. Esto incluye también la realización de diversas actividades culturales, que en el contexto actual deberán tener en cuenta una serie de medidas de prevención necesarias para evitar el contagio de COVID19. El Ayuntamiento de Barcelona ha unificado estos criterios de prevención en una única guía de recursos, que contempla la posibilidad de realizar eventos tanto en espacios cerrados como en el espacio público.

La cultura ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia, ya que muchas de sus actividades implican una agrupación masiva de personas o, en su defecto, una aglomeración de público sin distancia de seguridad entre ellos y sin elementos de separación o protección. La percepción general sobre este tipo de eventos es que no se podrán volver a celebrar hasta que no se llegue a una situación de relativa normalidad o que se realizarán solo de forma muy reducida.

Sin embargo, el consistorio barcelonés se ha propuesto “analizar las problemáticas específicas de cada tipo de evento cultural, para extraer una serie de criterios que permitan llevarlos a cabo de manera adaptada a las medidas básicas de protección y prevención, incluso antes de que haya una situación de normalidad y siempre mediante un contraste y autorización previa por parte de Protección Civil y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB)”.

Es por este motivo que han elaborado esta guía, validada por la autoridad sanitaria, en la que se analizan diversos tipos de actividades culturales, agrupadas en cuatro clases: Actividades en museos, archivos de tipo patrimonial y centros de arte; actividades en bibliotecas, centros cívicos y fábricas de creación; actividades de artes escénicas; y actividades culturales en la vía pública.

Podéis encontrar más información en el siguiente enlace: www.barcelona.cat/barcelonacultura/ca/guia-recursos


Compartir