Conciliadoras comunitarias para la convivencia

¿De qué forma se puede involucrar a la ciudadanía en la mediación de conflictos entre los propios vecinos y vecinas? En L’Hospitalet de Llobregat han apostado por la conformación de la Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios, un proyecto piloto a nivel español que busca formar en la gestión de conflictos y articular a toda una serie de agentes sociales locales para que puedan desarrollar tareas de prevención y mediación en los entornos donde tienen incidencia. En FEPSU te explicamos cómo funciona esta iniciativa. 

Formación y acción ciudadana

La Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios fue uno de los proyectos presentados el pasado 2 de marzo en la asamblea general de FEPSU, que se celebró en Dénia y sirvió para que las ciudades que forman parte de la red pusieran en común las distintas iniciativas que llevan a cabo en sus municipios. El director de Servicios de Seguridad, Convivencia y Civismo de L’Hospitalet de Llobregat, Miquel Justo Medrano, fue el encargado de compartir este proyecto piloto de mediación que se ha puesto en marcha en el municipio catalán y que de momento ya cuenta con una decena de voluntarios. 

Entre las personas que participan de la Red de Conciliadoras se encuentran perfiles diversos, aunque siempre relacionados con las entidades sociales que actúan en el ámbito local; como, por ejemplo, la directora de la asociación de teatro social Plaudite Teatre, Eugènia Delgado; la mediadora del proyecto ‘Entre veïnes’, Fatima Memdouh; un representante del Fòrum de Diàleg Interreligiós, Josep Maria Pujol; y la responsable de voluntarios de la Cruz Roja en el municipio, Laura Bisbal; entre otras personas. 

Todas ellas se formaron durante un año en el programa de ‘Gestión de conflictos públicos y mediación comunitaria’ de la Universidad de Girona, donde recibieron las herramientas necesarias para el desarrollo de sus tareas de conciliación comunitaria. Una vez finalizado el proceso de formación, las personas que participaron y obtuvieron su título presentaron también sus proyectos concretos de mediación comunitaria y se comprometieron a aportar sus conocimientos y habilidades de forma voluntaria para mejorar la convivencia en la ciudad.

Prevención y gestión de conflictos

Uno de los principales objetivos de esta iniciativa es que cada uno de los participantes de la red pueda llevar a cabo acciones concretas de prevención y gestión de conflictos en las entidades sociales donde trabajan y sus espacios de incidencia, así como colaborando con las actuaciones que se lleven a cabo desde el ayuntamiento en el ámbito de la convivencia y el civismo

De hecho, la previsión es que el proyecto pueda realizar ciclos de formación de forma anual para que se puedan ir incorporando más personas a la Red de Conciliadoras. De momento, no obstante, la iniciativa es una prueba piloto que debe servir para evaluar la modalidad de colaboración más efectiva entre los agentes sociales que han recibido la formación y los servicios municipales que trabajan en el ámbito de la convivencia y la mediación de conflictos

El Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, a través del departamento de Convivencia, desarrolla desde hace más de 15 años distintas actuaciones relacionadas con la gestión y la resolución de los conflictos entre vecinos y vecinas, a través de acciones de prevención y procesos de mediación en espacios como las comunidades de vecinos, el espacio público, los centros educativos y los comercios, entre otros lugares. 

Una iniciativa premiada

La iniciativa de la Red de Conciliadoras recibió el Premio Innovación de la Sociedad Catalana de Conflictología el pasado 21 de enero, fecha en que se conmemora el Día Europeo de la Mediación. En concreto, se reconoció el hecho de que se trata de un proyecto pionero en toda España en la formación de ciudadanos en tareas de conciliación comunitaria como forma de potenciar la mediación como herramienta para superar conflictos de convivencia. 

Una de las metas de la red es ir creciendo para que el proyecto pueda colaborar desde todos los barrios de la ciudad, desarrollando acciones preventivas y de intervención impulsadas por el departamento de Convivencia del consistorio. La Red de Conciliadoras, además busca incrementar el impacto comunitario de las actuaciones municipales en esta materia y, al mismo tiempo, responsabilizar a los actores vecinales en la gestión de la convivencia para que puedan incidir en su entorno, aportando una visión próxima, compartiendo estrategias y detectando conflictos

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Una ‘red violeta’ contra el machismo

Santa Coloma de Gramenet apuesta por la cooperación ciudadana y de los comercios locales para prevenir las violencias machistas y LGTBIfóbicas. A través del proyecto ‘Santa Coloma Red Violeta’, el municipio catalán ha conseguido agrupar a casi 300 establecimientos, desde locales de ocio nocturno hasta farmacias y servicios de taxi, que funcionan como espacios seguros donde cualquier persona puede acudir para denunciar una posible agresión sexista o LGTBIfóbica. En FEPSU te explicamos cómo funciona esta iniciativa pionera en toda España. 

Gestión comunitaria de la seguridad

El pasado 2 de marzo se celebró en Dénia la asamblea general de FEPSU, donde los distintos miembros de la red presentaron los proyectos que desarrollan en sus respectivos municipios. Uno de los proyectos presentados fue el de la ‘Red Violeta’ de Santa Coloma de Gramenet. La teniente de alcalde seguridad ciudadana y civismo de la localidad catalana, Lidia Montero, compartió esta iniciativa innovadora y única en todo el Estado, que busca resaltar el compromiso de la ciudad con la prevención y la erradicación de las violencias por razones de género u orientación sexual. 

En marcha desde 2019, el proyecto de la ‘Red Violeta’ funciona como una forma de garantizar el funcionamiento efectivo del ‘Protocolo para un Espacio Público, de Ocio y Festivo Libre de Violencias machistas y LGTBIfóbicas’ de la ciudad. Gracias al funcionamiento de esta iniciativa, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet ha conseguido crear una red de espacios seguros y de referencia, espacios violetas, a los que las personas puedan dirigirse ante una posible agresión sexista o LGTBIfóbica y desde donde, siempre que sea necesario, se puede activar el protocolo de actuación y coordinación profesional.

El valor de este instrumento, sobre todo, es que permite a la ciudad poner en marcha un concepto diferente de acciones de seguridad dirigidas específicamente a las mujeres y al colectivo LGTBI; pues se trabaja desde una lógica comunitaria, en la que se involucra a todos los distintos actores que pueden ser agentes activos para garantizar la seguridad en el espacio público, así como conseguir una implementación eficiente del protocolo para hacer frente a este tipo de violencias. 

En tan solo tres años se ha triplicado el número de locales que forman parte del proyecto. Actualmente la ‘Red Violeta’ de Santa Coloma cuenta ya con alrededor de 300 establecimientos de la ciudad. Se trata, sobre todo, de locales de ocio nocturno, pero también de otros establecimientos o servicios que tienen una presencia nocturna, como gasolineras, farmacias, aparcamientos, espacios residenciales, servicios de taxi o de limpieza y la red de agentes cívicos nocturnos (serenos y serenas). Los locales participantes se identifican con un adhesivo en el que se puede leer ‘Santa Coloma Red Violeta’. Además, también cuentan con una infografía explicativa de cómo funciona el protocolo de actuación en los espacios de ocio.

Funcionamiento del protocolo

Uno de los puntos que garantizan el buen funcionamiento del proyecto es el hecho que cualquier persona puede comunicar una situación de violencia: la persona agredida, el personal responsable del local que forma parte de la red o incluso otros testigos. Una vez se ha comunicado, el personal del establecimiento centraliza la intervención. Si se trata de una agresión grave o muy grave, se activa el Dispositivo Especial de Atención, llamando a la Policía Local, quien se desplaza al lugar de los hechos y pone en marcha la presencia de los recursos y profesionales necesarios. En función de la gravedad de los hechos se requiere la atención de urgencia y el acompañamiento psicológico especializado.

Desde el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet resaltan que este instrumento no es sólo de una red o de un protocolo, sino que se ha creado toda una red de servicios y profesionales que están detrás de este proyecto, los 365 días del año, las 24 horas del día: servicios policiales, personal sanitario, el servicio de agentes cívicos nocturnos, el servicio especializado en la atención de las violencias machistas y un equipo de psicólogas de guardia, expertas en la materia, por si hay que acompañar a las víctimas de posibles agresiones.

Además, desde el consistorio también se realiza una formación específica para todos los establecimientos y locales que ya se han adherido a la ‘Red Violeta’. Además, durante los meses de cuarentena por la pandemia de la Covid-19, el municipio puso en marcha un equipo de rastreadoras locales, que buscaban nuevos establecimientos que pudieran adherirse al proyecto, ya que se trata de una iniciativa viva que tiene la meta de educar, prevenir y evitar cualquier situación de violencias machistas y LGTBIfóbicas en la ciudad.

En Santa Coloma de Gramenet, municipio miembro de FEPSU, llevan muchos años siendo un referente en iniciativas para avanzar hacia la igualdad de género y en la prevención de las discriminaciones hacia las mujeres y el colectivo LGTBI; por ejemplo a través de La CIBA, el espacio de recursos para mujeres, innovación y economía feminista, otro de los proyectos que se presentaron durante la asamblea general de FEPSU y desde donde la ciudad centraliza todas sus iniciativas de carácter feminista. 

En FEPSU estamos firmemente involucrados en avanzar hacia una completa igualdad de género en la sociedad y hacia contribuir para la prevención de cualquier tipo de discriminación por razón de género u orientación sexual. Por este motivo hemos analizado en distintas ocasiones las mejores estrategias para aplicar una seguridad urbana con perspectiva de género, como hicimos el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, donde compartimos algunas de las recomendaciones de ONU Mujeres para avanzar en este sentido; así como hemos resaltado también la importancia de prevenir la violencia de género desde la adolescencia.

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8M: seguridad y prevención en femenino

Cada 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración que tuvo su origen en 1910 en Copenhague, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Más tarde, en 1977 las Naciones Unidas adoptaron y reconocieron esta fecha, para invitar a todos los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil a reconocer la igualdad de género y la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad. Desde FEPSU nos reafirmamos en nuestro compromiso de seguir trabajando por la prevención y la lucha contra la violencia machista. Por este motivo, compartimos algunas estrategias para garantizar la seguridad de todas las mujeres en las ciudades. 

Educar desde la infancia

La igualdad de género forma parte central y transversal de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por este motivo, organismos internacionales como ONU Mujeres intentan proporcionar distintas estrategias y enfoques para la prevención de la violencia de género, como una medida esencial para avanzar hacia una completa igualdad entre hombres y mujeres. 

Como señalan en el portal web de ONU Mujeres, “la violencia contra las mujeres y niñas tiene sus raíces en la discriminación basada en el género, en unas normas sociales que aceptan la violencia y en estereotipos de género que la perpetúan”. Comúnmente, las políticas para abordar este tipo de discriminaciones contra mujeres y niñas se han centrado en responder y apoyar a las supervivientes de violencia machista. No obstante, la prevención es una herramienta mucho más efectiva a la hora de conseguir su erradicación. 

En este sentido, en ONU Mujeres apuestan por un enfoque preventivo basado en la educación como pilar fundamental para romper los estereotipos de género y empoderar a las niñas desde edades tempranas. Para ello, el organismo resalta que debe existir un compromiso político para diseñar normativas que fomenten la igualdad e inviertan en dotar de recursos a las organizaciones de mujeres, que son las que trabajan en el terreno para prevenir toda expresión de discriminación y violencia

“Como parte de su estrategia de prevención, ONU Mujeres se centra en la educación de la primera infancia, en unas relaciones respetuosas y en trabajar con hombres y niños, especialmente a través y dentro de los medios de comunicación, las industrias del deporte y el mundo laboral”, destacan en el portal web del organismo. 

Ciudades unidas contra la violencia

Desde organizaciones como Efus y FEPSU apostamos claramente por prevenir la violencia contra las mujeres en el entorno local, como una estrategia clave para avanzar hacia una mayor igualdad de género. La violencia generalizada hacia las mujeres, que les afecta tanto en el ámbito público, como en el profesional y el privado, debe ser abordada de forma prioritaria por las políticas de seguridad locales. De la misma manera, se debe incluir la perspectiva de género como un enfoque transversal en todas las estrategias de seguridad urbana y prevención que se desarrollen. 

En su manifiesto de Seguridad, Democracia y Ciudades, Efus recomienda a las autoridades locales y regionales que se “involucren en las estrategias contra la violencia de género” y que su “papel en el campo de la prevención y el apoyo a las víctimas sea reconocido y fuertemente apoyado por los gobiernos nacionales y europeos. e instituciones internacionales”. Los miembros de Efus y de FEPSU se comprometen, en este sentido, a “intensificar sus esfuerzos como coordinadores y facilitadores de redes de prevención que incluyen múltiples actores” y a “aumentar la diversidad de perfiles, particularmente de género, en los equipos involucrados en la prevención de la violencia contra las mujeres”.

Cooperar para la prevención

Por este motivo, las ciudades socias de Efus y FEPSU cooperan en distintos proyectos europeos que buscan abordar la prevención de la violencia de género. Por ejemplo, la iniciativa SHINE  (Acoso Sexual en los Puntos de Entretenimiento Nocturno: Mitigación y Prevención, por sus siglas en inglés), busca crear una cultura común entre los actores del ocio nocturno y brindarles las herramientas adecuadas para prevenir el acoso sexual en los locales de ocio nocturno.

Fruto de este proyecto, se elaboró un informe donde se recogía la necesidad de ampliar las definiciones de acoso sexual contra las mujeres como una manera de mejorar su prevención. En este sentido, las autoras del informe subrayan la importancia de tomar en cuenta, por ejemplo, las definiciones culturales, sociales y sociológicas de lo que se considera acoso sexual, así como el uso que hacen del término las propias víctimas, respetando los límites y agravantes que ellas mismas marcan a la hora de narrar su experiencia. 

Por otro lado, desde ciudades socias de FEPSU, como Barcelona, se han realizado estudios sobre las desigualdades de género en el uso de los espacios públicos y sus consecuencias sobre la seguridad urbana. El 2021 el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) y la Dirección de Prevención del Área de Seguridad y Prevención municipal del Ayuntamiento de Barcelona colaboraron para realizar el informe “Análisis de las conductas de riesgo en la movilidad en Barcelona desde una perspectiva de género”, en el que se estudió el riesgo vial real y percibido en los distintos medios de transportes utilizados de forma mayoritaria en el municipio, así como las conductas asociadas principalmente a este riesgo, tanto por hombres como por mujeres. 

A partir de ese estudio se pudo concluir que existen pautas de movilidad diferenciadas según el género, tanto en el tipo como en el volumen de los desplazamientos. Esto lleva a que las mujeres perciban una mayor sensación de inseguridad a la hora de moverse por la ciudad, un hecho que obliga a las autoridades locales a tomar en cuenta esta perspectiva de género a la hora de diseñar campañas de seguridad en el transporte público, por ejemplo. 

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Espacios públicos resilientes

Los espacios públicos de las ciudades pueden ser objeto de distintas amenazas, como el terrorismo o incluso el cambio climático. Estas problemáticas impactan en el diseño, la renovación y el mantenimiento de la seguridad en las zonas urbanas. Por ello, la aparición de nuevos retos exige que las ciudades y regiones intensifiquen sus esfuerzos y diseñen estrategias que las equipen mejor para responder ante ellos. Entonces, ¿de qué manera se pueden construir espacios públicos más resilientes? En FEPSU te compartimos algunas de las recomendaciones elaboradas por Efus para conseguirlo. 

Enfoques holísticos

En el marco de la conferencia internacional de Efus, Seguridad, Democracia y Ciudades, se llevó a cabo el 22 de octubre en Niza (Francia) un taller dirigido a explorar estrategias de prevención para proteger mejor los espacios públicos y promover la resiliencia urbana. La mesa redonda estuvo presidida por el jefe de la unidad de asociaciones y proyectos del departamento de prevención y seguridad de Bruselas (Bélgica), Hans Crab; y moderada por el profesor de criminología de la Universidad de Leeds (Reino Unido), Adam Crawford

En el debate participaron distintos expertos y expertas en la materia, entre los que se encontraban: la especialista de la unidad de seguridad y preparación de Helsinki (Finlandia), Miila Lukkarinen; el oficial de políticas de la unidad de lucha contra el terrorismo de la Dirección General de Migración y Asuntos de Interior (DG HOME – Comisión Europea), Marc Leoutre; y el coordinador de proyectos europeos del Instituto Holandés de Tecnología, Seguridad y Protección (DITSS), Peter van de Crommert

Los y las ponentes han subrayado que para hacer frente a la naturaleza evolutiva de las amenazas para las ciudades se debe desarrollar una cultura compartida de los temas de seguridad en los espacios públicos, basada en mecanismos de formación y coproducción. En otras palabras, los profesionales locales de seguridad y prevención deben desarrollar y adoptar un enfoque más holístico y que tome en cuenta a las múltiples partes interesadas.

Para conseguirlo, la Unión Europea ha desarrollado varias iniciativas, directrices y herramientas para apoyar el intercambio de conocimientos para comprender mejor y anticipar las amenazas en los espacios públicos. Estas iniciativas se basan en un enfoque holístico y horizontal, que conecta la UE y las estrategias nacionales y locales pertinentes, así como las asociaciones público-privadas. 

Entre estas directrices y herramientas se encuentra el plan de acción de la UE de 2017 para mejorar la protección de los espacios públicos, el documento de trabajo del personal de la Comisión Europea sobre buenas prácticas para apoyar la protección de los espacios públicos 2019, la estrategia de la Unión de la Seguridad de la UE 2020-25 y la agenda antiterrorista de la UE. 

Actuar desde lo local

Otro de los puntos centrales para los ponentes es que las ciudades deben priorizar los mecanismos locales que les permitan anticipar amenazas a la seguridad en espacios públicos vulnerables. Las soluciones de seguridad por diseño pueden ayudar a los esfuerzos para equilibrar la necesidad de fomentar la resiliencia urbana mientras se promueve la naturaleza inclusiva y abierta de los espacios públicos. Estas soluciones eventualmente contribuirán a la calidad de vida, el atractivo y la convivencia de los espacios públicos urbanos.

En este sentido, los y las participantes destacaron el hecho de que las ciudades y regiones deben tener en cuenta la diversidad de la población para adaptarse mejor a la constante evolución de los espacios públicos. Los mecanismos de participación ciudadana y transparencia son cruciales para proteger mejor los espacios públicos y promover la resiliencia urbana.

Además, cobra especial importancia también el desarrollo de evaluaciones de riesgo y, en particular, las evaluaciones de vulnerabilidad, las cuales deben verse como un mosaico que combina datos cuantitativos y cualitativos no solo de las autoridades locales sino también de la ciudadanía, la academia y los operadores públicos y privados. Esto debería incluir encuestas de seguridad integrales para involucrar a los ciudadanos, así como las percepciones subjetivas y objetivas de la seguridad. 

Como ejemplos ilustrativos de este enfoque, los y las ponentes mencionaron los proyectos europeos Secu4All y PRoTECT, en los que Efus participa como socio. Estas iniciativas promueven un enfoque colaborativo de múltiples agencias, que incluye por primera vez, no solo a la policía o las fuerzas del orden, sino también a muchos tipos de funcionarios públicos (diseñadores de ciudades, planificadores urbanos, etc.), partes interesadas de la comunidad, dueños de comercios y ciudadanía.

El rol de la tecnología

En el desarrollo de nuevas tecnologías para proteger los espacios públicos, concretamente en lo que respecta a la detección de amenazas y el análisis de grandes conjuntos de datos, existe un claro consenso sobre la necesidad de equilibrar la presencia humana, la tecnología y el respeto de las libertades fundamentales. 

Al abordar la tecnología de inteligencia artificial de una manera bien definida, específica, proporcionada y basada en el riesgo, las autoridades locales pueden ver estas innovaciones como herramientas complementarias para apoyar la protección de los espacios públicos

La tecnología inteligente y las cámaras inteligentes han demostrado ser muy efectivas durante la pandemia de Covid-19, tanto como el uso de sensores y el monitoreo de personas en el espacio público. Sin embargo, existe la necesidad de aumentar la transparencia de los datos para abordar la creciente preocupación de los ciudadanos, en particular sobre cuestiones relacionadas con el almacenamiento de datos y las normas de privacidad. 

Finalmente, los participantes coincidieron en que la innovación social es fundamental a la hora de abordar estrategias de prevención para proteger mejor los espacios públicos. En este sentido, los ponentes coincidieron en que las ciudades y regiones deben centrarse en un uso democrático de las nuevas tecnologías, en el que las innovaciones tecnológicas se consideren tan solo como una herramienta complementaria para apoyar la protección de los espacios públicos. Las autoridades locales deben abordar las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial de manera proporcionada y basada en el riesgo. Para ello, se necesita espacio para la innovación social y una mayor transparencia de los datos.

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones las diversas estrategias que se llevan a cabo para garantizar la seguridad de los espacios públicos. Por ejemplo, nos hemos preguntado: ¿Cuál es la clave para garantizar espacios públicos seguros que beneficien a todos? Además, también hemos reflexionado alrededor de las recomendaciones elaboradas por el proyecto PROTECT para repensar la protección del espacio público. Finalmente, también hemos compartido los lineamientos de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT) para desarrollar una alianza global contra el terrorismo

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