¿Cómo diseñar calles más seguras para las mujeres?

El secuestro y asesinato de la joven londinense Sarah Everard ha reabierto el debate sobre la seguridad de las mujeres en las calles del Reino Unido. En respuesta, el Gobierno británico aprobó una inversión de 45 millones de libras esterlinas para mejorar la iluminación pública e instalar más cámaras de seguridad, así como un plan piloto para colocar a policías vestidos de paisano en pubs y clubes. Sin embargo, estas medidas han sido criticadas por expertos en seguridad y diseño urbano, ya que consideran que no aborda el problema estructural de inseguridad que viven las mujeres en las calles. La reportera especializada en diseño y arquitectura, Anne Quito, ha conversado sobre este tema en la revista Quartz con varios expertos en prevención y diseño urbano. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones. 

Más ojos, menos delitos

La urbanista norteamericana Jane Jacobs escribía en 1961 en su libro Muerte y vida de las grandes ciudades que la “paz pública” no la mantiene principalmente la policía, a pesar que su trabajo sea muy necesario. “Los horribles crímenes públicos pueden ocurrir, y ocurren, en estaciones de metro bien iluminadas cuando no hay ojos eficaces”, apuntaba Jacobs, que señalaba también que una calle concurrida es la mejor forma de seguridad

Bajo esta lógica, las expertas británicas en seguridad y diseño urbano han criticado que invertir en alumbrado público y colocar policía de paisano es solo una medida estética para hacer frente a las recientes críticas. La directora ejecutiva del Consejo de Diseño británico, Sue Morgan, ha asegurado que lo que habría que hacer es invertir en estructuras urbanas que sean inclusivas, que permitan crear espacios en los que la gente pueda pasar tiempo y quedarse, ya que “cuanta más gente haya en un lugar, más seguro se volverá”. 

El director de la junta de la asociación de Prevención Internacional del Crimen mediante el Diseño Ambiental, Paul Van Soomeren, ha subrayado que una forma de conseguir esto es cerrar algunas calles por la noche y redirigir a los peatones a una o dos arterias. De esta manera se podría conseguir que el alumbrado público sea efectivo, ya que no solo funcionaría para iluminar los caminos, sino que permitiría a los vecinos y a los comerciantes observar su entorno con claridad y actuar de forma rápida ante cualquier actividad delictiva que observen. 

Mejores calles y civismo

Además de promover la presencia constante de personas en la calle, otro de los aspectos que puede ayudar a generar una mayor sensación de seguridad para las mujeres es el buen mantenimiento y conservación de las calles. Van Soomeren ha destacado que un estudio publicado en 2008 en los Países Bajos demostró que en aquellas calles donde había grafitis, escombros y ventanas rotas, aumentaron los robos y los comportamientos antisociales.

Pero el mantenimiento de las calles va más allá mantener las calles limpias, arreglar las farolas rotas o podar los arbustos para que no oscurezcan las líneas de visión. Otro de los aspectos a tratar, por ejemplo, es la corrección de hábitos sociales problemáticos en la denuncia de delitos. Por ejemplo, en Estados Unidos, la psicóloga social de la Universidad de Stanford, Jennifer Eberhardt, demostró cómo cambiando el lema de seguridad «si ve algo, diga algo» por el eslogan «si ve algo sospechoso, diga algo específico», los incidentes de perfiles raciales se redujeron hata en un 75% en unos pocos meses.

Más allá de los cambios físicos en el diseño de las ciudades, un factor clave para mejorar la seguridad de los ciudadanos y las ciudadanas es convencer a las personas para que actúen como custodios de su entorno inmediato. “Uno de los grandes errores es pensar que la seguridad es algo exclusivo de la policía”, ha manifestado Van Soomeren. El objetivo debería ser concienciar a las personas que deben tener responsabilidad de sus vecinos y de la gente que pasa por las calles de su vecindario. 

Falta de diversidad

El problema de inseguridad de las mujeres en las calles tiene una raíz estructural. La falta de diversidad en el diseño es una parte fundamental de este problema, ya que, como ha destacado Morgan, en el Reino Unido el 78% de la fuerza laboral en el ámbito del diseño son hombres. En este sentido, se hace necesaria la inclusión de más mujeres en el diseño de las ciudades para permitir una planificación urbana con perspectiva de género

En décadas anteriores ha habido esfuerzos muy diversos por potenciar el rol de las mujeres en la planificación y el diseño de las ciudades. Más allá de Jane Jacobs, en la década de 1980 se desarrollaron algunas iniciativas interesantes en este sentido, como el Women’s Design Service en el Reino Unido. Se trataba de una coalición de planificadoras urbanas, arquitectas y diseñadoras feministas británicas que se unieron para investigar y exigir un entorno urbano más seguro e inclusivo para las mujeres. Entre sus reivindicaciones se encontraba la mejora de los baños públicos y la creación de parques y calles más seguras. Sin embargo, a pesar que desarrollaron publicaciones relevantes en el ámbito del diseño urbano, el Women’s Design Service abandonó sus actividades por falta de financiación. 

En otros países europeos se han desarrollado iniciativas similares, en las cuales han sido mujeres las que han liderado las investigaciones sobre cómo hacer calles más seguras, por ejemplo en el centro Vrouwen Bouwen Wonen de los Países Bajos o el Frauenbüro en Austria, así como el trabajo de las académicas canadienses Gerda Wekerle y Caroline Witzman, entre otras. La inclusión de las mujeres en el diseño de las ciudades es un paso necesario para crear calles más seguras. 

Si quieres conocer más estrategias de diseño urbano para mejorar la seguridad de las mujeres, puedes consultar el artículo completo publicado en la revista Quartz. Si deseas informarte sobre otros temas relacionados con la seguridad urbana y la prevención, no dudes en consultar la página web de FEPSU.

Herramientas para reducir el impacto de los delitos leves

Desarrollar herramientas de apoyo y recursos de orientación para reducir el impacto de los delitos leves es el principal objetivo del proyecto Cutting Crime Impact (CCI). Esta iniciativa, liderada por la Universidad de Salford y de la que Efus es socio, se inició en 2018 y finaliza este 2021 su fase de desarrollo. A finales de enero, el consejo asesor del proyecto realizó una evaluación preliminar de los conjuntos de herramientas que han desarrollado, los cuales se pondrán a disposición de los responsables políticos y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Reino Unido, Estonia, Alemania, Países Bajos, Portugal y España En FEPSU te compartimos algunas de las principales conclusiones sobre el uso y el diseño de estos materiales.

Diseño colectivo y finalidad práctica

En el proyecto CCI han participado no solo autoridades locales y regionales, sino también miembros de las fuerzas policiales nacionales, locales y regionales, quienes han colaborado juntos en el desarrollo de los recursos y materiales de apoyo. 

En total se ha creado un prototipo de ocho conjuntos de herramientas, es decir, dos para cada una de las cuatro áreas de enfoque del proyecto: vigilancia policial predictiva, vigilancia comunitaria, prevención del delito mediante el diseño y la planificación urbana, y la medición y mitigación de la percepción de inseguridad de los ciudadanos. 

Estos toolkits incluyen herramientas para mejorar los sistemas de conocimiento internos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, así como para fomentar la colaboración multidisciplinaria con socios locales y mejorar la evaluación del impacto de los delitos leves

Un aspecto importante en el desarrollo de estas herramientas ha sido el papel clave que han tenido los usuarios finales de estos conjuntos de herramientas, que son las instituciones policiales de todos los niveles y, más concretamente, los y las agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad. 

Para ello, los socios han realizado una investigación exhaustiva sobre sus necesidades y dificultades reales, con el fin de producir soluciones a medida. Esto también significa que, en ocasiones, los socios del proyecto se alejaron de los objetivos iniciales para adaptar sus soluciones, no a nociones preconcebidas de un problema, sino a necesidades derivadas de situaciones reales sobre el terreno. 

Los casos de Catalunya y Lisboa

El Ayuntamiento de Lisboa, a través de su policía local, y la Generalitat de Catalunya, la cual es miembro de FEPSU, han participado en el proyecto CCI como socios. Ambos presentaron a finales de enero los conjuntos de herramientas que desarrollaron y los resultados de la fase de prueba. 

La ciudad de Lisboa creó una herramienta para crear conciencia sobre la importancia de la policía comunitaria entre los oficiales superiores de policía y los responsables de la toma de decisiones. El gobierno de Catalunya, en cambio, desarrolló material de orientación para los agentes de seguridad local para ayudarles a comprender mejor y mitigar la percepción de inseguridad entre los residentes locales.

A partir de las experiencias de sus miembros, Efus creará guías prácticas en las que se resalten los problemas que enfrentan y las soluciones encontradas por los socios de CCI durante esta fase de desarrollo para compartirlas con el resto de miembros de la red, la mayoría de los cuales enfrentan problemas similares en términos de percepción de inseguridad en el ámbito local, relacionados con delitos leves

Además, Efus ha capitalizado el trabajo realizado por los socios de CCI en esta fase de desarrollo, así como los métodos que utilizaron, para enriquecer y actualizar las herramientas metodológicas que forman parte de su enfoque estratégico de larga duración en seguridad urbana. Sobre este enfoque, se puede consultar la guía de Efus sobre auditorías de seguridad, cuyo objetivo es ayudar a entender mejor los nuevos desafíos que se presentan para la prevención y la seguridad urbana. 

Para conocer más sobre Cutting Crime Impact, puedes visitar la página web de FEPSU, donde además encontrarás información sobre muchos otros proyectos europeos en los que participan los miembros de la red. Si quieres acceder directamente a los conjuntos de herramientas elaborados por el proyecto, puedes ponerte en contacto con ellos a través de su página web

Una Asamblea General de Efus abierta al público

Del 15 al 19 de marzo, el European Forum of Urban Security (Efus) celebrará su asamblea general anual. Este es un momento clave para la asociación, ya que permite determinar colectivamente los objetivos anuales de la red, de la que FEPSU forma parte en representación de los municipios y regiones de España. Por primera vez en la historia, Efus ha decidido este año abrir parte de este encuentro al público a través de las sesiones online, con el objetivo de fomentar el intercambio de ideas y prácticas en el ámbito de la seguridad. En FEPSU te compartimos la programación de esta nueva edición de la Asamblea General de Efus, que será la más participativa hecha hasta ahora. 

Una oportunidad para las ciudades

El encuentro anual de la red europea iniciará el lunes 15 de marzo, con un primer evento solo para miembros de Efus, donde se realizarán las elecciones del órgano directivo de la asociación y se aprobarán los estatutos. El martes 16 de marzo, en cambio, se realizará una actividad organizada en colaboración con el Foro Alemán para la Seguridad Urbana (DEFUS), que abordará la nueva Carta de Leipzig como una oportunidad para que las ciudades y regiones incluyan la seguridad urbana en las estrategias de desarrollo sostenible

La primera Carta de Leipzig fue adoptada por el Consejo de la UE en 2007 y ayudó a establecer el concepto de desarrollo urbano integrado a nivel europeo. En noviembre de 2020, los ministros europeos responsables de desarrollo urbano y territorial actualizaron la Carta para vincularla al nuevo marco urbano definido por la Agenda Urbana Europea, así como para tener en cuenta los nuevos desafíos a los que se enfrentan las ciudades.

El miércoles 17 de marzo, por otro lado, se realizarán distintas sesiones de trabajo paralelas para la preparación de la conferencia internacional Seguridad, Democracia y Ciudades; una actividad que estará dirigida exclusivamente a miembros de Efus. 

Proteger el Estado de derecho

La situación del Estado de derecho en la UE será el tema central de la conferencia web que se organiza el jueves 18 de marzo en el marco de la Asamblea General de Efus. El papel que pueden desempeñar los entes locales y regionales, independientemente de su afiliación política, para mejorar y proteger los derechos fundamentales y el cumplimiento de la ley es de crucial importancia y pertinencia. Esta pertinencia se debe a que el nivel local y regional es el nivel de gobernanza más cercano a la ciudadanía. Por lo tanto, es a nivel local y regional donde los funcionarios electos pueden detectar los efectos dañinos concretos del incumplimiento de los derechos fundamentales y el Estado de derecho.

Para apoyar a los entes locales y regionales en sus acciones y mejorar una solución multinivel y de múltiples partes interesadas, las instituciones europeas también tienen un papel clave que desempeñar trabajando mano a mano con el nivel local y regional. Por ejemplo, a la luz de la condicionalidad del Estado de derecho, las instituciones europeas podrían trabajar coordinadamente para garantizar que las autoridades locales y regionales no sean sancionadas y privadas de financiación si los gobiernos nacionales cometen infracciones al Estado de derecho.

Sobre estos aspectos debatirán en este evento en línea el presidente de Efus y alcalde de Lieja (Bélgica), Willy Demeyer; el Comisario europeo de Justicia, Didier Reynders; el Jefe de la Representación de Budapest (Hungría) en Bruselas, Benedek Javor; y el Teniente de alcalde responsable de la cartera de seguridad de Gdansk (Polonia), Piotr Borawski. La conversación estará moderada por la directora ejecutiva de Efus, Elizabeth Johnston. 

Agenda urbana y lucha antiterrorista

El próximo período de financiación de la Unión Europea proporciona a las autoridades de las ciudades y regiones una serie de nuevas iniciativas europeas que buscan mejorar la seguridad urbana, con un énfasis específico en la protección de los espacios públicos. En este sentido, las actividades de la Asamblea General de Efus se cerrarán con una mesa redonda en línea sobre el papel clave de los entes locales y regionales en la política de seguridad de la UE e iniciativas relacionadas, la cual tendrá lugar el viernes 19 de marzo. 

Entre estas nuevas oportunidades concretas proporcionadas por la UE, este panel de discusión virtual se centrará en la iniciativa de la UE Pledge on Urban Security and Resilience, mencionada en la Agenda Contra el Terrorismo de la Comisión Europea, y en la nueva Iniciativa Urbana Europea. La nueva agenda antiterrorista de la Comisión Europea describe las ciudades como la “columna vertebral de la seguridad” y afirma que “los entes locales y regionales juegan un papel clave tanto en la protección de los espacios públicos como en la prevención de la radicalización”.

Para debatir estas iniciativas que pueden potenciar el papel de los entes locales y regionales en lo que respecta a la protección de los espacios públicos de forma integrada, Efus ha invitado a participar en la mesa redonda a los representantes de las instituciones europeas pertinentes, como la Comisión Europea o el Comité Europeo de las Regiones. Dentro de las presentaciones de ambas instituciones se pondrá el acento en el papel de las ciudades y regiones europeas en estas iniciativas. También participarán los representantes de redes de entes locales y regionales, como Efus y FEPSU, e iniciativas como el Partnership on Security in Public Spaces of the Urban Agenda de la UE.

Para inscribirte y poder participar de estas actividades en línea que forman parte de la Asamblea General de Efus, puedes visitar la página web de la red, donde además encontrarás más información sobre la programación del encuentro anual de la asociación. Si deseas informarte sobre los distintos proyectos relacionados con la seguridad urbana y la prevención que se desarrollan en España, no dudes en visitar la página web de FEPSU.

La tecnología de sensores portátiles y su potencial para la seguridad

En los últimos años se ha popularizado el uso de dispositivos de tecnología de sensores portátiles, los cuales permiten a las personas y organizaciones rastrear y monitorear las métricas de salud personal en tiempo real. Estos dispositivos aún no están lo suficientemente desarrollados para su uso en las fuerzas y cuerpos de seguridad, pero son una tecnología que avanza rápidamente y ofrece el potencial de equipar a los efectivos y agencias policiales con datos para mejorar la seguridad, la salud y el bienestar de los y las agentes. La RAND Corporation ha publicado un informe sobre los usos potenciales de estos dispositivos portátiles en el ámbito de la seguridad, el cual es el resultado de un grupo de trabajo realizado junto al National Institute of Justice de los Estados Unidos y el Police Executive Research Forum. En FEPSU te compartimos algunas de sus conclusiones. 

Retos y oportunidades

El grupo de trabajo que dio origen a este informe se desarrolló en base a talleres en los que participaron profesionales del ámbito de la seguridad, investigadores y desarrolladores tecnológicos para discutir el estado actual de los dispositivos de tecnología de sensores portátiles, conocidos como WST por sus siglas en inglés (Wearable Sensor Technology). 

Los participantes de los talleres, además, debatieron alrededor de cómo podrían ser aplicadas por las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley este tipo de dispositivos, como las pulseras, las bandas de pecho y tejidos inteligentes, con los que pueden obtenerse biomarcadores relacionados con la salud de los policías, para informar en la toma de decisiones operativas. 

Además, en el proceso de la investigación se discutieron también los posibles problemas con la aceptación de las WST entre los agentes, las nuevas políticas que serán necesarias para la introducción de estas tecnologías en los entornos de aplicación de la ley, y qué datos se recopilan, cómo se recopilan estos datos y cómo se interpretan y utilizan. 

Para elaborar sus conclusiones, el grupo de trabajo partió de cuatro preguntas de investigación: ¿Cuál es el estado actual y en un futuro próximo de la tecnología de sensores portátiles?, ¿qué puntos de intersección existen entre estas tecnologías y los intereses de los cuerpos policiales, tanto para los agentes como para las agencias?, ¿cuáles son los retos específicos que estas tecnologías representan para la privacidad de los datos, sus titulares y la ciudadanía? y ¿cuáles son las cuestiones destacadas asociadas con las tecnologías de sensores ponibles y cómo se dirigen de manera específica?

Incipiente, pero prometedora

La primera conclusión a la que llegó el informe de RAND Corporation es que las tecnologías de sensores portátiles disponibles hoy en día en el mercado no están lo suficientemente desarrollados para fines de aplicación de la ley en general. Los dispositivos comerciales, aunque económicos y portátiles, carecen de la exactitud y precisión necesarias para informar y apoyar la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad. Los WST utilizados en entornos médicos, aunque tienen una excelente exactitud y precisión con datos de alta calidad, tienen un costo prohibitivo para una amplia distribución y no son portátiles.

Por estos motivos, el enfoque a corto plazo debe ser el de prepararse para un momento en que la tecnología sea más aplicable a las funciones que desempeñan las fuerzas y cuerpos de seguridad. La clave es obtener la aceptación de los agentes policiales ahora, no para la tecnología actual, sino para los dispositivos desarrollados en el futuro y para los posibles efectos posteriores en el campo a medida que se implementan las WST para apoyar la seguridad y el bienestar de los agentes, la retención de la fuerza laboral, la responsabilidad y otros asuntos.

Actualmente, el panorama que define la intersección entre estas tecnologías y la aplicación de la ley es el de la incertidumbre. La aplicabilidad de las WST al ejercicio de las labores policiales será proporcional a qué tan bien la tecnología puede informar de manera confiable las decisiones sobre las actividades diarias de los agentes. Los dispositivos deben integrarse a la perfección con la tecnología que ya es utilizada por las agencias policiales, las medidas deben ser válidas y confiables, la interpretación de los datos debe ser clara y las políticas deben estar vigentes para administrar y monitorear los datos

En este sentido, las fuerzas del orden deben ser un actor clave en el proceso de desarrollo de las WST. Es posible que las especificaciones necesarias para el uso de estos dispositivos en el ámbito de la seguridad no coincidan con el estándar de la industria comercial, por lo que las agencias policiales deben entablar un diálogo con los fabricantes de las WST para caminar hacia una tecnología más aplicable a este ámbito. 

Recomendaciones para un buen uso 

Finalmente, en el informe se señalan una serie de recomendaciones para favorecer el buen uso de esta tecnología de sensores portátiles por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por un lado, los agentes deben recibir formación sobre los múltiples usos y propósitos de WST y se deben realizar pruebas piloto y recopilar comentarios sobre las experiencias de los y las policías en su uso en las actividades diarias. Los resultados de estas pruebas deberán identificarse en las etapas tempranas del proceso de implementación, para poder corregir los posibles errores o incomodidades. 

Además, se deberán desarrollar e implementar políticas y procesos sobre cuándo y por qué se pueden compartir los datos, los cuales, además, se deberán cifrar en cada capa y con un cifrado de extremo a extremo para garantizar su protección. Esto estará ligado al desarrollo también de un enfoque secuenciado o por fases para llevar la tecnología validada al campo para evaluaciones escalonadas, así como al monitoreo del estado de la investigación, para administrar las expectativas del público y de las agencias de aplicación de la ley.

Finalmente, deberán establecerse también líneas de base individuales para tener en cuenta las diferencias entre individuos, definir un conjunto de mejores prácticas para los dispositivos portátiles de los consumidores y desarrollar orientación y educación sobre cómo interpretar datos y métricas para los usuarios de WST


Si quieres leer el informe completo, puedes acceder a él a través de la página web de RAND Corporation. Si quieres encontrar más información referente al uso de la tecnología en el ámbito de la seguridad y la prevención, puedes visitar el blog de FEPSU, donde además encontrarás distintos proyectos que promueven el uso de estas tecnologías entre las fuerzas y cuerpos de seguridad, en el ámbito local y regional.

Espacios públicos seguros y protegidos

El nuevo proyecto Secu4All se ha puesto ya en marcha. La iniciativa liderada por Efus se lanzó oficialmente en diciembre del 2020, pero dio su pistoletazo de salida el pasado 26 de enero con un encuentro virtual entre los socios del proyecto. En esta reunión de lanzamiento se discutió el alcance del proyecto, que busca fortalecer el las capacidades de las autoridades locales y regionales para garantizar la seguridad de los espacios públicos y la protección de aquellos lugares vulnerables ante posibles riesgos, como instalaciones deportivas, centros comerciales, escuelas y sistema de transporte. En FEPSU te compartimos algunas de las conclusiones de este primer encuentro. 

Herramientas para las ciudades

Los socios del proyecto Secu4All debatieron alrededor de la amplia gama de amenazas y riesgos que afectan los espacios públicos urbanos, como el terrorismo, los delitos menores y el incivismo, los disturbios y otros fenómenos más recientes, como la pandemia de la Covid-19. Estos plantean desafíos en constante evolución para las autoridades locales y regionales, que deben encontrar el equilibrio adecuado entre garantizar la seguridad de los espacios públicos y preservar su apertura y accesibilidad universal inherentes. 

Para superar estos retos, el proyecto Secu4All promueve el fortalecimiento de los conocimientos y capacidades de los actores locales y regionales. En este sentido, el programa proporciona formación a los responsables de políticas públicas en cuatro áreas: métodos y herramientas para evaluar la vulnerabilidad de los espacios públicos locales; mejorar la comunicación con las partes interesadas relevantes en caso de crisis (antes, durante y después); poner a disposición tecnologías innovadoras para reforzar la protección de los espacios públicos y el intercambio de conocimientos sobre el uso ético de dichas tecnologías y los datos recopilados; y, finalmente, reducir la sensación de inseguridad de los ciudadanos mediante el diseño urbanístico y la gestión de los espacios públicos.

Un programa de formación integral

El proyecto consiste esencialmente en un programa de formación integral dirigido a las autoridades locales, regionales y agentes de seguridad local. Estructurado en cuatro módulos, comprende sesiones de aprendizaje virtuales e interactivas, ejercicios prácticos y estudios de casos. Además, estas sesiones se complementarán con visitas de campo a diferentes ciudades europeas con experiencia significativa en la protección de espacios públicos y objetivos suaves (es decir, lugares vulnerables como escuelas, complejos deportivos, centros comerciales, lugares de culto, etc.). 

Este programa de formación no es exclusivo para socios de Secu4All: se establecerá una plataforma de aprendizaje electrónico al final del proyecto con todo el contenido de formación en inglés, francés, alemán e italiano para que esté disponible para todos los miembros de Efus y otras personas interesadas. 

Durante la reunión de lanzamiento del proyecto, los participantes pudieron dar su opinión sobre el contenido de la capacitación y sobre los principales riesgos y desafíos que enfrentan en la gestión de sus espacios públicos locales, así como las medidas de protección existentes. Por ejemplo, La Haya tiene un modelo de tres fases para evaluar el nivel de riesgo en un espacio público y determinar la respuesta adecuada en consecuencia. Otro ejemplo es Xàbia, que se centra en el uso de la tecnología para controlar el acceso a zonas muy frecuentadas como los distritos de ocio nocturno, así como en la formación de la policía local para responder a situaciones críticas como un atentado terrorista y los esfuerzos para mejorar la planificación y el diseño de las áreas de recreación del municipio para hacerlas más seguras y accesibles.

Alianzas locales necesarias

Por importante que sea, la adquisición de conocimientos y capacidades no es suficiente para proteger adecuadamente los espacios públicos urbanos mientras se preserva su apertura. Efus y el consorcio de Secu4All también discutieron un aspecto clave, que es que esto requiere asociaciones locales amplias y bien comunicadas. 

De hecho, es responsabilidad de las autoridades locales y regionales promover y coordinar un enfoque de múltiples partes interesadas que involucre a todos los actores relevantes (policía, residentes y usuarios, servicios de emergencia, empresas locales, etc.). Cómo hacer esto de manera eficiente y con quién es también un aspecto central del proyecto Secu4All.

Desde FEPSU queremos apoyar también a la formación de estas alianzas de ciudades y a las redes de interconexión de profesionales de la seguridad y la prevención, para favorecer el intercambio de experiencias de éxito. Por eso, en nuestra página web podrás encontrar diversos proyectos en los que participan nuestros socios, donde se promueve también la colaboración entre autoridades locales y regionales, así como el debate y análisis alrededor de distintos temas vinculados con aquellas iniciativas que han ayudado a mejorar la seguridad urbana en distintas partes de España y Europa.

Garantizar la protección de los espacios públicos

Los espacios públicos son lugares de intercambio, cultura, comercio, ocio y expresión política, cualidades inherentes a las ciudades. Sin embargo, debido a que son lugares abiertos y, en muchos casos, emblemáticos de una ciudad, una región o un país, los espacios públicos pueden convertirse también en focos de delincuencia e incivismo y, lo que es peor, en blancos principales de ataques terroristas, como ha sucedido en Europa durante la última década. Por este motivo, el Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus) ha lanzado el proyecto Secu4All, que busca fortalecer las capacidades de los entes locales y regionales para garantizar la seguridad de los espacios públicos y la protección contra posibles riesgos de lugares como instalaciones deportivas, centros comerciales, escuelas o sistema de transporte, los cuales pueden convertirse en objetivos de ataques. En FEPSU te compartimos algunos de los principales objetivos de este nuevo programa europeo.

Herramientas para las ciudades

Para las autoridades locales y regionales, la gestión de los espacios públicos es sin duda una de sus acciones más visibles a los ojos de la ciudadanía, ya que es el ámbito donde su visión de la sociedad se materializa y representa mejor. Asegurar que estos espacios sean inclusivos y abiertos, pero también pacíficos y seguros, es un desafío complejo para los entes locales y regionales, que son los que se encuentran en primera línea cuando ocurre una crisis. Ayudar a las ciudades europeas a tener mejores herramientas teóricas y prácticas para abordar la prevención es una de las principales metas del proyecto Secu4All.

Este programa impulsado y liderado por Efus tendrá una duración de dos años y sus principales objetivos son: aumentar el conocimiento de las autoridades locales y regionales sobre los métodos y herramientas para evaluar la vulnerabilidad de los espacios públicos locales; mejorar la comunicación entre todos los actores relevantes que deben actuar en el caso de que ocurra una crisis (antes, durante y después); compartir conocimientos sobre las tecnologías innovadoras para reforzar la protección de los espacios públicos e intercambiar criterios éticos sobre el uso de dichas tecnologías y los datos recopilados; y reducir la sensación de inseguridad de los ciudadanos mediante la “Prevención del delito a través del diseño ambiental” (CPTED, por sus siglas en inglés).

Con un amplio alcance europeo y un enfoque transversal, el proyecto Secu4All reúne a un consorcio de autoridades locales y regionales, universidades y centros de investigación, think tanks, así como una red de agentes de seguridad privada. Entre sus miembros se encuentran el centro CRIMINA de la Universidad Miguel Hernández en Elche, el cual participó en nuestro webinar más reciente, y el Ayuntamiento de Xàbia, que es uno de los miembros actuales de FEPSU. Además, participan también las organizaciones europeas DITSS (Países Bajos) Dsp-groep Bv-DSP (Países Bajos), KEMEA (Grecia), la Organización Europea para la Seguridad-EOS (Bélgica), el Bruxelles – Prévention & Sécurité (Bélgica); los foros de seguridad urbana DEFUS (Alemania), FFSU (Francia) y FISU (Italia); así como el ayuntamiento de La Haya (Países Bajos) y la Policía Municipal de Riga (Letonia).

Cooperación y buenas prácticas

La experiencia en los diversos proyectos de prevención del crimen en los espacios públicos ha demostrado que es esencial que las administraciones locales y regionales cooperen con una amplia gama de actores locales, tanto del sector público como del privado, sobre todo en los ámbitos de planificación urbana, encuestas, servicios de transporte y movilidad, organización de eventos, protección y concientización de empresas locales y también, fundamentalmente, en la comunicación y el trabajo conjunto con las autoridades nacionales y europeas pertinentes. Sin embargo, para hacerlo, necesitan conocimientos y herramientas adecuadas. Ese es uno de los propósitos centrales del proyecto Secu4All: desarrollar contenidos formativos que proporcionen a las autoridades locales conocimientos teóricos y prácticos para que puedan mejorar sus acciones de prevención local o programas para salvaguardar sus espacios públicos frente a riesgos.

Pero además de estas herramientas y de la cooperación entre actores, “los gobiernos locales y regionales deben promover una mejor conciencia entre los ciudadanos sobre las buenas prácticas a seguir en caso de una amenaza, como un ataque terrorista”, como explica la especialista en mitigación de riesgos y miembro del Comité Asesor de Expertos de PACTESUR, Susanne Skov Diemer. En una entrevista para Efus, esta consultora en materia de seguridad señala que todavía no se ha desarrollado una “cultura de seguridad colectiva contra el terrorismo y otras amenazas actuales”, como sí ha sucedido, por ejemplo, con la educación de las medidas que hay que tomar en casos de incendios. 

“Si los ciudadanos adquieren una mejor y más amplia comprensión de las amenazas, el trabajo de las autoridades locales y nacionales y la policía en la protección de los espacios públicos no se verá obstaculizado”, apunta Skov Diemer. Para ello, además, es de vital importancia que los ciudadanos estén preparados psicológicamente para afrontar una crisis, ya que, como ha demostrado la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, “el estrés y el miedo pueden causar un comportamiento irracional y dañino”.

Pero esta preparación por parte de la ciudadanía no se consigue únicamente con una pedagogía psicológica y de buenas prácticas. También es muy importante que las autoridades locales y regionales mejoren “la confiabilidad, rapidez y eficiencia de sus canales de comunicación con los ciudadanos y explicar mejor las amenazas actuales y cómo reaccionar ante ellas”, pues, como pasó con los primeros meses de la pandemia, “la información insuficiente, poco clara y “los consejos contradictorios de los gobiernos jugaron un factor importante en la reacción de la gente a la crisis”. Una forma de reaccionar ante las crisis por parte de las administraciones públicas que el proyecto Secu4All intentará mejorar.  

Para saber más sobre este programa europeo liderado por Efus, puedes visitar su página web. Si quieres conocer otras iniciativas relacionadas con la seguridad urbana y la prevención, sigue nuestras redes sociales, donde semanalmente compartimos los artículos de nuestro blog así como otros proyectos en los que participa FEPSU y sus miembros.

Criterios éticos para un buen uso de la IA

El uso de herramientas de inteligencia artificial (IA) en el ámbito de la seguridad urbana es un fenómeno en creciente expansión. Cada vez son más las fuerzas y cuerpos de seguridad que apuestan por estas tecnologías a la hora de mejorar y agilizar su trabajo, ya sea, por ejemplo, en tareas como la detección de matrículas de vehículos o la robotización de ciertas funciones administrativas, entre otras. Sin embargo, el entusiasmo acrítico que genera la IA en algunos operadores dificulta un análisis sosegado sobre la conveniencia de su utilización, sobre todo a la hora de tomar en cuenta los criterios éticos que deben guiar su uso. En este sentido, se hace necesario reflexionar sobre los retos que supone la aplicación de la inteligencia artificial, las cuales pueden transformar el proceso de toma de decisiones operativas en el ámbito de la seguridad en una operación puramente mecánica. 

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la segunda sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que se celebró el 2 de diciembre. Estos webinars son una iniciativa del Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU). A continuación os compartimos algunas de las consideraciones y puntos de análisis que guiaron el debate:

Usos específicos de la IA

Desde su inicio como disciplina en los años 50, la IA ha buscado utilizar ordenadores para realizar tareas que se relacionan con un comportamiento inteligente: razonar, tomar decisiones, reconocer patrones, resolver problemas matemáticos, etc. Sin embargo, aunque en las últimas dos décadas ha habido un incremento exponencial en la generación de datos y en la potencia de cálculo de los ordenadores, hoy en día este tipo de herramientas son capaces de realizar solamente una única tarea a la vez.

Iniciativas como el proyecto Magneto, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, están desarrollando un motor de correlación que permita la elaboración de hipótesis para la toma de decisiones en la prevención e investigación del crimen organizado, a través de la conjunción de diversas herramientas de IA, como el reconocimiento facial o la transcripción automática de audio a texto. La criminóloga Ainoa Torrado, que trabaja en la implementación de este proyecto en la Policía Municipal de Sabadell, asegura que el uso de estas tecnologías permite a los agentes centrarse más en el análisis de la información que en el tratamiento de los datos y, de esta manera, mejorar la capacidad de investigación y solucionar los delitos de forma más rápida. 

Para el Subdirector del Instituto de Investigación en inteligencia artificial (CSIC-UAB), Felip Manyà, existen áreas específicas de actuación de las agencias de seguridad pública donde hoy en día la utilización de herramientas de inteligencia artificial tienen más potencial, como la videovigilancia, la robótica en entornos de riesgo y el control del tráfico. Sin embargo, para entender mejor la intervención pública con herramientas que utilicen IA hay que ver a estos sistemas como un complemento a la labor policial, antes que como un sustituto. 

Entre la utopía y la distopía

Cuando se habla de los riesgos que puede suponer el uso de la IA, suelen generarse dos tipos de discursos antagónicos: por un lado, una visión optimista que cree que es una tecnología que va a solucionar todos los problemas; por otro lado, una visión pesimista, centrada en la discriminación algorítmica y que ve a la inteligencia artificial como una herramienta para el control y la vigilancia. Según el Director del Centro CRÍMINA de la Universidad Miguel Hernández de Elche, Fernando Miró Llinares, la realidad se sitúa en un punto medio entre estos dos puntos de vista y, por este motivo, para establecer criterios éticos que mejoren la aplicación de la IA en el ámbito de la seguridad primero hay que desmontar los mitos que rodean su uso. 

En primer lugar, hay que tener en cuenta que muchos de los riesgos que supone el uso de la IA, como la discriminación algorítmica, tienen que ver en realidad con la baja calidad de los datos que se usan y no tanto con la herramienta en sí. Muchos datos, por la forma en que fueron recolectados o por la interpretación que se les da antes de introducirlos en el algoritmo, reproducen sesgos que pueden tener consecuencias graves si se utilizan para guiar actuaciones policiales. Es por este motivo que los algoritmos deben poder ser corregibles, para poder reducir el sesgo de sus datos, aunque esto suponga disminuir su capacidad predictiva. 

Aún así, el principal riesgo en el uso de la IA es ahora mismo la violación de la privacidad de la ciudadanía, ya que los sistemas actuales tienen una enorme capacidad de control sobre las personas y reducen a gran escala la libertad individual. Aunque las normativas europeas sobre protección de datos sean más avanzadas que las de otros países como Estados Unidos o China, donde la inteligencia artificial se ha desarrollado más rápidamente; se hace necesario elaborar normas que sean rígidas en la esencia ética de las mismas, pero lo suficientemente flexibles como para permitir dar lugar a las diferentes aplicaciones de la IA que surjan con el tiempo. 

Principios éticos sólidos

Una de las herramientas de inteligencia artificial que más debate ha generado ha sido el reconocimiento facial. Sobre todo porque se ha detectado que su uso por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad muchas veces deriva en una hiperreacción de los agentes frente a las detecciones de esta tecnología, provocando que se centren más en la búsqueda de los delincuentes que en el resto de funciones de la acción policial. Además, también ha provocado un aumento en las detenciones con los mismos sesgos de los datos introducidos en el algoritmo, por ejemplo los sesgos raciales

Por esta razón, Miró Llinares destaca que hay que tener en cuenta los siguientes principios éticos a la hora de poner en marcha una tecnología de IA en la actividad policial: la prohibición de subordinación a la máquina; la supervisión constante de los sistemas de IA por parte de una persona; la prevención del daño que pueda ocasionar su uso; la prohibición de la discriminación como resultado de estos procesos; y, lo más importante, la explicabilidad de su funcionamiento, lo que incluye la obligación de trazabilidad de los datos, la auditabilidad de sus procedimientos y la participación democrática de su uso.

Este último punto, sin embargo, es más difícil de controlar cuando se trata de tecnologías de deep learning, ya que uno de sus problemas es que no tienen capacidad explicativa sobre las decisiones que toman y, por lo tanto, esto puede ser un peligro, ya que si las actuaciones policiales se basan únicamente en sistemas de este tipo, se puede perder la confianza de los ciudadanos y ciudadanas. Por este motivo, en todo uso de la IA se debe exigir la trazabilidad de los datos y debe hacerse una reflexión profunda sobre el uso que se dará a esta información, sin que la predicción signifique una actuación policial inmediata. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta segunda sesión del ciclo de webinars sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que ha contado con las intervenciones iniciales de Felip Manyà, Subdirector del Instituto de Investigación en inteligencia artificial (CSIC-UAB); Fernando Miró Llinares, Catedrático de Derecho Penal de la Universidad Miguel Hernández de Elche y Director del Centro CRÍMINA para el estudio y prevención de la delincuencia; y Ainoa Torrado, Criminóloga participante del proyecto Magneto de la iniciativa Horizonte 2020 de la Comisión Europea. La conversación ha sido moderada por Francesc Guillén Lasierra, jurista, criminólogo y estudioso de las políticas públicas de seguridad. 

Encontrarás el relato completo de la jornada en el siguiente enlace.

Documentos compartidos

El proyecto europeo MAGNETO (H2020), una aplicación práctica del uso de la inteligencia artificial en la seguridad. Presentación de Ainoa Torrado.

Hacia un uso (y diseño) ético de la IA en la seguridad ciudadana. Presentación de Fernando Miró Llinares

El futuro de la IA: hacia inteligencias artificiales realmente inteligentes. Artículo de Ramón López de Mántaras.

Estrategia española de I+D+I en inteligencia artificial. Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, 2019.

Amenazas de la inteligencia artifical. Blog del Departament d’Interior de la Generalitat de Catalunya, 2020.

Inteligencia artificial: un arma de doble filo

La inteligencia artificial (IA) puede ser una herramienta muy útil para la seguridad urbana. Esta tecnología se utiliza para usos que van desde el software de lectura de matrículas de vehículos, hasta el reconocimiento facial y otras aplicaciones relacionadas con la vigilancia policial predictiva. Pero esta herramienta también está siendo cada vez más utilizada por ciberdelincuentes, quienes se aprovechan de su uso para encontrar nuevas formas de amenazar y atacar la seguridad de los sistemas informáticos de la ciudadanía y de las instituciones. Así lo establece un informe recientemente publicado por la ONU y la Europol, del que te compartimos en FEPSU algunas de sus principales conclusiones. 

Potenciar el uso positivo de la IA

El pasado 19 de noviembre se publicó un documento elaborado conjuntamente por Europol, el Instituto Interregional de Investigación sobre Justicia y Crimen (UNICRI) de las Naciones Unidas y Trend Micro que analiza los usos delictivos actuales y previstos de la IA. Este informe proporciona información sobre ataques existentes y potenciales que aprovechan la inteligencia artificial y recomendaciones para las administraciones, fuerzas y cuerpos de seguridad, legisladores y otras instituciones sobre cómo mitigar estos riesgos.

“La IA promete al mundo una mayor eficiencia, automatización y autonomía. En un momento en el que el público está cada vez más preocupado por el posible uso indebido de la IA, tenemos que ser transparentes sobre las amenazas, pero también analizar los beneficios potenciales de la tecnología de IA», asegura Edvardas Šileris, director del Centro Europeo de Ciberdelincuencia de Europol. “Este informe nos ayudará no solo a anticipar posibles usos maliciosos y abusos de la IA, sino también a prevenir y mitigar esas amenazas de manera proactiva. Así es como podemos desbloquear el potencial que tiene la IA y beneficiarnos del uso positivo de los sistemas de IA», agrega Šileris. 

La IA como objetivo y como medio

El informe concluye que los ciberdelincuentes aprovecharán la IA como vector de ataque y como superficie de ataque, es decir como medio y como objetivo para conseguir sus fines criminales. Las falsificaciones profundas (deep fake) son actualmente el uso más conocido de la IA como vector de ataque. Sin embargo, el informe advierte que se necesitará nueva tecnología de detección en el futuro para mitigar el riesgo de campañas de desinformación y extorsión, así como las amenazas que apuntan a conjuntos de datos de IA.

En este sentido, personas con el objetivo de realizar un crimen podrían utilizar esta tecnología para desarrollar convincentes ataques de ingeniería social a gran escala o malware de raspado de documentos, para hacer que los ataques sean más eficientes. Por otro lado, la IA podría respaldar la evasión de reconocimiento de imágenes y biometría de voz; los ataques de ransomware, mediante la evasión y la focalización inteligente; o la contaminación de datos, mediante la identificación de puntos ciegos en las reglas de detección. Además, el informe también advierte que se están desarrollando sistemas de IA para mejorar la efectividad del malware y para interrumpir los sistemas de reconocimiento facial y anti-malware.

“A medida que las aplicaciones de inteligencia artificial comienzan a tener un gran impacto en el mundo real, se hace evidente que esta será una tecnología fundamental para nuestro futuro”, afirma Irakli Beridze, director del Centro de Inteligencia Artificial y Robótica de UNICRI. “Sin embargo, así como los beneficios para la sociedad de la IA son muy reales, también lo es la amenaza del uso malintencionado», apunta también Beridze.

Prepararse ante las amenazas

Desde las instituciones como Europol y UNICRI advierten que los ciberdelincuentes siempre han sido los primeros en adoptar la última tecnología, algo que sucede también con la IA. “Como revela este informe, ya se está utilizando para adivinar contraseñas, romper CAPTCHA y clonar voz, y hay muchas más innovaciones maliciosas en proceso”, explica Martin Roesler, jefe de investigación de amenazas prospectivas de Trend Micro, empresa lider en sistemas de ciberseguridad. En este sentido, desde las organizaciones que han participado en la elaboración de este informe, se proponen varias recomendaciones para evitar los estragos que podría ocasionar el uso de la inteligencia artificial con fines criminales. 

Por un lado, aprovechar el potencial de la IA como herramienta de lucha contra el crimen para preparar la industria y la policía de la ciberseguridad para el futuro y continuar con la investigación sobre las posibilidades de la inteligencia artificial para estimular el desarrollo de tecnología defensiva. Para conseguir esto, se deberán promover y desarrollar marcos de diseño de IA seguros y hacer campañas de comunicación par reducir la retórica políticamente cargada sobre el uso de la inteligencia artificial con fines de ciberseguridad. Finalmente, será un factor clave la cooperación entre asociaciones público-privadas y el establecimiento de grupos de expertos multidisciplinarios.

Debates éticos: la máquina contra el humano

Por otro lado, a los aspectos mencionados por el informe de la ONU y EUROPOL, habría que agregar que el uso de la IA por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad supone también el planteamiento de ciertos debates éticos en el uso de algoritmos y máquinas para vigilar y perseguir a seres humanos. Sobre todo, el uso de software de reconocimiento facial supone el peligro de que la tecnología pueda equivocarse o no ser neutral en el perfilamiento de las personas que reconoce. En este sentido, las decisiones que toma esta tecnología, ¿deben gozar de presunción de veracidad? Si no es así, ¿qué instrumentos habría que establecer para prevenir o controlar los posibles errores que se cometan?

Como toda tecnología, su uso debería limitarse a ser un apoyo o una herramienta para la actuación humana en la seguridad urbana, pero jamás debería ser un sustitutivo de esta. Además, se deberían establecer los términos en los que hay que situar la rendición de cuentas en intervenciones llevadas a cabo siguiendo los dictados de estos algoritmos. 

Estos y otros debates serán los que abordaremos en la segunda sesión del ciclo de encuentros virtuales sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, donde además reflexionaremos sobre las potencialidades de la inteligencia artificial para la prevención y la seguridad, así como sus posibles riesgos y amenazas en manos de organizaciones y personas con fines delictivos. Se trata de una actividad gratuita, organizada por FEPSU, que se celebrará el miércoles 2 de diciembre de 2020, de 12h30 a 14h, a través de Zoom. Inscríbete en este enlace

Para acceder al informe completo elaborado por Europol, UNICRI y Trend Micro, puedes visitar el siguiente enlace.

Los drones en la seguridad: retos y necesidades

Los usos que se puede dar y que se están dando ya a los drones en materia de seguridad urbana son muy variados. Desde la protección del medio ambiente o el apoyo en el control de incendios, hasta la gestión de aforos en eventos multitudinarios o el monitoreo del cumplimiento de las medidas sanitarias en una pandemia. Pero al mismo tiempo que avanza el empleo de esta tecnología por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad, también se acelera su utilización por parte de particulares y actores privados. Esto, en ciertas ocasiones, puede suponer peligros para la seguridad de las ciudades, lo que obliga a trabajar para obtener mecanismos de protección y normativas que sean más efectivas a la hora de garantizar el uso responsable y cívico de estos dispositivos. 

Estas fueron algunas de las conclusiones a las que se llegaron en la primera sesión del ciclo de encuentros virtuales participativos sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que se celebró el 18 de noviembre. Estos webinars son una iniciativa del Foro Español para la Seguridad Urbana (FEPSU). A continuación os compartimos algunas de las consideraciones y puntos de análisis que guiaron este primer debate:

Una herramienta versátil

Algunas policías locales de España, como la de Madrid, han adoptado ya a los drones como una herramienta versátil en la gestión de la seguridad. Cada vez son más los ámbitos en los que estos dispositivos pueden apoyar la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Por ejemplo, en el contexto actual, con las restricciones de movilidad y reunión por la pandemia del coronavirus, el uso de estas aeronaves se ha intensificado en el control del cumplimiento de las medidas sanitarias y de los aforos en los espacios públicos. 

El Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía Local de Madrid, Francisco Javier Espinosa Gómez, ha señalado que la intención es que se puedan desarrollar nuevos software para ampliar el alcance de estos dispositivos en un futuro cercano; por ejemplo permitiendo la lectura de matrículas de vehículos, la recogida de muestras de vertidos, el cálculo de la asistencia a eventos y manifestaciones, o el no exento de polémica software de reconocimiento facial. Sin embargo, algunos de estos nuevos usos requerirán de una ampliación de las normativas referentes a la aplicación de estas tecnologías en la seguridad urbana, para no interferir con los derechos a la privacidad y a la protección de datos.

Ampliar la regulación del uso

Actualmente la única normativa existente para el uso de los drones por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad es la legislación estatal, recogida en el Real Decreto 1036/2017, según ha explicado la profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III, María José Castellanos Ruiz. El nuevo Reglamento Europeo 2019/947, que regula el uso de los drones en la Unión Europea, entrará en vigor en enero, pero no será de aplicación a servicios militares ni de seguridad pública, únicamente para el uso privado.

La principal aportación de esta nueva normativa europea es la categorización de los drones en tres estratos, dependiendo de su tamaño y de las exigencias que regulan su uso. De esta manera, se separa aquellos drones menores de 25 kg, que no necesitarán de ningún tipo de permiso para su utilización, de aquellos con un mayor peso, que requerirán certificaciones y autorizaciones por parte de las autoridades de seguridad aérea competentes, dependiendo del tipo de uso que se les de. 

Aún así, queda pendiente el desarrollo de normativas europeas específicas para la aplicación de estas aeronaves en la gestión de la seguridad urbana o en lo que respecta a la regulación de la captación, almacenamiento y disposición de las imágenes y datos que recopilan estos dispositivos.

Crear redes de protección

El nuevo reglamento europeo busca poner más control sobre el uso privado de los drones, para evitar los riesgos que puede suponer para la seguridad el uso de esta tecnología en las manos equivocadas. Sin embargo, estas normativas deben ir acompañadas por sistemas eficientes para detectar posibles amenazas y prevenir su uso para fines criminales. Hoy en día, existen diversos sistemas de detección de los drones, que utilizan tecnologías, como la radiofrecuencia, el radar o la detección combinada con cámaras térmicas. 

El Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de los Mossos d’Esquadra, Xavier Moya García, ha destacado, además, que en Catalunya se utilizan diversas medidas de inhibición de estos dispositivos, desde la interferencia de la comunicación entre la aeronave y el mando a distancia a través de radiofrecuencias (jamming), hasta una tecnología aún incipiente que permite tomar control del dispositivo y redirigirlo (hacking). 

Moya García ha subrayado que el alto coste de estos sistemas y su rápida obsolescencia hace que sea más eficiente constituir redes territoriales de protección, en las que se usen el mismo sistema, para conseguir una mejor protección ante posibles amenazas que la que se conseguiría si cada municipio instala su propio sistema. Esto exige un alto nivel de colaboración entre administraciones y entre las diversas fuerzas y cuerpos de seguridad, para conseguir generar recursos y políticas preventivas que consigan resultados óptimos. 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones de esta primera sesión del ciclo de webinars sobre “Nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana”, que ha contado con las intervenciones iniciales de Francisco Javier Espinosa Gómez, Intendente jefe de la Unidad de Rondas de la Policía local de Madrid; María José Castellanos Ruiz, Profesora de Derecho Internacional Privado de la Universidad Carlos III; Xavier Moya García, Jefe de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea de la Policía de la Generalitat de Catalunya-Mossos d’Esquadra. La conversación ha sido moderada por Francesc Guillén Lasierra, jurista, criminólogo y estudioso de las políticas públicas de seguridad. 

Encontrarás el relato completo de la jornada en el siguiente enlace.

En este enlace compartimos la presentación de Mª José Castellanos Ruíz

Además, te recordamos que el próximo 2 de diciembre a las 12.30 h tendrá lugar el segundo de estos encuentros virtuales participativos, en el que abordaremos las aplicaciones de la inteligencia artificial en el ámbito de la seguridad ciudadana. Consulta el programa completo en la página web de FEPSU.

Hacia una prevención inteligente

La digitalización está cada vez más presente en todos los aspectos de nuestra vida y la pandemia del coronavirus ha venido a acelerar este proceso. Esta revolución digital supone también nuevos desafíos para la seguridad urbana, lo que obliga también a cambiar y adaptar las respuestas preventivas a estos retos. Este fue el tema central de la 25ª edición del Congreso Alemán de Prevención (DPT), organizado por la ciudad de Kassel y que se realizó en línea los días 28 y 29 de septiembre. El Foro Europeo de Seguridad Urbana (Efus)y el foro alemán DEFUS participaron, como cada año, en esta conferencia, que es la más grande del mundo sobre prevención del delito. En FEPSU te compartimos algunas de las conclusiones a las que se llegaron en este encuentro. 

Nuevos desafíos, nuevas soluciones

Este año, el Congreso Alemán de Prevención se centró en el impacto de la revolución digital en la seguridad urbana y la prevención del delito. El panel inaugural invitó a los asistentes a reflexionar sobre los avances que se han dado en lo que se denomina Prevención Inteligente, que es la aplicación de estrategias digitales y nuevas tecnologías en el diseño de planes de prevención del crimen. El panel de discusión participaron Johannes Baldauf (Facebook), Markus Beckedahl (Netzpolitik, plataforma en línea para el derecho digital a la libertad), Matthias Heeder (cineasta en Rhizomfilm) y Gesa Stückmann (Jurista).

Los participantes de la mesa redonda discutieron también sobre las formas en que las tecnologías digitales presentan oportunidades, pero también riesgos de seguridad. Para responder a estos riesgos hacen falta, evidentemente, formas nuevas e “inteligentes” de iniciativas de prevención. Aún así, la comprensión de los actores que trabajan para favorecer la seguridad de las ciudades aún está evolucionando en el objetivo de llegar hacia esta una prevención inteligente. 

Vigilancia predictiva: riesgos y ventajas

Efus participó también en en seminario web centrado en la vigilancia policial predictiva y los derechos humanos, dirigido por la matemática Dra. Ingrid Bausch-Gall, de Amnistía Internacional. El debate en este evento partió de la diferenciación entre los dos tipos de modelos de vigilancia policial predictiva que existen en la actualidad. 

Un primer modelo se basa en datos geoespaciales y tiene como objetivo predecir ubicaciones probables de delitos, sobre todo robos domiciliarios. El segundo, utiliza datos vinculados a atributos personales y tiene como objetivo identificar a las personas en riesgo de ser víctimas o autores de actividades delictivas. Si bien ambos enfoques conllevan el riesgo de una estigmatización injustificada de ciertos grupos de población, este último se considera más preocupante y supone ser más precavidos con su aplicación. 

Como cualquier tecnología que se desarrolle para apoyar la toma decisiones, la vigilancia policial predictiva es tan buena como los datos de los que se alimenta durante su proceso de aprendizaje y en ningún caso debe sustituir la puesta en práctica de políticas de seguridad basadas en datos empíricos y buenas prácticas. En su webinar, la Dra. Ingrid Bausch Gall destacó que, antes de aplicarlos en un modelo de vigilancia policial, es necesario abordar una serie de preguntas sobre estos datos: ¿De dónde vienen? ¿Con qué propósito fueron recolectados? ¿A quién pertenecen? Las respuestas a estas preguntas determinarán si el modelo que se aplica favorecerá a un mejor desarrollo de la seguridad en la comunidad o si, en cambio, supondrá una estigmatización de los colectivos más desfavorecidos. 

La tecnología no sustituye los recursos humanos

Otro problema surge a partir del uso de los datos: ¿Qué hacer con la información proporcionada por el algoritmo de vigilancia predictiva? La mayoría de las veces, los cuerpos y fuerzas de seguridad envían más patrullas a los vecindarios identificados como en riesgo, basándose en análisis simplistas de los datos. Lo primero que hay que tener claro es que la tecnología no puede reemplazar a los recursos humanos y plantearse la pregunta sobre si este tipo de vigilancia policial predictiva podría tener consecuencias no deseadas en otras áreas o si estira innecesariamente los recursos de las fuerzas del orden. 

Dentro del debate que se llevó a cabo en congreso DPT, los panelistas también consideraron la cuestión de si una mayor presencia policial es una respuesta adecuada. En su forma actual, la vigilancia policial predictiva se ocupa sobre todo de la interceptación de la actividad delictiva, pero menos de la prevención social, aunque puede servir para prevenir la delincuencia a largo plazo y debería encaminarse hacia este modelo de prevención comunitaria.

En su intervención, la Dra. Ingrid Bausch Gall enumeró una serie de recomendaciones para mitigar los riesgos que la actuación policial predictiva representa para los derechos fundamentales, como el derecho a la privacidad, la protección de datos y la no discriminación. 

Con respecto al desarrollo de algoritmos policiales predictivos, para salvaguardarse de los peligros que pudiera implicar su puesta en marcha se debe garantizar la verificabilidad de estos algoritmos a través de evaluadores independientes, así como equipos de desarrollo diversos y transdisciplinarios que incluyan a miembros de la sociedad civil.

El despliegue de la tecnología, además, debe ser fácil de usar y no solo accesible a los expertos. En este sentido, los cuerpos y fuerzas de seguridad deben describir claramente los propósitos del uso de estas tecnologías y considerar los resultados desde una perspectiva crítica e imparcial.

Hacia una mejor vigilancia predictiva

Para avanzar hacia una mejor integración de las nuevas tecnologías y el uso de los datos en la prevención del crimen, desde Efus se propone explorar los beneficios y desafíos del uso de la vigilancia policial predictiva, ya que varios cuerpos y fuerzas de seguridad en Europa están trabajando o comenzando a desarrollar este tipo de modelos. 

Efus se centra en esta área de enfoque a través de proyectos como Cutting Crime Impact (CCI). Durante los últimos dos años los socios de CCI han estado examinando varios modelos de vigilancia policial predictiva actualmente en uso en Europa y elaborando guías de aplicación y uso de las diversas tecnologías disponibles para una mejor prevención del crimen y la delincuencia. 

En FEPSU estaremos abordando estos y otros temas relacionados con el uso de nuevas tecnologías aplicadas a la seguridad urbana en un ciclo de conferencias web que tendrán lugar los días miércoles 18 de noviembre y 2 de diciembre de 2020, de 12h30 a 14h. En nuestro blog también encontrarás una serie de artículos sobre cómo la tecnología está transformando el ejercicio de la policía y las maneras de trabajar en la prevención.