Tecnología y privacidad en tiempos de Covid

La tecnología ha jugado un papel importante en la respuesta a la pandemia de la Covid-19 en todo el mundo. Sobre todo ha predominado el uso de aplicaciones de rastreos de contactos, que brindan beneficios indiscutibles como la precisión, la velocidad y la capacidad de gestionar grandes cantidades de información. Sin embargo, también plantean dudas respecto al respeto de la privacidad y el uso de los datos por parte de estas herramientas y de quienes las manejan. Alrededor de estas cuestiones se debatió el pasado 11 de febrero en el simposio en línea “Los datos y el orden público: de las prácticas descriptivas a las prescriptivas”, organizado por la Universidad de Groningen (Países Bajos) y en el que Efus participó. En FEPSU te compartimos algunas de las principales conclusiones a las que se llegaron en este evento.

Avances tecnológicos en pandemia

Durante el evento, Efus fue la organización encargada de moderar el panel sobre las oportunidades y riesgos del uso de datos por parte de las instituciones públicas, una sesión titulada “Gestión de crisis y protección de datos durante Covid-19”. En ella se profundizó alrededor de muchos de los puntos tratados en las conferencias web organizadas el año pasado por la red sobre la gestión de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus

En mayo de 2020, los países europeos apenas habían empezado a desarrollar y probar aplicaciones de rastreo de contactos, y algunos estaban usando drones para monitorear las regulaciones de distancia física. En esos meses, Efus organizó una conferencia web sobre el uso de tecnología para gestionar la pandemia, donde ya se ahondó respecto al impacto que estas podían tener en la privacidad de las personas. 

A finales de 2020, FEPSU también realizó una serie de conferencias web con actores locales y regionales españoles en materia de seguridad urbana, para discutir los retos y beneficios del uso de drones, así como los criterios éticos para un buen uso de la inteligencia artificial por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Sin embargo, desde entonces se ha podido constatar una evolución de la tecnología, sobre todo en lo que respecta a la garantía de la protección de datos y las formas en que la percepción pública respecto a ellas ha cambiado. 

La tecnología y su contexto 

En el simposio se analizaron distintos casos del uso de la tecnología para la gestión de la pandemia. La Dra. Angela Daly del Centro Strathclyde de Derecho y Políticas de Internet en Glasgow (Reino Unido) explicó que la aplicación escocesa de rastreo de contactos recibió una aceptación relativamente alta por parte de la población, lo cual ha sido clave para su efectividad. Daly destacó que lograr una alta aceptación entre la ciudadanía solo es posible si existe confianza en el gobierno y sus capacidades de gestión de datos.

Por otro lado, Anis Fuad del Centro para la Sociedad Digital de la Universidad Gadjah Mada en Yogyakarta (Indonesia) comentó que Indonesia había sido testigo de un aumento de la telemedicina debido al nuevo coronavirus. Fuag aseguró que muchas empresas de telemedicina están ampliando sus servicios, lo que plantea la pregunta de cómo continuarán estas iniciativas una vez superada la crisis de la Covid-19 y, específicamente, qué pasará con los datos que se recopilen a través de dichas aplicaciones.

Principios de protección de datos

El Consejo de Europa ha elaborado un informe sobre soluciones digitales para luchar contra la Covid-19, en el cual se describe cómo las medidas de emergencia afectaron los derechos a la privacidad y la protección de datos. El documento fue presentado por la Jefa de la Unidad de Protección de Datos del Consejo de Europa, Sophie Kwasny, quien es la responsable del establecimiento de estándares y políticas sobre protección de datos y privacidad. 

Kwasny destacó que los principios de protección de datos que se aplican en un estado de emergencia son: el escrutinio efectivo (parlamentario y judicial), la previsibilidad de la legislación de emergencia y la cooperación leal entre las instituciones estatales. El principio del escrutinio efectivo, por ejemplo, nos obliga a plantearnos las siguientes interrogantes: ¿Han sido efectivas las tecnologías utilizadas hasta ahora (aplicaciones de rastreo de contactos, monitoreo de drones, brazaletes electrónicos, por nombrar solo algunas)? En otras palabras, ¿vale la pena correr el riesgo de filtraciones de datos por la promesa de la tecnología?

Uso responsable de los datos

¿Cómo podemos empezar a pensar en un uso responsable de los datos ante una crisis como la actual pandemia? El decano del Campus de la Facultad de Fryslan de la Universidad de Groningen, Andrej Zwitter, reiteró que existen medios para garantizar el uso seguro de los datos durante situaciones de crisis.

Más allá de las salvaguardas enumeradas por Sophie Kwasny, el decano Zwitter también señaló que la comunidad humanitaria ha desarrollado principios como el procesamiento justo de datos y los derechos a la retención y eliminación de datos. No obstante, quedan por abordar una serie de lagunas, como los derechos de los interesados ​​y la necesidad de elaborar un concepto que incluya la privacidad del grupo, en lugar de abordar únicamente los derechos de privacidad individuales.

Si te interesa conocer más sobre los debates actuales entorno al uso de la tecnología en el ámbito de la seguridad y la prevención, no dudes en visitar la página web de FEPSU, donde además encontrarás también diversos recursos sobre la materia e información sobre los proyectos en los que participan los miembros de la red.

Repensar la protección del espacio público

El espacio público es un lugar de intercambio, cultura, comercio, ocio y expresión política. Por su carácter abierto, su alta frecuentación y su dimensión simbólica, puede ser objeto de diversas amenazas, entre ellas el terrorismo. La protección de los espacios públicos es un desafío complejo para los entes locales y regionales. Como afirma la Comisión Europea en su Plan de acción para apoyar la protección de estos lugares, además de los Estados miembros, “los entes locales y regionales también son actores importantes en la protección del espacio público”. 

Es por este motivo que Efus ha organizado una serie de conferencias web para brindar herramientas a las administraciones y actores locales para hacer frente a las amenazas a los espacios públicos. Los eventos en línea arrancan el próximo 17 de febrero y se llevarán a cabo hasta el 28 de abril, en el marco del proyecto PRoTECT, cuyo objetivo es fortalecer la toma de decisiones de los entes locales y regionales en materia de seguridad urbana. En FEPSU te compartimos la convocatoria.

Evaluación de vulnerabilidad

La primera de las conferencias web se realizará el 17 de febrero a las 14.00 horas del horario central europeo (CET) y estará centrada en la evaluación de la vulnerabilidad de los objetivos potenciales de ataques terroristas. El encuentro virtual intentará responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo pueden las autoridades locales tomar decisiones informadas sobre las disposiciones de seguridad necesarias para los espacios públicos?

La evaluación de riesgos y vulnerabilidades frente a una amenaza terrorista se ha convertido en un paso necesario en el ciclo de gestión de la seguridad y de la prevención. Conocer mejor las vulnerabilidades del sitio puede facilitar la toma de decisiones informadas sobre las medidas a adoptar para ofrecer espacios públicos más seguros. 

Esta sesión presentará la herramienta de evaluación de la vulnerabilidad producida por el proyecto PRoTECT y el papel de las autoridades locales y regionales. Además, intentará resolver dudas respecto a quién debería estar a cargo de realizar una evaluación de vulnerabilidad, qué actores deben participar, qué información es clave para analizar y cómo analizarla, qué herramientas pueden facilitar el análisis y qué desafíos pueden surgir para los actores encargados de velar por la seguridad local. 

Soluciones tecnológicas para la seguridad

La segunda sesión en línea organizada por Efus girará en torno a las consideraciones que deben tener en cuenta las ciudades al considerar la adopción de tecnologías para proteger los espacios públicos. Dado el contexto actual de amenaza terrorista, las ciudades buscan proteger sus espacios públicos adquiriendo soluciones tecnológicas, sin embargo, muchas veces se enfrentan a un mercado de tecnologías abrumador que propone un número importante de soluciones.

La conferencia se celebrará el 17 de marzo, también a las 14.00 horas del horario central europeo (CET) y discutirá los desafíos que enfrentan las autoridades locales cuando adquieren nuevas tecnologías. Para ello, se intentarán resolver las siguientes preguntas: ¿Cómo evaluar tecnologías para la protección de espacios públicos?, ¿cuáles son las necesidades de las ciudades a la hora de elegir una tecnología?, ¿qué información se necesita recopilar sobre las soluciones existentes en el mercado? y ¿qué criterios para la evaluación deben definirse?

¿Cómo usar las nuevas tecnologías?

Finalmente, la sesión que cierra este ciclo de conferencias girará también alrededor de las utilidades de las nuevas tecnologías para proteger los espacios públicos y los objetivos urbanos que puedan ser especialmente vulnerables. Hoy en día existen distintas tecnologías que ofrecen oportunidades para proteger mejor los espacios públicos, como las herramientas de comunicación, almacenamiento, análisis y protección de la información; sensores para la detección, identificación, localización y rastreo; las tecnologías para advertir, interceptar y eliminar amenazas; y las herramientas para controlar el acceso físico a los espacios, impedir un ataque o materiales de protección, entre otros. 

Este último encuentro virtual se realizará el 28 de abril a las 14.00 horas del horario central europeo (CET) y abordará las tecnologías existentes, así como las oportunidades y desafíos que enfrentan las autoridades locales cuando deciden adoptarlas. La finalidad de esta sesión es analizar en profundidad cuáles son las tecnologías más utilizadas para la protección de espacios públicos, qué tipo de riesgos abordan y cuál es el objetivo de estas tecnologías (prevención, facilitación de la intervención, etc.).

Reforzar la protección de las ciudades

PRoTECT es un proyecto cofinanciado por el programa ISFP de la Unión Europea y organizado por Efus. En sus actividades más recientes, el programa europeo ha tratado de desarrollar estrategias para proteger aquellas áreas del espacio público que podrían ser blancos fáciles para el terrorismo. Estos lugares suelen ser ubicaciones que son fácilmente accesibles para un gran número de personas y tienen medidas de protección o seguridad limitadas, lo que las hace vulnerables a un ataque, por ejemplo: instalaciones deportivas, centros comerciales, escuelas y sistemas de transporte. 

Para fortalecer la seguridad en estos espacios públicos, PRoTECT apuesta por aplicar una combinación de herramientas, tecnología, capacitación y demostraciones de campo para avanzar hacia una mayor conciencia de la situación y la mejora de una respuesta directa antes, durante y después de un ataque terrorista. En el marco de esta iniciativa, Efus organiza esta serie de conferencias web cuyo objetivo es promover el intercambio de experiencias, debatir y sensibilizar sobre el papel de los entes locales y regionales en la protección de los espacios públicos, así como proponer herramientas para prevenir este tipo de riesgos.

Para participar en los distintos encuentros virtuales de este ciclo de conferencias web deberás inscribirte a través de la página web de Efus. Si quieres conocer más información sobre el proyecto europeo PRoTECT o informarte sobre otras formaciones en línea o programas relacionados con la seguridad urbana y la prevención, puedes visitar la página web de FEPSU, donde encontrarás esto y mucho más. 

Alianza global contra el terrorismo

El pasado 19 de enero, la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT) hizo oficial el lanzamiento del Programa mundial para combatir las amenazas terroristas contra los objetivos vulnerables, en asociación con la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC) y el Instituto Interregional de Investigación sobre la Justicia y el Crimen de las Naciones Unidas (UNICRI). El objetivo de esta iniciativa es apoyar el desarrollo y la mejora de las capacidades clave de lucha contra el terrorismo para ayudar a los Estados Miembros seleccionados a detectar, vigilar y contrarrestar las amenazas contra los objetivos vulnerables, incluidos los asociados con víctimas y eventos que provocan miedo utilizando tanto tácticas y herramientas tradicionales como sofisticadas. 

Hacer frente a las amenazas

El programa cuenta, además, con la asesoría de la Dirección Ejecutiva del Comité de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (CTED) e INTERPOL, y en el evento virtual de presentación del mismo participaron más de 250 representantes de Estados Miembros, organizaciones internacionales y regionales y entidades del Pacto Mundial contra el Terrorismo de las Naciones Unidas. Este encuentro virtual contó con debates sobre el alarmante aumento de los ataques terroristas contra objetivos vulnerables y la necesidad de elaborar estrategias de colaboración que involucren a las autoridades públicas, fuerzas del orden y operadores privados.

El Secretario General Adjunto de la ONU, Vladimir Voronkov, destacó en el evento de presentación del programa que «los asesinatos de terroristas en los centros urbanos han aumentado drásticamente desde 2011” y que “los ataques contra lugares religiosos se están volviendo más letales». Agregó, además, que el Programa mundial para combatir las amenazas terroristas contra los objetivos vulnerables «ilustra un objetivo fundamental de nuestra agenda contra el terrorismo: asegurar que nuestros ciudadanos puedan disfrutar y ejercer de manera segura sus libertades fundamentales y derechos socioeconómicos en su vida diaria sin miedo».

Proteger objetivos vulnerables

En los últimos años, el terrorismo ha dirigido sus ataques cada vez más a espacios públicos como complejos turísticos, centros urbanos, centros comerciales o lugares de culto. Dichos ataques tienen como objetivo explotar las vulnerabilidades intrínsecas de los espacios públicos abiertos para causar un gran número de víctimas, sembrar el miedo y perturbar la vida diaria y las actividades socioeconómicas. 

El Programa mundial para combatir las amenazas terroristas contra los objetivos vulnerables, liderado por la UNOCT y financiado por el Estado de Qatar, busca fortalecer la capacidad de los Estados Miembros para prevenir, contrarrestar, responder e investigar ataques terroristas contra objetivos vulnerables mediante el desarrollo de estrategias de colaboración, incluyendo asociaciones público-privadas, y la prestación de asistencia técnica en forma de capacitaciones operativas, previa solicitud.

“El Programa Global constituye un componente esencial de la implementación del Plan de Acción de la ONU para Salvaguardar los Sitios Religiosos, ya que ayudará a fortalecer la capacidad de los Estados Miembros para desarrollar estrategias integrales y colaborativas en la protección de sitios religiosos y prevenir y responder a ataques contra sitios religiosos, entre otros objetivos vulnerables”, asegura el Alto Representante de la UNAOC, Miguel Ángel Moratinos.

Cooperar para prevenir

Se entiende por “objetivos vulnerables” a aquellos lugares del espacio público que no cuentan con medidas excepcionales que los protejan de posibles amenazas a su seguridad. Los devastadores ataques terroristas contra estos espacios, además de un gran número de bajas y heridos, están perturbando la vida cotidiana, propagando el miedo y, en el caso de los lugares religiosos, los ataques terroristas también tienen como objetivo las creencias, identidades, historias y dignidad de las personas. 

En este sentido, es fundamental que los Estados dispongan de medidas para prevenir, proteger, mitigar, investigar, responder y recuperarse de los daños de los ataques terroristas contra estos objetivos vulnerables. La respuesta inmediata a un ataque es crucial para mitigar el impacto y, en este sentido, los líderes locales, las comunidades y los actores de la sociedad civil juegan un papel clave.

El desafío para los Estados es que existen innumerables áreas de objetivos vulnerables. Si bien los gobiernos, incluso a nivel local, tienen la responsabilidad principal de proteger estos espacios públicos contra ataques terroristas, los propietarios privados y / o operadores de esos sitios también deben tomar medidas para abordar las necesidades de seguridad relacionadas y reducir sus vulnerabilidades. 

Es vital que los gobiernos centrales y locales, los líderes comunitarios, los actores religiosos y los actores del sector privado cooperen para identificar formas de mitigar los riesgos y amenazas relacionados y, en última instancia, prevenir que ocurran tales ataques. La protección efectiva de tales objetivos requiere no solo la implementación de medidas de protección física, sino también el desarrollo de comunidades fuertes y resilientes y un compromiso cercano con la sociedad civil y el liderazgo local, incluidos los líderes religiosos.

Desde FEPSU, como parte del Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS), también se promueven distintas iniciativas para fomentar la cooperación entre actores locales, públicos y privados, para prevenir amenazas provocadas por el terrorismo. Ese es el caso del proyecto PROTECT, el cual tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las autoridades locales en la protección de espacios públicos. Si quieres conocer más sobre este y otros programas, visita la página web de FEPSU.

Garantizar la protección de los espacios públicos

Los espacios públicos son lugares de intercambio, cultura, comercio, ocio y expresión política, cualidades inherentes a las ciudades. Sin embargo, debido a que son lugares abiertos y, en muchos casos, emblemáticos de una ciudad, una región o un país, los espacios públicos pueden convertirse también en focos de delincuencia e incivismo y, lo que es peor, en blancos principales de ataques terroristas, como ha sucedido en Europa durante la última década. Por este motivo, el Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus) ha lanzado el proyecto Secu4All, que busca fortalecer las capacidades de los entes locales y regionales para garantizar la seguridad de los espacios públicos y la protección contra posibles riesgos de lugares como instalaciones deportivas, centros comerciales, escuelas o sistema de transporte, los cuales pueden convertirse en objetivos de ataques. En FEPSU te compartimos algunos de los principales objetivos de este nuevo programa europeo.

Herramientas para las ciudades

Para las autoridades locales y regionales, la gestión de los espacios públicos es sin duda una de sus acciones más visibles a los ojos de la ciudadanía, ya que es el ámbito donde su visión de la sociedad se materializa y representa mejor. Asegurar que estos espacios sean inclusivos y abiertos, pero también pacíficos y seguros, es un desafío complejo para los entes locales y regionales, que son los que se encuentran en primera línea cuando ocurre una crisis. Ayudar a las ciudades europeas a tener mejores herramientas teóricas y prácticas para abordar la prevención es una de las principales metas del proyecto Secu4All.

Este programa impulsado y liderado por Efus tendrá una duración de dos años y sus principales objetivos son: aumentar el conocimiento de las autoridades locales y regionales sobre los métodos y herramientas para evaluar la vulnerabilidad de los espacios públicos locales; mejorar la comunicación entre todos los actores relevantes que deben actuar en el caso de que ocurra una crisis (antes, durante y después); compartir conocimientos sobre las tecnologías innovadoras para reforzar la protección de los espacios públicos e intercambiar criterios éticos sobre el uso de dichas tecnologías y los datos recopilados; y reducir la sensación de inseguridad de los ciudadanos mediante la “Prevención del delito a través del diseño ambiental” (CPTED, por sus siglas en inglés).

Con un amplio alcance europeo y un enfoque transversal, el proyecto Secu4All reúne a un consorcio de autoridades locales y regionales, universidades y centros de investigación, think tanks, así como una red de agentes de seguridad privada. Entre sus miembros se encuentran el centro CRIMINA de la Universidad Miguel Hernández en Elche, el cual participó en nuestro webinar más reciente, y el Ayuntamiento de Xàbia, que es uno de los miembros actuales de FEPSU. Además, participan también las organizaciones europeas DITSS (Países Bajos) Dsp-groep Bv-DSP (Países Bajos), KEMEA (Grecia), la Organización Europea para la Seguridad-EOS (Bélgica), el Bruxelles – Prévention & Sécurité (Bélgica); los foros de seguridad urbana DEFUS (Alemania), FFSU (Francia) y FISU (Italia); así como el ayuntamiento de La Haya (Países Bajos) y la Policía Municipal de Riga (Letonia).

Cooperación y buenas prácticas

La experiencia en los diversos proyectos de prevención del crimen en los espacios públicos ha demostrado que es esencial que las administraciones locales y regionales cooperen con una amplia gama de actores locales, tanto del sector público como del privado, sobre todo en los ámbitos de planificación urbana, encuestas, servicios de transporte y movilidad, organización de eventos, protección y concientización de empresas locales y también, fundamentalmente, en la comunicación y el trabajo conjunto con las autoridades nacionales y europeas pertinentes. Sin embargo, para hacerlo, necesitan conocimientos y herramientas adecuadas. Ese es uno de los propósitos centrales del proyecto Secu4All: desarrollar contenidos formativos que proporcionen a las autoridades locales conocimientos teóricos y prácticos para que puedan mejorar sus acciones de prevención local o programas para salvaguardar sus espacios públicos frente a riesgos.

Pero además de estas herramientas y de la cooperación entre actores, “los gobiernos locales y regionales deben promover una mejor conciencia entre los ciudadanos sobre las buenas prácticas a seguir en caso de una amenaza, como un ataque terrorista”, como explica la especialista en mitigación de riesgos y miembro del Comité Asesor de Expertos de PACTESUR, Susanne Skov Diemer. En una entrevista para Efus, esta consultora en materia de seguridad señala que todavía no se ha desarrollado una “cultura de seguridad colectiva contra el terrorismo y otras amenazas actuales”, como sí ha sucedido, por ejemplo, con la educación de las medidas que hay que tomar en casos de incendios. 

“Si los ciudadanos adquieren una mejor y más amplia comprensión de las amenazas, el trabajo de las autoridades locales y nacionales y la policía en la protección de los espacios públicos no se verá obstaculizado”, apunta Skov Diemer. Para ello, además, es de vital importancia que los ciudadanos estén preparados psicológicamente para afrontar una crisis, ya que, como ha demostrado la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, “el estrés y el miedo pueden causar un comportamiento irracional y dañino”.

Pero esta preparación por parte de la ciudadanía no se consigue únicamente con una pedagogía psicológica y de buenas prácticas. También es muy importante que las autoridades locales y regionales mejoren “la confiabilidad, rapidez y eficiencia de sus canales de comunicación con los ciudadanos y explicar mejor las amenazas actuales y cómo reaccionar ante ellas”, pues, como pasó con los primeros meses de la pandemia, “la información insuficiente, poco clara y “los consejos contradictorios de los gobiernos jugaron un factor importante en la reacción de la gente a la crisis”. Una forma de reaccionar ante las crisis por parte de las administraciones públicas que el proyecto Secu4All intentará mejorar.  

Para saber más sobre este programa europeo liderado por Efus, puedes visitar su página web. Si quieres conocer otras iniciativas relacionadas con la seguridad urbana y la prevención, sigue nuestras redes sociales, donde semanalmente compartimos los artículos de nuestro blog así como otros proyectos en los que participa FEPSU y sus miembros.

Los drones en la seguridad: retos y necesidades

Los usos que se puede dar y que se están dando ya a los drones en materia de seguridad urbana son muy variados. Desde la protección del medio ambiente o el apoyo en el control de incendios, hasta la gestión de aforos en eventos multitudinarios o el monitoreo del cumplimiento de las medidas sanitarias en una pandemia. Pero al mismo tiempo que avanza el empleo de esta tecnología por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, también se acelera su utilización por parte de particulares y actores privados. Esto, en ciertas ocasiones, puede suponer peligros para la seguridad de las ciudades, lo que obliga a trabajar para obtener mecanismos de protección y normativas que sean más efectivas a la hora de garantizar el uso responsable y cívico de estos dispositivos. 

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que se celebró el 18 de noviembre. Estos webinars son una iniciativa del Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU). A continuación os compartimos algunas de las consideraciones y puntos de análisis que guiaron este primer debate:

Una herramienta versátil

Algunas policías locales de España, como la de Madrid, han adoptado ya a los drones como una herramienta versátil en la gestión de la seguridad. Cada vez son más los ámbitos en los que estos dispositivos pueden apoyar la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ejemplo, en el contexto actual, con las restricciones de movilidad y reunión por la pandemia del coronavirus, el uso de estas aeronaves se ha intensificado en el control del cumplimiento de las medidas sanitarias y de los aforos en los espacios públicos. 

El Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía Local de Madrid, Francisco Javier Espinosa Gómez, ha señalado que la intención es que se puedan desarrollar nuevos software para ampliar el alcance de estos dispositivos en un futuro cercano; por ejemplo permitiendo la lectura de matrículas de vehículos, la recogida de muestras de vertidos, el cálculo de la asistencia a eventos y manifestaciones, o el no exento de polémica software de reconocimiento facial. Sin embargo, algunos de estos nuevos usos requerirán de una ampliación de las normativas referentes a la aplicación de estas tecnologías en la seguridad urbana, para no interferir con los derechos a la privacidad y a la protección de datos.

Ampliar la regulación del uso

Actualmente la única normativa existente para el uso de los drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad es la legislación estatal, recogida en el Real Decreto 1036/2017, según ha explicado la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III, María José Castellanos Ruiz. El nuevo Reglamento Europeo 2019/947, que regula el uso de los drones en la Unión Europea, entrará en vigor en enero, pero no será de aplicación a servicios militares ni de seguridad pública, únicamente para el uso privado.

La principal aportación de esta nueva normativa europea es la categorización de los drones en tres estratos, dependiendo de su tamaño y de las exigencias que regulan su uso. De esta manera, se separa aquellos drones menores de 25 kg, que no necesitarán de ningún tipo de permiso para su utilización, de aquellos con un mayor peso, que requerirán certificaciones y autorizaciones por parte de las autoridades de seguridad aérea competentes, dependiendo del tipo de uso que se les de. 

Aún así, queda pendiente el desarrollo de normativas europeas específicas para la aplicación de estas aeronaves en la gestión de la seguridad urbana o en lo que respecta a la regulación de la captación, almacenamiento y disposición de las imágenes y datos que recopilan estos dispositivos.

Crear redes de protección

El nuevo reglamento europeo busca poner más control sobre el uso privado de los drones, para evitar los riesgos que puede suponer para la seguridad el uso de esta tecnología en las manos equivocadas. Sin embargo, estas normativas deben ir acompañadas por sistemas eficientes para detectar posibles amenazas y prevenir su uso para fines criminales. Hoy en día, existen diversos sistemas de detección de los drones, que utilizan tecnologías, como la radiofrecuencia, el radar o la detección combinada con cámaras térmicas. 

El Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de los Mossos d’Esquadra, Xavier Moya García, ha destacado, además, que en Catalunya se utilizan diversas medidas de inhibición de estos dispositivos, desde la interferencia de la comunicación entre la aeronave y el mando a distancia a través de radiofrecuencias (jamming), hasta una tecnología aún incipiente que permite tomar control del dispositivo y redirigirlo (hacking). 

Moya García ha subrayado que el alto coste de estos sistemas y su rápida obsolescencia hace que sea más eficiente constituir redes territoriales de protección, en las que se usen el mismo sistema, para conseguir una mejor protección ante posibles amenazas que la que se conseguiría si cada municipio instala su propio sistema. Esto exige un alto nivel de colaboración entre administraciones y entre las diversas fuerzas y cuerpos de seguridad, para conseguir generar recursos y políticas preventivas que consigan resultados óptimos. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta primera sesión del ciclo de webinars sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que ha contado con las intervenciones iniciales de Francisco Javier Espinosa Gómez, Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía local de Madrid; María José Castellanos Ruiz, Profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III; Xavier Moya García, Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de la Policía de la Generalitat de Catalunya-Mossos d’Esquadra. La conversación ha sido moderada por Francesc Guillén Lasierra, jurista, criminólogo y estudioso de las políticas públicas de seguridad. 

Encontrarás el relato completo de la jornada en el siguiente enlace.

En este enlace compartimos la presentación de Mª José Castellanos Ruíz

Además, te recordamos que el próximo 2 de diciembre a las 12.30 h tendrá lugar el segundo de estos encuentros virtuales participativos, en el que abordaremos las aplicaciones de la inteligencia artificial en el ámbito de la seguridad ciudadana. Consulta el programa completo en la página web de FEPSU.

Un apoyo aéreo a la prevención en eventos masivos

El Ayuntamiento de Zaragoza está estudiando utilizar sistemas de drones automáticos para la prevención de situaciones peligrosas en eventos multitudinarios. Como parte del proyecto Flying Forward 2020, la ciudad se concentrará en analizar el uso de esta tecnología con dos aspectos diferenciados: el control del uso del espacio público y el control de los movimientos de personas y vehículos en celebraciones masivas en la vía pública durante dos años consecutivos.

La información a tiempo real arrojada por las cámaras de estos dispositivos podría ayudar en la prevención de avalanchas humanas y a la apertura de rutas para los servicios de emergencia durante las concentraciones masivas en espacios públicos restringidos, lo que facilitará una reducción del tiempo de acceso de los servicios de emergencia y una mejora en la planificación y la gestión de la seguridad en la ciudad.

El proyecto Flying Forward 2020, en el que participa el Ayuntamiento de Zaragoza junto a otras cinco ciudades europeas, es uno de los aprobados por la Unión Europea en su convocatoria de fondos para investigación, desarrollo e innovación del programa H2020 «Hacia una movilidad urbana aérea sostenible». La iniciativa está liderada por Brainport Development NV (Holanda) y ha conseguido una subvención de seis millones de euros, de los cuales 246.625 euros corresponden a Zaragoza. El objetivo es analizar las condiciones que deben establecerse para el desarrollo de aplicaciones de uso de drones integradas en el entorno urbano.

Nuevas posibilidades para la intervención en situaciones de emergencia

Por otro lado, los Bomberos de Zaragoza han creado una nueva unidad de intervención con drones para situaciones de emergencia que, a finales de septiembre, contará con 18 pilotos titulados. Estos drones, capaces de volar a 30 metros de altura con una autonomía de 30 minutos, pueden ser utilizados en numerosas intervenciones gracias a sus aplicaciones; por ejemplo en accidentes con sustancias químicas, para prevenir situaciones de riesgo a los bomberos.

Pero los sistemas de drones pueden ser muy eficaces también en la búsqueda de personas desaparecidas. Estos aparatos permiten su despliegue también durante la noche, ya que el rastreo de las imágenes continúa sin detenimiento hasta que se detectan indicios que lleven al desaparecido. Los drones que utilizan los Bomberos de Zaragoza pueden alcanzar los 75 kilómetros por hora y están equipados con una cámara térmica y una cámara zoom que graba imágenes en alta resolución. Sus aplicaciones futuras son numerosas, ya que admiten complementos tecnológicos, como sensores olfativos, que podrían ser muy útiles en la búsqueda de cadáveres, o un altavoz.

Otra regulación de la crisis sanitaria es posible

La gestión de la emergencia sanitaria ha implicado un gran esfuerzo por parte de las administraciones públicas y cuerpos y fuerzas de seguridad, ya que ha sido necesario implementar restricciones de derechos con una rapidez inusual y sin instrumentos reguladores claros. Y a medida que la sociedad se encamina hacia una “nueva normalidad”, sigue habiendo dudas respecto a la regulación de temas como el uso de mascarillas o la distancia social. Un reto al cual deberán hacer frente los organismos públicos, en medio de un contexto que ha tensionado su relación con la población.

Estas han sido algunas de las consideraciones que guiaron el primer debate del ciclo de encuentros virtuales sobre “La seguridad urbana tras el Covid-19: aprendizajes y desafíos para el mundo local”, que tuvo lugar el 2 de julio y se dedicó a valorar los instrumentos de control de la crisis sanitaria. Estos webinars han sido organizados por el Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU), en colaboración con el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS). A continuación os compartimos algunas de las conclusiones de esta primera sesión: 

Normas complejas, muchas denuncias

A pesar de que la mayor parte de la población ha tenido un comportamiento ejemplar durante el confinamiento, en el conjunto del Estado español se interpusieron más de un millón de denuncias entre el 14 de marzo y el 23 de mayo. La complejidad de las normas que regulaban el estado de alarma y la velocidad a la que se publicaban, ha provocado que los cuerpos y fuerzas de seguridad tuvieran que interpretar, ante cada caso concreto, si había o no un incumplimiento de la norma. Esto ha provocado una sensación de inseguridad jurídica para la población (que desconocía si alguna de sus acciones podía ser o no sancionada), pero también para los y las agentes de los cuerpos de seguridad.

Tensiones antiguas que afloran

Es evidente que durante el estado de alarma se ha incrementado la tensión en la relación entre la administración y la población, principalmente por las restricciones a la libertad de circulación y por la falta de claridad sobre dónde estaban los límites de esta restricción. Esto ha afectado especialmente a los colectivos vulnerables, como las personas sin techo, las trabajadoras del hogar y los menores. Pero, a pesar que esta crisis sanitaria es un fenómeno inédito, las tensiones que han surgido tienen que ver con conflictos o cuestiones no resueltas ya existentes en la sociedad, como por ejemplo la situación de personas que trabajan de forma irregular y no pueden acreditar su situación laboral.

Otro modelo es posible

Debido a la imprevisibilidad y gravedad de la crisis sanitaria en marzo era muy difícil aplicar un modelo regulatorio diferente al que se utilizó, pero en la situación actual las administraciones deberían preparar instrumentos y criterios más claros para que los cuerpos y fuerzas de seguridad puedan gestionar mejor futuras situaciones de confinamiento. Una de las posibilidades que se abren es la de dar más relevancia a las instituciones locales y autonómicas, por ejemplo a través del uso de las ordenanzas de convivencia como una alternativa para gestionar la crisis sanitaria y dotarse de un sistema sancionador propio. Además, se debería poder tomar en cuenta también las medidas alternativas a la sanción como un instrumento de prevención fundamental.

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta primera sesión del ciclo de webinars sobre la seguridad urbana tras la Covid-19, que ha contado con las intervenciones iniciales de José Martínez Espasa, comisario jefe de la Policía Local de Dénia; Carlos Alberto Amoedo Souto, director de la cátedra de Derecho local UDC-Diputación de A Coruña; y Anaïs Franquesa Griso, Codirectora de Irídia, Asociación de derechos humanos en Cataluña. La sesión ha sido moderada por Cristina Sobrino Garcés, investigadora del área de Seguridad y convivencia del IERMB y profesora asociada de la UPF, UDG y UOC.

Puedes consultar en el siguiente enlace el relato completo de la jornada.

Prevenir el contagio en las actividades culturales

Después de varios meses de confinamiento, las ciudades y los municipios españoles vuelven a recobrar poco a poco la normalidad en sus espacios públicos. Esto incluye también la realización de diversas actividades culturales, que en el contexto actual deberán tener en cuenta una serie de medidas de prevención necesarias para evitar el contagio de COVID19. El Ayuntamiento de Barcelona ha unificado estos criterios de prevención en una única guía de recursos, que contempla la posibilidad de realizar eventos tanto en espacios cerrados como en el espacio público.

La cultura ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia, ya que muchas de sus actividades implican una agrupación masiva de personas o, en su defecto, una aglomeración de público sin distancia de seguridad entre ellos y sin elementos de separación o protección. La percepción general sobre este tipo de eventos es que no se podrán volver a celebrar hasta que no se llegue a una situación de relativa normalidad o que se realizarán solo de forma muy reducida.

Sin embargo, el consistorio barcelonés se ha propuesto “analizar las problemáticas específicas de cada tipo de evento cultural, para extraer una serie de criterios que permitan llevarlos a cabo de manera adaptada a las medidas básicas de protección y prevención, incluso antes de que haya una situación de normalidad y siempre mediante un contraste y autorización previa por parte de Protección Civil y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB)”.

Es por este motivo que han elaborado esta guía, validada por la autoridad sanitaria, en la que se analizan diversos tipos de actividades culturales, agrupadas en cuatro clases: Actividades en museos, archivos de tipo patrimonial y centros de arte; actividades en bibliotecas, centros cívicos y fábricas de creación; actividades de artes escénicas; y actividades culturales en la vía pública.

Podéis encontrar más información en el siguiente enlace: www.barcelona.cat/barcelonacultura/ca/guia-recursos


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La COVID-19 y los desafíos de la seguridad urbana

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto nuevos desafíos en materia de seguridad urbana para la gran mayoría de las ciudades europeas. “El gran reto será mantener los espacios públicos e inclusivos en un contexto como el actual”, ha asegurado la directora ejecutiva de EFUS, Elizabeth Johnston, durante una entrevista para la red sueca Säkraplatser (Lugares seguros), que se dedica mayoritariamente a la investigación sobre seguridad y prevención. Johnston ha conversado junto a la coordinadora de esta red, Vania Ceccato, y en FEPSU hemos recuperado y traducido algunos de los aspectos más interesantes de la entrevista, que se puede consultar íntegramente en inglés en la web de Säkraplatser.  

La directora ejecutiva de EFUS ha señalado, al principio de la conversación, que la crisis generada por el nuevo coronavirus ha puesto sobre la mesa la necesidad de reforzar el trabajo asociado entre las autoridades locales y nacionales de los Estados europeos. “Esta crisis ha demostrado que las ciudades tienen un papel clave”, ha afirmado Johnston. 

Al mismo tiempo, también ha quedado patente que el trabajo colectivo entre el sector público, el sector privado y las iniciativas ciudadanas será más necesario que nunca en la prevención y la respuesta a las amenazas a la seguridad en los entornos urbanos. En este sentido, Johnston ha destacado las iniciativas ciudadanas que se han llevado a cabo en España en respuesta a los riesgos de violencia machista, por ejemplo, a través de la creación de redes vecinales y mecanismos autoorganizados de apoyo a las víctimas. 

“Esta crisis ha ayudado a reforzar la noción de prevención. La prevención del crimen es ahora más importante que nunca y los mecanismos y las asociaciones que ya existían son ahora mucho más relevantes y se deben reforzar”, ha asegurado Johnston. El trabajo en red ha sido, debido a la impredecibilidad de esta crisis sanitaria, una herramienta muy útil a la hora de responder rápidamente a las crecientes necesidades de la población vulnerable que se ha visto especialmente afectada por la crisis, según la directora ejecutiva de EFUS. 

Por otro lado, el contexto actual también revaloriza la noción de seguridad para la ciudadanía. “No hablamos de la seguridad de forma restringida, como algo que solo atañe a la policía o a los sistemas de justicia. La seguridad es un concepto muy amplio, especialmente en los entornos urbanos”, ha manifestado Johnston. En los últimos años, las ciudades europeas han adaptado la creciente necesidad de utilización del espacio público por parte de la ciudadanía a la también creciente necesidad de protegerse de peligros, como el terrorismo y ahora deberán hacerlo también ante nuevas amenazas a la salud. 

Por este motivo, Johnston ha subrayado que hay que crear “estructuras sólidas” de prevención que sean fácilmente adaptables y reconfigurables, para mantener “ciudades abiertas”, al mismo tiempo que se protegen los entornos urbanos de posibles nuevas emergencias sanitarias. “La prevención ha sido mucho más necesaria de lo que hubiéramos podido imaginar”, ha señalado la directora ejecutiva de EFUS, Elizabeth Johnston.


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