Adolescencia y violencia de género, un reto mayúsculo

¿Cuáles son las condiciones de riesgo que hacen que las adolescentes estén más expuestas a la violencia de género? ¿Cómo experimentan los y las menores de edad las situaciones de acoso y victimización sexual? ¿Y, sobre todo, cómo podemos hacer para prevenirlas eficazmente? Estas son algunas de las preguntas que se han intentado responder en el estudio ‘Menores y violencia de género’, promovido por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y realizado desde la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid. En FEPSU te resumimos algunas de sus principales conclusiones. 

El uso de las redes, un factor de riesgo

Para realizar el estudio se realizaron entrevistas a una muestra representativa de 10.465 adolescentes, de 14 a 18 años, escolarizados en centros educativos no universitarios. Además, también se encuestaron 3.045 profesores y profesoras, así como 268 equipos directivos de 291 centros educativos de diversas partes de España. Uno de los primeros aspectos que se analizaron fueron las situaciones familiares y personales de cada adolescente, que podían reflejar factores de riesgo para sufrir o llevar a cabo acciones constitutivas de violencia de género

En este aspecto, uno de los factores de riesgo que se tomaron en cuenta fue el uso de internet y más concretamente de las redes sociales que realizan los adolescentes. Por ejemplo, se recogió que sólo el 0,8% de las chicas y el 2,1% de los chicos dicen no usar nada las redes sociales mientras que el 71,9% y el 52,8% respectivamente afirman usarlas dos o más horas al día. Esto es especialmente relevante, ya que tres de cada cuatro de los menores de edad encuestados aseguró haber brindado información personal (como nombres y apellidos) a desconocidos a través de internet, así como tres de cada cinco adolescentes ha aceptado a personas desconocidas como amigos en alguna red social. 

Este uso despreocupado de las redes, donde en buena parte de los casos los adolescentes no son ni tan solo conscientes de los peligros que supone, se convierte en un factor de especial riesgo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el 31,5% de las adolescentes han quedado con personas que han conocido a través de internet, el 29,5% han colgado fotos que sus padres no autorizarían y el 23% ha hablado de sexo con gente que han conocido a través de alguna red social. En este sentido, las conductas que chicas y chicos adolescentes llevan a cabo a través de internet o del móvil ponen de manifiesto la necesidad de incrementar las medidas de prevención, para evitar situaciones de ciberacoso, sexting o grooming.

Victimización fuera de la pareja

Las situaciones de acoso sexual en línea y fuera de la relación de pareja son vividas por un porcentaje elevado de chicas adolescentes. Más del 40% señala que han vivido situaciones relacionadas con mostrar o pedir fotografías sexuales y el 22,7% ha recibido peticiones de cibersexo en línea. Sin embargo, solo el 16,6% de los chicos adolescentes admite haber pedido fotografías sexuales en línea. Como sucede con otras formas de violencia de género, el porcentaje de chicos que reconoce haber realizado conductas relacionadas con el acoso sexual online hacia una chica fuera de la relación de pareja es claramente inferior al del número de chicas que reconoce haberlas recibido. 

El estudio refleja también que las situaciones de acoso sexual fuera de la pareja pueden llegar a escalar a experiencias de victimización sexual. Por ejemplo, el 13,6% de las chicas reconoce haberse sentido presionadas sexualmente y el 6,2% afirma que la situación se produjo finalmente. En lo que respecta a la persona que ejercía la violencia de género, la mayoría de las adolescentes han señalado que se trataba del chico con el que salen, salían, querían salir o que quería salir con ellas (el 54,3% de los casos). Sin embargo, una de cada cinco chicas aseguró que quien ejercía la violencia era un hombre bastante mayor que ellas y en el 68% ellas tenían entre 13 y 15 años cuando fueron victimizadas. 

Estos resultados reflejan la necesidad de llevar a cabo esfuerzos de prevención en edades mucho más tempranas, incluso a partir de los seis años de edad, ya que en el estudio se constataron casos de niñas de esas edades que habían sido victimizadas. Debe enseñarse a las chicas a detectar desde muy jóvenes lo que es una situación de abuso, a quién y cómo pueden pedir ayuda. Estos programas deben, por otra parte, incrementar la sensibilidad y disponibilidad de las personas encargadas de la protección de los/as menores para proporcionar dicha ayuda. 

Hacia una prevención transversal

Los resultados del estudio ponen de manifiesto la necesidad de incrementar los esfuerzos para prevenir la violencia de género a múltiples niveles, incluyendo educación afectivosexual para la igualdad y prestando una especial atención a la utilización de las tecnologías de la información para ejercerla. En este sentido, es especialmente clave el trabajo escolar contra la violencia de género, ya que este reduce el riesgo de sufrir como víctimas dicho problema en el conjunto de chicas adolescentes, apoyando así su valor como prevención primaria, universal.

A pesar de que más de la mitad del alumnado (52,9%) afirma haber trabajado en la escuela la educación sexual, la mayor parte de ellos asegura que los temas tratados estaban relacionados sobre todo con la prevención del contagio de enfermedades (94,8%) y los embarazos no deseados (89,9%). En cambio, el 74,6% de los casos se trató el tema de cómo evitar situaciones de riesgo de abuso sexual y solo en cerca del 70% de los casos se abordó la forma en que el machismo puede influir la sexualidad, lo que se debe hacer para que se respete su derecho a la libertad sexual y la visibilidad de otros tipos de diversidad afectivo-sexual

Desde el punto de vista del profesorado los principales obstáculos para la eficacia de la educación en la igualdad y la erradicación de la violencia de género desde la escuela son: la falta de tiempo para dar todo el temario y tratar estos temas no incluidos en el programa de su asignatura (64,4%); la falta de implicación de las familias en este tema (60,9%); el sexismo existente en la educación familiar (57%) y la tendencia a tratarlos de forma puntual sin incorporarlos de forma sistemática al currículum (49,6%). 

Además, prácticamente la mitad de los docentes entrevistados aseguraron que no contaban con formación adecuada para tratar temas que hasta ahora han sido tabú. En este aspecto, cabe resaltar que son muy minoritarios los porcentajes de quienes reconocen tener formación sobre coeducación, igualdad y prevención del sexismo (18%) o prevención de la violencia de género (12.3%), lo cual refleja la necesidad de incrementar dicha formación para dar cumplimiento a lo propuesto por el Pacto de Estado contra la violencia de género

En FEPSU estamos comprometidos en la lucha contra todo tipo de violencia de género y por ello hemos visibilizado estrategias innovadoras para prevenir esta problemática que afecta de forma estructural a las mujeres, como es el caso del proyecto Artemis, desarrollado por el Ayuntamiento de Dénia. Además, también nos hemos hecho eco de las recomendaciones de la ONU para la prevención de la violencia de género en las ciudades, las cuales hemos recogido en este artículo

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¿Cómo prevenir la discriminación desde la escuela?

El ámbito educativo es de vital importancia para promover la lucha contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, el antisemitismo, el antigitanismo, el racismo antiafro y otras formas conexas de intolerancia. Por este motivo, el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE) ha sistematizado una serie de recomendaciones para su prevención, así como para la difusión de los valores de una sociedad igualitaria, respetuosa con los derechos humanos y plenamente democrática. En FEPSU te resumimos los consejos más importantes que realiza esta institución. 

Enseñanza para favorecer la comprensión

En 2020, el 20% de las potenciales víctimas había percibido discriminación racial o étnica en España, según un estudio realizado por el CEDRE. Una percepción que ha ido en aumento en los últimos años. Por este motivo, no solo se hace necesario un análisis profundo de los condicionantes que fomentan este tipo de conductas, sino que también se realza la importancia de promover la convivencia en contextos de diversidad desde edades tempranas; donde la escuela, evidentemente, es el entorno más propicio para ello. 

Además de su carácter normalizador de la diversidad, a través de la difusión de conocimiento sobre la misma, la enseñanza es un instrumento central en la comprensión de la naturaleza estructural de la discriminación racial y étnica en su doble vertiente, social e institucional. Profundizar a través de la educación en las raíces sociohistóricas del racismo, así como en el desarrollo de competencias para la prevención de cualquier tipo de discriminación, es determinante para la elaboración de estrategias cada vez más adecuadas para enfrentar el fenómeno en todas sus vertientes.

En este sentido, es necesario lograr una mayor presencia de profesorado de diferentes orígenes en los distintos niveles educativos y fomentar las consultas a la sociedad civil directamente afectada por el racismo, la discriminación étnica y otras formas conexas de intolerancia a la hora de diseñar las políticas educativas, con el objetivo de evitar carencias en el ámbito de la promoción de la igualdad de trato. 

Combatir el bullying racista

Uno de los fenómenos que ha crecido en los últimos años es el acoso escolar con motivación étnica o racial. En este aspecto, la escasa presencia, en los ámbitos de decisión educativa y en el profesorado, de personas que pertenezcan a los grupos poblacionales que mayormente son víctimas de la discriminación racial y étnica es uno de los motivos que podría explicar el aumento de estos hechos, así como la ausencia de una normativa específica que establezca protocolos unificados contra el acoso escolar. 

Entre las prácticas positivas que se podrían llevar a cabo en este aspecto se encuentra el monitoreo de la diversidad del profesorado y del conjunto de integrantes de la comunidad educativa, una estrategia que ya se lleva a cabo en otros países. Por otro lado, también es muy útil la participación en el diseño de los contenidos del currículo educativo de comunidades con orígenes diversos, así como el fomento en la universidad de las más recientes perspectivas de los estudios sobre diversidad social y cultural, los estudios globales e internacionales y los estudios sobre el racismo hacia las personas

africanas y afrodescendientes y de origen asiático, el antigitanismo, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, como la islamofobia o el antisemitismo en las aulas. 

Específicamente para el caso de España, se hace necesario promover el conocimiento de referentes de orígenes diversos, de la historia y del presente que permitan al alumnado conectar con su propio pasado y visibilizarlo. 

Abordar la segregación y multiplicar el conocimiento 

No hay duda de que uno de los retos centrales para abordar la discriminación racial y étnica en el ámbito educativo es la lucha contra la segregación escolar, una práctica que consiste en agrupar a alumnado con similares características, como puede ser el origen étnico, en determinados centros, aulas o líneas educativas. Diversos organismos europeos e internacionales encargados de velar por la protección de los derechos humanos han prestado atención a este fenómeno de la segregación escolar que constituye una discriminación y que impide la integración real de determinados grupos étnicos en el sector educativo. En este aspecto, una de las principales recomendaciones es la necesidad de tomar medidas para eliminar la segregación escolar en el marco de un Plan de Inclusión Educativa.

Para abordar este y todos los retos que supone la discriminación racial y étnica en la escuela se hace necesario, antes que nada, realizar un adecuado análisis de la situación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia, el antisemitismo, el antigitanismo, el racismo antiafro y otras formas conexas de intolerancia existentes en el sistema educativo a través de estudios e investigaciones, teniendo en cuenta la discriminación múltiple e interseccional, y especialmente la de género. 

Específicamente, se vuelve muy necesaria la realización de investigaciones sociales sobre la diversidad en la enseñanza para conocer la composición, por grupos sociales de diverso origen, dentro de la comunidad educativa, incluyendo el profesorado, para implementar, si fueran necesarias, acciones positivas. Además, es clave diseñar y adoptar estrategias de resolución de incidentes basados en la discriminación racial o étnica, que incluyan el conocimiento de los recursos de apoyo disponibles y, en el caso de que sean necesarias, la adopción de medidas sancionadoras.

En FEPSU trabajamos para favorecer la lucha contra el racismo y todas las formas de discriminación, a todos los niveles. En otras ocasiones hemos resaltado la importancia de prevenir el racismo desde el ámbito local y comunitario, como una de las claves para hacer frente a todos estos fenómenos discriminatorios. Además, también hemos compartido iniciativas innovadoras que buscan la creación de comunidades a nivel local para prevenir la discriminación racial y étnica

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Ciudadanía y policía, conectada a través del móvil

La tecnología ofrece nuevas posibilidades para facilitar la comunicación entre la ciudadanía y las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por este motivo, la Policía Local de Xàbia ha puesto en marcha la app ‘Xàbia Alerta’, que tiene por objetivo reducir el tiempo de respuesta de los agentes ante una situación de inseguridad, además de permitir franquear las barreras idiomáticas cuando estas existan. Para la localidad valenciana se trata de un nuevo paso hacia adelante en la meta de conseguir una policía de mayor proximidad y con vías amplificadas de comunicación bidireccional entre ciudadano y agente. En FEPSU te explicamos cuáles son los beneficios del uso de esta tecnología para el mantenimiento de la seguridad urbana y la prevención del delito

Una aplicación intuitiva y segura

De entre todas las funcionalidades que tiene la aplicación móvil ‘Xàbia Alerta’ se encuentra la posibilidad de que particulares o comercios puedan contactar con la policía local cuando se experimente una situación de peligro, así como mandar avisos en el caso de que sea testimonio de un posible delito. Para ello, la aplicación tiene predeterminados seis tipos distintos de alertas: agresión sexista, emergencia médica, robo, incendio, botón del pánico (para otros delitos) y contacto directo con el 112.

Estas tres funcionalidades están debidamente identificadas por un ícono de fácil reconocimiento y se muestran en la pantalla principal de la aplicación una vez registrado el usuario. En este sentido, uno de los aspectos que aseguran la seguridad del uso de la propia aplicación es que antes de que esté operativo el usuario –sea particular o comercio–, la policía deberá validar el perfil, para evitar así posibles usos indebidos de la herramienta. Para la creación de cada usuario se necesitan datos básicos como nombre completo, DNI, dirección y el número de teléfono, que será el dato identificativo de cada usuario.

La aplicación ha sido desarrollada por la empresa Goil con el objetivo de que su uso sea intuitivo y apto para todos los públicos. Una vez seleccionado el aviso, de entre las seis opciones que se presentan en la pantalla principal de la app, la alerta tarda tan solo un segundo en llegar al ordenador de control de retén, que es el que se encarga de gestionar la incidencia, ampliar la información con el teléfono que tenga registrado y enviar a la patrulla indicada para dar respuesta a su situación. 

Desde el Ayuntamiento de Xàbia destacan que una de las principales ventajas de utilizar la app es que con su uso se evitan esperas si la centralita está ocupada y, si se tiene activa la geolocalización, se evita tener que explicar el lugar del incidente; con lo que la actuación es más rápida. Además, la aplicación está disponible para descarga gratuita en cualquiera de las principales tiendas de app móviles. 

Múltiples ventajas

Otra de las principales ventajas que ofrece la app ‘Xàbia Alerta’ es que permite trasladar incidencias en la vía pública durante las 24 horas del día, desde averías en el alumbrado y desperfectos en señalética o mobiliario público, hasta otras situaciones que puedan afectar la seguridad en los espacios públicos. Además, permite a la propia policía lanzar y hacer llegar directamente a las personas o comercios suscritos avisos sobre temas de seguridad, tráfico o emergencias.

Para protegerse de posibles malas praxis y proteger también la privacidad de los usuarios, la app funciona únicamente cuando el móvil se encuentra dentro del término municipal. Solo hay una única excepción y es con el botón para contactar el número de emergencias 112, el cual siempre estará disponible. La app cumple con todas las garantías de protección de datos, pues no permite a la policía local saber la ubicación del usuario excepto cuando este envía un aviso.

La aplicación, por otro lado, tiene también funcionalidades a nivel interno para la Policía Local de Xàbia, permitiendo la transmisión de información entre la plantilla y posibilitando un fácil análisis de datos o el mapeo de las incidencias para que así la policía pueda planificar acciones de prevención o disuasorias. La app, además, facilita la comunicación entre agentes y ciudadanía, pues se instala en el idioma en que se encuentra configurado el móvil y de esta manera se rompen las barreras idiomáticas que puedan existir. 

En FEPSU hemos abordado en distintas ocasiones las posibilidades que ofrecen las aplicaciones móviles de seguridad para mejorar la rapidez de actuación de la policía en el ámbito local. En este artículo explicamos cuáles son los beneficios y las limitaciones de las app de seguridad, señalando que pueden ayudar y empoderar a las víctimas de diferentes formas, a pesar de que hay que prestar mucha atención y abordar debidamente los peligros éticos y referentes a la protección de datos que pueden suponer su uso. También hemos expuesto casos de éxito, como el de la aplicación móvil de seguridad ciudadana de Cornellà de Llobregat, que utiliza el sistema M7 Citizen Security, el cuál ha sido adoptado ya por 17 municipios de la provincia de Barcelona y cuenta ya con más de 100.000 usuarios. 

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Violencia y paz en las ciudades

Las ciudades juegan un rol central en el desarrollo de sociedades democráticas donde se favorezca la equidad, la justicia, la convivencia y el respeto hacia los derechos humanos. En este contexto, donde el mundo es cada vez más urbanizado, ¿cuáles son los tipos de violencia que se presentan en las ciudades y que ponen en peligro la paz social de los entornos urbanos? El informe La violencia y la paz en las ciudades, más allá de la seguridad hegemónica, elaborado por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau (Delàs) y el Institut de Drets Humans de Catalunya (IDHC), intenta responder a esta y otras preguntas a través de una visión sobre las políticas de seguridad donde se replantean las definiciones relacionadas con la violencia directa y la seguridad de las personas. En FEPSU te compartimos algunos de los enfoques más interesantes de esta investigación. 

Comprendiendo la violencia

El informe elaborado por la investigadora del Centre Delàs, Tica Font, y el investigador del IDHC, Karlos Castilla, parte de un marco conceptual que repiensa el concepto de la paz. Como señalan la autora y el autor del documento, “la paz no se contrapone a la guerra sino a la violencia, una violencia que se expresa por diversas vías o tipos”. 

Entre los distintos tipos de violencia que operan en el día a día de las ciudades no se encuentra solo la violencia directa, donde se incluyen el maltrato, la intimidación e incluso el asesinato; sino también las violencias estructurales, como la falta de acceso a derechos básicos como la educación, la sanidad y la vivienda; así como las violencias de tipo cultural, que se transmiten socialmente y son utilizadas para normalizar, legitimar y justificar tanto la violencia estructural como la directa. 

Por otro lado, la violencia debe ser entendida, en primer término, como una construcción social compleja conformada, la cual se estructura a partir de acciones, palabras, actitudes, sistemas o estructuras que causan daño físico, psicológico, social o medioambiental; que, en último término, impiden a una persona o colectivo alcanzar su potencial humano pleno. 

“La violencia es una respuesta que puede elegirse, lo que la diferencia radicalmente del conflicto”, apuntan en el informe. Esto es así porque los conflictos pueden ser gestionados de múltiples maneras y su existencia no implica necesariamente el uso de la violencia. Para abordarlos, las herramientas más adecuadas son siempre el diálogo y la negociación

Finalmente, para comprender la violencia hay que diferenciarla de la agresividad, ya que esta última es “una característica humana individual, que emerge como respuesta a una amenaza percibida o real”. En este sentido, puede igualmente ser educada por la socialización y no necesariamente ha de expresarse por medio de la violencia.

La violencia en todas sus caras

Además de hacer estos apuntes conceptuales, el informe analiza los tipos de violencia presentes en las ciudades y las organiza en distintas categorías, entre las cuales se encuentran: 

  • El desplazamiento intenso de personas de zonas rurales a la ciudad, ya que se considera una emigración forzada que viene determinada por el mercado laboral. Además, estos desplazamientos se ven afectados también por fenómenos de gentrificación y terciarización, los cuales limitan el goce de los derechos de estas personas. 
  • La segregación por motivos socioeconómicos y étnicos supone también una forma de desigualdad socioespacial, que se expresa no sólo en los indicadores de renta, sino también en el acceso a derechos sociales básicos, como la educación, la salud, las zonas verdes o la cultura, entre otros. 
  • Diversos tipos de violencias estructurales, como puede ser la violencia de género, por ejemplo, expresada no sólo en forma de agresiones directas; sino también como desigualdades en el ámbito laboral, espacial o psicológico. Además, también existen violencias estructurales como la xenofobia, el racismo o la LGTBIfobia, que vienen determinadas por el hecho de que las ciudades no son espacios homogéneos, sino lugares donde conviven múltiples comunidades étnicas, culturales, lingüísticas, religiosas o de identidades sexuales. En este sentido, el fomento de la convivencia y del respeto se vuelve una tarea crucial. 
  • La ciudad es también un espacio donde se producen violencias directas, desde las más obvias y evidentes, hasta otras que están relacionadas con eventos multitudinarios musicales o deportivos, espacios de ocio nocturno, la desatención de ancianos, el acoso infantil y juvenil en escuelas o redes sociales; entre otras. 

El derecho a la ciudad

Finalmente, el informe hace hincapié en cómo las distintas formas de violencia que están presentes en las ciudades inciden en los derechos humanos y la importancia de que existan garantías en el sistema jurídico para no solo sancionar los actos de violencia, sino también para su prevención y así garantizar los derechos de todos y todas. 

En este sentido, la autora y el autor del documento resaltan que en el caso de España la mayoría de normas e instituciones se dirigen a  atender las violencias directas, unas cuantas a las violencias estructurales y son casi nulas las que se dirigen a las violencias culturales

Por este motivo, se hace necesario entender el “derecho a la ciudad” como “un punto de encuentro de todas las garantías de los derechos humanos (normativas, no jurisdiccionales, jurisdiccionales y ciudadanos) frente a las violencias en los entornos locales o más cercanos a la vida cotidiana de las personas”.

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Hacia un turismo seguro y sostenible

En un contexto caracterizado por los efectos de la pandemia en la reducción de la movilidad de las personas y las consecuencias derivadas para el sector turístico, los retos en materia de seguridad turística han tenido que actualizarse para seguir incidiendo en la competitividad de los destinos turísticos. Una cuestión crucial para el sector en España que, en 2019, ocupaba el segundo lugar entre los destinos más visitados del mundo con 82 millones de turistas. Por este motivo, en FEPSU impulsamos el pasado 27 de abril un webinar junto a diversos expertos en la materia para analizar cuáles son los retos a los que se enfrentan las ciudades para tener un turismo seguro y sostenible en la era post-Covid. Aquí te resumimos algunas de las principales conclusiones del debate. 

Un debate interdisciplinar 

El webinar Retos para un turismo seguro y sostenible post pandemia, organizado por FEPSU y con la colaboración del Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS), contó con la participación de los siguientes ponentes: Peter Tarlow, consultor y conferenciante internacional, presidente de Tourism & More; Meritxell Pineda, consultora especializada en resiliencia y ciberseguridad; y Fernando Gaona, policía local de Xàbia y coordinador de proyectos europeos. El debate ha sido moderado por Ferran Anguera, profesor de Seguridad Turística en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). 

Como punto de partida para la conversación, las personas participantes en el debate plantearon que la seguridad turística es un concepto amplio que incluye, además de la protección de los visitantes, los miembros de las comunidades receptoras y los prestadores de servicios ante la violencia o delitos, otros aspectos como la seguridad de servicios turísticos, la seguridad económica, la seguridad informativa o la seguridad en eventos deportivos o culturales.

Por este motivo, en el webinar se planteó un debate interdisciplinar en el cual se analizaron estos aspectos: la perspectiva local en la seguridad turística y sus riesgos, las herramientas de las administraciones locales para mejorar la resiliencia y la experiencia en la gestión local de la seguridad turística. 

Enfoque holístico de la seguridad

Tal y como afirmó el profesor de Seguridad Turística de la UAB, Ferran Anguera, la pandemia de la Covid-19 ha demostrado que la seguridad juega un rol muy relevante en el turismo. Las personas cada vez más sensibilizadas y concienciadas con las diferentes seguridades que conviven con la actividad turística y, en este contexto, se hace necesario hablar abiertamente de seguridad en materia de turismo; con el objetivo de  visibilizar las necesidades existentes y contar, así, con las inversiones y recursos necesarios.

Todos los destinos turísticos tienen sus limitaciones, sus problemas e inseguridades. Por ello se hace indispensable planificar la seguridad turística de forma holística y, ante esta necesidad, los destinos tienen que contar con planes de prevención, protocolos de actuación, planes de contingencia, planes de comunicación y planes de resiliencia. Anguera, por ejemplo, aboga por la creación de la figura del técnico de seguridad turística integral que dirija, identifique, priorice, ejecute y valide los planes de seguridad turística. 

Otra de las propuestas que hace el especialista de la UAB es la creación de un sello que certifique la seguridad integral de los destinos turísticos, que dé a conocer públicamente aquella parte de los planes de seguridad local dirigida a la protección del turismo.

De la gestión del riesgo a la resiliencia 

En estos momentos, tanto en los municipios como en el sector turístico, la seguridad se compone de tres dimensiones: El safety, que hace referencia a la seguridad de los equipos, las personas, las instalaciones, etc. El security, la seguridad relacionada directamente con los códigos penales, los delitos, la seguridad ciudadana, la seguridad privada, etc. Y la ciberseguridad, en crecimiento en los últimos años.

La consultora especializada en resiliencia y ciberseguridad, Meritxell Pineda, ha señalado que hablar de “seguridad” y “riesgo” ha implicado relacionar estos aspectos con el miedo, por lo que se ha de apostar por un cambio de discurso, centrado en las soluciones, que integre el riesgo en las estrategias, entendiéndolo como un aspecto más del trabajo, en línea con el concepto de resiliencia.

En este sentido, la gestión del riesgo y de la seguridad desde el municipio o desde las empresas turísticas se enfrenta en tres niveles o capas: 

  1. Primer nivel: la gestión del riesgo individual o de casos concretos (por ejemplo, la gestión del riesgo de incendio de un hotel).
  2. Segundo nivel: la gestión integrada del riesgo en sistemas complejos que ha creado la necesidad de contar con estándares, procesos y certificaciones concretos.
  3. Tercer nivel: la resiliencia, es decir la capacidad de los municipios y las organizaciones a volver a una situación inicial después de sufrir una catástrofe o desastre de cualquier tipo. 

¿Cuál es el futuro de la seguridad turística? 

Si anteriormente los turistas escogían su destino según su atractivo y sus capacidades económicas, en la actualidad los turistas tienen que pensar en muchos otros aspectos. La pandemia ha evidenciado la existencia de un miedo a enfrentarse a circunstancias no predecibles en el destino. El potencial turista busca una seguridad real que el policia local de Xàbia, Fernando Gaona, defiende que debe entenderse como un servicio social, como cualquier otro servicio o infraestructura que ofrezca el destino. 

Además, los patrones de conducta del turista han cambiado después de la pandemia y los servicios y las infraestructuras de los destinos tienen que adaptarse a esas conductas. Entre otros problemas, Gaona argumenta que pueden surgir congregaciones masivas alrededor de un punto concreto popularizado en las redes sociales o, por lo contrario, pueden surgir acciones que creen una imagen contraproducente para la imagen turística, y en ambos casos los destinos deben estar preparados para prever y afrontar esas situaciones en materia de seguridad.

En este sentido, el turismo sostenible tiene que ser un balance entre la experiencia turística del visitante, el bienestar de los residentes, la percepción de la seguridad y la protección del medio ambiente y la rentabilidad del sector. En este sentido, Gaona reclama una mayor inversión de parte de los ingresos por turismo en seguridad y conocimiento del turismo.

Si quieres conocer más sobre las claves y los retos en la gestión de un turismo seguro y sostenible en la época post-pandemia, no dudes en consultar el relato completo del webinar organizado por FEPSU

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Prevenir el racismo desde lo local

El racismo es un fenómeno sistémico en la sociedad, el cual opera a todos los niveles, desde lo personal a lo político y económico, y genera situaciones de discriminación evidentes (un insulto, una agresión, la negación de un servicio), así como otras más sutiles y más difíciles de identificar y prevenir. Por este motivo el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido desplegar una nueva estrategia para abordar la prevención de este fenómeno a través de un servicio específico y de referencia en la ciudad: la Oficina por la No Discriminación (OND). En FEPSU te explicamos en qué consiste esta perspectiva novedosa para hacer frente al racismo a nivel local. 

Tres niveles de actuación

La nueva estrategia antirracista que se ha puesto en marcha en Barcelona contempla tres niveles distintos de actuación. En primer lugar, se centra en la prevención general del racismo, con acciones orientadas a deconstruir los prejuicios en los que se fundamentan las discriminaciones. En segundo lugar, se despliegan acciones más específicas, dirigidas a desactivar las actitudes y conductas racistas más manifiestas. Por último, pero no menos importante, la estrategia aborda también la protección frente a la vulneración de derechos.

Bajo el lema ‘Por una Barcelona antirracista’, esta medida del gobierno local de la capital catalana tiene en consideración la necesidad, la voluntad y el compromiso firme de implicar a las personas racializadas en el diseño y despliegue de las líneas de trabajo que se proponen, ya que, como señalan desde el mismo ayuntamiento, “no se puede trabajar de forma efectiva y honesta para deconstruir el privilegio blanco sin la participación protagonista de este colectivo”.

En este sentido, una de las acciones que prevé esta estrategia de abordaje del racismo es la creación de una bolsa de personas formadoras racializadas que participarán en las actividades de formación previstas, tanto para el personal interno de los servicios municipales que tienen contacto directo con la ciudadanía, como en sesiones de formación externas que la OND realiza de forma recurrente.

Una prevención transversal

Uno de los ámbitos donde el Ayuntamiento de Barcelona quiere implementar el nuevo modelo de prevención contra el racismo con personas racializadas es en las comunidades educativas y centros escolares. Por un lado, se busca potenciar la mirada antirracista en las escuelas e incrementar el número de centros adheridos al programa de ‘Escuelas por la igualdad y la diversidad’, así como mejorar la presencia y expresión de la diversidad de nuestra sociedad en los materiales pedagógicos utilizados en los centros educativos. Sin embargo, el alcance de la estrategia de prevención no termina en las aulas, sino que quiere llegar también al personal de espacios como los comedores escolares y las actividades extraescolares, así como a las asociaciones de familias y otros espacios de la comunidad educativa no formal, como los casales y las actividades de ocio extraescolar.

Otro sector destacado en el que el ayuntamiento quiere intervenir de forma prioritaria es el sector inmobiliario, ya que los agentes que trabajan son un actor clave e indispensable en la prevención de la discriminación en el acceso a la vivienda por su rol de intermediación en las relaciones comerciales en el mercado de alquiler. El reciente estudio encargado por el Ayuntamiento de Barcelona, ‘Discriminación a la carta’, muestra una alta aceptación de las prácticas discriminatorias entre los agentes inmobiliarios, si bien entre los colegiados existen más reticencias en aceptarlas y normalizarlas. 

Por este motivo, el consistorio ha acordado, en el marco de esta nueva estrategia de prevención del racismo, la celebración de un programa formativo con profesionales del sector para prevenir y detener actitudes discriminatorias, así como seguir tejiendo espacios de colaboración con representantes de las propiedades, agentes de la propiedad inmobiliaria y agencias inmobiliarias para mejorar la sensibilización de sus colegiados.

Mejorar los canales de denuncia

Desde el Ayuntamiento de Barcelona explican que la infradenuncia es una de las principales dificultades a la hora de detectar situaciones de discriminación en la ciudad. Un hecho que es especialmente preocupante, pues refleja la normalización de algunos comportamientos racistas, así como la desconfianza o la dificultad de acceso por parte de la población racializada a los servicios a través de los cuales se formaliza la denuncia. 

Por ello, la OND desplegará en los distritos de Sant Andreu i Sants-Montjuïc dos puntos de información y atención sobre discriminación y defensa de derechos. En paralelo, se desplegará el proyecto Antenes, a través del cual se capacitarán a entidades ciudadanas que trabajan a nivel local, como asociaciones de vecinos o de padres y madres de familia, para que incorporen o refuercen la mirada antirracista y se conviertan en asociaciones colaboradoras de los servicios municipales contra la discriminación.

Por otro lado, la OND aprovechará todas las herramientas jurídicas de las que se dispone, con el despliegue de la ‘Ley 19/2020, de igualdad de trato y no discriminación’, así como de los mecanismos de justicia restaurativa y defensa de los derechos de la víctima, que incluyen, entre otros aspectos, el acompañamiento y empoderamiento de las víctimas, un régimen amplio de infracciones, y herramientas de reparación y educación al sujeto infractor. El Ayuntamiento de Barcelona destinará recursos técnicos y humanos de la OND para desarrollar este régimen de garantía, y diseñará e implementará un plan de formación a servicios municipales clave en esta materia.

En FEPSU hemos estado siempre comprometidos con la prevención del racismo, ya que es una de las principales causas de discriminación que altera la convivencia en las ciudades. Por este motivo, desde nuestra red hemos compartido iniciativas como el proyecto CLARA, donde desde una óptica basada en el trabajo comunitario y local se intenta favorecer la cohesión social y hacer frente a los discursos de odio. Además, nos hemos hecho eco también de las reclamaciones de distintas entidades locales que abogan por facilitar la denuncia de las situaciones de discriminación racial, como medida necesaria para poder avanzar hacia una mejor prevención de la problemática. 

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Apuesta por la prevención a través del diseño

El Ayuntamiento de Terrassa se ha adherido a la Asociación catalana para la prevención de la inseguridad a través del diseño ambiental (ACPIDA), una apuesta clara del municipio con el objetivo de promover una visión integral de la seguridad y de las políticas dirigidas a su prevención y mantenimiento, utilizando el diseño urbanístico como herramienta clave de estas. En FEPSU te explicamos los motivos por los que esta ciudad, socia de nuestra red, se ha comprometido con esta estrategia de prevención, en auge en los últimos años en distintas localidades europeas. 

Búsqueda de la transversalidad

En la actualidad, existen varios estudios que evidencian que el entorno urbano es uno de los factores que condiciona la seguridad y que demuestran que la prevención del delito y la inseguridad se tiene que abordar de manera transversal, no solo con acción policial sino de también a través del diseño ambiental.

En este sentido, la teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad de Terrassa, Lluïsa Melgares, explica que “hay que trabajar la seguridad desde otras perspectivas, no solo la policial, por eso es una buena noticia la adhesión a esta asociación, que tiene la finalidad de difundir e impulsar la prevención del delito y la inseguridad a través del diseño ambiental”.

ACPIDA también tiene la finalidad de hacer seguimiento e implantación de los estándares internacionales en la materia y promover una nueva forma de concebir el diseño urbanístico, incorporando la interdisciplinariedad, para entender el espacio y el factor comunitario, y promover la integración de la diversidad en el diseño urbanístico, especialmente la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad

Una visión que se aplicará en el trabajo preventivo de la Unidad de Policía de Barrio de la Policía Municipal de Terrassa, con la voluntad de detectar, en colaboración con la ciudadanía, aquellas deficiencias o espacios que favorezcan la aparición de infracciones.

Trayectoría en seguridad urbana

Hay que destacar que el Ayuntamiento de Terrassa tiene una larga trayectoria y compromiso en la mejora de la seguridad desde la perspectiva urbana. Un ejemplo es su adhesión al FEPSU, donde reunimos a distintas autoridades locales y regionales con la meta de defender y promover las políticas públicas y de prevención. Desde la red buscamos, además, asumir y difundir los planteamientos y metodologías de la Prevención del Delito a través del Diseño Ambiental.

En este sentido, celebramos que se haya puesto en marcha en Catalunya la ACPIDA, como espacio estructurado para la difusión de los principios y las metodologías de esta metodología de prevención a través del diseño, así como para la preparación de los actores sociales que lo deben poner en práctica. La ACPIDA, además, se constituye como capítulo de la Asociación Internacional para la Prevención del Delito a través del Diseño Ambiental (CPTED) en Catalunya.

Una metodología contrastada

La prevención a través del diseño ambiental es una metodología de éxito contrastado, que se promueve e implementa desde hace muchos años en distintas localidades de Europa y el resto del mundo. En FEPSU hemos abordado en diversas ocasiones los beneficios de esta estrategia, por ejemplo a través de las aportaciones del proyecto PACTESUR para poder planificar mejor las medidas de seguridad física que se deben implementar en las ciudades para reducir la percepción de inseguridad por parte de la población. 

Además, también hemos resaltado cómo se ha ido avanzando hacia la estandarización del modelo de prevención del delito a través del diseño ambiental, como lo demuestra la aprobación del certificado ISO 22341, que estandariza a nivel mundial los elementos, estrategias y procesos básicos para prevenir y reducir la delincuencia y el miedo a la delincuencia en un entorno nuevo o previamente existente. 

Finalmente, recordamos que en la base del modelo de la CPTED se encuentra la constancia de que los espacios públicos pueden ser, al mismo tiempo, espacios para promover la cohesión social, así como lugares para acentuar la marginación y la exclusión de una parte de la población. Por este motivo, es importante que cada vez más localidades apliquen estas estrategias para mantener la seguridad urbana y conseguir una mejor prevención del delito

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Artemis: innovación para prevenir la violencia machista

El miedo a las represalias es uno de los principales motivos por los que muchas mujeres que son víctimas de violencia machista se niegan a denunciar a sus agresores. Por este motivo, el Ayuntamiento de Dénia decidió crear una falsa revista “femenina” donde se escondían números de teléfono de atención a víctimas, consejos para formalizar las denuncias y tips para poder identificar y prevenir estas agresiones; un proyecto piloto a nivel español que lleva en marcha desde hace casi cinco años. En FEPSU te explicamos cómo se ha desarrollado esta iniciativa y los resultados positivos que ha tenido. 

Una revista como herramienta de prevención

La falsa revista ‘Artemis’ fue uno de los proyectos presentados el pasado 2 de marzo en la asamblea general de FEPSU, que se celebró en Dénia y sirvió para que las ciudades que forman parte de la red pusieran en común las distintas iniciativas que llevan a cabo en sus municipios. El concejal de Protección Ciudadana, Javier Scotto di Tella Manresa, i la oficial responsable de la Unidad Artemis contra la violencia de género de la Policía Local de Dènia, Eva Gadea, fueron las personas encargadas de presentar esta iniciativa innovadora y que se puso en marcha por primera vez en el municipio alicantino. 

El proyecto Artemis se trabajó junto a la agencia de publicidad Sapristi, que se encargó de desarrollar el material de la campaña, centrada alrededor de una revista “femenina” donde se esconden en el interior de sus páginas diversos datos de interés, números de teléfono, testimonios y consejos que tienen como objetivo ayudar a las posibles víctimas de violencia de género a poder identificar su situación, protegerse y dar el paso para denunciar a sus agresores. 

De momento, la campaña ha tenido gran éxito, ya que en su primer tirada —que tuvo una duración de dos años, donde la iniciativa se mantuvo en secreto para proteger a las mujeres que pudieran verse beneficiadas por la misma— se repartieron unas setenta revistas en dieciocho establecimientos; gracias a las cuales un total de 24 mujeres acudieron a la Policía Local para pedir ayuda. Un paso que no podrían haber dado si no fuera por la información que contenían las revistas. 

Facilitar y promover la denuncia 

Desde el Ayuntamiento de Dénia explican que se decidió utilizar el formato de revista para poder hacer llegar esta información a posibles víctimas, ya que en la Unidad Artemis de la policía local se había identificado que muchas mujeres se negaban a llevarse a casa la información impresa, como folletos o panfletos, que se repartían en la unidad de atención a víctimas de violencia de género, ya que tenían miedo a que fueran descubiertas por sus parejas y que estas pudieran tomar represalias. 

Por este motivo, para proteger la seguridad de las víctimas, la Unidad Artemis decidió esconder la información de interés para la prevención y la denuncia de la violencia machista en un formato que pudiera pasar desapercibido; utilizando fotos, titulares, diseño y contenido para que parezca, a simple vista, una revista más. 

Otra de las razones que llevan a muchas mujeres a no denunciar a sus agresores es la dificultad que tienen de poder explicar las situaciones que han vivido a personas desconocidas, incluidas las agentes de la Unidad Artemis. Es por esto que el proyecto decidió formar a establecimientos locales —como peluquerías, gimnasios, centros cívicos, tiendas y más—, donde las posibles víctimas pueden sentirse en un entorno más seguro para poder dar información sobre las situaciones de violencia que sufren. A estos establecimientos se les informó sobre cómo detectar posibles síntomas de violencia machista, a cómo abordarlas, a darles información a través de la revista y a asesorarlas para pedir ayuda a la policía e interponer una denuncia.  

Una iniciativa replicable y ampliable

La iniciativa de la revista ‘Artemis’ busca, en primer lugar, combatir la infradenuncia de las víctimas de violencia machista, ya que se estima que cerca del 80% de las mujeres asesinadas por hombres no habían denunciado previamente las situaciones que vivían. A través de este proyecto, el Ayuntamiento de Dénia pretende hacer llegar por una vía más directa a las víctimas de violencia de género la información, los métodos de protección y el acceso a la atención policial que necesitan para garantizar su seguridad

Desde el municipio aseguran que el proyecto se mantendrá activo, con el objetivo de ampliar el número de ejemplares de la revista, así como el tipo de establecimientos que participan. Para ello, se modificará el diseño de la revista, de manera que se pueda garantizar que siga siendo seguro su uso para las víctimas, ahora que ya se ha hecho público el funcionamiento de la misma. Por el otro lado, la Unidad Artemis espera que esta iniciativa pueda replicarse en otras localidades, ya que hay municipios que ya han expresado su intención de implementarlo también. 

En FEPSU creemos firmemente que ante las situaciones de violencia machista hacen falta medidas innovadoras que rompan con los discursos y las estructuras que sostienen esta desigualdad de género. Por ello, hemos compartido en distintas ocasiones los proyectos que realizan las ciudades que forman parte de nuestra red para luchar en contra de esta problemática estructural que afecta a las mujeres; como, por ejemplo, el proyecto ‘Santa Coloma Red Violeta’, donde se han agrupado casi 300 establecimientos locales del municipio catalan, que funcionan como espacios seguros donde cualquier persona puede denunciar una agresión sexita o LGTBIfóbica. Además, también hemos compartido algunas de las estrategias clave para poder garantizar la seguridad de todas las mujeres y prevenir las situaciones de violencia machista

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Conciliadoras comunitarias para la convivencia

¿De qué forma se puede involucrar a la ciudadanía en la mediación de conflictos entre los propios vecinos y vecinas? En L’Hospitalet de Llobregat han apostado por la conformación de la Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios, un proyecto piloto a nivel español que busca formar en la gestión de conflictos y articular a toda una serie de agentes sociales locales para que puedan desarrollar tareas de prevención y mediación en los entornos donde tienen incidencia. En FEPSU te explicamos cómo funciona esta iniciativa. 

Formación y acción ciudadana

La Red de Conciliadoras y Conciliadores Comunitarios fue uno de los proyectos presentados el pasado 2 de marzo en la asamblea general de FEPSU, que se celebró en Dénia y sirvió para que las ciudades que forman parte de la red pusieran en común las distintas iniciativas que llevan a cabo en sus municipios. El director de Servicios de Seguridad, Convivencia y Civismo de L’Hospitalet de Llobregat, Miquel Justo Medrano, fue el encargado de compartir este proyecto piloto de mediación que se ha puesto en marcha en el municipio catalán y que de momento ya cuenta con una decena de voluntarios. 

Entre las personas que participan de la Red de Conciliadoras se encuentran perfiles diversos, aunque siempre relacionados con las entidades sociales que actúan en el ámbito local; como, por ejemplo, la directora de la asociación de teatro social Plaudite Teatre, Eugènia Delgado; la mediadora del proyecto ‘Entre veïnes’, Fatima Memdouh; un representante del Fòrum de Diàleg Interreligiós, Josep Maria Pujol; y la responsable de voluntarios de la Cruz Roja en el municipio, Laura Bisbal; entre otras personas. 

Todas ellas se formaron durante un año en el programa de ‘Gestión de conflictos públicos y mediación comunitaria’ de la Universidad de Girona, donde recibieron las herramientas necesarias para el desarrollo de sus tareas de conciliación comunitaria. Una vez finalizado el proceso de formación, las personas que participaron y obtuvieron su título presentaron también sus proyectos concretos de mediación comunitaria y se comprometieron a aportar sus conocimientos y habilidades de forma voluntaria para mejorar la convivencia en la ciudad.

Prevención y gestión de conflictos

Uno de los principales objetivos de esta iniciativa es que cada uno de los participantes de la red pueda llevar a cabo acciones concretas de prevención y gestión de conflictos en las entidades sociales donde trabajan y sus espacios de incidencia, así como colaborando con las actuaciones que se lleven a cabo desde el ayuntamiento en el ámbito de la convivencia y el civismo

De hecho, la previsión es que el proyecto pueda realizar ciclos de formación de forma anual para que se puedan ir incorporando más personas a la Red de Conciliadoras. De momento, no obstante, la iniciativa es una prueba piloto que debe servir para evaluar la modalidad de colaboración más efectiva entre los agentes sociales que han recibido la formación y los servicios municipales que trabajan en el ámbito de la convivencia y la mediación de conflictos

El Ayuntamiento de L’Hospitalet de Llobregat, a través del departamento de Convivencia, desarrolla desde hace más de 15 años distintas actuaciones relacionadas con la gestión y la resolución de los conflictos entre vecinos y vecinas, a través de acciones de prevención y procesos de mediación en espacios como las comunidades de vecinos, el espacio público, los centros educativos y los comercios, entre otros lugares. 

Una iniciativa premiada

La iniciativa de la Red de Conciliadoras recibió el Premio Innovación de la Sociedad Catalana de Conflictología el pasado 21 de enero, fecha en que se conmemora el Día Europeo de la Mediación. En concreto, se reconoció el hecho de que se trata de un proyecto pionero en toda España en la formación de ciudadanos en tareas de conciliación comunitaria como forma de potenciar la mediación como herramienta para superar conflictos de convivencia. 

Una de las metas de la red es ir creciendo para que el proyecto pueda colaborar desde todos los barrios de la ciudad, desarrollando acciones preventivas y de intervención impulsadas por el departamento de Convivencia del consistorio. La Red de Conciliadoras, además busca incrementar el impacto comunitario de las actuaciones municipales en esta materia y, al mismo tiempo, responsabilizar a los actores vecinales en la gestión de la convivencia para que puedan incidir en su entorno, aportando una visión próxima, compartiendo estrategias y detectando conflictos

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